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sábado, 19 de mayo de 2018

Los efectos psicológicos de la práctica del ritual masónico

Los efectos psicológicos de la práctica del ritual masónico
Rafhael Guimaraes [1]


El presente artículo pretende realizar análisis comparativo de la psicología junguiana con la simbología masónica, más específicamente con los símbolos contenidos en una Logia Masónica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y en sus prácticas rituales, además de observar los efectos psicológicos de la práctica de la ritualidad del referido rito masónico sobre sus adeptos.

introducción

La definición más común de Masonería es la de que la Masonería es un hermoso sistema de moralidad velado en alegoría e ilustrado por símbolos (ZELDIS, 2011). Esto ya dice mucho sobre la institución y su modo de enseñanza y aprendizaje, que ocurre por medio de rituales repletos de alegorías y expresiones simbólicas. Sin embargo, entre el desdoblamiento del ritual y el comportamiento moral de sus practicantes hay un mecanismo psicológico que no puede ser ignorado y cuya comprensión puede colaborar un mejor entendimiento de la razón de la masonería atraer a lo largo de los siglos el interés de tantos distintos hombres y la ira de tan peligrosos enemigos, como los nazis, papas y el Comintern - Comité Comunista Internacional (ROBERTS, 1969).

Este estudio tiene por objetivo analizar las influencias psicológicas que la práctica ritualística masónica, sus discursos, movimientos, símbolos, dramas y alegorías, puede tener sobre sus practicantes.

Muchos tal vez puedan juzgar los rituales masónicos como ingenuos, superados, extraños o incluso supersticiosos. En este estudio se presentarán indicios de que tanto los rituales como la mitología poseen las mismas fuentes de origen - el inconsciente (CAMPBELL, 2007, JUNG, 2005).

Hay, sin duda, innumerables diferencias entre las religiones y mitologías de la humanidad, y todas esas, de una forma u otra, pueden ser encontradas en alguna medida, representadas en las alegorías masónicas (MAXENCE, 2010).

Fue en 1900 que Sigmund Freud presentó al mundo su teoría del Inconsciente, en la obra -La interpretación de los sueños‖ (FREUD, 1972). El concepto de Inconsciente ya existía de alguna forma desde la Grecia Antigua, pero fue sólo con Carl Gustav Jung que tal teoría encontró su plenitud, alcanzando un sentido más amplio, cuando el mismo diferenció la actuación del inconsciente de una capa más profunda, que llamó de Inconsciente Colectivo, que son formas o imágenes de naturaleza colectiva que se manifiestan prácticamente en todo el mundo como constituyentes de los mitos y, al mismo tiempo, como productos individuales de origen inconsciente, que influencian toda nuestra psique (JUNG, 2011c).

A diferencia de la escuela freudiana, que afirma que los mitos están profundamente arraigados dentro de un complejo del inconsciente, para Jung, el origen atemporal de los mitos reside dentro de una estructura formal del inconsciente colectivo. Se convierte así en una diferencia considerable para Freud, que nunca reconoció la autonomía congénita de la mente y del inconsciente, mientras que para Jung había una dimensión colectiva innata y con autonomía energética.

Las ideas presentadas por Jung fueron el fundamento científico que el estudioso de las Religiones y Mitologías Comparadas, Joseph Campbell, adoptó para sostener las similitudes existentes entre todas las religiones y mitologías de la historia. Tal concepto antes llamado -Monomito [2] Por Jaymes Joyce, fue examinada por Campbell, que mostró el conjunto de la escritura de la manifestación arquetípica del héroe, que fue representado en todo el mundo como un arquetipo del inconsciente colectivo (Jung, 2010; JUNG , 2011a).

Así, será con base en las obras de Campbell y Jung el desarrollo de este artículo, que busca comparar y volver a presentar el simbolismo masónico bajo la óptica científica de la Psicología Junguiana y de la Ciencia de las Religiones.

Análisis Comparativo de la Psicología Junguiana con el Simbolismo Masónico

¿Qué es un símbolo? [3]

Los símbolos son, en síntesis, metáforas y compendios de un conocimiento sensiblemente elevado (CAMPBELL, 2007), pero que en otras palabras, son manifestaciones exteriores de los arquetipos. Los arquetipos sólo pueden expresarse a través de los símbolos en razón de que se encuentran profundamente escondidos en el inconsciente colectivo, sin que el individuo los conozca o pueda llegar a conocer (JUNG, 2011b). De esta forma, en nuestro nivel común de conciencia, para comprender un elevado sentimiento contenido en el Inconsciente Colectivo, necesitamos los símbolos, gestos existentes desde el inicio de la humanidad (CAMPBELL, 2008, JUNG, 2011a).

Estas afirmaciones anteriores necesitan un ejemplo hipotético: El amor de la madre hacia su hijo jamás sería comprendido por palabras o descripciones objetivas, como números o letras. En cambio, podemos, en vez de escribir sobre tal amor, sólo presentar el conocido símbolo del corazón. De este modo, aunque parcialmente, la noción que tendremos respecto al amor de una madre hacia su hijo, será mucho más cercana que las expresadas por meras palabras (JUNG, 2011d).

Las mitologías y sentimientos son comúnmente manifestados por medio de símbolos y gestos. De la misma manera, la masonería actúa a través de la ritualidad de sus iniciaciones e instrucciones. Los símbolos y gestos actúan como un catalizador de sentimientos de sus practicantes a través del mito trabajado por el grupo-cultura (CAMPBELL, 2008). El avance moral que la masonería proporciona a sus adeptos es, además de consciente, educativo y ético, también un refuerzo psicológico.

La diferencia crucial entre símbolo y arquetipo es que el primero puede ser visto y en algunos casos también tocado y sentido, mientras que el segundo puede ser sólo sentido, y aún así, sólo por intermedio del primero. Por lo tanto, para que haya símbolos, debe antes haber arquetipos, pues aquellos son la manifestación de éstos en menor escala (JUNG, 2011d, JUNG, 2012). Contrariamente a esta teoría junguiana ahora presentada, observamos en el psicoanálisis de Freud otra visión de los arquetipos, que se encuentra centrada en los tres arquetipos relativos al llamado -Complejo de Edipo‖, que, por sus características peculiares, posee cerca con la antropología y con la lingüística , mientras que la visión presentada en este artículo, Junguiana, posee cerca con los conceptos del Inconsciente Colectivo sostenidos por el sociólogo francés Émile Durkheim, uno de los padres de la Sociología Moderna, donde en su obra lo define como el conjunto de creencias y sentimientos autónomos de una sociedad (DURKHEIM, 2004). Sus teorías también influenciaron a Freud, pero con debido efecto, se hallan proficuamente delineadas en las obras de Jung.

El Templo Masónico del Rito Escocés y la Psique Humana

Albañiles son unánimes en decir que el templo masónico [4] es un símbolo, y como hemos visto, el símbolo es mucho más que una mera ornamentación artística para representar algo (Jung, 2012). Es importante registrar que el templo masónico no es una réplica del Templo de Salomón, si no sólo simbólicamente inspirado en el Templo de Salomón, sino que contiene muchas otras influencias, de acuerdo con el Rito adoptado (ISMAIL, 2012). En el caso del presente estudio, se refiere a un templo del Rito Escocés Antiguo y aceptado.

Por lo tanto, toda la ornamentación y división del templo no es fruto del azar, comenzando por la Sala de los Pasos Perdidos, más adelante el Atrio, la Cámara o Cueva de Reflexiones, y finalmente el Templo en sí. Todos estos compartimentos son etapas durante mucho tiempo utilizados para separar lo sagrado del profano (VAN GUENNEP, 2011).

En este contexto, el ritual tiene como objetivo la realización del paso de un estado de conciencia hacia otro, estados estos llamados masónicamente de profano y sagrado, y en última instancia, el templo con sus divisiones simboliza el estado de conciencia en que nos encontramos. De esta forma, el templo en sí representa un estado infranqueable de pureza y santidad para sus miembros. Las funciones-cargos expresados ​​en el ritual y las disposiciones del templo son personificaciones simbólicas de las leyes psicológicas que actúan en la psique (CAMPBELL, 2007, MAXENCE, 2010), como se demostrará en este estudio.

Rituais ou simples gestos simbólicos identificam nossa consciência com o campo essencial de ação. O soldado que retorna da guerra, ao passar pelo Arco do Triunfo, um rito de passagem, acaba deixando a guerra para trás. Da mesma forma, ao passarmos pela sala dos passos perdidos e posteriormente pelo átrio, sabemos que estamos em um local consagrado para a prática do bem, o Templo Maçônico. Assim, as salas que antecedem o templo, cumprem a função psicológica de devidamente introduzir o adepto em um local que, por meio de seus símbolos, colabora para o ingresso a um estado da consciência necessário para que o ritual cumpra seu dever cognitivo de forma efetiva (JUNG, 1978; VAN GUENNEP, 2011).

De acuerdo con la psicología analítica de Carl G. Jung, la psique se divide en tres niveles: la conciencia, el inconsciente personal y el inconsciente colectivo (HALL & NORDBY, 2010). En el caso de que se trate de una obra de arte o de una obra de arte o de una obra de arte, este.

Nivel 1 - conciencia: Perdida de habitaciones Pasos

La conciencia es la única parte de la psique a la que conocemos directa y objetivamente (HALL & NORDBY, 2010), y en ella todo ocurre generalmente de forma racional y lógica. De la misma forma, esto también ocurre antes de adentrarnos al templo, pues es en la sala de los pasos perdidos que todo todavía ocurre de forma desprovista de cuestiones oníricas, sin signos o gestos simbólicos.

El significado psicológico de persona, para Jung, es aquella parte de la personalidad desarrollada y usada en nuestras interacciones mundanas, o profanas, en el vocabulario masónico. Es nuestra cara externa consciente, nuestra máscara social, como vehículo no de nuestra verdadera voluntad, sino de nuestra necesaria aceptación (JUNG, 1978, HALL & NORDBY, 2010). Así que, en las iniciaciones masónicas, el gesto de los candidatos ser desnudos de todos los metales, e iniciar todos exactamente de la misma forma, significa que, en aquel momento, el individuo se despoja de sus personas. Este desprendimiento se hace necesario ya que, según Jung, a nivel del inconsciente personal -que citaremos enseguida- no hay persona, la cual se manifiesta sólo en el nivel consciente.

El crecimiento psicológico ocurre, de acuerdo con Jung, cuando alguien intenta traer el contenido-conocimiento del inconsciente, hacia el nivel consciente, y establecer una relación entre la vida consciente y el nivel arquetípico de la existencia humana (JUNG, 1978, JUNG, 2011b) . El hombre que así lo hace, habrá de reconocer los orígenes de sus problemas en el propio inconsciente, pues la persona que no hace consciente sus limitaciones y defectos, acaba por proyectar tales percepciones negativas sobre los demás (HALL & NORDBY, 2010). El crecimiento en la senda masónica sólo ocurre cuando se aplica en el llamado mundo profano lo que se estudia y aprende en el mundo masónico, que es en este cuadro comparativo el referido inconsciente personal, y así se tiene la oportunidad de transformar el conocimiento en sabiduría.

Nivel 2 - Pre-conciencia: Vestíbulo

Para Freud, la conciencia humana se subdivide en tres niveles, llamados de Consciente, Preconsciente e Inconsciente. El estado intermedio entre la Conciencia, abordada en el Nivel 1, y el Inconsciente, que será abordado en el Nivel 3, es el de Pre-conciencia, el cual tiene por característica una experiencia provista de relativo equilibrio entre un material perceptible y un material latente FREUD, 1972).

De esta forma, se tiene el atrio del templo masónico como representativo de ese estado de preconcepción, visto el atrio, a pesar de muchas veces interpretado como una extensión del templo, es físicamente un cómodo intermedio entre la sala de los pasos perdidos y el templo masónico. En él se produce el momento de transición entre los estados psicológicos, en que los masones se concentran, generalmente con las luces apagadas, para deshacerse de los problemas y pensamientos del llamado "mundo profano" y entrar al interior del templo. Así, el atrio se asemeja en correspondencia con el preconsciente en la medida en que ambos no poseen una naturaleza específica, sino transitoria. Por lo tanto, este estado intermedio tiene por objetivo introducir al personaje en el recinto onírico y simbólico siguiente.

Nivel 3 - El inconsciente personal: El templo masónico

Todas las experiencias que se tienen, incluso aquellas consideradas olvidadas, pero que, sin embargo, no dejan de existir, son almacenadas en el inconsciente personal. Es en ese nivel que ocurren los sueños cuando se está durmiendo, y como todos saben, tales eventos soñados están dotados de acontecimientos surrealistas e ilógicos ante nuestra realidad objetiva (JUNG, 2005).

Así el Inconsciente Personal encuentra correspondencia con el templo masónico, donde la ritualística y los símbolos alcanzan la totalidad de los trabajos, y éstos retratan bien el estado ficticio y mítico del drama masónico, estado este que-paralelamente- también se encuentra en los sueños, los símbolos abstractos, pasajes ilógicos y surrealistas, donde tanto en el estado onírico y en la ritualística, se puede viajar de Oriente a Occidente con unos pocos pasos, y del amanecer al atardecer, se va en unos minutos, semejante al que ocurre sueños, pues en el nivel del inconsciente personal no hay una limitación objetiva. De la misma forma el simbolismo de la ritualística no posee un sentido lógico. Los dos lenguajes (sueños y rituales) se representan.Así como el ritual masónico no es literal y tiene por objetivo transmitir instrucciones morales, los sueños tampoco lo son y, según Jung (2011d), el crecimiento y maduración moral son la real y efectiva finalidad de los sueños. De este modo, en ambos casos se pierde el efecto de lo lógico y racional, para con ello, trabajar lo simbólico y onírico. Por lo tanto, interpretar el ritual masónico de forma literal es un error lamentable, mientras que el sueño, inexorablemente, también debe ser interpretado de forma no literal (JUNG, 2012).

Los conceptos de Anima y Animus fueron quizás los dos más importantes descubrimientos de Jung. Ambos son aspectos inconscientes de un individuo. El inconsciente del hombre encuentra resonancia con el arquetipo femenino, llamado de Anima, mientras que la mujer se asocia con el arquetipo masculino, llamado de Animus. En el caso de que se trate de animos y de anima, se refiere a las expresiones y características, y no algo literal (JUNG, 2011b, JUNG, 2012), pues, como se ha mencionado, el inconsciente reside en un nivel atemporal, completamente psicológico, por lo tanto no material.

La anima se manifiesta en la psique de forma emocional, pasiva e intuitiva, por otro lado, el Animus se manifiesta de forma racional, activa y objetiva. Jung suele relacionar Anima al dios griego Eros, el dios del Amor, mientras que Animus está relacionado con el término Logos, que significa verbo, razón (JUNG, 1978). En el templo masónico tal equilibrio dual es conocido por las dos columnas, Boaz y Jaquim.En el Rito Escocés, los Aprendices Masones toman asiento del lado de la columna Booz, y allí se instruyen sobre la educación moral, espiritualidad y ética masónica, conceptos perfectamente asociados al arquetipo de Anima. En el lado de la columna Jaquim toman asientos los Compañeros Masones, que, a diferencia de los aprendices, poseen sus instrucciones dirigidas a las artes o las ciencias liberales, así como a algún conocimiento esotérico, que son características de Animus.

De esta forma, Boaz y Jaquim, representan Anima y Animus, y la consecución entre ambas columnas representa el Matrimonio Alquímico, la totalidad del ser, o sea, el Equilibrio Perfecto, el Maestro.El que camina con tal unión, camina por el camino o cámara del medio (CAMPBELL, 2008), en nuestro caso, el Maestro Masón.

Nivel 4 - Inconsciente Colectivo: Solio Medio

La teoría propuesta por la Psicología Analítica, el inconsciente colectivo difiere del inconsciente personal, ya que no se trata de experiencias individuales, pero, como el nombre sugiere, son experiencias colectivas (JUN, 1978). Se trata de una especie de reservorio de imágenes, esas llamadas de imágenes arquetípicas. Tales imágenes y concepciones son heredadas por el hombre de forma inconsciente a través del inconsciente personal. El inconsciente colectivo estimula en el hombre desde el nacimiento un comportamiento estándar preformado. Así, recibimos la forma del mundo en una imagen virtual y esa imagen se transforma en realidad consciente cuando, durante la vida, identificamos los símbolos a ella correspondientes (JUNG, 2011b).

Los contenidos del inconsciente colectivo se denominan arquetipos.Un arquetipo se entiende como un modelo original que conforma otras cosas del mismo tipo, similar a un prototipo (JUNG, 2011b).Tanto el inconsciente colectivo como el arquetipo se confunden con lo que llamamos egrégora.

Jung creía que tanto la experiencia como la práctica religiosa eran fenómenos que tenían su fuente en el inconsciente colectivo (JUNG, 2011c). El cielo, el infierno, el Jardín del Edén, el Olimpo, son interpretados por la psicología junguiana y freudiana como símbolos del inconsciente (JUNG, 2011c, FREUD, 1972), y se encuadran al simbolismo del dosel y del sol en Oriente, siete escalones por encima del nivel donde se encuentran los Aprendices, Compañeros y Maestros, donde se encuentra el llamado Trono de Salomón y que posee estampado el ojo que todo ve en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Así como el inconsciente colectivo dispone de la preformación psíquica de la psique (JUNG, 1978), el direccionamiento de los trabajos viene del Oriente de la Logia, además de que las informaciones originales de la Tienda, presentes en la carta constitutiva, también se ubican en la región del solio .

Los efectos y signos de la Ritualística Masónica en el Inconsciente

Los rituales practicados y todas sus repeticiones centran al individuo dentro de los propósitos del mito, pues el ritual es la simple representación del mismo. Al participar en un ritual vivía su mitología. Así, tales gestos y movimientos trascienden a los adeptos (CAMPBELL, 2008), como, por ejemplo, en la ejecución mito de Hiram Abiff, que ocurre en el grado de Maestro Masón. El convertirse en Maestro Masón es el mismo que Jung llamaba proceso de individuación para la realización del Sí mismo (MAXENCE, 2010).

En cuanto a la ritualística y su potencial psicológico, Jung (2011b), discurre sobre la psicología analítica y las formas de actuar en el inconsciente personal del individuo:

Otra forma de transformación se logra a través de un ritual usado para este fin. En vez de experimentar la experiencia de transformación mediante una participación, el ritual es intencionalmente usado para producir tal transformación. (...) Se recibe un nuevo nombre y una nueva alma, o aún se pasa por una muerte figurada, transformándose en un ser semidivino, con un nuevo carácter y un destino metafísico transformado. (Los Arquetipos y el Inconsciente Colectivo, CARL GUSTAV JUNG, 2011, página 231)

De esta forma, el individuo que vive el ritual, las iniciaciones, elevaciones y exaltaciones, acaba por transformarse, sea por las convicciones conscientes o por la influencia del inconsciente (JUNG, 1978).

Los masones deben, por lo tanto, realizar reflexiones de la simbología masónica. Al realizar un ritual de alto valor cultural, con gestos y pasos inusuales a la sociedad, el cual, bajo una mirada escéptica y profana, puede ser considerado como infantil e ingenuo, debe el masón analizar tales movimientos a nivel psicológico, donde reside su mayor fuerza y el resultado. Además, abordar el ritual masónico o cualquier otro ritual sin un entendimiento psicológico y simbólico de su significado, es como ver animales en las nubes, o sea, un ejercicio de voluntad e imaginación sin mayores resultados.

Conociendo la antropología de las sociedades primitivas, Jung comparó la vida con la trayectoria del sol en un día. La primera parte, desde el nacimiento a la sociedad, es similar al amanecer del sol. La segunda parte, de la participación efectiva en el mundo y en la sociedad, es semejante al mediodía. Y, mientras el desafío de la primera mitad de la vida es la vida misma, el desafío de la segunda mitad es la muerte misma, representada por el anochecer (CAMPBELL, 2008, JUNG, 2005).

Para el primitivo no bastaba ver el sol nacer y declinar. Esta observación exterior correspondía a un acontecimiento anímico, es decir, el Sol representaba en su trayectoria el destino de un Dios.Todos los acontecimientos mitologizados de la naturaleza, tales como el verano, el invierno, el amanecer, el medio día y la puesta del sol, las fases de la luna, las estaciones, no son alegorías de estas experiencias objetivas, sino expresiones simbólicas del drama interno e inconsciente del alma , que la conciencia humana logra aprehender a través de la dramatización de los rituales masónicos (JUNG, 2011b).

Outro detalhe ritualístico curioso relativo ao sol é a circulação em sentido horário, também chamada de dextrocentrica. Uma prática tão antiga quanto a Maçonaria. Os gregos e romanos tinham o lado direito como favorável, visto que este, de forma geral, favorece mais seu dono do que o esquerdo. Relacionaram tal procedimento ao aparente movimento que o Sol faz diariamente em torno da Terra. Assim, essas civilizações, tendo sempre o aparente movimento do Sol como referência, adotavam a circulação em sentido horário, tendo altares, fogueiras, totens ou sacrifícios como eixo de seus templos (ISMAIL, 2012).

La función psicológica de la ritualística masónica es la de restaurar un equilibrio psicológico por medio del sistema mitológico propuesto por la institución, para producir un material onírico en el inconsciente de sus miembros (JUNG, 2005). De esta forma, el conocimiento de la Masonería retrata un estudio del inconsciente, tanto del inconsciente personal, a través de los efectos directos de la ritualística, como del inconsciente colectivo, a través del estudio de la Mitología Masónica.

En los rituales tribales de iniciación los miembros reciben una marca, que en los tiempos actuales figura como simbólica (VAN GUENNEP, 2011), y que distinguen al iniciado de los no iniciados. En la iniciación en el Rito Escocés esto ocurre con un sello en el pecho izquierdo. Sea una marcación física o simplemente simbólica, tales actos rituales operan igualmente en el inconsciente (JUNG, 2005).

La práctica de diferentes términos lingüísticos también se usa para separar lo sagrado del profano en los grupos religiosos (VAN GUENNEP, 2011). Este ejemplo es uno de los diferenciales de la ritualística masónica, donde un lenguaje propio es comúnmente adoptado. Numerosos son los ejemplos de ello en el Rito Escocés, como justo y perfecto, tronco, Huzzé, soso, palio, veneralato y muchos otros.

conclusiones

En síntesis, la mitología puede ser entendida, bajo la óptica de la Psicología Junguiana, como un sueño colectivo, sintomático de los impulsos arquetípicos existentes en el interior de las capas profundas de la psique humana (JUNG, 1978), o, en una visión religiosa, como la revelación de Dios a sus hijos. Tanto la mitología como sus símbolos son metáforas reveladoras del destino del hombre y en las diversas culturas son retratadas de diferentes formas (CAMPBELL, 2007). Por lo tanto, la vivencia del drama de un mito no es más que una herramienta de comprensión y promoción del crecimiento psicológico del individuo, siendo ésta la función principal del mito (CAMPBELL, 2008). Así, el análisis para toda cuestión mitológica, como también, este estudio de la ritualística masónica en cuestión, es, por último, el estudio de la psique humana.

En varias sociedades y cultos primitivos, la práctica religiosa consistía en vivenciar la Mitología de forma directa, pues el mito podría influenciar al ejecutor de la práctica religiosa de forma indirecta en el transcurso de las ceremonias, por intermedio del inconsciente. Así el crecimiento y la finalidad de la Mitología ocurrían de forma particular en cada uno, como una semilla que poco a poco iba germinando (JUNG, 2005). El entendimiento similar ocurre en la Masonería y es explicitado cuando los masones dicen a los neófitos en la Palabra a la Bien de la Orden que - hoy usted entró a la Masonería, pero necesita dejar que la masonería entre en usted. La tradición masónica conserva esas costumbres como forma de instrucción a sus miembros, siendo actualmente una de las pocas instituciones en que el hombre puede tener contacto con tales experiencias (BLAVATSKY, 2009).

Referencias bibliográficas

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NOTAS

[1] Rafhael Guimarães es Maestro Mason, un miembro de GLMEES; y el Masón del Real Arco, afiliado al SGCMRAB. Además de pertenecer a otras Ordenes Iniciáticas, imparte cursos y conferencias sobre Cabala, Astrología y Tarot.

[2] ² El término "monomito" está escrito por James Joyce, el libro de "Finnegans Wake".

[3] El concepto adoptado este símbolo de trabajo es la psicología de Jung, que se diferencia del concepto de símbolo semiótico instituido por Ferdinand de Saussure, el padre de la lingüística, y también difiere parcialmente de ciertos análisis psicoanalítico de Freud.

[4] El término "templo masónico" se utiliza comúnmente en ritos masónicos de origen latino. Los de origen anglosajón suelen llamar al lugar de reuniones de "Sala de la Tienda".

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