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jueves, 30 de noviembre de 2017

La presentación por un miembro

La presentación por un miembro 
TORNAY, MARÍA LAURA (UNL-FHUC)

El ingreso a la masonería se hace a través de las logias o triángulos en rigor mediante dos mecanismos: iniciación para los profanos que adquieren el grado de aprendiz masón, y afiliación para los iniciados en otras logias masónicas reconocidas que comprueben tal circunstancia mediante documentos reglamentarios o testimonios de maestros afiliados a logias de la jurisdicción, a quienes, de ser aceptados, se les reconoce el grado masónico acreditado.29 Los requisitos estatutarios de la Gran Logia y de la Sociedad Logia Armonía de Santa Fe establecen que para ser iniciado aprendiz masón el candidato debe ser presentado por dos miembros de la logia a la que aspira a ingresar –teniendo al menos uno de ellos el grado de maestro-, ser mayor de edad, libre y de buenas costumbres, no estar procesado por delito que afecte el decoro personal y gozar de una posición que le permita sobrellevar las cargas de la sociedad.30 En ese marco y sin que sobre ello se establezca expresamente un condicionante, las mujeres quedaron fuera de la condición de candidatos para el ingreso a la masonería, siendo consideradas sujetos con capacidades legales disminuidas, sometidos a la tutela del padre primero y del esposo después y, al menos en teoría, sin los medios económicos propios para hacerse cargo de su sustento y el de su familia y contribuir a su vez a una asociación. Los socios serían todos varones. 

La propagación de la “Orden” es uno de los más importantes trabajos masónicos, por ello la admisión de un profano en su seno es una tarea delicada, evidenciada en la cantidad de etapas y pruebas que tiene la misma. La admisión de un profano sólo puede proponerla un maestro de la logia por medio de una solicitud de admisión que se deposita en el “saco de proposiciones” e ingresa por secretaría de la logia, escrita y firmada por el profano y avalada por el proponente en el formulario oficial de la Gran Logia. En esa petición debe constar nombre y apellido, condición de profano o hermano, edad, estado civil, ocupación, nacionalidad y domicilio del aspirante, además de la firma del hermano que lo propone.31 

A partir de 1890 la Logia Armonía de Santa Fe integró a librepensadores y hombres de culto católico, protestante y hebreo de distinto origen nacional, muchos de ellos ex miembros de logias masónicas en sus países de origen o en ciudades de previa residencia luego de la emigración. No fue ésta la primera logia masónica de Santa Fe, y de hecho también recibió a miembros de logias locales anteriores y contemporáneas que se habían disuelto o habían menguado en su actividad. Un estudio desglosado de los aproximadamente 400 ingresantes contabilizados en el período extenso que va de 1890 a 192132 permite observar un perfil de los mismos: predominio de población extranjera sobre la argentina e impronta, por lo tanto, del proceso inmigratorio en su formación, siendo la primer mayoría extranjera los italianos, la segunda los franceses y la tercera los españoles; importancia numérica de ingresantes previamente iniciados en otras logias de su país de origen o en logias de la propia Argentina; alto promedio de edad (en el caso de los afiliados es de 37 años, muchos de ellos de entre 40 y 50 años, y en el de los iniciados es de apenas unos 3 o 4 años menos); predominio de segmentos de clases pequeño burguesa propietaria (comerciantes, contratistas, abogados, proveedores), pequeño burguesa asalariada “de cuello blanco” (periodistas, procuradores, empleados estatales de cierta jerarquía, tenedores de libros, contadores, profesores, dibujantes) y obrera urbana (fundamentalmente del ferrocarril, pero también ebanistas, relojeros, sastres, “constructores”). No es entonces una asociación donde sus miembros estén en el inicio de sus vidas adultas ni tramando las redes para su inserción laboral o actividad económica, sino que es muy probable que estuvieran ya ubicados en la estructura ocupacional o económica en general y que manejaran amplias redes sociales. 

Es la presentación de candidatos para su ingreso por parte de miembros activos de la logia, lo que permite suponer relaciones sociales previas a la entrada a la institución. Con los datos disponibles hasta ahora se pueden reconocer algunas de esas redes sociales, de carácter provisorio aún. Una modalidad de vínculos tuvo que ver con el lugar de origen nacional compartido por los ingresantes; otra, con la afinidad ideológica que los haría participar de otros centros, partidos o instituciones políticas; también habría sido importante el compartir ámbitos de trabajo como los talleres madereros, el ferrocarril de Santa Fe, o el empleo dependiente en el comercio o el Estado provincial y nacional. A modo de ejemplo se puede citar el ingreso de Ángel Serafino, originario de Italia, librepensador, iniciado en la logia “Hija de Garibaldi” de Rafaela, quien tenía el grado 3º cuando solicitó su afiliación en la Logia Armonía en 1911. Era carpintero y trabajaba con un socio en una fábrica de muebles sucesora de “Seroscia & Rodelli”. Ernesto Rodelli, italiano y dueño de lacarpintería / fábrica de muebles en la que trabajaba Serafino, había ingresado a la Logia Armonía en 1900. Tal vez constituya éste uno de los casos más interesantes, al combinar el origen nacional con la ocupación y el ingreso a la logia. La carpintería es tan luego el trabajo paradigmático en el imaginario masón, y de su oficio derivan montones de palabras y símbolos así como jerarquías adoptados por éstos.33 La presentación de aspirantes por parte de un miembro se formalizaba en la inscripción de ese sujeto en un formulario de la logia, pero obedecía a relaciones sociales dadas por un contacto previo. 

NOTAS:

29 GLALAM, Estatuto, Título 4, Cap.1, Art.59 y 60. 
30 GLALAM, Estatuto, Título 4, Cap.1, Art.61 y ECSLA, Estatuto, Art.4. 
31 GLALAM, Reglamentos Generales, Cap.3, Art.14. 
32 La cuantificación y comparación de datos personales de los ingresantes fue hecha en base a: 1- Cartas de socios de otras logias que piden incorporación a la Logia Armonía con reconocimiento de grado masónico, y de ex miembros de la Logia Armonía que solicitan su reincorporación. 2- Cartas del Consejo Supremo sobre el ascenso en grado masónico de socios. 3- Socios relevados en cartas que envían a autoridades de la Logia. 4- Solicitudes de admisión y propuestas de iniciación. 5- Certificados de buena vida para el ingreso de aspirantes. En total cubren el período 1890 a 1921, año en que se interrumpe un modo de registro del ingreso de socios y ordenamiento de sus papeles probatorios. El extravío de papeles y otros factores pueden condicionar la cifra mencionada de ingresantes, pudiendo modificarse a la luz de nueva documentación. 
33 Hacen falta aún muchos datos de tipo biográfico para poder tener una más clara imagen de sus vínculos, pero los datos personales de los miembros de la logia Armonía vertidos en sus fichas de inscripción y cruzados en una tabla de datos permiten reconocer estas relaciones en varios ejemplos, algunos de los cuales pueden verse en: Tornay, María Laura, “El umbral de las asociaciones. Formas de ingreso y modelos asociativos en Santa Fe a fines del siglo XIX”. II Congreso Regional de Historia e Historiografía, Facultad de Humanidades y Ciencias, UNL, Santa Fe, 3-4/5/2007.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

El ingreso a la logia masónica: sociabilidad y ritual

El ingreso a la logia masónica: sociabilidad y ritual 

TORNAY, MARÍA LAURA (UNL-FHUC)


La formación de logias masónicas en Santa Fe durante la segunda mitad del siglo XIX tuvo que ver con la difusión de una nueva cultura asociativa en el territorio provincial y en otras principales ciudades argentinas con una fuerte presencia de la inmigración europea. Esa actividad asociativa, diversa en sus modos organizativos, institucionales y discursivos, buscó resolver las necesidades surgidas de las nuevas relaciones económicas y sociales signadas por el proceso de estructuración capitalista del Estado y la economía provincial y nacional. Las asociaciones creadas tendieron a construir lazos de pertenencia y solidaridad; representar y defender intereses sectoriales; desarrollar actividades recreativas, festivas y culturales; y actuar colectivamente en el espacio público.16 Estas asociaciones fueron diferentes en cuanto al exclusivismo o heterogeneidad en su composición social. Estudios sobre ellas muestran que todas tendieron al auxilio de los “propios”, orientadas por preceptos liberales, socialistas, de caridad, por intereses económicos además de sociales, y de carácter mutualista y benéfico. En el caso de estas últimas, a medida que el proceso inmigratorio se consolidaba, integraron además del beneficio del seguro y las actividades sociales para la creciente cantidad de inmigrantes solitarios o con débiles lazos familiares, la cobertura de la salud en hospitales y la enseñanza de la lectura y escritura en escuelas y bibliotecas de cada colectividad, contando con el apoyo del gobierno municipal, provincial y nacional.17 Todas ellas establecieron criterios –en algunos casos muy estrictos— acerca de quiénes serían sus miembros acordes a sus exigencias de extracción social, ideológicas y jurídicas, y rituales de ingreso. 

En general, en el mundo contemporáneo, la posibilidad de vincularse de manera voluntaria ha sido consustancial al desarrollo político de la sociedad y contribuyó a la consolidación de los regímenes constitucionales y parlamentarios18. Desde ese punto de vista, las asociaciones liberales habrían funcionado como embriones democráticos, en la medida en que constituyeron ámbitos de prácticas de valores igualitarios, espacios de intercambio comunicativo en que la autoridad del argumento y la razón tiende a predominar sobre las que pudieran emanar de cualquier jerarquía externa o previa.19 Estos postulados liberales que encarnaban promovieron la protección del Estado y la legalización de las mismas. Pero estas asociaciones fueron complejos actores colectivos (no siempre plenamente abiertos y democráticos) instituidos para intervenir en los espacios políticos y sociales en el contexto de construcción de una esfera pública a nivel provincial. 

El ingreso a una asociación de carácter moderno y voluntarista es un acto social. La presencia de un cuerpo jurídico regulador del mismo, inclusive su desarrollo en textos de una creciente precisión y un cada vez más complejo articulado, forma parte de la concepción de la sociedad moderna fundadora de la igualdad legal y de la preeminencia del individuo. Pero más allá de losestatutos que reglamenten tanto el ingreso como el funcionamiento entero de las asociaciones liberales, desde el enfoque de la Historia Social pueden reconocerse unos móviles organizadores de las relaciones al interior de las mismas que obedecen a otros factores. Las asociaciones son formas de sociabilidad institucionalizadas y avaladas por el Estado, pero formas de sociabilidad ante todo, sostenedoras, generadoras y transformadoras de pertenencias, solidaridades y lazos de dependencia. Son esos vínculos y contactos los que permiten a sus integrantes acceder a una circulación de bienes y servicios, tanto materiales como inmateriales, ajena para los no involucrados. El conjunto de relaciones que se dan a su interior tiene una regulación, entonces, de un doble carácter, formal e informal, ambos presentes en su existencia y desenvolvimiento institucional, pero es la dinámica social interna y externa de estas asociaciones la que profundiza o reorienta sus perfiles y estrategias de acción y discursivas. 

¿Por qué importa el ingreso a una asociación? Porque la afiliación tiene tanto de relación social como la participación como miembro activo de ella. Porque a diferencia de lo que el término sugiere, no es en rigor el primer paso hacia su interior, sino que ya es resultado de algo previo, de una trama de relaciones anteriores y preparatorias. Y también debido a que en este caso de la logia masónica el ingreso es “iniciación”, y por tanto un rito de paso que cierra un aspecto crucial de la vida de un individuo y abre uno nuevo –su vida pública junto a otros, que son sus “pares”-. La imagen del “umbral” puede servir de metáfora. El umbral es definido frecuentemente como la parte inferior o escalón contrario al dintel o entrada de una casa, por lo común, de piedra; paso primero y principal o entrada de cualquier cosa; madero que con el objetivo de sostener el muro que hay encima, se atraviesa en lo alto de un vano.20 Pueden tomarse estas frases para identificarlas con el significado del ingreso, en tanto paso principal (no primero, podríamos aclarar en el sentido de las relaciones sociales pero sí en cuanto la nueva condición masónica de un sujeto), base (sólida, de piedra) sobre la que se organiza y levanta el resto de la estructura institucional y a la vez recurso que la atraviesa en lo alto (en tanto constituirá su futura fuerza). 

La masonería se sirve de diferentes símbolos y emblemas para el uso exclusivo de sus miembros que se transmiten por tradición y cuyo significado o interpretación se reserva a los iniciados en ella. Un elemento constitutivo de los mitos es su pretensión de atemporalidad. Las tradiciones que los sostienen aspiran a su eternidad, su invariabilidad, al ocultamiento de su convencionalismo; pretenden provenir de un tiempo inmemorial. La simbología masónica participa de este supuesto, así como de la universalidad de los signos y emblemas propios. Sus tratadistas explican que el motivo de llamar a las logias con los nombres de taller, escuela, templo o santuario, es que éstas son “verdaderos talleres de iniciación, escuelas de enseñanza y templos o santuarios donde se descubren, se explican y se hacen palpables a los francmasones, las verdades que se encierran en los símbolos y alegorías”.21 Según ellos, sus símbolos y emblemas constituyen un lenguaje especial, misterioso, expresivo para los iniciados, que permite a los masones reconocerse ycomunicarse entre sí, cualquiera sea su idioma. Discuten las posturas de quienes desde dentro de la masonería plantean que los símbolos carecen de alcance social y deben reemplazarse por una lengua nacional para poder integrarse “en el siglo”. Defienden que el lenguaje simbólico es mantenido por su carácter universal e inmutable, cuyo origen se inscribe en la religión de los magos y los egipcios, por venir –al revés de lo que se supone— a desocultar la verdad, evitar la corrupción de las palabras engorrosas y mostrar la verdadera forma de las luces, virtudes, sabiduría, ciencia, razón, lógica. 22 

¿Cuál es la eficacia simbólica de los ritos y mitos masones? Su presencia en sociedades desacralizadas como la moderna plantea la pregunta de para qué sirven y qué producen. Las respuestas a tales interrogantes se harán en este caso desde un análisis “no consumidor” del mito, al decir de Barthes, que indague por los mensajes, vínculos, identidades e instituciones que reproducen y que encuentre en las relaciones sociales históricas de la logia los motivos de su utilización. El análisis de la dinámica social particular de un espacio asociativo conduce a hablar de la logia en tanto ámbito territorial de tenidas masónicas de alcance local-regional, y no de masonería u Orden en tanto institución genérica de orientación filosófica, filantrópica y progresista.23 

La Logia Armonía Nº99 de Santa Fe se formó a finales de 1889 como logia masónica perteneciente a la tradición del rito escocés. Con forma jurídica de asociación civil en 1897, a los fines de comprar un predio, edificar y hasta generar una mutual, dictó un estatuto que la menciona como organizada y funcionando el 23 de enero de 1890.24 Estuvo integrada desde sus inicios a una estructura jerárquica de alcance nacional y con cabecera en Buenos Aires llamada “Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones” o “Gran Logia de la Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado” como se la conoció antes. Como todas las logias, se divide en tres cámaras correspondientes a tres grados en que desarrolla su actividad: a la de primer grado pertenecen los aprendices, compañeros y maestros masones; a la de segundo los compañeros y maestros; y a la de tercero solamente los maestros masones, cumpliendo las tareas de un consejo de administración. Cada cámara sesiona por separado en la forma que determinan los Reglamentos y Rituales.25 La enseñanza de sus principios y doctrinas se realiza en tres clases o cátedras, dando el nombre específico de “taller” para los aprendices y de “cámara” para los otros dos grados, constituyendo esos tres grados los fundamentales de la masonería. En el Estatuto de la Gran Logia se establece que las logias son dirigidas y administradas por su Cámara de tercer grado; de sus integrantes son elegidos aquellos que conforman el Consejo de la Logia que tienen a su cargo todos los asuntos relacionados a ella, entre ellos la preparación del calendario de trabajo de las distintas cámaras.26 Los aprendices trabajan y debaten en un espacio moldeado por sus superiores. 

Definida por el Estatuto, Logia es la reunión de siete o más maestros masones con los compañeros y aprendices que a la misma pertenezcan, congregados bajo la presidencia del Venerable Maestro, con título y número de orden que figura en su carta constitutiva y con losdeberes y derechos que la Constitución de la Gran Logia establece.27 Pero desde una visión alejada del legalismo estatutario, la logia (o Triángulo Masónico cuando el número de maestros baja a menos de siete con un mínimo de tres28) es, por un lado, el taller fundamental que inicia a los profanos en una asociación masónica e inserta ese grupo con otras logias en la estructura jerárquica y al mismo tiempo descentralizada de la Gran Logia; y por otro, un espacio de definición de una agenda pública de intereses de un sector (más o menos amplio según el caso) de la sociedad. Son la estructura de autoridad de la logia, su gobierno y sus requisitos estatutarios los que van a pautar las modalidades del ingreso e “iniciación” de sus miembros, a la vez que serán las circunstancias históricas las que marcarán la dinámica y composición social del mismo. 

A modo de ejercicio histórico-etnográfico resulta pertinente describir las etapas por las que atraviesa el ingreso de un profano a la logia y proponer una interpretación de su significado que contemple las relaciones sociales de sus miembros y las formas simbólicas que las objetivizan en rituales, discursos y representaciones. Ello es lo que sigue a continuación. 

NOTAS:

16 Fernández, Sandra. “Sociabilidad, corporaciones, instituciones (1860-1930)”, en Nueva Historia de Santa Fe, Rosario, Prohistoria Ediciones y Diario La Capital, 2006. 
17 Fernández, Sandra. “Sociabilidad, corporaciones, instituciones…” op.cit. 
18 Alía Miranda, Francisco y otros. España en sociedad. Las asociaciones a finales del siglo XIX, Grupo de Estudios de Asociacionismo y Sociabilidad (GEAS), Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 1998. Como constitutivo de ese proceso se ha estudiado la formación de asambleas, ateneos, cámaras, casinos, centros culturales, círculos, clubes, colegios, comités, logias masónicas, cooperativas, federaciones, liceos, ligas, partidos, sindicatos, tertulias, sociedades científicas y de socorro mutuo que acompañaron el desarrollo capitalista y liberal de los países occidentales en los siglos XIX y XX. 
19 Sábato, H.. La política en las calles. Entre el voto y la movilización. Buenos Aires, 1862-1880, Editorial Sudamericana, BsAs, 1998. 
20 Sapiens. Enciclopedia Ilustrada de la Lengua Castellana, Editorial Sopena, Argentina, 1961, tomo 3, p.870. 
21 Frau Abrines, Lorenzo. Diccionario enciclopédico de la Masonería, redactado por los eruditos francmasones Lorenzo Frau Abrines y Rosendo Arús Arderiu, 2º edición corregida y ampliada, Buenos Aires, Kier, 1962, vol.3, p.516.
22 Frau Abrines, Lorenzo. Diccionario enciclopédico de la Masonería, op.cit., pp.517-518. 
23 Un conjunto extenso de textos masónicos definen a la masonería como una institución de orientación filosófica, filantrópica y progresista; organizada en torno a los principios de libertad, igualdad y fraternidad; defensora de los lemas de ciencia, justicia y trabajo; que apela a la razón humana como medio para el conocimiento de la realidad; promotora de la tolerancia religiosa, el humanismo, la armonía entre los hombres, el desarrollo intelectual, y el perfeccionamiento de la sociedad y las instituciones; y que rechaza los privilegios personales, el fanatismo, y los regímenes de fuerza y violencia como contrarios a la razón. Estas definiciones, si bien plantean un conjunto de principios sostenidos por la masonería en sentido genérico, no indagan en ella como institución social de carácter histórico y diverso. 
24 Estatutos civiles de la Sociedad Logia Armonía (en adelante ECSLA), 1897, Art.1. Queda por encontrar los estatutos o reglamento de funcionamiento interno de los años anteriores a esta publicación, pero a partir de la lectura de sus actas de tenidas puede suponerse que estas reglas de acceso y funcionamiento son las que rigieron a la Logia Armonía de Santa Fe desde 1889-90. 
25 Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones (en adelante GLALAM), Estatuto, Título 3, Cap.1, Art.35 y 36. [Aclaración: Si bien los “Estatuto, Constitución y Reglamento” que se dispone de la GLALAM es de fecha tan tardía para el objeto de este trabajo como 1955, su confrontación con el estatuto de la Logia Armonía de 1897 permite pensar para aspectos como las reglas del ingreso de los miembros y los órganos de gobierno interno una cierta continuidad estructural.] 
26 GLALAM, Estatuto, Título 3, Cap.1, Art.40. 
27 GLALAM, Constitución, Cap.3, Art.10.

martes, 28 de noviembre de 2017

Rituales de iniciación en sociedades modernas: un problema de conceptos

Rituales de iniciación en sociedades modernas: un problema de conceptos 
TORNAY, MARÍA LAURA (UNL-FHUC) 

El presente trabajo es un intento de superar los límites disciplinares del área de conocimientos de la cual nace la tesis, la Historia –bajo el enfoque de la Historia Social— explorando conceptos y orientaciones metodológicas de la antropología social y política. El objeto de análisis lo constituye una logia masónica de la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia del mismo nombre en la región litoral de Argentina, la Logia Armonía Nº99, de la cual se pretende estudiar sus mecanismos de integración social desde el punto de vista de los requisitos estatutarios pero también de las modalidades y prácticas que adopta en ella la incorporación de socios, sus rituales y concepciones fundantes, hacia finales del siglo XIX.1 Ritos de iniciación y un complejo entramado simbólico son organizadores del ingreso a una institución que se define como racionalista, liberal y moderna, y que de esa manera articula discursos, prácticas y unas determinadas relaciones de poder. 

La Antropología Política se ha interesado recientemente en el tema de las asociaciones, tanto en el análisis de sus fines y criterios para el reclutamiento de miembros como también su organización interna, sus normas, la distribución formal e informal del poder dentro de ellas y las formas de control social que imponen, así como las relaciones que mantienen con el resto de la sociedad.2 Desde mediados del siglo XX viene elaborando e intentando sistematizar conceptos y modos de estudio de los fenómenos “políticos” de una sociedad para conseguir herramientas con las que estudiar las relaciones de poder y las estructuras de autoridad. De esta manera ha ahondado en la idea de la política como una acción –o esfera contenida en acciones- cuyos medios y fines son extremadamente diversos, que tiene el atributo de compulsión o coerción sobre los miembros de la sociedad y que puede contemplar en distintos grados la compulsión de otros.3 Como señalan diversos autores, roles formalmente reconocidos o legitimados e integrados en una red –estructuras de autoridad- y capacidad para influenciar el comportamiento de otros –relaciones de poder- pueden reconocerse en todas las agrupaciones sociales de todas las sociedades, dado que todas las interacciones sociales tienen un aspecto político, es decir, rasgos de poder y autoridad. En todas ellas se pondría de manifiesto una “cultura política”, esto es la interacción de discursos, prácticas y representaciones del poder y las relaciones de autoridad propias de toda la sociedad.4 

En Antropología Social el interés central en el estudio de los símbolos está en el análisis de su implicación en las relaciones de poder.5 En todo orden social y político hay multitud de símbolos que cumplen funciones de mantenimiento de dicho orden. En la sociedad moderna secularizada, nuevos símbolos articulan las funciones simbólicas de símbolos anteriores; un cambio de forma simbólica no ocasiona necesariamente un cambio de función simbólica, porque la misma función puede lograrse con nuevas formas; igualmente, una continuidad de forma simbólica no necesita ocasionar automáticamente una continuidad de función simbólica, pues la misma forma puede cumplir nuevas funciones.6 Como sostiene Abner Cohen, los antropólogos sociales analizan las formas simbólicas para descubrir sus funciones simbólicas, estando entre las más importantes la de objetivación de las relaciones entre individuos y grupos. Si los individuos se pueden observar objetivamente en la realidad empírica, las relaciones entre ellos son abstracciones que pueden observarse gracias a los símbolos porque precisamente se desarrollan y mantienen mediante símbolos. Afirma este autor que valores, normas, reglas y conceptos abstractos como el honor, el prestigio, el rango, la justicia, el bien y el mal son tangibles en función de su simbolismo, que ayuda a los hombres en sociedad a conocer su existencia, a comprenderlos y relacionarlos con su vida cotidiana.7 

El concepto de “rito de paso” fue introducido en la etnología en 1909 por el antropólogo Arnold Van Gennep. Van Gennep había observado que en su desarrollo social un individuo debía llevar a cabo numerosas transiciones —entre la juventud y la edad adulta, entre la soltería y el matrimonio, entre no pertenecer y pertenecer a un grupo— que en las sociedades no industrializadas serían un constituyente esencial de la vida social. En cada cambio Van Gennep identificó tres fases críticas: la separación (pérdida por parte de la persona de su estatus anterior), la marginalidad o fase liminal (periodo de transición con rituales específicos que a menudo implican suspensión del contacto social habitual) y la reincorporación (readmisión en la sociedad con el nuevo estatus adquirido).8 El ritual es una acción simbólica, un modo de expresión para penetrar en el mundoextra-empírico que da cuenta del status de los ejecutantes, presente en toda sociedad ya que un comportamiento ritual es un comportamiento institucionalizado, generalizado y repetitivo.9 

La iniciación es el rito de paso que una persona debe efectuar para ser admitido en una comunidad. Implica una serie de desafíos que ponen a prueba la idoneidad de quien se inicia, en especial su valor, así como la adquisición de un conocimiento especializado. A menudo se concibe como una muerte simbólica: el no iniciado debe morir y renacer con una nueva identidad, lo que implica adquirir un nuevo nombre y recibir algún tipo de marca (cicatriz, mutilación ritual, atuendos o joyas) que permite que los demás iniciados lo reconozcan como un igual. El rito de paso –o de iniciación— es uno de los rituales fundamentales de las sociedades. Tradicionalmente, desde las culturas pre-letradas, las iniciaciones consisten en una ceremonia durante la que una o varias personas mueren al pasado, a lo caduco, a la infancia, a la juventud, a la vida de soltero, a la vida secular, a la condición de profano, para adentrarse a un nuevo conjunto de símbolos, a una renovada concepción de la existencia y de participación en el mundo. Es por esto que un rito de paso también podría explicarse como un “morir a lo antiguo para nacer a lo nuevo”.10 

En muchas sociedades, el paso de la condición infantil a la adulta se vehicula mediante un ritual iniciático. El niño es raptado y devorado metafóricamente por un monstruo: muere, así, en cuanto niño, y tras un período de pruebas e instrucción se reintegra a la comunidad como adulto, con derecho a fundar una familia y participar en las instituciones. Quienes no superan la iniciación se convierten en marginados. Guiados por una figura de autoridad (el chamán, los mayores de la tribu, el sacerdote) la persona que se adentra en este ritual altamente estructurado experimenta una muerte del ego y un retorno al caos, seguidos por un acceso a las fuentes de significado y símbolos culturales, emergiendo renovado como sujeto y conocedor de una nueva mitología, de contenidos propios de la cultura.11 En las sociedades modernas, el ritual iniciático pervive como parte del protocolo de las sectas y sociedades secretas, como la masonería, lo que permite pensar en la aplicabilidad de estos conceptos a ellas y al asociacionismo en particular. No se trata en este caso del chamán que proporciona al enfermo un lenguaje en el cual expresar estados de enfermedad – informulables por otro camino— mediante el cual le induce a una transformación orgánica haciendo que el enfermo viva intensamente el mito, sino del maestro que guía al profano en el camino que lo “abrirá a la luz” y convertirá en aprendiz masón. 

Los ritos están relacionados con los mitos. Ya sea desde una definición fenomenológica como narración literaria sobre el origen o creación de las cosas, o desde el estructuralismo lingüístico como un sistema de comunicación o mensaje –concepciones que no se alejan de la acepción de mitocomo discurso o narración—, ambas orientaciones reconocen el carácter iterativo o repetitivo del mito, el hecho de proporcionar a los hombres modelos de comportamiento, interpretación y sentido de la existencia. Además de funcionar como modelo de acción, Barthes plantea que el mito es lenguaje: un habla, un sistema de comunicación, un mensaje, un modo de significación.12 De este modo se pueden entender las representaciones colectivas como sistemas semiológicos o de signos, no como sistemas factuales. Lo específico del mito es transformar un sentido en forma.13 El mito puede ser entendido como un metalenguaje o un sistema semiológico segundo, que opera apoderándose de los signos de un sistema preexistente y utilizándolos como significantes de los signos de su propio sistema.14 Ello no necesariamente significa neutralizar al actor que lo recibe y emite, es decir, que participa en él. Sistemas de símbolos y relaciones de poder entre actores son fenómenos situados, históricos, definidos por una interacción dialéctica. 

La eficacia del rito/mito es algo distinto de su realidad objetiva; quienes participan de él creen en esa realidad y forman un colectivo que actúa en y reproduce esa realidad, elementos que resultan suficientes inclusive tratándose de un sistema de símbolos como el de la masonería, cuya aceptación resulta de un acto consciente, voluntario e individual que realiza un sujeto adulto al momento del ingreso y no de una tradición colectiva en la cual se nace. La eficacia simbólica es la que garantiza la armonía del paralelismo entre mito y operaciones materiales. Su eficacia se consigue porque la “forma” mítica prevalece sobre el “contenido” del relato.15 

Como al decir de Barthes, todo objeto del mundo puede convertirse en un mito tanto en sociedades tradicionales como modernas desacralizadas, es decir, todo puede servir de soporte para el habla mítica, entonces los ritos de iniciación de una asociación moderna también pueden mirarse desde esta óptica. En dichas asociaciones, la iniciación también es un pasaje individual y social, una estructuración de relaciones sociales, una constitución de sujetos nuevos a la vez que una configuración de vínculos con otros que pasan a ser iguales. Interesará analizar, entonces, el rito de iniciación masónica como mito instituyente de una identidad y de un vínculo relacional, su mensaje o significación, su objetivo y su eficacia.

NOTAS:
1 La base documental del trabajo está constituida por los fondos que se conservan en su sede social: actas de asambleas, listados de socios y otros documentos que informan sobre ellos, cartas enviadas y recibidas de otras asociaciones, y reglamentos y estatutos. La catalogación de los mismos pertenece a la autora. 
2 Carozzi, Maya y Magrassi. “Conceptos de Antropología Social”, colección Los fundamentos de las ciencias del hombre, Nº19, CEAL, Buenos Aires, 1991, pp.163-164. 
3 Cohen, R.. “El sistema político”, en José R. Llobera, Antropología Política, Barcelona, Editorial Anagrama, 1985 (1º edición 1979), pp.27-33. Se integran conceptos de autores como Fried, Radcliffe-Brown e Easton. 
4 Cohen, R.. “El sistema político”, op.cit., pp.34-35. 
5 Cohen, Abner. “Antropología política: el análisis del simbolismo en las relaciones de poder”, en José R. Llobera, Antropología Política, Barcelona, Editorial Anagrama, 1985 (1º edición 1979), p.60 y 64. 
6 Cohen, Abner. “Antropología política: el análisis del simbolismo en las relaciones de poder”, op.cit., p.61. 
7 Cohen, Abner. “Antropología política: el análisis del simbolismo en las relaciones de poder”, op.cit., p.62. 
8 Carozzi, Maya y Magrassi. “Conceptos de Antropología Social”, op.cit., p.175. 
9 Carozzi, Maya y Magrassi. “Conceptos…”, op.cit., p.174. 
10 Eliade, Mircea. Mito y realidad, 1973, citado en Carozzi, Maya y Magrassi. “Conceptos…”, op.cit., p.176. 
11 Enciclopedia Libre Universal en Español, en versión digital: http://enciclopedia.us.es/index.php/Rito_de_paso, consultada el 25-6-2007. 
12 Barthes, Roland. Mitologías, México, Siglo XXI Editores, 1994 (10ª edición, 1ª en francés 1957), p.199. 
13 Barthes, Roland. Mitologías, op.cit., p.225. 
14 Carozzi, Maya y Magrassi. “Conceptos…”, op.cit., pp.179-180. 
15 Levi Strauss, Claude. “La eficacia simbólica”, en Antropología estructural, Barcelona, Ediciones Altaya, 1994 (1º edición francés 1958). 

lunes, 27 de noviembre de 2017

Masonería Como Religión

Masonería Como Religión

El lector atento puede notar aquí que no decimos “Masonería como una Religión”, sino que decimos: “Masonería como Religión”; así intentamos mantener todas las cosas simples y dentro de los reinos de la universalidad y la accesibilidad.

Bien puede decirse que el hilo de nuestra continuidad Masónica será encontrado al seguirlo hasta un pasado oscuro, lejano y más antiguo, habiendo subsistido desde tiempos inmemoriales. Esta última frase pertenece a un período más allá del alcance de puntos de vista convencionales como habiendo existido de un tiempo en el que la “memoria del hombre no puede retroceder”. Así se puede decir de la Masonería, o de aquello de lo cual es remanente, que es de tal antigüedad que ni la memoria ni la historia convencional pueden alcanzar.

La evidencia, vinculando nuestros trabajos Masónicos con los constructores de los antiguos días, será encontrada en un estudio de nuestros rituales y símbolos y en las alegorías de iniciación.

Nuestro linaje masónico es descendiente de una religión divinamente impartida, que antecede largamente a cualquier religión conocida a fechas principales del surgimiento de la humanidad. Nuestros rituales, los símbolos y los números son todo lo que nos queda de aquella primera religión unificada que prosperó en una antigüedad tan lejana que es imposible fijar una fecha; luego vino una era de muchos millones de años, de separación, de muchas religiones y de sectarismo. En este momento único en el despertar de la evolución espiritual de la consciencia de la humanidad, sin embargo, estamos esperando el albor del día de una nueva era en la cual aquello de lo cual la Masonería es un remanente, surgirá otra vez.

El nacimiento de esa religión primordial universal fue impartido a nuestros antepasados (que no fueron otra cosa que los agregados de nuestros yoes reencarnados) por los Sacerdotes-Iniciados de esas antiguas civilizaciones, Quienes quizás están más allá del alcance de la vista o reconocimiento de historiadores convencionales, y acerca de quienes la historia convencional probablemente no sabe absolutamente nada, a pesar de las tentativas de muchos de luminarias a través de las eras para traer tal conocimiento a nuestra atención.

Hace muchos millones de años, según la Enseñanza de la Sabiduría Eterna Universal, y mucho más allá de los cálculos de la historia o la ciencia convencionales, un cierto número de Señores de la Llama vino a nuestra Tierra, y – junto con el Señor del Mundo, el Anciano de los Días – establecieron la Gran Logia en Alto, la Jerarquía Espiritual y verdadero gobierno interno y espiritual de nuestro planeta, y fueron los custodios de la revelación del Altísimo y la dieron a la Humanidad.

Establecieron esos landmarks que podrían y dirigirían a la raza infantil – buscando a tientas en la oscuridad de la ignorancia – hacia la luz del conocimiento, y los guiarían hacia una resurrección gloriosa final.

Así se puede decir que la Masonería es tan antigua como la humanidad misma, y que la religión es tan antigua como la Masonería.

Nunca ha habido un tiempo en la larga historia de humanidad en que la Gran Logia en Alto no haya dejado un testigo terrenal, y así, las Logias Masónicas actuales en la tierra son testigos de esa Fraternidad más grande de Luz Celestial.

Los Misterios de eras pasadas son parte de ese antiguo hilo que tiene su origen en esa religión primordial, y que termina hoy en día en la Masonería moderna.

Se ha sido dicho que “religión es el nombre dado al clamor invocativo de la humanidad y la respuesta evocadorade la Vida más grande a esa súplica”.

El momento que cualquier idea ingresa al ámbito religioso, gana el ímpetu inmediato del hecho de que las características sobresalientes de la consciencia humana son el sentido de lo más interno o Real, un reconocimiento de un destino subjetivo, y un conocimiento innato de alcanzar al Dios Desconocido. Por lo tanto, cualquier verdad o presentación de la verdad o método que tiene dentro la posibilidad de producir un enfoque más cercano a la divinidad, o a una comprensión más rápida del “Ser más profundo”, evoca una respuesta y una reacción inmediatas.

El espíritu religioso de la humanidad está hoy más definidamente enfocado en la Realidad, a pesar de lo que los medios convencionales y superficiales pueden tratar de presentar como una oposición al hecho en su tentativa de ser lo que perciben erróneamente como “moderno” y secular. Este factor espiritual y religioso por parte de la humanidad hace posible y potencial una visión de una nueva y vital religión mundial, un genuino enfoque espiritual a la Realidad, una fe universal que tiene sus raíces en el pasado, pero que también clarifica la nueva belleza que alborea y la revelación que se cierne sobre la humanidad.

Los fundamentos de toda verdadera fe religiosa permanecen, sobre los cuales debe ser construida una religión universal más nueva, y para este surgimiento no es necesario destruir lo que ha cumplido su demanda espiritual porque sólo las llamadas formas religiosas convencionales y no esenciales necesitan desaparecer sin duda. Las bases serán establecidas sobre aquellas verdades que han soportado la prueba de las edades y que han traído certeza y consuelo a hombres y mujeres por todas partes.

Estas bases son:
El hecho de la Deidad.
El hecho de la relación esencial e intrínseca con la Fuente divina.
El hecho de la inmortalidad y de la persistencia eterna, implicando necesariamente el reconocimiento de dos grandes leyes naturales: la Ley de Renacimiento y la Ley de Causa y Efecto, es decir, la ley del Karma, o de Causación Ética.
El hecho de la continuidad de la revelación y de los acercamientos divinos, llevando necesariamente al reconocimiento de que nunca – en la larga historia de humanidad – la Deidad en tiempo o período mundial, se haya quedado sin testigo.

A estos hechos debe ser añadido:
El hecho del conocimiento seguro e innato del hombre de la existencia del Sendero a la Deidad (bajo cualquier Nombre) y su habilidad de hollarlo.

Todos estos hechos han sido preservados en la Masonería desde tiempo inmemorial.

El factor único de la Masonería al respecto es que habiendo preservado estos hechos fundamentales que pertenecen a la naturaleza más verdadera de “religión” no hay ninguna Identidad espiritual particular o Personalidad Divina en la Masonería alrededor de las que las religiones convencionales de las masas son reunidas y son dedicadas. Esto no es desprecio por tales cosas, ni un intento de presentar a la Masonería como una nueva religión mundial, ya que las principales religiones mundiales siempre han seguido el Sendero presentado por alguna Personalidad divina Que ha puesto Su sello y ejemplificado en Su Vida un Sendero o una Manera que otros pueden seguir. Así, tales Personalidades divinas, por su Vidas y Modos de vivir ejemplares, han puesto su Sello sobre la eflorescencia de las culturas y de civilizaciones mundiales subsiguientes que han seguido sus Pasos. Uno tendría que ser sordo, mudo y ciego para no reconocer los vastos impactos y de gran alcance del Sello de la magnitud de una Vida como la de un Krishna, Buda o Cristo sobre generaciones sucesivas de culturas y civilizaciones ya que aquellas Vidas vividas divinamente de amplio alcance han acelerado culturas y civilizaciones y han mecido hemisferios en comparación con nosotros meros mortales que somos olvidados rápidamente poco después de nuestro deceso. Mantengamos todo en perspectiva.

Pero también busquemos preservar la Masonería en perspectiva. La Masonería es el custodio de un misterio espiritual y de un hermoso secreto que ha cautivado la imaginación de millones de hombres y mujeres a lo largo de las eras y a las cuales – aún hoy en día – muchos millones de personas de mente espiritual, todavía observan con un sentido de expectación, una revelación espiritual. Todavía permanece como el custodio de algo muy hermoso y, esto es presentido, incluso inconscientemente, por personas sensibles y religiosamente inclinadas, como una fuente continua de revelación concerniente a la naturaleza divina esencial del hombre, ya que concierne a la conexión de relaciones más íntimas entre una persona y su propia alma, más allá del dogmatismo de alguna religión convencional, y básicamente ha preservado esa verdad inherente que todos los verdaderos emisarios espirituales de la Gran Logia en Alto o la Jerarquía Espiritual (ya sea si es un Buda o un Cristo), han tratado transmitir siempre.

El credo de la antigüedad o la religión de un Masón básicamente tiene sólo dos principios fundamentales o básicos. Resumen y personifican todo lo que debemos saber en esencia, y todas las doctrinas y dogmas menores son sólo expansiones e interpretaciones de estas dos verdades fundamentales.

PRIMERO, que el Altísimo, como la fuente de toda Luz, vive y ES. Se expresa, en la nomenclatura Masónica, como el Gran Arquitecto del Universo, Quien fundó los mundos en el número y en Palabra, y por, en y a través Suyo los mundos fueron construidos. “Todas las cosas empezaron a existir por Él, en Cuya Luz andamos”. Esta es una declaración de inmenso significado espiritual para los Masones por todas partes, y especialmente para los Masones de AUM.

SEGUNDO, que el hombre (significando el producto de manas o mente, o de la chispa espiritual de ignición del alma que “individualizó” la entidad espiritual, la cual por supuesto incluye tanto hombres como mujeres), es un hijo de la luz y por lo tanto inmortal.

El uso del término “hombre”, aquí puede ser sometido y aceptado por aquellos de mente abierta e impersonal más allá de la ilusión de género, si es comprendido y aceptado que humanidad, o el género humano considerado esotéricamente como un todo (siendo un producto de la individualización del alma en la forma y por lo tanto concerniente a una “personalidad”, como siendo el producto de la mente) y con todo el debido reconocimiento de que el alma mora – hablando esotéricamente – en los planos más altos de la mente en su “Templo de Salomón” (el cual es una referencia y símbolo esotérico del “cuerpo egoico o causal”, como es llamado en la nomenclatura esotérica actual), y por lo tanto debe ser comprendido como el aspecto positivo o “masculino” de la expresión de la Vida Logoica (cuando se consideran los asuntos impersonalmente y macrocósmicamente a la luz de la ley de las correspondencias), mientras la evolución paralela de los devas es el aspecto “femenino” en ese Todo Logoico. En el plano Búdico, “hombres y ángeles” se encuentran; pero hasta que tal realización en consciencia sea lograda y dominada, entonces se debe tomar en cuenta que “hombres y ángeles” son evoluciones paralelas y finalmente deben aprender a trabajar cooperativa y conscientemente juntos.

El “hombre” es por lo tanto un Hijo de la Luz, aunque aún vaga en la oscuridad de la ignorancia concerniente a su verdadera naturaleza como un Alma en esencia. Finalmente, hallará su sendero “a la casa” de la cual vino, es decir de donde vino originalmente como una Mónada divina o ser espiritual / divino.

Un TERCER principio puede ser presentado aquí en forma de una nota clave de la relación que existe entre el primero y el segundo, y emitido en la Masonería como: “El Alma es un Alma y la base de todas las relaciones fraternales“, teniendo en cuenta nuestra relación esencial como parentela del Padre Uno, o de la Vida Divina Una de la cual hemos procedido todos.

Por lo tanto, se puede decir que la LUZ, la HERMANDAD y la INMORTALIDAD son los puntos espirituales esenciales del CREDO MASONICO.

Así, será finalmente comprendido que los principios espirituales fundamentales de la Masonería yacen en el corazón de todas las verdaderas religiones, y que para un Masón, en relación a su participación en la Masonería es igualmente sano y puro a cualquier forma de observación o expresión religiosa o espiritual, y no necesita “disculparse o procurar justificarlo de ninguna manera en absoluto”. Un Masón verdadero es siempre de valor espiritual en su comunidad, dondequiera que él se encuentre.

http://www.grandlodgeaum.org/es/masoneria-como-religion/

domingo, 26 de noviembre de 2017

EL ESOTERISMO Y LA FILOSOFIA EN LA MASONERIA

EL ESOTERISMO Y LA FILOSOFIA EN LA MASONERIA

1.- LAS BASES ESOTERICAS DE LA FRANCMASONERIA.

A pesar de que surgieron en épocas y culturas distintas, el origen lejano de las distintas sociedades secretas es común y se remonta a aquellos pueblos de la antigüedad , cuya tradición oculta y esotérica es recordada aún hoy. De igual forma el basamento filosófico de las mismas es común, y lo contituyen las tres ciencias ocultas: la Cábala, la Magia y el Hermetismo.

La Cábala

Es ciencia tradicional de los hebreos que busca poner al descubierto los secretos de la creación y de la naturaleza divina, por su relación con las letras del alfabeto hebreo y de los diez números podría denominarse las matemáticas del pensamiento humano. La Palabra KABBALA, viene de la palabra hebrea Kibbel que quiere decir tradición, lección, enseñanza. Los Cabalistas opinan que su tradición es tan antigua como el mundo, afirman que emana de Dios mismo quien la enseño a los Angeles, transmitiéndola estos al primer hombre y a los Patriarcas quienes luego la fueron revelando. La Kábbala tiene un carácter verbal, es un valor personal , su origen y naturaleza divina, representan un regalo aceptado por el hombre ante Dios. La designación corriente de Kábbala es cahlchelet ha-kabbala o cadena de la tradición, Dios sostiene el extremo superior de la cahlchelet y le tiende el otro extremo al hombre, invitándolo a recogerla.

El método Cabalístico se compone de treinta y dos medios o instrumentos de conocimiento que se denominan las treinta y dos vías, representadas por los diez primeros números, llamados sefiros y las veintidós letras del alfabeto hebreo y de cincuenta sujetos a los que se les puede aplicar la ciencia, y que se llaman cincuenta puertas, y que constituyen una clasificación los seres en cinco series de diez, que abarcan todos los conocimientos posibles. La Cábala se puede denominar el Algebra de la fe, tiene su geometría ideal, su álgebra filosófica y su trigonometría analógica, que resuelve con sus ecuaciones los problemas del alma despejando sus incógnitas y obliga en cierto modo a la naturaleza a revelar sus secretos. La Cábala se divide en cuatro ramas principales: la Gematría, el Notaricón, la Temura, la Mercavat y el Berechit.

La Gematria se refiere al relativo valor de los numérico y en la transposición de las letras que forman las palabras. El Notaricón exsite en dos formas; en la primera cada letra de una palabra se toma como la abreviación de otra palabra y con ellas se forma una frase, la segunda forma es al contrario cualquiera de las letras que forma una frase pueden dar principioa una frase o a una nueva palabra. La Temura son las permutaciones, consiste en el cambio y equivalencia de ciertas letras de manera que pueda dar forma a una nueva palabra. La Mercavat o Historia del Carro, referente a la visión de Ezequiel del Carro Sagrado y encierra todo un tratado de teología. El Berechit o Historia del Genesis, enseña la ciencia de la creación y la naturaleza y encierra todo un tratado de cosmología. En resumen la Gematría, el Notaricón, la Temura son las matemáticas de las ideas. La Mercavat y el Berechit resumen la ciencia de Diós y del mundo.

Las enseñanzas de la Cábala fueron recogidas en dos libros: El Sepher Ietzirah o Libro de la Creación, el cual encierra toda una cosmología, donde están contenidas las treinta y dos vías de la sabiduría, el segundo libro es el Zohar o Libro de Esplendor este se ocupa en primer lugar de los secretos del mundo intelegible, y predica una teosofía donde aparecen todas las operaciones de la divinidad, así como también las relaciones que mantiene con el hombre y la naturaleza.

Mucho de las enseñanzas de la Kábbala se emplean en los altos grados de la Masonería y se han constituidos ritos entreros bajo sus principios. Por cuya razón merece un sitialespecial encualquier desempeño general sobre la Masonería.

La Magia o Ciencia de los Magos

Según Vasal, la Magia nos llegó de Persia y Caldea unos 100.000 año a.C, en donde un grupo de sabios se unieron para formar una asociación mística bajo el nombre de MAGOS (palabra proveniente del Caucaso Magh, grandesa), cuyo objetivo era conservar como un depósito secreto los vestigios de las Artes y Ciencias de los tiempos primitivos. De allí pasó a Egipto y luego a la civilización Greco - Romana, con aspectos variados y a menudo difíciles de captar en sus intenciones. La magia es un elemento constitutivo del esoterismo occidental, es el conocimiento de las leyes secretas de la naturaleza de ella se derivan la Astrología y la Alquimia, se trata de conocimientos y prácticas que descansan sobre la correspondencia de los tres planos de la creación: físico, humano y divino, que se organizan a partir de una correspondencia entre los astros , la naturaleza y el hombre, para luego permitir descifrar las leyes y reglas que proceden de las ciencias. Su más grande maestro fue Zoroastro. Para Eliphas Levi (1.810 - 1875) la magia es la madrina de las religiones, la clave de todos los misterios divinos, reconciliadora de la ciencia y la fe. Ciencia tradicional de los secretos de la naturaleza que algunos adeptos sabrán utilizar según un conjunto de operaciones y artes, para el bien de la humanidad y para la gloria de Dios. La Astrología: aparece en Grecia en el s.III a.C como producto de las revelaciones místicas de Thot el Egipcio, aporta elementos que emanan de la astronomía y de las ciencias griegas, utiliza mitos y misterios que el alfabeto zodiacal permite interpretar, como las influencias de los siete planetas, la división del zodiaco en treinta y seis decanatos. Pero es sobre todo en la astrología hermética donde va a focalizarse el interés de los esoteristas en el s.III hasta el Renacimiento y de mas adelante, ella comporta varios sectores: la gentica estudio de la astrología universal, la apokatastaseis estudio de los periodos y de los ciclos, elkleroi destino de los planetas, el thema mundi horóscopo mundial, simultáneamente se interesa también en la interpretació n de los ciclos meteorológicos, y las influencias astrales sobre el cuerpo humano. La Alquimia sus secretos se remontaran a las enseñanzas iniciaticas caldeas de Zoroastro y egipcias de Thot -Hermes pero es con Bolos de Mendes (200 a.C) quien adelanta las primeras recetas y técnicas que pueden llamarse Ciencia Esotérica, y junto con Zozimo elaborarán una alquimia revelada llena de todo un simbolismo alegórico y una enseñanza donde se confrotan la teosofía y la filosofía de la naturaleza.

En los rituales de diversos grados de la masonería se nota la influencia de la Magia: el mercurio, la tierra, el trigo en el cuarto de reflexiones, el uso del fuego en los viajes, la transmutación de recipendiario, la estrella de cinco y seis puntas, el simbolismo de la astrología en las doce columnas del templo, la utilización de imagenes como el aguila bicelfala y otros símbolos en los diferentes grados, elementos estos que fueron asimilados y entrecruzados con los de otras filosofías para dar cuerpo a la masonería especulativa .

El Hermetismo

En todos los manuscritos antiguos que contienen la historia del gremio, se hace mención de Hermes como uno de los fundadores de la Masonería. Existen dos personas con el nombre de Hermes que se mencionan en la historia sagrada. La primera es el Hermes divino, llamado por los Romanos Mercurio y por los Egipcios Thot, como dice Diodoro Siculo Thot - Hermes es el Dios mago que aparece junto a Isis cuando esta quiere devolverle la vida a Osiris, " el vino a enseñar la grandiosa doctrina secreta de la luz interna a los Sacerdotes de los templos. Les enseñó que la Luz era Universal y que esa Luz era Dios quien mora en el corazón de todos los hombres. El segundo es Hermes Trimegisto, quien fue un famoso legislador, sacerdote y filósofo Egipcio, que vivió hacia el año 2.630 a.C. Hermes enseño a los hombres la escritura, la música, la medicina, la astronomía, el ceremonial para el culto de los dioses, también enseño a ciertos discípulos las ciencias secretas, tales como la magia, la alquimia, la astrología. Se dice que escribó treinta y seis libros sobre teología y filosofía, y seis sobre medicina. Todas estas enseñanzas fueron recogidas y redactadas en el Delta del Nilo en los siglos II y III D.C., reorganizados con el nombre de Hermética y está constituida por tres libros: El Corpus Hermeticun, El Asclepius y los Fragmentos de Stobeo. Toda la filosofía hermética se basa en siete principios: el principio del entalismo, el principio de Correspondencia, el principio de Vibración, el principio de Polaridad, el principio del Ritmo, el principio de Causa y Efecto, el principio de Generación.

La doctrina hermética es sin duda la corriente esotérica que más ha influido en el esoterismo occidental. Sus textos han sido estudiados por los filósofos a través del tiempo, como Filón de Alejandría, Anaxágoras, Platón en la Grecia antigua; hizo su aporte al cristianismo primitivo así San Agustín hace referencia de ella en De Civitate dei, e influyó en otros escritores cristianos como Boecio, Lactancio, Origenes, Dionisio, Juan de Scotto para el desarrollo del Esoterismo Cristiano. Igualmente entre los Hermetistas Árabes se encuentran: Jabir Ibn Hayyan, Al Razi y en un texto corto del hermetismo llamado La Tabla Esmeralda, en la cual se expresan principios naturales y filosóficos, expone las leyes que rigen los cambios en la naturaleza y constituye un verdadero breviario de alquimia. En la Edad Media el Hermetismo influyó en filósofos como Paraselso, Raymundo Lulio, Maimonides.

El Hermetismo es la ciencia de la naturaleza oculta en los jeroglíficos y símbolos del antiguo Egipto. Es la investigación del principio de la vida, es la ciencia de las propiedades ocultas, de las virtudes escondidas y de las relaciones que se establecen entre los tres reinos en el mundo. Estos reinos dejan aparecer entre sí afinidades y rechazos: plantas, minerales y animales entretejen con los astros lazos que permiten la aprehensión de cadenas o de series susceptibles de comprender los secretos de la naturaleza.. Es la reproducción por el hombre del fuego natural y divino que crea y genera los seres. Para esta comprensión no obstante se requiere una iniciación previa, ya que en efecto entre el mundo sideral investido por la voluntad divina, el hombre y la naturaleza, se establecen una serie de relaciones , que por si sola la razón es impotente para expresar.

2.- LA FILOSOFÍA MASÓNICA

La Francmasonerí a en sus orígenes antiguos contó entre sus fundadores a transmisores de diversas corrientes herméticas, pitagóricas, cabalísticas, mitraicas, sincretista, hinduista, cristianas etc. que con el correr del tiempo se fueron enlazando armónicamente hasta dar origen a un sistema de grados enmarcados en una Filosofía Masónica.

Este cuerpo filosófico liga al francmasón mucho más a los valores humanos , que a la devoción a Dios, lo cual lo hace menos teósofo y un poco más antrosófo. Los neoplatónicos utilizaban un idioma geométrico para describir los cuatro niveles de la existencia, el cual se puede describir así: el punto, la parte esencial representa la divinidad fuente de todo, esta se proyecta a toda la existencia a través de niveles cada vez mas complejos, la línea representa al espíritu, la superficie la psique/alma y finalmente el sólido la materia. La Francmasonerí a se ocupa de la superficie, esto es de la psique, pero sin las otras partes del sistema metafísico. El sistema filosófico de la masonería concibe al hombre formado por un cuerpo, una psique/alma, un espíritu y un contacto con la fuente divina. En términos específicos representa la psique mediante el Templo de Salomón, que describe como un templo de tres niveles dentro del cual se puede tener consciencia de la presencia de la divinidad. Se puede encontrar un paralelismo entre este sistema y el modelo psicológico de Jung, el patio del templo corresponde a la consciencia individual y su desarrollo se realiza en la Cámara de Aprendiz, en la cual el recién iniciado recibe simbólicamente una mirada al interior de la naturaleza de su propia psique y que se representa como la piedra bruta. La cámara central o santuario que corresponde al inconsciente personal y se desarrolla en la Cámara de Compañeros, este grado entraña un profundo trabajo psicológico e intelectual. Por último el sanctasantórum corresponde al inconsciente colectivo que se desarrolla en la Logia de Maestros, se entiende como ya con el desarrollo de la psique se puede tener contacto con el espíritu, de manera que trabajando en el seno de la estructura psicológica, especialmente a niveles mas elevados se puede ser consciente de la presencia de la divinidad. En base a estas premisas se puede entender que el individuo que se inicia en la francmasonerí a, y que explora su psique puede y debe dejándose guiar por su Dios desarrollar un papel activo en el mundo físico, o mejor entendido en la sociedad donde se desenvuelve.

El dogma Masónico es el de Zoroastro y el de Hermes, su regla es la iniciación progresiva: Son depositarios de los misterios del Apocalipsis y del Zohar. Sus doctrinas filosóficas se desarrollan en ese simbolismo que es la característica especial de la enseñanza de la Masonería, y son las que relatan la pérdida y recobro de la palabra, a la vez que investigan la verdad divina, ella nos conduce a la comunicación inmediata relacionada con las ideas profundas del mundo antiguo. Su objeto de culto es la verdad representada por la Luz del Conocimiento. Su veneración va dirigida sobre todo a la razón, bien comprendida como conciencia, pero se muestra muy poco inclinado al automatismo reglamentado de las religiones. Su fundamento es el orden eterno. Su principio es la justicia inmutable que rige las leyes de Universo. Enseña la igualdad en el orden jerárquico, y mira como necesario los grados de la iniciación y la clasificación de los hermanos por orden de estudios y méritos, admitiendo todas las creencias pero rechazando las doctrinas y cultos que ultrajan a la naturaleza. En ella tienen cabida todos los hombres libres y de buenas costumbres, respetuosos de las leyes, amantes del conocimiento y creyentes en un ser supremo.

3.- LA FRANCMASONERIA COMO ESCUELA INICIATICA

Serge Raynaud de la Ferriere define la Escuela Iniciática como un lugar de disciplina, donde no entra todo el que quiere, en ellas hay una enseñanza preparatoria repartida en grados, y exámenes que aprobar antes de abordar el grado siguiente. Estas Escuelas no se fundan mas que de tiempo en tiempo, a lo largo de la historia, y la razón es muy simple: porque en estos Centros Esotéricos es donde se conserva la Tradición Iniciática, con su Alta Ciencia Verdadera y los Preceptos de los Sabios, en una palabra es todo lo que puede encerrar un santuario el cual debe transmitir el Misterio y el Simbolismo bajo los cuales se encierra la Ciencia Divina.

El Colegio Iniciatico enseña las diferentes tradiciones, menciona las distintas escuelas, las variadas filosofías, no pertenece a ningún dogma y está por encima de todas las religiones y de todas las doctrinas. La transmisión de la Gran Sabiduría se hace bajo un profundo simbolismo que requiere largos años de estudio para hacerla comprensible. Aquí adquiere razón el axioma: Cuando el Discípulo está preparado, el Maestro aparece, o sea cuando el aspirante se ha formado una opinión un poco menos profana, entonces es digno de recibir la iniciación.

La Francmasonerí a como heredera de estas Tradiciones Antiguas se puede considerar una Escuela Iniciática, ya que en ella se practica la Iniciación selectiva de sus miembros y se da una enseñanza Esotérica interna repartida en Grados, la que solo estudian y comprenden los hombres de alma y facultades privilegiadas, estando la misma representada por símbolos que representan los más Altos Misterios y que constituye el esoterismo en la Orden.

http://rey-salomon.blogspot.pe/2008/04/el-esoterismo-y-la-filosofia-en-la.html

sábado, 25 de noviembre de 2017

MASONERÍA ESOTÉRICA

MASONERÍA ESOTÉRICA

El estudiante de la Masonería mística se ve enfrentado eternamente con un problema. Se le presenta bajo diferentes nombres. Se le ha hablado de él bajo muchos símbolos, pero, brevemente, puede ser definido como la purificación y liberación del cuerpo y el espíritu, del veneno de la cristalización y la materialidad. En otras palabras, él está buscando rescatar la vida enterrada entre las ruinas de su derruido templo y restaurarlo en su legítimo lugar como la nota clave de su arco espiritual.

Estudiando la Masonería antigua nos encontramos con las primeras revelaciones, que nosotros conocemos como las Enseñanzas de la Sabiduría. Al igual que otros grandes misterios, ellas consisten de soluciones a problemas de la diaria existencia. Podrá parecernos de muy poco uso para nosotros el estudio de esos antiguos símbolos abstractos, pero en su tiempo cada estudiante comprenderá que las cosas que ahora apartamos como sin valor, son las joyas que algún día necesitará. Como el centauro del zodíaco, el hombre está eternamente esforzándose en elevar la conciencia humana desde el cuerpo del animal; y en la escalera de tres peldaños de la Masonería, encontramos los tres grandes pasos que son necesarios para lograr esta liberación. Estas tres gradas son las tres grandes divisiones de la conciencia humana. Podemos, sucintamente, definirlas, como materialidad, intelectualidad y espiritualidad. Ellas también representan la acción en el peldaño inferior, la emoción en el del centro, y la mentalidad en el superior. Todos los seres humanos están haciendo el esfuerzo de llegar hacia Dios, subiendo por estas tres gradas que conducen a la liberación.

Cuando nosotros unimos estas tres manifestaciones en un armonioso equilibrio, tenemos, entonces, el flamante triángulo. Los antiguos declararon que Dios, como el punto en el círculo, es incognoscible, pero que dan fe de su existencia sus tres manifestaciones - el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Lo mismo es cierto con el hombre. Dios en cada uno de nosotros puede sólo manifestarse por sus tres manifestaciones; el Padre se manifiesta por medio de nuestros pensamientos, el Hijo por medio de nuestras emociones, y el Espíritu Santo por medio de nuestras acciones. Cuando armonizamos nuestros pensamientos, deseos y acciones, tenemos el triángulo equilátero. Cuando las energías vitales purificadas del hombre son irradiadas a través de esas tres manifestaciones, un halo llameante se agrega al triángulo, en cuyo centro está Dios - el incognoscible e impensable Uno; es el yod o llameante letra del alfabeto hebreo; el abismo que nadie puede conocer, pero del cual todas las cosas vienen. La vida de este desconocido emana hacia afuera a través del triángulo, el cual, en los grados superiores, esta rodeado por un halo de llamas. El halo es el alma construida por los transmutados pensamientos, acciones y deseos - el eterno triángulo de Dios.

Entre los símbolos Masónicos esta la colmena, llamada símbolo de la industria, porque ella demuestra, claramente, que el hombre debe cooperar con sus semejantes para lograr el desarrollo mutuo de todo. También contiene un mensaje mucho más profundo, porque cada alma viviente es una abeja que viaja por la vida y recoge el polen de la sabiduría en los distintos ambientes y experiencias de la vida. Así como la abeja liba la miel del corazón de la flor, cada uno de nosotros debe extraer el néctar espiritual de cada acontecimiento, cada gozo, cada sufrimiento, y llevarlo a la gran colmena de la experiencia - el cuerpo - alma del hombre. En la misma forma, se dice, que las energías espirituales en el hombre toman, eternamente, las fuerzas vitales que él está transmutando y - que las lleva a la colmena del cerebro, en donde es almacenada la miel o el combustible necesario para el mantenimiento de la vida.

Se dice que los antiguos dioses vivían de néctar y no tenían que comer o beber como los otros hombres. Es realmente cierto que la miel conseguida o extraída del enfrentamiento con los problemas del diario vivir, es el alimento más elevado del hombre. Mientras comemos a la mesa bien servida, sería bueno para nosotros considerar si el hombre espiritual también se nutre y desarrolla con las cosas que nosotros hemos transmutado en nuestra propia vida.

Un filósofo de la antigüedad dijo, que la abeja extrae la miel del polen de la flor, en tanto que la araña, de la misma fuente extrae el veneno. El problema, entonces, que se nos plantea, es: ¿somos abejas o arañas?; ¿transformamos las experiencias de la vida en miel o en veneno?; ¿nos ayudan a crecer y elevarnos, o seguiremos, obstinadamente, dando coces contra el aguijón?

Mucha gente se vuelve agria con la experiencia, pero el sabio toma la miel y la almacena dentro de la colmena de su propia naturaleza espiritual.

Es bueno, también, para nosotros el considerar “el saludo especial de la garra del león", uno de los símbolos de iniciación más antiguos del mundo. Antiguamente, el neófito en su camino hacia los templos de Misterios de Egipto, era al final, enterrado en un gran cofre de piedra destinado a los muertos para ser llevado, después, por el maestro, nuevamente a la vida, en su vestimenta de azul y oro. Cuando el candidato era levantado, el gran maestro llevaba en su brazo y manos, a manera de guante, una piel de león, y se decía que el discípulo, nuevamente despertado, había sido llevado a la vida "asido por la garra del león". La letra hebrea yod (que se coloca en el centro del triángulo y se usa, algunas veces, como símbolo del espíritu, por su aparente semejanza a una llama) significa, de acuerdo a los cabalistas, una mano extendida hacia adelante. Nosotros entendemos esto, como simbolizando al espíritu solar del hombre, que se dice está entronizado en el signo de Leo, el león de Judea. Y así como el fruto de los campos y semilleros crecen y se desarrollan por los rayos del sol, así también, se dice que la cristalización del hombre es destruida y disipada por la luz del sol espiritual, el cual levanta a los muertos con su poder y libera las fuerzas vitales latentes. El espíritu del hombre, con sus ojos que ven en la oscuridad, esta siempre esforzándose, por elevar la parte inferior de su naturaleza para que se una con él mismo. Cuando el hombre inferior es, de ese modo, elevado de la materialidad por los ideales superiores que desarrolló dentro de si, se dice que el espíritu de la luz y la verdad ha levantado al candidato, por la iniciación, con "la garra del león".

Examinemos el símbolo de los dos "Juan", como lo encontramos en los rituales Masónicos. Juan (John, en el original inglés) significa "carnero" (en inglés: ram), y el carnero es el símbolo de las pasiones e impulsos animales del hombre. En Juan el Bautista, vestido con pieles de animales, esas pasiones no han sido transmutadas, mientras que en Juan el Evangelista han sido transmutadas, y los vehículos y poderes que representan, se han convertido en los bienamados discípulos del Cristo en la vida del hombre.

Nosotros oímos a menudo, la expresión: “montar el chivo", o "agarrarse al palo enjabonado". Esto tiene una importancia simbólica para aquéllos que tienen ojos para ver, porque cuando el hombre domina su naturaleza animal inferior, puede decir honestamente, "que está cabalgando el chivo"; y si no puede cabalgar el chivo, no puede entrar en el templo de la iniciación. El palo enjabonado al cual debe aferrarse, se refiere, indudablemente a la columna vertebral; y es, solamente, cuando el hombre puede ascender por esa columna, conscientemente, y llegar así al cerebro, que puede tomar los grados de la fracmasonería.

El tema de la Palabra Perdida debe ser considerado como un problema individual. El hombre en si - esto, es el verdadero principio - puede ser llamado la Palabra Perdida; pero es mejor decir que es cierta cosa que irradia del hombre lo que constituye la consigna que es reconocida por todos los miembros de su comunidad. Cuando un hombre, como arquitecto de su templo abusa y destruye las energías vitales que están dentro de si mismo, entonces, el constructor, después de haber sido muerto por los tres cuerpos inferiores, se lleva consigo a la tumba en donde yace, la Palabra que es la prueba de su condición.

El abuso de los poderes físicos, mentales, o espirituales, da como resultado la muerte de la energía,; y cuando esta energía se pierde, el hombre pierde con ella la palabra sagrada. Nuestras vidas - pensamientos, deseos y acciones, - son las triples consignas vivientes por las cuales un maestro constructor conoce a sus obreros; y cuando el estudiante pide su admisión a la Cámara interna, debe presentar a la entrada del templo las credenciales de un cuerpo purificado y una mente equilibrada. Ningún dinero puede comprar esa palabra; ningún grado puede concederla. Pero, cuando dentro de nosotros mismos, el constructor muerto es resucitado nuevamente, él mismo pronuncia la palabra, y sobre la piedra filosofal erigida dentro de si mismo se grava el nombre viviente de lo Divino.

Solamente cuando es resucitado este constructor, los símbolos de la mortalidad pueden ser cambiados por los de la immortalidad. Nuestros cuerpos son las urnas que contienen las cenizas de Hiram, nuestras vidas son las columnas rotas, la cristalización es el ataúd, y la desintegración es la abierta fosa. Pero, arriba de todo, está la rama de siempreviva, prometiendo vida a aquellos que despiertan el poder serpentino, y mostrando que debajo de las ruinas del templo está sepultado el cuerpo del constructor, quien es "revivido" cuando nosotros liberamos la vida divina que está encerrada en nuestras propias naturalezas materiales,

Hay muchos de estos maravillosos símbolos Masónicos, que nos han sido trasmitidos desde el olvidado pasado; símbolos cuyos significados, largo tiempo perdidos, han sido enterrados bajo el manto de la materialidad; El verdadero Masón - el hijo de la luz - sigue ansiando la liberación, y el vacío trono del rey de Egipto todavía aguarda al rey del Sol que fuera muerto. Todo el mundo espera todavía que Balder el Hermoso vuelva a la vida nuevamente, que el Cristo crucificado levante la lápida de piedra y se eleve de la tumba de la materia, llevando consigo su propia tumba.

Cuando el hombre ha vivido de modo que pueda entender este maravilloso problema, el gran ojo o centro de conciencia, es capaz de ver a través del limpio cristal del cuerpo purificado. Los misterios de la verdadera Masonería, por largo tiempo ocultos al profano, son, entonces, comprendidos, y el nuevo maestro revestido con sus mantos de azul y oro, sigue la senda de los inmortales que han ascendido, escalón por escalón, la escalera que conduce a lo alto, hacia las siete estrellas. En las lejanas alturas, el Arca - el manantial de vida - flota en las aguas del olvido, y envía su mensaje hacia abajo, al hombre inferior, por medio del cable de amarre. Cuando se alcanza este punto, la puerta en la "G" se cierra para siempre, porque el centro ha retornado al círculo; el triple cuerpo y el triple espíritu quedan unidos en el sello eterno de Salomón. Entonces, la piedra angular que el constructor rechazara vuelve a ser otra vez el vértice del ángulo y el hombre - la piedra culminante por largo tiempo perdida en el templo universal - vuelve a ocupar su lugar.

Las ocurrencias de la vida diaria están afinando nuestros sentidos y desarrollando nuestras facultades. Estas son las herramientas del artesano - el mazo, el cincel y la regla - y con estas herramientas autodesarrolladas, nosotros estamos lentamente devastando la piedra bruta o cubo, en el bloque pulido para el templo universal. Es sólo, entonces, que nos convertimos en iniciados de la llama, porque solamente en ese momento la luz reemplaza a la oscuridad. Así como vagando por las abovedadas cámaras de nuestra propia existencia aprendemos el significado de las abovedadas cámaras del templo, el ritual de la iniciación al desarrollarse ante nuestros ojos, nos hace reconocer en él la recapitulación de nuestra propia existencia, el desarrollo de nuestra conciencia y el relato de nuestra propia vida. Con este pensamiento en la mente, seremos capaces de comprender no sólo por qué los atlantes de la antigüedad hacían el culto al Sol naciente, sino también cómo el moderno Masón simboliza este Sol como Hiram, el noble de nacimiento, cuando él asciende a lo alto del templo, coloca una piedra de oro allí y despierta a la vida todas las cosas existentes en el hombre.

http://www.christianrosenkreuz.org/mph_masoneria_esoterica.htm

viernes, 24 de noviembre de 2017

EMBRIOLOGÍA OCULTA

EMBRIOLOGÍA OCULTA

El Gran Señor Vishnú ya ha venido nueve veces a la Tierra para salvar al hombre. Falta su décimo nacimiento. Sus nueve apariciones tienen un estrecho paralelo con los nueve principales cambios que ocurren en el embrión humano, previamente al nacimiento. Vishnú nació, primero, de la boca de un pez. Luego, nació del cuerpo de una tortuga. Más tarde, tuvo su aparición como jabalí, luego león, después como mono. Y luego de tener otros nuevos cambios, apareció como hombre. Yo noté, hace algún tiempo, que un hombre de ciencia había confeccionado una tabla mostrando la relación del cerebro humano con varios animales durante el período prenatal. Seguía exactamente la lista de las encarnaciones de Vishnú, aunque era totalmente inconsciente de que estaba uniendo el ocultismo oriental con la embriología Occidental.

Casi todos los mitos de la cosmogonía están basados en la embriología. La formación del cosmos, se dice, ha tenido lugar en la misma forma en que el hombre ha sido formado, sólo que en una mayor escala. Por ejemplo, en los Puranas de Vishnú se nos dice que la creación tuvo lugar dentro del vientre de Meru. El espacio estaba rodeado de grandes montañas y escarpadas rocas (el corión, o membrana externa que envuelve el feto). El universo fue creado del agua y flota en un gran mar (el fluido amniótico). Descendiendo una escala (cordón umbilical) vinieron los dioses. Cuatro ríos fluían dentro de la nueva tierra, como se dice en el Génesis. Estos son los vasos sanguíneos del cordón umbilical. Así sigue el relato, existiendo una correlación maravillosa. Algún día, quizás, una nueva ciencia podrá ser basada sobre la ley de analogía. Eso aportará una contribución mucho mayor a las conclusiones científicas que todas las especulaciones científicas de la época.

Es razonablemente cierto que el relato de Adán y Eva, y el Paraíso, está basado en la embriología, y que el vientre es el original Paraíso. Simbólicamente se le representa por la O; el punto en el círculo es el germen primitivo, y así sucesivamente, uno puede seguir la analogía hasta donde se quiera. El huevo de Brahma, es el relato del embrión cósmico, y la embriología es el estudio básico de la creación.

En la embriología tenemos, también, una recapitulación muy interesante del pasaje de la raza humana a través de varias especies de la Naturaleza. Encontramos, en cierto período, las criaturas hiperbóreas. En otra época, vemos al primitivo hombre lemur, más tarde, al atlante; y, finalmente, al ario. Recomendamos a todos los estudiantes de ocultismo, el hacer un estudio muy cuidadoso de este tema. La ciencia sabe que toda la vida de este planeta vino del agua. El embrión humano está rodeado de agua durante todo el período primario de su crecimiento, y en esto, encontramos una ilustración de la evolución de todas las cosas. El sexo no apareció en la Tierra hasta la tercera raza. Y no aparece en el embrión hasta el tercer mes.

La recapitulación del embrión humano a través de los reinos inferiores de la Naturaleza, es una de las pruebas más poderosas de la evolución, ya que determina, en forma concluyente, que el hombre no pudo haber sido hecho originalmente en su condición adulta. En consecuencia, ha pasado a través de una embriología cósmica; en efecto, él esta todavía en embrión y no nacerá realmente en la raza humana hasta no ser verdaderamente humano, lo cual no será por muchos miles de años. Está actualmente en la etapa de convertirse en hombre.

Los nueve meses del período prenatal, por siglos, han sido empleados simbólicamente. Nueve es el número del hombre, porque durante nueve meses está el cuerpo en proceso de preparación. El número perfecto se supone que es el doce, por eso, en la época presente, el hombre nace tres meses antes de ser terminado. El gradual desarrollo de la raza humana traerá como resultado el ser más terminado durante el período prenatal, hasta que, finalmente, el nacimiento sea lo último, y toda experiencia y crecimiento tendrá lugar en el período embrionario.

El hombre no nace totalmente de una vez. Podemos decir que nace por grados. La conciencia trabaja fuera del cuerpo, utilizando las sustancias plásticas hasta el momento de vivificarlo, cuando toma a su cargo el vehículo desde lo interno y comienza a modelar cierta cantidad de individualidad de los materiales que la rodean. En el momento del nacimiento, el cuerpo físico nace, y un proceso de cristalización comienza, que no se detiene nunca, ni por un solo instante, hasta el momento de la muerte. El hombre principia a morir en el momento de su nacimiento, y el alcance de la vida está determinado por el tiempo que ese proceso requiere. Al séptimo año, el cuerpo vital entra en acción, y los períodos más grandes de crecimiento tienen comienzo. Es entonces que los padres principian a tener dificultades. Es la época en que dejan sus ropas tiradas o afuera. Los niños crecen como la hierba, porque están, literalmente, recapitulando sus existencias de plantas, mientras que hasta ese entonces ellos recapitulan su estado mineral. Cerca del séptimo año el niño comienza a producir esencias vitales dentro de su propio cuerpo. Hasta esa época vive de las fuerzas secretadas, en las glándulas internas de la garganta, antes del nacimiento. En otras palabras, se mantiene a si mismo con la vida que ha almacenado de los padres. Alrededor de los siete años de edad, comienza a trabajar para si mismo, está en actividad minuto tras minuto, y si el joven pudiera embotellar su energía y conservarla para la vejez, en qué maravilloso mundo viviríamos.

Entre los doce y los catorce años, en las regiones moderadas, el hígado principia su actividad; el cuerpo emocional ha nacido. Es durante estos días de la adolescencia que el joven enfrenta sus más grandes problemas. La emoción corre desenfrenadamente. La conciencia esta recapitulando sus existencias animales. Manifestando la euforia juvenil es a menudo, la etapa de los grandes errores. Mayor número de vidas son oscurecidas, o inutilizadas, entre los catorce y los veintiún años; esto ocurre más que en ningún otro período de la vida. Se nota, especialmente, entre las razas primitivas que han sido puestas en contacto con nuestro sistema educacional, que hay un cambio alrededor de los catorce años. Hasta esa época, estos niños han estado a la cabeza de sus clases y tenido una posición brillante, pero, cuando se apodera de ellos la naturaleza animal son un fracaso en cuanto a la educación se refiere. Cualquier maestro de escuela que haya educado a niños extranjeros dará testimonio de esta condición entre ciertas nacionalidades. El retardado es un ejemplo de la pérdida de las funciones mentales con el nacimiento del cuerpo astral, y hay muchos de estos ejemplos. Durante estos días de turbulencia emocional, los padres deben manejar a sus hijos con firmeza y bondad, si no aquéllos mismos niños se volverán algún día contra sus padres y les culparán por haber arruinado sus vidas.

Entre los dieciocho y los veintiún años, de acuerdo con las condiciones climáticas, el cuerpo mental toma el gobierno, y nosotros decimos que el individuo ha llegado a su mayoría de edad. Entonces, se le permite votar; el padre le regala un reloj de oro y lo envía al mundo en busca de fortuna. Quizás una persona entre un millón comprenda, realmente, porque se ha establecido los veintiún años como la época de la mayoría de edad, pero, todo ocultista conoce la razón. La conciencia espiritual, el verdadero “yo soy", no toma posesión de sus nuevos cuerpos hasta los veintiún años. Hasta ese momento está gobernado enteramente por los centros sensorios inferiores. Por lo tanto, la vida progresa en ciclos de siete años.

Como un ejemplo de esto, nosotros vemos que, los veintiocho años señalan el período del segundo nacimiento físico; los treinta y cinco, el segundo nacimiento vital, o, como es llamado, segundo desarrollo; los cuarenta y dos, el período del segundo nacimiento emocional. Durante estos años, gente perfectamente normal hasta entonces, muy a menudo, deviene sentimental. Los cuarenta y nueve, marcan la aurora de un nuevo período de actividad mental, y los siguientes siete años son la edad de oro del pensamiento. Son los períodos de la razón filosófica, los años más completos y que coronan la vida con su plenitud. Y así van, los ciclos tras los ciclos. Si el individuo durara bastante tiempo, pasaría por su segunda, tercera y cuarta niñez.

Muy pocas personas comprenden y saben realmente que ellos están compuestos de elementos minerales, vegetales y animales. Los huesos son, literalmente, minerales; el cabello es una planta nutrida por olas de éter vital que le llegan a través de la piel, y en todo individuo hay, en su interior, miles de cosas que se arrastran, reptan y trepan, que hacen de nosotros un zoológico de nuestra exclusiva pertenencia. Los antiguos escandinavos, conociendo esto perfectamente, escribieron muchas leyendas relativas a estas pequeñas criaturas que viven en el hombre. Una famosa estatua del Padre Nilo, está cubierta con pequeñas figuras humanas, las cuales representan los atributos y funciones, del hombre. El hombre es un gran campo de estudio, pero nosotros hacemos muy poco uso de nuestro libro de texto. Las Escrituras de todas partes están llenas de referencias anatómicas de ciudades y lugares que no tienen ninguna existencia fuera del hombre mismo. Las doce puertas de la Ciudad Santa son las doce aberturas del cuerpo humano. Lo mismo que los doce Maestros de la Sabiduría y las doce grandes escuelas de filosofía. Estas aberturas están divididas en dos divisiones de siete y cinco. Hay siete entradas visibles y cinco ocultas en el cuerpo humano.

Uno de los filósofos griegos dijo a sus discípulos que debían recordar distintamente que había seis aberturas que se dirigían al cerebro y solamente una dirigiéndose fuera de la cabeza humana, y que ésta era regida por el estómago. Por lo tanto, ellos debían escuchar dos veces (una vez por oído), ver dos veces (una vez con cada ojo), sentir dos veces (una vez por cada lado de la nariz), pero hablar sólo una vez, y que lo que dijeran debía venir del cerebro y no del estómago. La advertencia todavía suena bien.

Los hebreos usaban la cabeza humana como un símbolo favorito para expresar los divinos atributos, llamándola la Gran Faz. Los dos ojos eran correlacionados al Padre, porque ellos eran los órganos de la conciencia; las dos ventanas de la nariz con el Hijo, porque eran los órganos para sentir y también vehículos del prana, la fuerza vital que se halla en el éter. La boca fue usada para simbolizar al Espíritu Santo, que emitía la palabra hablada y formaba el mundo. Las siete palabras a las cuales la boca dio origen eran los siete espíritus ante el trono; también son los vasos y las trompetas de la Revelación. Ellas salían afuera como el ejército de la voz para crear en los siete mundos, y toda la Naturaleza dimanó de su poder creador. Pocos realizan el magnífico simbolismo que oculta la cabeza humana, y cómo ha sido usada en los relatos de las Escrituras.

A este artículo hemos agregado un escrito que fuera publicado aparte hace algunos años, pero que no se ha vuelto a publicar. El artículo mencionado tiene una conexión directa con el tema del simbolismo anatómico, mostrando cómo los principios delineados en las páginas precedentes dan su resultado si se los aplica a los diferentes problemas del mundo actual.

http://www.christianrosenkreuz.org/mph_anatomia_oculta5.htm