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martes, 31 de enero de 2017

Símbolos, ritos y grados masones

Símbolos, ritos y grados masones

SÍMBOLOS 

Un misterioso mundo de símbolos equiparable a una selva se descubre a los ojos de los nuevos miembros de la Francmasonería

El simbolismo decorativo

Los primitivos massons o albañiles dibujaban sobre el suelo de la Logia, o taller de los obreros, los símbolos característicos del gremio: una vez acabada la obra se procedía a borrar los símbolos grabados a tiza o carbón.

Estos símbolos experimentaron una evolución radical en su significación cuando la Francmasonería pasó de operativa a especulativa. Se continuaron usando los mismos símbolos, pero no plasmados a tiza sobre el suelo, sino pintados sobre tablas y alfombras; después veremos cómo los talleres de operarios medievales fueron sustituidos por los nuevos de la burguesía dieciochesca.

Actualmente, la Logia está iluminada por tres grandes candelabros: los asiaitos de los miembros colocados a cada lado del salón forman las columnas del Norte y del Sur; el asiento del venerable se asemeja más a un trono que a un sillón presidencial.

También aparecen símbolos masónicos en las sillas y estampillas, así como en los escudos y monedas. La imagen que más abunda en estos objetos es la del Cordero tendido en el libro de los Siete Sellos del Apocalipsis; compases, escuadras, deltas luminosas, niveles, cartabones son otros tantos símbolos que aparecen en esta clase de objetos que utiliza la Masonería.


El simbolismo de la indumentaria

La Francmasonería dispone de toda una compleja indumentaria que la caracteriza como una sociedad distinta a las demás. Este peculiar modo de vestir es de uso exclusivo para cuando se está dentro de la Logia, es decir, para los ritos.

La pieza básica es el mandil blanco, de piel de cordero, símbolo del trabajo y de la inocencia; esta pieza de tela o cuero, que los albañiles utilizaban para su protección, ha venido a significar el ideal del trabajo y laboriosidad. Sobre el mandil figuran tantos símbolos como grados y ritos existentes.

Otros objetos de indumentaria son el vestido talar, los collares, las corbatas rematadas por una joya indicativa de la función que desempeña su portador y los sombreros. Ello contribuye a ese empaque ceremonial esotérico que retrotrae a antiguos ritos.

RITOS

La palabra rito tiene una doble significación en el argot francmasónico:

a) Rito en cuanto una peculiar rama del grupo francmasónico.

Del mismo modo que en la Iglesia hay diversos ritos (rito latino, rito mozárabe, rito copto,…) y, sin embargo, sigue siendo una sola Iglesia, así también se practican diferentes ritos dentro de la Francmasonería.

Existen hasta un total de cincuenta y dos ritos o ramas de francmasones para el autor Ragón. El Diccionario Enciclopédico Masónico enumera los siguientes: Rito Adonhiramita, Rito Alejandrino, Rito Andrógino, Rito Antiguo, Rito Astrológico, Rito Azul. Rito Cabalístico, Rito Clerical, Rito Cristiano. Rito Eslavo, Rito de Adopción, Rito de Caliostro, Rito de Fessler, Rito de Heredom, Rito de Kilwinning. Rito de Menfis… y así hasta un total de ciento cuarenta y cinco.

Todo rito reconocido es autónomo e independiente; disponiendo de una autoridad y jerarquía propias. Los actos administrativos que emanan de sus jefes, sólo obligan a los miembros de su propia obediencia o rito.

Cada rito tiene una jurisdicción territorial que se corresponde con la extensión del territorio de un estado político, dispone de unas dependencias y es propietario de algunas posesiones.

Los ritos, en esta acepción, se dirigen y administran en cada país con completa independencia y separación unos de otros, mediante un Cuerpo Superior integrado normalmente por un cierto número de Diputados elegidos entre las Logias que lo profesan.

Estos Cuerpos que reciben los nombres de Grandes Orientes, Supremos Consejos, Grandes Colegios, etcétera, asumen el poder supremo, tanto en lo que concierne al dogma y legislación como en lo que se refiere a la administración y justicia.

b) Rito en cuanto a fórmulas o ceremonias que practican los francmasones.

Se trata de un conjunto de reglas o preceptos de conformidad con los cuales se practican unas ceremonias y se confieren o, por mejor decir, se comunican unos signos, toques, palabras y demás instrucciones secretas de los grados.

Estos signos, grados y símbolos los explicaremos seguidamente.


GRADOS

Cada rito o rama de los francmasones tiene distintos Grados: no vamos a mencionar todos los Grados de cada uno de los ritos, pero sí expondremos, por vía de ejemplo, los Grados de uno de los ritos más generalizado, el Rito Escocés, Antiguo y Aceptado.

Este Rito Escocés se compone de treinta y tres Grados distribuidos de la siguiente forma: los tres primeros, llamados Grados simbólicos, constituyen la Francmasonería Azul, los quince siguientes o Grados capitulares forman lo que se llama la Francmasonería Roja; del grado diecinueve al treinta, también designados Grados filosóficos, constituyen la Francmasonería Negra y finalmente los tres últimos grados o Grados sublimes pertenecen a la Francmasonería Blanca.

He aquí, referidos por sus nombres, cada uno de estos grados:
a Clase: (1) Aprendiz, (2) Compañero, (3) Maestro.
a Clase: (4) Maestro secreto, (5) Maestro perfecto, (6) Secretario íntimo, (7) Intendente de los edificios, (8) Preboste y Juez.
a Clase: (9) Maestro elegido de los nueve, (10) Ilustre elegido de los quince, (11) Sublime caballero elegido.
a Clase: (12) Gran Maestro arquitecto, (13) Caballero real arca, (14) Gran escocés.
a Clase: (15) Caballero de Oriente. (16) Gran Príncipe de Jerusalén, (17) Caballero de Occidente, (18) Soberano Príncipe Rosa-Cruz, (19) Gran Pontífice.
a Clase: (20) Venerable Gran Maestro advitam, (21) Noaguita, (22) Caballero real Hacha, (23) Jefe del Tabernáculo. (24) Príncipe del Tabernáculo, (25) Caballero de la serpiente de bronce, (26) Príncipe de la Merced. (27) Gran Comendador del Templo, (28) Caballero del Sol, (29) Gran Escocés de San Andrés, (30) Caballero Kadosch. (31) Gran Inspector Inquisidor Comendador del Soberano Tribunal, (32) Soberano Príncipe real secreto, (33) Soberano Gran Inspector General.

http://tarotybrujeria.com/simbolos-ritos-y-grados-masones/

lunes, 30 de enero de 2017

LA PALABRA PERDIDA Y EL SENDERO

LA PALABRA PERDIDA Y EL SENDERO
Lazaro Hael


Alegóricamente, se “dice” que la palabra perdida, es el nombre de Dios, y que éste mismo la “emitió” en el inicio de los tiempos, como una honda vibratoria hendiendo el útero cósmico y preñándolo con los elementos positivos que habrían de constituir el universo por nacer, imponiendo orden dentro de caos y engendrando movimiento como inicio de la existencia.

“La “Palabra Perdida” sintetiza esotéricamente la caída del hombre en la materia, y continua, es el verbo creador, que es él mismo, es decir su entidad verdadera, su “ego”, y ponerse en contacto con él” (2).

El alma del hombre es la palabra perdida, así lo expresa la liturgia del Gr. XVIII Príncipe Rosacruz al afirmar que tal palabra representa esotéricamente la caída del hombre en la materia. “Dios creó al hombre a su imagen” (1), la imagen es una proyección, de tal forma que el hombre vendría siendo una proyección de Dios sobre la materia primordial caótica a la cual le impone orden de acuerdo a las leyes cósmicas como parte de su propia naturaleza.

La palabra como una idea vocativa y vibratoria es el verbo “creador”, Verbo que como tal tiene implícito la acción y movimiento que transmitiéndoselo a la materia primordial inerte y caótica, genera el magnetismo con su polaridad del negativo y positivo como el principio de la dualidad que creo todo el universo manifiesto al imponer orden por medio de la atracción y repulsión entre las partículas de loa energía primordial generando cuerpos subatómicos hasta macro conjuntos estelares y dando origen a la densidad, dimensión, y profundidad en la materia como contenedor y compañera del elemento positivo y divino que es el alma.

“El todo es mente”, dice el < Kybalión >. Sí, es ésta mente cósmica quien fue el teatro donde el Gran Arquitecto del Universo trazaría los planos de la creación que iba a llevarse a cabo. El espacio conteniendo la materia primordial caótica, debió ser los arquetipos que se sucedían unos a otros en el proceso de definir la idea primordial de la formación. Las leyes como fuerzas condicionantes fijaron el círculo como límites de la creación. Y la palabra como fuerza vibratoria, fue la fuerza volitiva que dio inicio a la formación del universo a través del orden.

El espacio, materia primordial, leyes, y palabra, pueden sintetizarse en una palabra, Dios. Pues todo el evento tenía lugar en su mente. Esto nos lleva a reflexiona, y pensar que el germen o los elementos constitutivos de la consciencia ya existía desde antes de la formación en la materia primordial con que todo fue hecho. 

El “ego” en psicología, se define como “yo”. Por ser la parte dinámica de nuestra mente que nos relaciona con la realidad circundante. En misticismo el “ego” es el falso “yo” que ha suplantado a la consciencia original del ser. 

Se nos pide buscar la “Palabra Perdida” que es nuestro propio “yo”, pero el alma se ha identificado con el ego quien a su vez exige el reconocimiento como el “yo” original negando la existencia del “yo” espiritual; Entonces ¿Quién ha de buscar la palabra perdida o al “yo” original”... Acaso ¿Él mismo que se opone a ello?.

La personalidad del ego se va formando por los estereotipos y exigencias de la sociedad, cultura e idiosincrasia del individuo. Entonces podríamos concluir que existe una mente donde una pequeña parte de ella, que es el “ego” ha tomado el mando y control del hombre… y el alma se ha identificado con ella.

La palabra perdida o el ser perdido y el buscador que en apariencia son dos, en realidad solo son una sola “cosa” y Quien busca la palabra perdida es el mismo que dificulta encontrarla. El ego en su deseo de importancia y perfección se encamina hacia el alma que en el proceso va despertando de su letargo absorbiendo cada vez más al ego. 

“En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres, La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella” (1)

¿Se Debe entender que el verbo o la palabra perdida que dio origen al universo, era Cristo, el cual, era con Dios antes de la creación del universo, y era Dios por ser parte de la esencia y naturaleza del Dios Único?... ¿Estamos hablando de la materia o esencia primigenia con que todo fue hecho? o ¿De la consciencia que ya venía implícita en la materia primordial?... ¿Consciencia? ¿Lucifer el portador de la luz?..“In splendóribus sanctórum, ex útero ante lucíferum génui te” (3).

“El Místico debe encontrar la palabra perdida, el verbo creador, que es él mismo. Es decir su entidad verdadera”… Su propia alma que simbólicamente es la Rosa con sus 22 pétalos en medio de la Cruz. El Cristo clavado en el madero Cruciforme del cuerpo material de todo ser humano.

El pelicano otro símbolo Crístico del alma. Es una Ave marina que se adentra en lo profundo del mar de la materia, para alimentarse con su producto de experiencias, enriqueciendo su propia sangre, que al desgarrarse el pecho, alimenta con ella a sus siete polluelos, Las siete iglesias, Los siete chakras, Los siete Sephiroth del universo manifiesto… Entonces la palabra perdida no es el “ego”, sino el alma de todo ser humano que confundida por el velo de la materia cree ser el ego, pero que aún así, prevalece como una entidad única como una pequeña llama en medio de la oscuridad de la materia.

“La palabra perdida o el verbo creador, somos nosotros mismos, nuestra entidad verdadera, y para encontrar esa palabra, necesario es ponernos en contacto, recogerse, reconcentrarse en el santuario de nuestro fuero interno. Debemos practicar diariamente para iniciarnos en las practicas psíquicas que, un día nos conducirán al fin deseado” (2).

Para lograr lo anterior, debemos iniciar por observarnos y descubrirnos a nosotros mismos. Distinguir entre nuestros deseos y lo que realmente queremos. El hombre es consciente de la presencia de sus deseos, pero no de su origen. Navegamos en medio de un mar embravecido por fuertes corrientes que emergen desde el inconsciente impulsados por la fuerza de nuestras pulsiones básicas… A la mente como a nuestras fuerzas instintivas no debemos amordazarlas, sino educarlas y ser “sanamente” congruentes entre nuestra realidad física y nuestros valores morales y espirituales.

La palabra perdida, es nuestro propio “yo” que se ha extraviado en los bosques de la ilusión de Maya. Es el alma que se ha confundido con el “ego” y ha perdido temporalmente su identidad original. Encontrarla no es posible hacerlo por medio de palabras, ni tampoco por esfuerzo ajeno a nosotros mismos.

La meditación es un sendero interior que el meditante debe recorrer como una plegaria silenciosa y viviente que se eleva hasta la parte más espiritual y divina de él mismo que a la vez lo trasciende hacia el cósmico. 

El meditante debe tener siempre ubicado el puerto de donde ha partido, conocer en donde se encuentra actualmente, y saber hacia dónde pretende llegar.

El sendero interior que conduce al alma, es el mismo que conduce a nuestro propio dios personal y nos acerca al Dios único del universo. El alma forma parte de la naturaleza de Dios y es la fuerza vibratoria que transmite movimiento de vida, y luz de consciencia en el hombre.

Cualquier evento o acto que se dé en cualquier parte del cosmos, afecta en distinto grado y manifestación el resto del universo, de igual modo, La evolución del hombre no puede quedarse en él mismo, sino que se extiende a través de la mente universal hacia los dioses o fuerzas que nos crearon y aún más allá de nuestro entendimiento. 

Dioses y Universo están comprometidos en un proyecto llamado “HUMANIDAD”, El hombre es su creación y lo cuidan afanosamente como su hijo que es, esperando recibir los frutos de su inversión en la vuelta de retorno… La multiplicidad es aparente, el uno es el todo.

La divinidad es perfección, El hombre no es divino porque es imperfecto, pero es perfectible.

“Corpus et Sanguis Dómini nostri Iesu Christi custódiat ánimam meam in vitam aeternam” (4)
Pax Vobiscum.

Lázaharo Hael,’,

Nota: 

El presente, son, reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden. 
No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.
 
Glosario:

1) La Biblia Reina Valera.- Jn 1:1 A diferencia de los otros evangelios que comienzan con el Jesús histórico, Juan comienza con el Cristo cósmico, a quien designa con el término griego Verbo (Logos, Palabra).
2) Preguntas y Respuestas de los Grs. 15º al 18º.- Supremo Consejo de México del R,’, E,’, A,’, L,’, A,’,
3) In splendóribus sanctórum, ex útero ante lucíferum génui te.- Entre resplandores de santidad, antes del lucero de la mañana, de mis entrañas te engendré.
4) Corpus et Sanguis Dómini nostri Iesu Christi custódiat ánimam meam in vitam aeternam.- El cuerpo y la sangre de nuestro señor JesúsCristo guarde mi alma para la vida eterna.

Palabra perdida.- Debiera decirse “palabras perdidas” y secretos perdidos, en general, porque aquello que se ha llamado “Palabra” perdida, no es palabra en manera alguna, como en el caso del Nombre inefable. (Véase esta palabra). El Grado del Arco Real de la masonería ha estado en “busca de ella” desde que se fundó. Pero los “muertos”, especialmente los matados, no hablan; y aun cuando “el Hijo de la Viuda” volviese a la vida “materializada”, difícilmente podría revelar lo que jamás existió en la forma en que ahora se enseña. El Shemhamphorash (el nombre separado, mediante cuyo poder Jeshu Ben Pandira, segun dicen sus detractores, obró sus milagros después de haberlo robado del Templo), sea derivado o no de la “substancia existente por sí misma” del Tetragrammaton, jamás puede substituir el Logos perdido de la magia divina. [Siglos depués de nuestra era, los iniciados de los templos interiores y los mathams (comunidades monásticas) elegían un consejo superior presidido por un todopoderoso Brahmâtmâ, jefe supremo de todos estos mahâtmâs, único guardián de la mística fórmula y el único que podía explicar la significación de la sagrada palabra AUM y la de todos los ritos y símbolos religiosos. Pero existía y existe aun hoy día una Palabra que supera mucho al misterioso monosílabo y que hace casi igual a Brahma a aquel que está en posesión de su clave. Los Brahmâtmâs son los únicos que poseen esta clave, y sabemos que en el Sur de la India hay actualmente dos grandes Iniciados que la poseen, y sólo pueden transmitirla en la hora de la muerte, porque es la “Palabra perdida”. Ningun tormento, ningun poder humano podrían obligar a ningun brahmán que la conozca, a revelar un secreto que tan bien guardado está en el Tibet. (Doctr. Secr., III, 411-412). Con mucha razón decía el vidente Swedenborg: “Busca la Palabra perdida entre los Hierofantes de la Tartaria, de la China y del Tibet”.] (G.T. H.P.B.)

domingo, 29 de enero de 2017

¿Como salir del laberinto?

¿Como salir del laberinto?
José María Villa.


Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontraremos y lo perderemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía...
Jorge Luis Borges

Cuentan las antiguas leyendas que en todas las culturas han habido laberintos en los que los más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Los laberintos representan las dificultades de nuestra vida, con su búsqueda permanente, sus avances y retrocesos y las dificultades que debemos afrontar hasta llegar a lo que creemos es el objetivo.

Por eso, es una figura que está presente en todas las civilizaciones, aun en las mas antiguas, podemos encontrarlos en las espirales y laberintos megalíticos de la prehistoria, en el zigurat babilónico, en los laberintos de las catedrales góticas, en los diseños de nudos de Durero y Leonardo Da Vinci, en el hilo del rosario (sea este árabe, hindú o cristiano), en la Caverna de Platón, en la escalera de Jacob, en el Vía Crucis de los católicos.

En términos generales, "el laberinto" es símbolo de un sistema de defensa de algo precioso o sagrado, que se encuentra en el centro, a donde hay que llegar atravesando puertas, subiendo escaleras, recorriendo galerías, a través de pasillos con muros que impiden el paso. Son las dificultades de la vida.

La espiral, como estructura característica de los laberintos, simboliza tanto el camino evolutivo (en su sentido de desarrollo gradual), como un portal a otras dimensiones u otras vidas. Generalmente creemos que nuestro desarrollo es sólo evolutivo como en la escuela o las etapas de la vida desde niño hasta viejo y no creemos que podemos llegar a atravesar el portal del tiempo.

Todos los obstáculos que se encuentran en el recorrido son los avatares de la vida con sus ilusiones y callejones sin salida. El recorrido es la posibilidad de transformación. El laberinto conduce al interior de uno mismo, donde reside lo más oculto del ser humano. Ese sería nuestro primer objetivo. Como estaba escrito en el templo de Apolo en Delfos: "Conócete a ti mismo".

El premio está reservado al iniciado, aquel que ha realizado un crecimiento personal a través de un proceso de reflexión, de búsqueda interior, de esclarecimiento desarrollado metódicamente, mediante un itinerario de preguntas y respuestas, el desempeño de situaciones y roles, y las responsabilidades que ello implican.

Es necesario observarse en esa situación e ir aprendiendo sobre el comportamiento en diversas circunstancias, muchas veces es necesaria la mirada y el comentario de un tercero, preferentemente un terapeuta o alguien con experiencia.

El símbolo del laberinto está asociado a los rituales de iniciación.

La iniciación a diferencia de la educación que es un proceso evolutivo y racional, está dirigida a la intuición y al instinto, lo que permite tener acceso al conocimiento de uno mismo, que de otro modo es imposible, ya que no se puede acceder al inconsciente desde la razón.

Para ello es necesario aprender a pensar, a razonar por nosotros mismos y luego a creer en lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos. El problema es que para hacer eso debemos cambiar la metodología que nos han enseñado desde pequeños, que consiste en primero creer en lo que nos enseñan... y luego... a razonar sobre lo que hemos creído. La escuela tradicional, no enseña el pensamiento crítico. Nos felicitan si aprendemos de memoria lo que nos dicen y somos capaces de repetirlo. 

Una vez que llegamos a conocernos realmente y superadas esas pruebas, llegamos al centro y allí nuestra naturaleza más elevada debe vencer al Minotauro, que es una metáfora de todos los miedos, y que simboliza nuestros instintos más primitivos, recién entonces estaremos en condiciones de obtener el tesoro que buscábamos.

Para las culturas respectivas aquel que ingresa al Laberinto es un héroe. Llamese Hércules, Teseo, Dante, Jasón, Eneas, Osiris, Jacob, Gilgamesh u Orfeo.

Puede parecer que el mayor desafío en el laberinto sea el de encontrar el centro. Pero quizás lo mas difícil sea salir del laberinto para aplicar lo logrado en la vida cotidiana. Esa es la prueba donde fracasan muchos. Generalmente porque están cómodos y no quieren salir de esa zona de confort para enfrentarse al mundo. La fascinación de querer permanecer en la espiral es un riesgo siempre latente.

En el mito Griego, el ejemplo arquetípico es el de Teseo, quien promete a Ariadna (Hija del Rey Minos) que, si logra vencer al Minotauro, la llevará a Atenas y se casará con ella. Ilusionada ante esta promesa, la princesa entrega a Teseo un ovillo mágico que permitía transitar por su interior sin perderse y ella se queda a la entrada del laberinto sujetando el otro extremo; él se interna en el laberinto, mata al monstruo y siguiendo el hilo lo mantenía unido a Ariadna sale para reencontrarse con su amada a quien poco después abandona mientras ella duerme, en un acto de cobardía.

El mismo hilo que permite al héroe entrar y salir del laberinto lo ata después a su salvadora; él rompe esa atadura cuando abandona a Ariadna y huye en silencio rumbo hacia el futuro que le depara su destino de héroe trágico pues, no podía saber que del otro lado del laberinto estaba el otro laberinto, el del tiempo, del que no pudo escapar. El héroe ha fracasado. 

Una vez que se tiene el conocimiento. El conocimiento es exigencia. No es para disfrutar. Es para compartir con otros aquí en la tierra, la tarea que uno aprendió como útil para la humanidad. Ese es el sendero.

Lo extraño es que algunos siguen tomando a Teseo como a modelo seguir, y se vanaglorian de lograr sus objetivos solos, a cualquier precio, perjudicando a otros y no cumpliendo los acuerdos.

La que si tuvo éxito en escapar de los laberintos fue Ariadna, pero sólo después de conocerse a sí misma, y lograr construir y desplegar su identidad.

Pocos hacen hincapié en esta parte de la historia, para ellos el que entró y salió del laberinto fue Teseo, y si bien fracasa allí termina la historia. Pero la historia continúa con una mujer Ariadna, que no es una heroina y sin embargo logra el objetivo y tiene un final feliz.

Ariadna se transmuta a partir del encuentro con Dionisos1, el dios del vino y del éxtasis místico. Después de ser abandonada por Teseo, Ariadna es cortejada por Dionisos y se convierte en su esposa.

Dionisos es el dios transgresor que da paso a lo inesperado, rompe la monotonía y posibilita el surgimiento de lo que había permanecido oculto y reprimido. Por medio de la fiesta y la embriaguez Dionisos nos separa de la línea recta que conduce inexorablemente hacia la muerte, rompe el tiempo lineal y le da al ser humano un nuevo hilo cuya longitud no está sometida a la vara de medir de las Moiras, sino que es el ovillo mágico de su esposa Ariadna, ese hilo interminable que permite desviarse del destino preestablecido y transitar infinitas veces por el laberinto de lo incierto, lo desconocido y lo inconsciente.

Dionisos es la divinidad que reúne y conecta, que lleva a cabo la síntesis de lo heterogéneo.

En la unión de Dionisos y Ariadna hay un intercambio mutuo, él toma el hilo que ella le tiende y llega hasta el centro del laberinto, y ella, que creía conocer el laberinto, se interna otra vez en él con una nueva mirada, propiciada por la conexión entre distintos mundos que Dionisos le muestra y comparte con ella. Ambos se enriquecen con la mirada del otro. Ambos crecen.

Junto a Dionisos, «Ariadna ya no es el alma que aguarda fuera del laberinto mientras otro entra». Es ella misma quien transita todos los laberintos, intenta descifrarlos, darle sentido y vencer a todos los monstruos, que son metáfora de todos los miedos. Ariadna nos recuerda, que el conocimiento profundo de las cosas siempre implica una cierta audacia, pues requiere ir más allá de lo establecido. Y también nos recuerda que es bueno aprender de la mirada del otro, que la necesitamos para comparar y aprender. Allí esta el camino. Primero desaprender, apartarse del camino tradicional, escuchar al otro, al vecino, al amigo, a los mas cercanos, a los seres queridos.

Según el relato mitológico Ariadna muere poco después de su boda con Dionisos, pero el desconsuelo de éste es tan grande que su padre, Zeus, intercede para que Dionisos descienda al mundo subterráneo y rescate a su esposa, que de este modo recibe la inmortalidad. De nuevo el ovillo de Ariadna funciona como un talismán que conecta los dos mundos y le permite adentrarse en la región de Hades y regresar después al mundo de los vivos, saliendo así de un laberinto, el de la muerte, del que muy pocos regresan. Allí donde fracasó Teseo (porque sólo resolvió el tema de está existencia), triunfa Ariana, gracias a que con sus excesos fue más allá de los límites establecidos.
¿Pero cuál es en realidad ese Hilo de Ariadna?

Usaré una metáfora, si bien alejada de la realidad nos será útil. Imaginemos que retrocedemos en el tiempo y que en pocos segundos pasamos de la vejez a la madurez, de la juventud a la niñez, del parto al feto y de éste al embrión. Cada una de estas etapas de vida son distintas modalidades existenciales o manifestaciones de un mismo ser ("espíritu") y todas ellas están unidas por un hilo invisible, a través del tiempo y del espacio, que nos permite conservar nuestra identidad.

Ese hilo somos nosotros mismos. Ahora bien, si nos pudiéramos remontar a otras modalidades o estados, de ese mismo espíritu, pero anteriores al embrión, tendremos entonces la trama genealógica. Si seguimos hasta el final nos encontraremos lógicamente con el espíritu (Ser) propiamente dicho, origen de las modalidades recorridas.

Genealógicas sí, pero ontogenéticas y no filogenéticas. Es decir que no son antepasados (padres, abuelos, etc) sino el mismo Ser ("espíritu") en anteriores manifestaciones existenciales (no se debe confundir a esto con la "reencarnación").

Hemos reunido lo disperso, lo manifestado, de nuestro ser. Nos hemos reintegrado a la fuente de nuestras múltiples existencias. Recorriendo este sendero en sentido inverso, o sea desde el espíritu hacia nuestro actual estado humano.


Bibliografía 
Los Mitos Griegos - Robert Graves
La Ciencia Secreta de los Mapuches - Aukanaw

Notas

1) Dionisos representa la promesa de reunificación de lo disperso porque, según el relato mitológico, cuando era niño fue despedazado por los Titanes y Rea, su abuela, reunió los fragmentos y consiguió hacer revivir a Dionisos y devolverle a su figura primitiva.
2) En el antiguo Egipto, el laberinto era el camino sinuoso que tomaban los muertos en su viaje de la muerte a la resurrección, guiados por Isis. Se tallaron laberintos sobre rocas españolas, inglesas y rusas, se dispusieron como mosaicos en el pavimento de las catedrales francesas (generalmente cerca del baptisterio) y se utilizaron en la decoración de templos indios y de las mezquitas paquistaníes.

Algunos autores interpretan los laberintos como un emblema del camino hacia Jerusalén; otros creen que servían para efectuar peregrinaciones, recorriendo los fieles descalzos o de rodillas, las líneas marcadas en el suelo en compensación de alguna ofrenda de peregrinación que por cualquier causa no pudieran realizar.

Un buen ejemplo de esto lo encontramos en el laberinto de Chartres, cuya longitud es de 260 metros, al igual que el camino que realizó Jesucristo desde la corte hasta el Gólgota, y cuyo centro simboliza a Jerusalén.

Pero una de las más importantes significaciones del símbolo del laberinto está asociado a los rituales de iniciación. Por lo tanto, el laberinto es el símbolo que representa la búsqueda del centro personal, del sí mismo del ser humano. Para el encuentro de tan preciado hallazgo, se requiere de un ritual iniciático que implica la superación, en distintas etapas, de una prueba.

Durante la Edad Media, el laberinto está fuertemente relacionado con el duro camino de los creyentes hacia Dios, el recorrido tortuoso de los caminos enredados y difíciles hasta hallar el centro simbolizaban la participación en los sufrimientos de Cristo en la cruz. El camino del laberinto es el peregrinaje, es la muerte al hombre antiguo, pecador. El hallazgo del centro representa el "Renacer".

En el Renacimiento el ser humano se convierte en el centro del laberinto, como reflejo de las enseñanzas humanistas antropocéntricas.

http://josemariavilla.blogspot.pe/2016/06/como-salir-del-laberinto.html

sábado, 28 de enero de 2017

La relatividad del tiempo y el espacio

La relatividad del tiempo y el espacio

Una de las teorías más impactantes de la época moderna, si no la más, fue la teoría de la relatividad de Einstein por la cual, digamos, que todo pasó a ser relativo. Básicamente, la idea esencial de ambas teorías es que dos observadores que se mueven relativamente uno al lado del otro con distinta velocidad, (si la diferencia es mucho menor que la velocidad de la luz, no resulta apreciable), a menudo obtendrán diferentes medidas del tiempo (intervalos de tiempo) y el espacio (distancias) para describir las mismas series de eventos. Es decir, la percepción del espacio y el tiempo depende del estado de movimiento del observador o es relativa al observador.
Pero en esta entrada no voy a hablar de física ni nada raro, sino que abordaremos el tema desde otros puntos de vista que nos llevarán a la misma conclusión. Con esto quiero poner a la vista de todos, que muchos conceptos hoy en día aceptados por la física moderna, por la comunidad científica fueron tratados muchos años o siglos antes por los llamados herméticos llegando a conclusiones similares
La ciencia Hermética afirma y afirmó siempre que el tiempo es un invento mental, nuestra mente ve el tiempo de una u otra manera según el interés.
En primer lugar debemos tener en cuenta que el tiempo, es un concepto global que escapa a nuestro control. El dia se divide en 24 horas porque hemos querido que fuera así. Lo único que sabemos con seguridad es que tras el día viene la noche, pero nada nos impide subdividir el espacio o tiempo entre uno u otro en 12, 15 o 30 partes. Por lo que el concepto de hora es relativo y lo hemos creado nosotros mismo. Si hubiésemos dividido el día en 48 partes, cada hora duraría realmente la mitad de lo que hoy entendemos por una hora. En otras palabras, para el sistema actual habría pasado media hora pero para alguien que usase el otro sistema sería una hora. Sin embargo, el tiempo real sería el mismo para los dos.
Por otro lado, el cerebro no posee tampoco un concepto del tiempo real. El ejemplo más claro es el siguiente:
  • Usted va al cine a ver una película que le encanta, esta dura una hora y media o más, pero el tiempo parece volar, a usted le da la  impresión de que han sido minutos.
  • Usted va al cine a ver una película que le aburre, esta dura una hora y media o más, pero el tiempo parece no pasar, a usted le da la  impresión de que han sido meses.
En otras palabras, aunque a pasado el mismo tiempo, a usted no le parece que haya sido el mismo. Su cerebro acorta el tiempo cuando hace algo que le agrada y lo alarga cuando hace algo que no desea. El concepto de tiempo, para su cerebro es, pues, relativo.
¿y que pasa con el Espacio?
Pues más o menos lo mismo. Imaginemos que usted sale de casa y debe ir a un lugar que dista tres kilómetros de ella. Todo el trayecto lo realiza usted por al arcén de una carretera que no tiene nada que ofrecerle a la vista. Estes tres kilómetros le parecerán larguísimos.
Pero resulta que otro día usted va por otro camino alternativo, puede que incluso más largo y que le lleve más tiempo, pero usted camina por medio de un maravilloso bosque, con los pájaros cantando, con el viento ululando suavemente y el sonido de la hojas al mecerse. Usted está realmente disfrutando de su caminata. Al final llega a su destino y este le parece que ha quedado muy cerca, usted esta deseando caminar más.
En cierto modo, el espacio también es relativo. Su cerebro se comporta de manera similar a como lo hace con el tiempo. Cuando el viaje es agradable la distancia parece no tener importancia. Cuando el viaje es monótono, el destino parece no llegar nunca.
Resumiendo mis pensamientos.
Que el tiempo y el espacio es relativo ha sido demostrado científicamente por Einstein; pero el concepto o la percepción de que esto es así ya lo poseía el hombre mucho antes. De hecho, si ustedes estudian las creencias herméticas y, mas recientemente, conceptos Rosacruces sobre el tema, comprobarán que les están hablando de lo mismo pero sin tantas demostraciones científicas.
No afirmo aquí que todo el esoterismo sea cierto y verdad; pero lo que si afirmo es que deberíamos prestar más atención a lo que dicen estas creencias milenarias y máximo cuando algunas de sus teorías, con el pasar del tiempo, se han demostrado como verdaderas.
Esto es todo por hoy y como siempreInvestiguen y aprendan, no den nada por definitivo, es la única manera de alcanzar la Luz.
http://iluminando.org/2010/10/30/la-relatividad-del-tiempo-y-el-espacio/

viernes, 27 de enero de 2017

SIMBOLOGIA DE TODOS LOS GRADOS MASONICOS

SIMBOLOGIA DE TODOS LOS GRADOS MASONICOS


Grado 1 - Aprendiz

Grado 4

Grado 2 - Compañero


Grado 3 - Maestro


Grado 4 - Caballero Secreto


Grado 5 - Maestro Perfecto


Grado 6 - Secretario Intimo


Grado 7 - Preboste y Juez


Grado 8 - Intendente de la Construcción


Grado 9 - Maestro Elegido de los "9"


Grado 10 - Maestro Elegido de los "15"


Grado 11 - Sublime Caballero Elegido


Grado 12 - Gran Maestro Arquitecto


Grado 13 - Arco Real


Grado 14 - Gran Escocés de la Bóveda Real


Grado 15 - Caballero de Oriente


Grado 16 - Príncipe de Jerusalém


Grado 17 - Caballero de Oriente y Occidente


Grado 18 - Soberano Príncipe Rosacruz


Grado 19 - Gran Pontífice ó Sublime Escocés


Grado 20 - Venerable Maestro de Todas las Logias


Grado 21 - Noaquita ó Caballero Prusiano


Grado 22 - Caballero del Hacha Real


Grado 23 - Jefe del Tabernáculo


Grado 24 - Príncipe del Tabernáculo


Grado 25 - Caballero de la Serpiente de Bronce


Grado 26 - Príncipe de la Misericordia


Grado 27 - Soberano Comendador del Templo


Grado 28 - Caballero del Sol


Grado 29 - Gran Escocés de San Andrés


Grado 30 - Caballero Kadosh


Grado 31 - Gran Inquisidor


Grado 32 - Soberano Príncipe del Secreto Real


Grado 33 - Soberano Gran Comendador

http://www.hermanosmasones.info/simbologia.htm

jueves, 26 de enero de 2017

LA HUMILDAD DEL CABALLERO ROSACRUZ

LA HUMILDAD DEL CABALLERO ROSACRUZ 18° ”
Lazaro Hael


Prologo.

“Cuantos hombres de precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar más sobre los demás”.- Friedrich Nietzsche.

“La vanidad, es el pecado preferido de satanás (1), como el deseo de ser reconocido y admirado es uno de los grandes males del hombre”.

“ LA HUMILDAD DEL CABALLERO ROSACRUZ 18° ”

La liturgia del Grado 18 Caballero Rosacruz de la Masonería Escocesa, menciona al existencia de una mente y consciencia universal, en la cual está imbíbita la mente y consciencia de un ser o maestro interior que es el alma que todo ser humano posee, y que no es exactamente el ser ordinariamente consciente humano. Como también menciona la existencia de una iniciación trascendental que no es posible adquirirla en templos materiales ni otorgada por ningún ser humano. La liturgia indica a la “concentración y meditación” como uno de los caminos para retornar a nuestra divina esencia y regresando conscientemente por medio de nuestro maestro interior a la consciencia universal.

La mente humana le gusta correr como un potro salvaje a donde desee, además, pedirle que se abstenga de pensar para entrar en un proceso receptivo por algún tiempo apreciable, es difícil al principio, porque por todos los medios tratara de generar ideas.

El ego que en la ciencia llamada psicología le llaman el “yo”, es esa parte de nuestra mente que fue formada o entrenada para relacionarnos con el mundo circundante y asegurar de algún modo nuestra supervivencia. En misticismo el ego no es exactamente el verdadero “yo”, sino que éste último es el alma o maestro interior. Al ego le gusta ser el centro de toda acción en nuestras vidas, lo es cuando nos va bien o mal, y cuando ninguna de estas dos situaciones se dan, procura generar alguna. El ego viene siendo el “Guardián del Umbral”, el “Terrible” en la iniciación Masónica del primer grado, que a pesar de no poder tocarlo físicamente, trata de impedirle de algún modo el paso al iniciante. Este viene siendo simbólicamente el “Kerubin” que custodia el Jardín del Edén con espada flamígera en mano y al que Adán debe vencer arrebatándole la espada para abrir el “Libro Apocalíptico de los Siete Sellos”, Es “Satán” (El Opositor) que tienta Jesús para evitar se convierta en Cristo. Es “Mara” (El Tentador) que tienta a Buda para evitar que alcance el estado de “Iluminado”.

Callar nuestra mente y ego es el reto para adentrarnos en nuestro propio mundo interior, que es el templo donde deberemos buscar nuestra propia iniciación trascendental por medio de la “concentración y meditación”. Los Católicos Romanos, los Budistas e Islamistas sin algunos saberlo, utilizan el rosario para centrar su mente y alejarla del mundo exterior. Otros recitan monotonamente “mantras” o los nombres sagrados de sus dioses. Algunos más particulares, manejan ritmos respiratorios o fijan su atención en ellos. Los rituales o ceremoniales contienen también la intención de fijar la mente de los participantes en la esencia o espíritu de ellos. Todas son herramientas para alcanzar un estado de consciencia libre de las exigencias del mundo exterior, y adentrarnos en los mundos divinos interiores en un estado de consciencia espiritual. 

Interpretar alguna melodía con un algún violín con solo estudiar algún manual al respecto, es una ilusión. De igual modo estudiar y comprender intelectualmente las enseñanzas Rosacrucianas es la mitad del sendero, la maestría se alcanza a través de la práctica constante y permanente.

Existen varios tipos de Masones, algunos ingresan buscando algún poder que alague su ego o les facilite algún trabajo en el mundo profano, gran quimera. Otros buscan el conocimiento intelectual, otros simplemente se sienten confortables por la fraternidad, y según mi experiencia personal, pocos son los que se adentran en la práctica real del misticismo o arte real de la Masonería escocesa. Algunas personas de noble corazón, se inclinan por la filantropía y el altruismo, y eso es bueno, pero esto solo forma una parte del Arte Real de la Masonería.

La humildad del Caballero Rosacruz, no tiene nada que ver con la mansedumbre, sometimiento o cualquier cosa que se asemeje con la debilidad. Para alcanzar la humildad mística se requiere fuerza de voluntad, carácter, y determinación. Salomón, Abraham, Moisés, Juan el Bautista, María, Ester, Rut, o Jesús el Cristo entre muchos más, jamás ninguno de ellos fueron débiles, sometidos o mansos, y sin embargo alcanzaron la humildad que les permitió escuchar la voz de su Maestro interior y a su Dios. Porque nadie escucha a su Dios sino es a través de su propio maestro interior, porque como lo dice la liturgia, el maestro interior de cada persona, vive imbíbita en la consciencia cósmica o universal.

El silencio es el sostenedor de las palabras. No es posible escuchar a nadie si nosotros no paramos de hablar mental u oralmente, y aunque la meditación tiene una parte activa y otra pasiva, su núcleo principal es escuchar, de ahí la frase que dice: “Orar es hablarle a Dios. Meditar es escucharlo”. No es posible alcanzar el “silencio interior” mientras no eduquemos a nuestra mente y ego. Debemos educar no reprimir ni eliminar al ego, porque en el momento que lo intentemos, lo fortaleceremos al brindarle atención, por lo cual es menester inhibirlo y educarlo.

El conocimiento intelectual te lleva hasta las puertas del templo, hasta ahí te puede acompañar tu hierofante, a ti te corresponde traspasar las puertas de la iniciación transcendental, y recorrer con tus propios pies el sendero interior que separa el poniente del oriente, y presentarte ante el Sumo Maestro por el cual has de alcanzar la iniciación trascendental de la que habla nuestra liturgia del Gr. 18 Príncipe y Caballero Rosacruz.

La meditación debe tener una intención utilitaria hacia el resto de la humanidad, cuando se pretende meditar con un beneficio exclusivamente personal, deja de ser un acto espiritual y se convierte en un acto egoísta. El masón trabaja sobre sí mismo al servir a la humanidad, porque es solo a través del trabajo constante que se convierte el conocimiento intelectual en maestría. 

Los grados del arte real de la Masonería Escocesa, son grados de consciencia alcanzados, y el sendero para lograr este propósito es la meditación, alcanzando estados de consciencia donde se experimente “en” y “por” uno mismo lo que es el ser humano, la humanidad, y ¿Porque no? La mente y consciencia universal como lo indica nuestra liturgia del Gr. 18.

Uno de los pilares fundamentales de la Masonería actual, es la fraternidad, Busca Caballero Rosacruz experimentar más allá de las palabras, ese sentimiento y estado de consciencia que es la fraternidad, y si la alcanzas, hazla extensiva hacia tus seres más cercanos, y extiéndelo hasta donde te sea posible, experimenta en consciencia en toda la humanidad.

Tú formas parte de la humanidad, como la humanidad forma parte de la tierra y el universo entero, todo se resume en la unidad, todo lo que hagas afectara al resto de la creación, no existe nada separado de ti como tu formas parte del universo entero, la conciencia cósmica o universal que menciona la liturgia del Caballero Rosacruz. Cuando San Pablo alcanzo este grado de consciencia universal dijo: “Ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí’ (Gál 2, 20)… Cosa difícil pero no imposible, y si el presente no es cierto, hay que revisar y modificar nuestras liturgias que así lo afirman.

¡Oh Caballero Rosacruz!, ¡Oh Caballero Kadosh! Adéntrate en tu santuario interior, medita y trabaja, pero antes de poner un pie en su interior, lava tus pies de todo polvo del ego, vicios y pasiones terrenales.

Como escuchar a tu Dios interior y al Dios cósmico, si tu ego no para de hablar, alabándote o llenándote de rencor y resentimiento hacia los demás. Calla y escucha con humildad la voz insonora de tu propio Dios, que no es otra cosa que una extensión del Dios Universal.

“Querer, Saber, Osar, y Callar”
“Fe, Esperanza, y Caridad”
“Pax Vobiscum”

Lázaharo Hael,’,

Nota:
Palabras, símbolos y alegorías no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ella.
El presente son reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.

Bibliografía:
Liturgia Gr.18 Caballero Rosacruz.- R,’, E,’, A,’, A,’,.
(1). – Satán o Satanás.- Esta palabra, aparentemente, proviene del arameo, que quiere decir Adversario u opositor. En los inicios, esta palabra no tenía connotación religiosa, y se refería a todo aquello que era un obstáculo o dificultad para avanzar. Otros escritores dicen que tal palabra proviene del árabe “Shaitan”.

miércoles, 25 de enero de 2017

La Masoneria no nació en 1717

La Masoneria no nació en 1717
(Apartes tomados del libro Masoneria, historia e iniciación de Christian Jacq)

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El año 1717 es una fecha sagrada para muchos masones. Aquel año, el 24 de junio exactamente, algunos de ellos pertenecientes a cuatro logias londinenses se reúnen en una asamblea que pretenden que sea solemne. Esas logias tenían la costumbre de trabajar en tabernas de evocadores nombres: La oca y la parrilla, El manzano, La corona y El cubilete y las uvas. La asamblea general se celebró en La oca y la parrilla.

Aquel 24 de junio de 1717, los escasos hermanos reunidos eligen a mano alzada a un gran maestro, Anthony Sayer. Crean una jurisdicción cuya soberanía va a extenderse a todas las logias del mundo y definen la nueva Gran Logia de Inglaterra como la «logiamadre» de todas las demás; en adelante, ella concederá o no la «regularidad».

Antes, las células de constructores sólo dependían de sí mismas; las grandes logias, como la de Estrasburgo, no tenían poderes especiales.

Sin ninguna duda, aquella jornada fue muy importante en la historia del siglo XVIII y, más aún, en la de la masonería.

Por primera vez, un poder legislativo impone decisiones por iniciativa propia; aunque sus comienzos fueran modestos, pronto adquirió una considerable importancia y la Gran Logia Unida de Inglaterra es, hoy todavía., la institución central que «reconoce» o no «reconoce» las obediencias o asociaciones nacionales.

¿Cómo se había llegado a eso? Muchas explicaciones se propusieron. Se habló de la nueva idea de tolerancia que iba a florecer durante los siguientes decenios. Pero eso no se adecua a esta toma autoritaria de poder. Se evocó también la prodigiosa reputación de las cofradías de constructores: en una época en la que la libertad de reunión estaba muy restringida, la masonería se presentaba como el único centro donde unos hombres de buena voluntad podían reunirse para intercambiar consideraciones con toda tranquilidad. Eso no explica tampoco la voluntad de “Centralización» de los masones in-

Nuestra opinión es que la fundación de esa Gran Logia es la ineluctable culminación de un período de la historia.

En 1702, Christopher Wren, el último gran maestro de la antigua masonería, se retira. Wren era un arquitecto, un albañil o masón «operativo»; por desgracia, sus construcciones no tenían ya la calidad de las realizadas por sus predecesores. El ideal que animaba a los canteros de la Edad Media había desaparecido desde hacía mucho tiempo y el arquitecto iba convirtiéndose, poco a poco, en un funcionario indiferente al esoterismo y al simbolismo.

Insistamos en un hecho que no ha llamado demasiado la atención de los historiadores masónicos: en 1717 nace la masonería «especulativa». En 1707, diez años antes, la Dieta imperial daba a conocer un decreto que suprimía la autoridad de la Gran Logia de Estrasburgo sobre las logias de masones alemanes. En 1731 y en 1732 dos nuevos decretos declaran ilegales las cofradías de constructores.

Precisamente cuando los intelectuales toman en sus manos el destino de la masonería, sus verdaderos fundadores, los compañeros constructores, se ven obligados a entrar en una semiclandestinidad porque la civilización occidental no comprende ya su mensaje.

Todo el drama estriba en esta contradicción; quienes construyen realmente y detentan la tradición iniciática de Occidente no tienen voz en el capítulo. Christopher Wren no podía defender su ideal; asistió de lejos y sin decir nada a la fundación de la Gran Logia de Inglaterra.

El antiguo mundo masónico desaparece, la nueva masonería emprende el vuelo. Un vuelo tal que cierto número de historiadores, masones o no, borrarán los siglos precedentes y harán que la historia de la orden comience en 1717.

Pocas veces una revolución tuvo tanta influencia. Los masones reunidos en Londres no tenían conciencia de ello. Sufriendo el determinismo de su época, concretizaron sencillamente una situación dada.

No puede disociarse la fundación de la Gran Logia inglesa de las nuevas Constituciones aparecidas en 1723. Dos hombres desempeñaron un papel decisivo en esta empresa: el pastor Jean Théophile Désaguliers y el pastor Anderson. Nacido en La Rochelle en 1683, Désaguliers fue, en 1719, el tercer gran maestro de la Gran Logia de Inglaterra. Puesto que su familia se estableció en este país, cursó sus estudios en Oxford y se convirtió en profesor de filosofía y de ciencias experimentales. Miembro de la Royal Society y amigo de Newton, ese austero personaje a quien, sin embargo, le gustaba banquetear con sus hermanos, fue probablemente el cerebro pensante que decidió la puesta en marcha de Constituciones renovadas. Su cultura y su estado de ánimo le llevaban a abogar por la tolerancia contra las doctrinas papistas; deseaba también desprenderse del materialismo ambiental y no ceder a las críticas racionales que desnaturalizaban la idea de Dios.

El pastor Anderson nació en 1684. Le gustaba mucho escribir y se entregaba con pasión a la investigación histórica. Los juicios que han hecho sobre él los historiadores van de un extremo a otro; para unos, era un gran iniciado que sabía perfectamente lo que hacía, como demostraría una alusión de su texto a Thule, el extremo septentrional de nuestro mundo donde, según antiquísimas leyendas, habría aparecido por primera vez la vida. Según otros, Anderson era un personaje insulso, la sombra obediente y ciega de Désaguliers. Se habría limitado a tomar la pluma y escribir las frases que se le dictaban.

A falta de pruebas, es imposible adoptar una u otra posición. Detalle curioso: sólo doce hermanos asistieron a las exequias de Anderson, muerto en 1739.

¿Desconsideración o número simbólico? Lo ignoramos. No estamos mejor informados sobre cómo fueron redactadas las famosas Constituciones. Esquematizando, predominan tres teorías; o Anderson es su único autor;o Désaguhers es el verdadero autor y Anderson el celoso redactor; o un comité de catorce masones indicó las ideas maestras a las que Anderson dio forma.

El más completo misterio gravita sobre estos acontecimientos, y difícilmente va a aclararse. Historiadores de varias nacionalidades han hurgado en los archivos sin descubrir un documento definitivo. En cambio, una confesión en la pluma del propio

Anderson es de lo más sorprendente: «Hermanos llenos de escrúpulos», escribe, «quemaron con demasiada precipitación varios manuscritos de valor referentes a la Fraternidad, las Logias, Reglamentos, Obligaciones, Secretos y Usos, para que esos papeles no cayeran en manos de los profanos».

¡La justificación es bastante magra! Esta revelación nos dice, en términos muy claros, que las auténticas Constituciones fueron sencillamente destruidas para que nadie pudiera, en el porvenir, establecer comparaciones significativas. Destrucción ingenua, por lo demás, puesto que las antiguas reglas de vida de los masones fueron parcialmente recuperadas.

El hecho es significativo; es la traducción inequívoca de una mentalidad en la que el respeto a los padres de la tradición masónica es escaso.

Abandonemos por un instante ese clima algo turbio e interesémonos por algunos puntos importantes de las primeras Constituciones de la masonería moderna. «Un masón», se nos dice, «está obligado por su dependencia a obedecer la ley moral; y si comprende bien el arte, nunca será ateo estúpido ni libertino irreligioso.» La frase fue modificada a continuación, y Dios reemplazó la ley moral con variadas formulaciones.

Eso será objeto de querella sin fin entre las obediencias, militando unas por la creencia, otras por el ateísmo y el anticlericalismo. Si se olvidan los detalles de vocabulario, debe reconocerse que el principio de las Constituciones no presenta ambigüedad alguna: si el iniciado practica el arte masónico de un modo consciente, no será ateo ni irreligioso. Al escribirlo, Anderson respetaba el espíritu de los antiguos constructores que sabían ser, al mismo tiempo, hombres de fe y de conocimiento.

Anderson precisa más aún estas nociones: «Y sean cuales sean nuestras diferentes opiniones sobre otras cosas, dando a todos los hombres libertad de conciencia, como masones estamos armoniosamente de acuerdo con la noble ciencia y el arte real».

El tema del secreto ritual se aborda en el Canto del Maestro: ¿Quién puede revelar el Arte real o cantar sus secretos en un canto? Están guardados de modo seguro en el corazón del masón y pertenecen a la antigua Logia.

A estos pensamientos se añade una regla comunitaria que, también ella, es rigurosamente tradicional: «Ninguna enemistad o querella privada debe cruzar el umbral de la Logia, y menos aún querellas sobre la religión, o las naciones, o la política de Estado, puesto que nosotros, como masones, somos únicamente de la religión universal; somos también de todas las naciones, idiomas, parentescos y lenguajes, y estamos decididamente contra todas las políticas, puesto que nunca han contribuido y nunca pueden contribuir al bienestar de la Logia».

Indiscutiblemente, es una notable fidelidad a la verdad de los antiguos constructores cuya moral profesional era de una pureza absoluta y les prohibía todo intento de intervención en una política del todo apegada a lo material.

Una breve frase de las Constituciones de Anderson fue muy pronto olvidada por las asociaciones masónicas: «Ningún maestro o vigilante es elegido por su antigüedad, sino por su mérito». Esta ley, más espiritual que material, fue traicionada a menudo.

Una última mirada a las Constituciones nos permitirá evocar el problema de las elecciones: «Ningún hombre», escribe Anderson, «puede ser registrado como hermano en una logia particular o ser admitido en ella como miembro sin el consentimiento unánime de todos los miembros de esa logia presentes cuando el candidato es propuesto, y su consentimiento es formalmente requerido por el maestro, y deben significar su consentimiento o disentimiento en su propia y prudente manera, bien virtual o formalmente, pero por unanimidad».

Esta regla de vida, que parecía indispensable para la armonía de una sociedad iniciática, fue sustituida poco tiempo después por escrutinios «democráticos» donde se utilizaban las famosas bolas negras para el «no» y las bolas blancas para el «sí». Un reglamento de 1739 intentó en vano mostrar las virtudes de la unanimidad: «Si se forzara a una logia a recibir como miembro a alguien que no fuese generalmente aceptado por todos, el descontento resultante sería perjudicial para la unión y la libertad tan necesarias a los hermanos que actúan, y podría así causar la destrucción de la Logia».

Si se hace el balance de las leyes dictadas en las Constituciones, se advierte que parte de ellas no revelan la masonería. Advertencia muy platónica, puesto que su aplicación efectiva fue de lo más irregular. Se procedió, por otra parte, a nuevas redacciones y a modificaciones de acuerdo con las doctrinas favoritas en un momento u otro. Determinada obediencia se remite a una de las versiones para probar su legitimidad, otra se remite a una segunda versión.

Lo más importante, en ese estadio de nuestra investigación, es analizar las consecuencias de la toma del poder masónico por la Gran Logia de Inglaterra. Para Jacques Maréchal, la masonería de 1717 fue creada por unos hombres fatigados de las querellas religiosas de su tiempo; discutían y celebraban banquetes en el oasis de la logia, en un clima de franca camaradería. Según Marius Le-page, uno de los escritores masones contemporáneos más leídos, «de aquel día nefasto data el declive de la masonería auténticamente tradicional».

De hecho, precisamente cuando la masonería entra en la historia con la forma de una institución definida por reglamentos administrativos, entra también en un largo período de decadencia con respecto a sus objetivos originales. La sustancia de un orden iniciático, en efecto, es el simbolismo que procura al hombre la posibilidad de iniciarse en espíritu; en cuanto una orden basa su autoridad en una legislación temporal, en detrimento de cualquier otro factor, se condena a sufrir las fluctuaciones históricas. La masonería de 1717 olvidó la máxima medieval: «Cuando el espíritu reina, no se necesitan leyes». Según la teoría contraria, los acontecimientos de 1717 señalan el esperado nacimiento de una masonería que se desprende, por fin, de un clima manual e inculto lanzándose hacia las cimas del intelecto.

Todos los historiadores están de acuerdo en decir que los intelectuales sustituyeron a los artesanos; ya en el siglo XVII, los talleres dejan entrar en sus filas a masones llamados «aceptados», es decir, hombres que no practican un oficio artesanal.

Por eso se designa la antigua comunidad con el nombre de «masonería operativa» y la nueva comunidad con el de «masonería especulativa».

No tienen el menor valor ni en el plano histórico ni en el plano iniciático. En primer lugar, algunos «especulativos» fueron admitidos en las corporaciones de constructores ya en la antigüedad. En segundo lugar —y éste es el punto principal—, esos especulativos no eran pensadores que discutían sobre el sexo de los ángeles o se atareaban rehaciendo el mundo en una esquina de la mesa de un banquete. Los

maestros de obra de la Edad Media eran, primero, «especulativos» cuando creaban el plan abstracto de las catedrales futuras; eran luego «operativos» que modelaban la materia para extraer de ella la belleza oculta.

La antigua masonería formaba, por consiguiente, iniciados «operativos» y «especulativos» a la vez, que unían la mano y el espíritu.

En las logias del siglo XVII, la situación es muy distinta; los artesanos desaparecen rápidamente y sus lugares son ocupados no por «especulativos» en el sentido medieval del término, sino por intelectuales. Muy pronto, los propios masones van a quejarse de la escasa calidad del reclutamiento; puesto que las pruebas «operativas» desaparecieron con los constructores, los criterios de admisión se hacen más bien borrosos.

Advirtamos también que los fundadores de la Gran Logia de Inglaterra son protestantes que, forzosamente, tiñen la nueva masonería con sus posiciones intelectuales y religiosas; predican un tipo de responsabilidad moral que corresponde a sus creencias y no se sitúan en la exacta prolongación de la cristiandad medieval. El razonamiento era simple: los antiguos masones eran católicos, es decir, papistas,

intolerantes y sectarios. Había que retomar, por lo tanto, en las Constituciones, algunos de sus principios modificando su estado de espíritu general. Modificación tal, como hemos visto, que los valores más auténticos de las Constituciones se quedaron en piadosos deseos. Mucho más que una continuación, se trata, pues, de una sustitución.

La masonería no nació en 1717. En esa fecha, cierta concepción de la orden iniciática de los constructores murió y una asociación profundamente renovada, según unos, o transformada, según otros, adoptó el nombre de “francmasonería”. Ciertamente, conservó varias referencias a la mentalidad de origen y advertimos que algunas estructuras iniciaticas vencieron la prueba del tiempo.

En su célebre discurso de 1737, el masón Ramsay proclamaba en voz muy alta: «Sí, caballero, las famosas fiestas de Feres en Eleusis, de Isis en Egipto, de Minerva en Atenas, de Urania entre los fenicios, tenían relaciones con las nuestras. Se celebraban allí místenos donde se encontraban varios vestigios de la antigua religión de Noé y de los patriarcas».

https://trabajosmasonicos.wordpress.com/2015/12/19/la-masoneria-no-nacio-en-1717/

martes, 24 de enero de 2017

El diluvio - Salvación de Noé en el Arca

El diluvio - Salvación de Noé en el Arca
José María Villa.

Cuenta la Biblia, que los descendientes de Adán con­sideraron a Dios como señor del universo observando una con­ducta virtuosa; pero con el tiempo se corrompieron, abandonaron las prácticas de sus antepasados. El mismo celo que antes demostraban para ser virtuosos lo demostraban ahora doblemente para ser perversos, y se acarrearon la enemistad de Dios. Muchos ángeles de Dios convivieron con mujeres y engendraron hijos injuriosos que despreciaban el bien, confiados en sus propias fuerzas; porque según la tradición estos hombres cometían actos similares a los de aquellos que los griegos llaman gigantes (no tenian capacidad espiritual y por tanto no tenian resurrección). Noé trató de convencerlos sin éxito que mejoraran. Temiendo que lo mataran a él y su familia, se alejó de aque­lla tierra.


Yahvé establece un "pacto" con Noé (Gen. 6, 18), el cual consiste en salvar al patriarca y hacerlo segundo padre del linaje humano luego de limpiar el planeta de la apostasía de las generaciones antediluvianas, y reemplazarlas por humanos libres de maldad. Para eso convirtió la tierra firme en un mar y de ese modo los destruyó. Sólo Noé y su familia se salvaron entrando en el arca, y no sólo la cargó de provisiones para sus necesidades, sino que también hizo entrar a ciertos tipos de animales, cada macho con su hembra, y en distinta cantidad: priorizó los puros (heb.: kosher, ritualmente "apropiados") de los que debía tomar siete y mientras que de los impuros sólo una sola pareja (ej: Los rumiantes que no tienen la pezuña partida en dos o el cerdo que no es rumiante y tiene la pezuña partida en dos).

Siempre me pregunté porque esta historia es una de las más conocidas. Supongo que es porque aun en la peor catástrofe, como lo fue el diluvio, siempre existe la esperanza de la salvación que nunca debe morir en el hombre. La posibilidad de poder recomenzar luego de haber perdido todo. La necesidad de cerrar un ciclo, para comenzar una nueva vida. Al centrarnos en ese núcleo de la historia de Noé, no apreciamos un montón de detalles interesantes citados en la Biblia.

1. El nuevo comienzo de la humanidad

Llama la atención que según la biblia antes del diluvio, convivían con los hombres, otros tipos de seres antidiluvianos como ángeles y gigantes. En otros textos judeo-cristianos apócrifos, tales como el Libro de Enoc, se muestra que la historia del diluvio no sólo fue un castigo hacia los hombres que obraron mal, sino principalmente en contra de un grupo de ángeles llamados vigilantes”, y los hijos gigantes de éstos llamados Nefilim. De esta forma se unirían las historias de estos seres nombrados en el Génesis 6 con el diluvio que comienza en el Génesis 7. De todos modos, la raza de los gigantes no desapareció totalmente con el Diluvio, pues el pueblo hebreo debió enfrentarlos en tiempos de Moises y posteriormente el mismo David debio derrotar a un descendiente denominado Goliat.

Dado que sobrevivieron Noé y sus 3 hijos (Sem, Cam y Jafet), después del diluvio salieron de la Mesopotamia a dispersarse por el mundo, siendo los troncos de tres razas distintas, (Semita, Negros y Arios) en las cuales las cualidades particulares del cuerpo, las dotes del espíritu y las tradiciones, los sentimientos morales y el lenguaje, atestiguan la unidad de origen y la triplicidad de división.

Es de suma importancia aceptar esta unidad de origen, porque de ella se deriva que todos los hombres son iguales por naturaleza, aunque diversos por las facultades la educación y el adelanto social; de aquí que se deba considerar a la guerra como fratricidio.

Una de las particularidades de los hombres antes del diluvio era su larga vida. Adán vivió 930 años, Matusalen el más longevo 969 años y el mismo Noé vivió 950 años. Pero entonces Dios estableció para los hombres nacidos después del Diluvio, el límite de la vida en 120 años. Algunas investigaciones sostienen que las edades extraordinarias de los patriarcas bíblicos son resultado de errores en la traducción: los ciclos lunares se confundieron con los solares, y las edades reales son 13,5 veces menores. Entonces, en resumidas cuentas, Matusalén llegó a tener una edad de: 969/13,5. Esto implica una edad de 72 años.


2. El origen de la Oración y la Fe

Según la tradición judía los tres hijos de Noé trataron de resucitarlo y obtener sus conocimientos levantando el cadáver , sosteniéndolo, poniendo un pie contra su pie, una rodilla contra su rodilla, el pecho contra su pecho, una mejilla contra su mejilla, y una mano en su espalda, pero no lograron resucitarlo. Entonces sucedió algo que cambió la historia y se pusieron a orar y rogar con fe, a un padre celestial porque su padre terrenal ya no podía hacerlo, y a partir de ese momento sus obras fueron buenas.

De allí surgió la oración y la fe. Los 3 hermanos acordaron también el uso de una palabra secreta para transmitir los misterios iniciáticos y conocimientos. Este método fue utilizado en otras oportunidades a lo largo de la historia. Pero veamos como cambió la introducción de la Oración:

A partir de aquí cuando un creyente se ve presionado por una emergencia personal, se espera definitivamente que rece a Dios. Tal plegaria demuestra la confianza de que sólo El es quien da el sustento y que sólo El sana. Aquel que no reza a Dios en época de necesidad demuestra que no cree en El sino en otras fuerzas.

Aquí la pregunta surge: ¿Si se reza sólo en pensamientos merecerá recompensa o debe rezar verbalmente? Concluimos que no será recompensado por una plegaria mental porque ésta no es realizada en la manera apropiada. Puesto que la plegaria establece un lazo entre el ser físico y un Dios personal, uno debe usar lo físico para crear este lazo, es decir, una plegaria verbal (moviendo los labios). La plegaria no debe consistir en meras súplicas sino que deberá también incluir alabanzas a Dios.

3. Los iniciados - “salvados por las aguas”

En nuestro planeta no hay agua para inundarlo hasta la cima de la montaña más alta, ni restos de una catástrofe así. El Diluvio Universal se refiere a un hecho geológico acaecido hace miles de años y del cual conservan tradiciones casi todos los pueblos del planeta, recogidas por escritores de to­dos los tiempos. Se sabe que 7.600 años atrás (en torno al 5.600 antes de Cristo), el nivel del Mediterráneo era 15 metros más bajo que el actual. Un grupo de investigadores estadounidenses afirman el Mar Mediterráneo de repente sufre la descarga de la depresión del Mar Negro, creando una especie de cataclismo que podría haber inspirado la descripción de la Epopeya de Gilgamesh. Sobre el relato de este hecho se han injertado mitos y símbolos con la habitual maestría de todos los textos mosaicos. El agua en nuestro planeta proviene de los meteoritos, que están compuestos de hielo, y que al chocar con la atmosfera terrestre han producido el aumento de nivel del mar. También hay un océano intraterrestre.

Muchos creen que la palabra diluvio está relacionada con una gran lluvia, pero en realidad “el agua no solo viene de arriba, sino también de abajo "... Dice la biblia que en ese día prorrumpieron todas las fuentes del gran abismo3, y se abrieron las cataratas del cielo... por cuarenta días y cuarenta noches" (Gen. 7, 11-12). Ergo es más preciso hablar de una gran inundación, en la cual el origen de las aguas es más impreciso, y no está limitado a las nubes del cielo. Por lo que es probable que fruto de un gran meteorito de hielo haya crecido el nivel de las aguas rápidamente, o por alguna razón el agua intraterrestre haya salido a la superficie.

El relato bíblico es una adaptación basada en la re­lación caldeo-acadia del Xisuthros o Utanopishtum (el Noé babi­lónico). Constituye, como puede verse, una tradición universal en la que se presenta la aparición del hombre de nuestra raza. Teniendo en cuenta que en "simbología arcaica" las "aguas" fueron siempre el símbolo de la "materia", la sumersión de la Atlántida bajo las aguas del Océano, no se refiere solamente a un posible hecho geológico, sino también a la "caída en la materia" (o en el "materialismo") que, al decir de los textos sagrados fue causa de su perdición.

Noé, el patriarca prediluviano, guardián de la tradi­ción iniciática, construye un arca que, como todas las arcas, barcas y demás arcanos mitológicos, simboliza los misterios de la iniciación religiosa del ciclo ario. Así el navío Argos de los Argo­nautas helénicos; el arca en que fue arrojado al Nilo el cadáver de Osiris, que apareció en Biblos; el arca de la Alianza semita; la bar­ca del Perrum chino; la barca egipcia de Ra; la barca americana de Mami; la indostánica de Vaivasvata Manú (el Noé ario); y la misma barca que según la tradición cristiana trajo a España el ca­dáver del apóstol Santiago. La mitología griega nos dice que Zeus desencadena un diluvio para destruir a la humanidad, pero Prometeo se las arregla para que su hijo Deucalión construya un gran barco para salvarse. En Roma, Júpiter en ira contra la humanidad decide destruir, con la ayuda de Neptuno la tierra, desatando tormentas y terremotos tan poderosos que toda la tierra queda sumergida, con la excepción del monte Parnaso donde se refugian Deucalión y su esposa Pirra.

Y todos los "salvados de las aguas", como Noé, Perrún, Xixus­tros, Deucalión, etc., yaun otros como Moisés, D. Pelayo, Sarru­kin, Rómulo y Remo, etc., fueron jefes, profetas o iniciadas que se salvaron de caer en el materialismo (es decir "sumergirse en las aguas") gracias a los principios de su religión. El nombre del monte Ararat donde se posó el Arca quiere de­cir "altar del discípulo" o sea el `'iniciado".

Al propio Moisés, conduciendo a su pueblo desde el Egipto, se le apartaran las aguas del Mar Rojo, para que, pisando "tierra firme", llegara a la "tierra de promisión". No puede estar más cla­ro el símbolo por el cual se nos pinta al jefe israelita, apartando a los suyos del materialismo por virtud de la nueva fe. Las aguas "se separaron" para ellos, pero en cambio anegaron a sus perseguidores politeístas e idólatras. Lo que nos recuerda la otra frase del "Géne­sis": "sepárense las aguas de las aguas" (Cap. I, vers. 6) aludien­do a los distintos grados de condensación de la materia.

4. La simbología del “Arca”

Cuando Dios ordenó a Noé la construcción del arca le dio unas proporciones un tanto extrañas para ser una nave *. Según estas medidas el arca no es una barca. Tiene la forma de una caja compacta que, una vez calafateada, hace imposible que el agua del diluvio penetre en su interior. Es demasiado pequeña para contener siete parejas de cada especie animal.

La Biblia en Génesis 6:14, aunque no da detalles, si dice que esta embarcación era una "teba" (heb.: canasto, cesto, caja, arcón). Eso, junto a las medidas dadas en el relato, deja como resultado que la embarcación era solo una gran "arca" o caja rectangular de fondo plano sin proa ni popa, sin quilla, remos, timón, anclas o velas, diseñada solo para flotar al garete y no para navegar.


Cuando la Biblia habla del ARCA, no habla simbólicamente de una nave: ¿a qué se refiere?

En la época de Moisés, se creó otra Arca de madera (el arca de la Alianza) que será el símbolo de salvación de los últimos descendientes de Noé vagando por el desierto y que está albergada dentro de una “tienda” de madera y tela con dos grandes pilares a la entrada.

Posteriormente Salomón erige su mansión del Señor con paredes de piedra y pilares pero con cámaras y paneles de cedro y un santuario dorado de la misma madera del Arca de la Alianza.

Es verdaderamente una coincidencia que todas esas etapas, donde están conectados con Noé, Moisés y Salomón, incluyan una estrecha conexión entre los obreros de la piedra y la madera.

5. La maldición sobre los Negros

Algunos creen que la invención del vino por Noé es el tema de una fábula moral hebrea, en la que se justifica incidentalmente la esclavitud de los cananeos (Negros) por sus conquistadores semitas.

Después del Diluvio, el Génesis dice que Noé comenzó a labrar la tierra y nos lo muestra plantando una viña, de cuyo vino se embriaga, Cam ve "la desnudez" de su padre y se ríe de Él (algunos sabios del Talmud piensan que no solo se rió de él, también abusó de él), el cual al saberlo pronuncia una maldición en contra del hijo de éste, Canaán, del cual profetiza que llegará a ser esclavo de Sem y Jafet, maldición que, según algunos traductores, se cumple cuando Israel (de origen semítico) somete a los Cananeos (Negros). Posteriormente, el propio Israel, incluyendo a los descendientes de los cananeos supervivientes, llega a ser siervo de pueblos que nacieron de Jafet, cumpliendo así la profecía de Noé. Por generaciones intérpretes racistas han sostenido que esta maldición sobre los cananeos implicaba una maldición sobre los africanos de piel oscura.

Noé dijo: Por consiguiente, tendrá que ser Canaán, tu primogénito, a quien esclavizarán. Y como me has incapacitado para hacer cosas feas en la oscuridad de la noche, los hijos de Canaán nacerán feos y negros. Además, porque volviste la cabeza para ver mi desnudez, el cabello de tus nietos estará ensortijado y sus ojos enrojecidos; y porque tus labios se burlaron de mi desgracia, los de ellos se hincharán; y porque tú descuidaste mi desnudez, ellos andarán desnudos y sus miembros viriles se alargarán vergonzosamente". A los hombres de esta raza se los llama negros; su antepasado Canaán les ordenó que amaran el robo y la fornicación, que se unieran en el odio a sus amos y que nunca dijeran la verdad.

6. El Arco Iris como señal del pacto con Dios

Se cree que los cinco libros del Pentateuco Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio— fueron editados conjuntamente en el siglo V antes de Cristo de cuatro fuentes independientes. La narración del Arca se cree que fue hecha a partir de la fuente sacerdotal y de la Yavista (trata a dios como una figura humana). La Yavista es la más antigua de las dos y es mucho más simple que la historia sacerdotal: el Dios único envía su diluvio (por 40 días), Noé y su familia y los animales se salvan (siete de cada animal limpio), Noé erige un altar y hace sacrificios. No menciona un pacto.

El texto sacerdotal es posterior, contiene más detalles y suministra el centro teológico vital de la historia, el pacto entre Dios y Noé en Gen 9:1–17, que introduce el método peculiarmente judío del ritual del sacrificio, y la razón para la promesa del dios de no destruir al mundo otra vez. Es la fuente sacerdotal la que nos da el Arco Íris (que une el cielo con la tierra) como señal del pacto.


7. Los Misterios iniciáticos

No hay barco en el que quepan dos miembros de cada especie. Conociéndose más de 500.000 especies, ca­be calcular la dificultad de recogerlas todas. Es probable que cuando se habla de parejas se trate a modo de "semillas" que llevaba Noé para repoblar el mundo nuevo. Eran las simbólicas semillas de los misterios iniciáticos y de los conocimientos que había en esa época.

La Biblia dice en verdad en el capítulo IV del Génesis que Lameth tuvo de otra mujer llamada Zillah un hijo (Tubalcaín), fundador de todas las Artes de los metales y una hija (Naamah), creadora del Arte del tejido. Estos hermanos sabían que Dios se vengaría del pecado, o con el fuego o con el agua, y pusieron el mayor cuidado para salvar las ciencias conocidas.

Por ello idearon grabar todo el saber de la Humanidad en dos columnas (una de mármol, a fin de que resistiera el fuego; y la otra de ladrillo, a fin de que resistiera al agua), de manera que si Dios se vengaba con el fuego el mármol no fuera quemado, y si Dios se vengaba con el agua la otra piedra no se hundiera.

Muchos años después del Diluvio, estas dos columnas fueron halladas. Pitágoras encontró una, y Hermes, el filósofo, encontró la otra, y enseñaron las ciencias que en ellas hallaron escritas, dando lugar a las escuelas de misterios.

8. El camino señalado por Noé

Noé en hebreo significa salvación; el arca de Noé es “El Arca de la Salvación” o el camino de la Salvación, que no es más que el renacimiento del hombre.

Si bien para algunos entendidos fue el único que no cuestionó la decisión de Dios como si lo hicieron Abraham o Isaac. Es importante destacar que establece un "pacto" con Dios (Gen. 6, 18), y cuando se cumple lo acordado, festeja ritualmente sacrificando un animal puro en un altar, en agradecimiento a su Dios.

Cabe recordar que no era el único que sabía que habría un cataclismo y que algunos se dedicaron a preservar el conocimiento de la humanidad para las futuras generaciones, pero que él se dedicó a tratar crear un “hombre nuevo”, con una nueva moral y empezar de nuevo.

Para ello divulga un código de moral para toda la humanidad, para facilitar la convivencia humana. Es una guía de conducta. Los “Siete preceptos de las naciones” o “Siete leyes de los hijos de Noé” son de acuerdo con la tradición del judaísmo el número de mandamientos básicos y de origen divino entregados al primer hombre (Adán) y ratificados a Noé y a Moisés en el Monte Sinaí, a los cuales deben obedecer los hijos de Noé (toda la humanidad). Son citados en el Talmud como: un mandamiento positivo con respecto a establecer cortes de justicia y seis prohibiciones en contra de idolatría, blasfemia, asesinato, conducta sexual impropia, robo, y comer carne de un animal vivo. De acuerdo a la tradición judía, "los Diez Mandamientos" se aplica únicamente a los judíos. Al resto de la humanidad corresponde observar las "Siete Leyes de Noé".

Noé debe, simbólicamente, llevar consigo en el Arca a todos los animales del mundo, ya que ellos representan las energías instintivas que están dentro de nosotros y las que debemos conservar y a la vez proteger. Pero en esta etapa debemos aprender a dominar nuestras emociones por encima de nuestros instintos representados por los animales.

Este es uno de los grandes principios de la vida adaptarnos al cambio, superarlo y aprender a dominarlo.

El arca cuenta con tres niveles; los dos más bajos están a oscuras, solo el tercer nivel cuenta con un orificio por el cual entrará la luz; esta ventana será la que Noé podrá abrir por voluntad propia solo cuando el caos en la tierra se detenga. Los tres Grados Masónicos se ponen de manifiesto en los tres pisos del Arca de Noé, cada uno con el grado de aprendizaje que el Iniciado va adquiriendo a lo largo de su vida de Masón.

En el relato bíblico Noé abre la ventana y envía tres aves; primero al cuervo el cual regresa, el negro de esta ave representa el encuentro con la oscuridad y lo profundo o el encuentro con uno mismo; Noé vuelve a abrir la ventana y envía a una paloma blanca, la cual regresa con una rama de olivo, nos dice esto que afuera el orden está gobernando en el caos. Noé dejo la ventana abierta y ahora envía a otra paloma la cual ya no regresa. Las tres veces que Noé envía las aves generarán en él primero oscuridad, introspección y descenso al centro de la tierra, luego el renacimiento y finalmente la conexión real con el conocimiento puro.

Sin embargo la historia no termina aquí, Noé vuelve a la tierra en el monte Ararat y luego siembra un viñedo, crea vino, se embriaga y descubre su desnudez según las escrituras. A pesar de haber salido del mundo de corrupción en realidad descubrir su propia desnudez implica descubrir que seguimos teniendo dentro los vicios aprendidos en la Tierra, Noé es consciente de ello, ha logrado renacer pero trae consigo aquella carga negativa que arrastra desde Adán hasta nuestros días lo que algunos le llaman el pecado original; ese borrón y cuenta nueva tiene consecuencias que sus descendientes volverán a sacar a flote y tendrán que resolver.

Es así como la historia de Noé llega hasta nuestros días, como vemos no es solo un relato bíblico, viajando en el pasado tenemos que trabajar el presente conscientemente para mejorar en el futuro, aprendamos las enseñanzas de vida que nuestros antepasados han legado para el entendimiento humano de todas las épocas.


[i] MANUSCRITO GRAHAM
- ¿Qué palabra pronunciáis sobre los cimientos cuando eleváis un edificio, allí donde teméis que un espíritu infernal de destrucción, frecuentando esos lugares, pueda derribar el trabajo de vuestras manos? . R: Oh, ven, déjanos y tendrás.
- ¿A quién os dirigís? . R: Rezo a la santa Trinidad.
- ¿De qué manera pronunciáis estas palabras? . R: De rodillas, con la cabeza descubierta, mirando hacia el este.
- ¿Qué queréis decir con estas palabras?. R: Queremos decir que despreciamos la justicia propia y que en ello diferimos de esos babilonios que creían poder construir hasta el cielo. Por el contrario, rogamos a la santa Trinidad que nos permita construir en verdad y en escuadra; y cada cual tendrá la recompensa que merece.
- ¿Cuándo fueron pronunciadas estas palabras, o para qué servían? . R: Yo respondo que desde el origen, antes de que el evangelio se extendiera por el mundo cubierto de espíritus infernales de destrucción. A menos que los hombres construyeran con fe y en ración, sus trabajos eran a menudo demolidos.
- Pero, ¿cómo fue posible que los trabajos de los babilonios fueran erigidos antes de que el evangelio comenzara a brillar? . R: Yo os respondo devolviendoos vuestra propia pregunta, porque la presunción de los babilonios de los que acabo de hablar había ofendido de tal modo al espíritu de Dios que las lenguas dejaron de ser comprendidas por su pecado a fin de que la humanidad no volviera jamás a actuar así sin el permiso divino, que quiere que nada pueda hacerse sin fe ni oración.
- ¿Esto es tradicional? . R: Sabemos esto por tradición, y también por referencia a la Escritura, que dice que Shem, Ham y Japheth, deseosos de llegar junto a la tumba de su padre Noah, trataron de ver si podrían encontrar allí algo susceptible de conducirles al secreto del poder detentado por ese famoso predicador. En efecto, deseo que todos reconozcan que todas las cosas necesarias al mundo nuevo se encontraban en el arca con Noah.
Ahora bien, estos tres hombres ya habían acordado que, si no encontraban lo que buscaban, lo primero que encontraran debería servirles de secreto. No dudaban, sino que creían muy firmemente que Dios tenía el poder, y también que manifestaría su voluntad por medio de su fe, su oración y su obediencia, de manera que lo que encontraran se mostraría ante ellos tan potente como si hubieran recibido el secreto de Dios mismo en su origen.
Llegaron entonces a la tumba, donde no encontraron nada más que el cadáver casi enteramente descompuesto. Cuando cogieron un dedo, éste se desprendió falange por falange, y lo mismo ocurrió con el puño y con el codo. Entonces levantaron el cadáver y lo sostuvieron, poniendo un pie contra su pie, una rodilla contra su rodilla, el pecho contra su pecho, una mejilla contra su mejilla, y una mano en su espalda, y se pusieron a gritar: Ayuda, oh Padre, como si dijeran: Oh, Padre del cielo, ayúdanos ahora, porque nuestro padre terrestre ya no puede hacerlo. Entonces, dejando de nuevo el cadáver, y no sabiendo qué hacer, uno de ellos dijo: Hay tuétano en este hueso, y el segundo dijo: Pero es un hueso seco, y el tercero dijo: apesta. Se pusieron de acuerdo entonces para darle un nombre que fuera conocido por la masonería hasta este día. Después, se fueron a sus asuntos y a partir de ese momento sus obras fueron buenas.
Es por ello que debe creerse, pero también comprenderse, que su poder no venía de lo que encontraron o del nombre que le dieron, sino de su fe y de su oración. Las cosas continuaron así, y la voluntad dio firmeza a la acción.

Siete leyes de los hijos de Noé
1. Prohibida la Idolatría
• El precepto enseña que no se debe servir cosa creada alguna y que se es culpable de transgredir este precepto aun si después se retractase.
• La trasgresión de este precepto no tiene efecto hasta que no se venera/adora al ídolo a la manera que los idolatras usualmente lo adoran.
• No se debe leer, pensar o incluso hablar acerca de la idolatría o de los procederes de las religiones idolatras.
• Preferiblemente es necesario, y hasta loable, morir antes que cometer idolatría.
• Está prohibido todo lo relacionado con un ídolo; alimentos ofrecidos al ídolo, telas, utensilios, vestiduras etc.; todo lo ofrecido o que haya estado en contacto con el ídolo a excepción de que haya preparado con la intención de ofrecerlo pero aún no se haya llevado a cabo el ofrecimiento.
• Está prohibido confeccionar ídolos o imágenes que uno mismo o alguien más pudiera utilizar para la idolatría ya que si no es adorado por ti aun así transgrede el precepto.
• Está prohibido hacer o pensar nada que parezca o haga pensar a alguien que se es idólatra.
• Es un mandato el destruir todos los ídolos, todas las cosas utilizadas para servirlo y todo lo que ha sido confeccionado o edificado a causa de ellos, así como cualquier beneficio que del ídolo se haya obtenido arrojándolos al mar.
• A consecuencia directa del punto anterior está prohibido obtener cualquier beneficio de una casa idólatra; su olor, sombra, resguardo y/o cualquier otra cosa que provenga de ella. Siempre se deberá guardar una distancia de no menos de 2.5 metros de una casa idolatra.
• Las imágenes en tres dimensiones están prohibidas por lo que, como consecuencia directa de lo anterior, está vedado hacer esculturas.
• A los falsos profetas y/o personas que reciban mensajes falsamente de la Divinidad les corresponde la pena capital.
• Están prohibidas la hechicería, adivinación, astrología, cartomancia, necromancia, consultar espíritus y fantasmas.
2. Blasfemia.
• La blasfemia es el único medio por el cual se puede transgredir los Siete Preceptos de los Hijos de Noé solo con la facultad de hablar por lo que es considerada como peor que la idolatría.
• Se debe tener siempre cuidado al hablar sobre temas divinos por lo que es recomendable evitar los atributos descriptivos para referirse a Dios.
3. Asesinato
• Quien mata a un ser humano, aun dentro del vientre de su madre (40 días después de la concepción) recibe la pena capital. Excepto en el caso que la vida de la madre este en peligro.
• Prohibida la eutanasia y el suicidio
• La muerte por proteger a alguien está prohibida excepto si uno mismo es el agredido.
• Está prohibido contratar a un sicario.
4. Relaciones Sexuales.
• Están prohibidas las relaciones entre:
- Madre - Hijo
- Padre - Hija
- Tío - Sobrina
- Tía - Sobrino
- Madrastra - Hijastro
- Padrastro - Hijastra
- Hermano - Hermana
• Están permitidas las relaciones con un pariente político solo después de la muerte del familiar que establece el nexo; esto incluye cuñados y nueras.
• Está prohibido el adulterio, las relaciones homosexuales y lésbicas así como también el bestialismo y la prostitución.
• Según los Siete Preceptos de los Hijos de Noé se considera a una pareja casada después que hayan tenido relaciones sexuales con la intención de que se constituya en matrimonio.
• No está permitido el divorcio salvo que se hayan agotado todas las demás alternativas y no quede otra solución.
• A diferencia de los Hijos de Israel los Hijos de Noé están emparentado solo por vía materna.
• Está prohibida la castración ya sea en humano o animal.
5. Robo
• Está establecido que el trasgresor de este precepto debe devolver hasta lo más mínimo que haya robado no importa su poco valor.
• No importa si se roba en secreto o abiertamente es robo.
• Los Hijos de Noé tiene prohibido involucrarse en guerras cuyo objetivo sea la conquista de territorios.
• Están prohibidos la usura y el sobreprecio así como poseer pesos y medidas falseadas.
• La agresión física también es considerada robo de la dignidad y la moral del hombre.
• La codicia también es considerad robo.
• Si un ladrón roba a otro ladrón ambos transgreden el precepto.
6. Está prohibido comer animales vivos.
• Solo está permitido tomar la vida de un animal con el fin de alimentarse; hay que cerciorarse de su muerte antes de comerlo, es decir que no exista ningún tipo de movimiento..
• El hombre no tiene permitido ser rapaz.
7. Cortes de Ley.
• Toda corte de ley debe estar acorde con los Siete Preceptos de los Hijos de Noé.
• Debido a la obligatoriedad que posee el noájida de que en su sociedad exista una corte de ley es obligatorio establecerla en la comunidad que no la posea por lo que este mandamiento se convierte en una prohibición y amerita castigo todo aquel Hijo de Noé que pudiendo no lo cumpla.
• Solo se podrá condenar a aquellos transgresores mentalmente competentes.
• Es deseable que ambos litigantes lleguen a un acuerdo para evitar ir a la corte.
• En una corte de ley noájida la evidencia circunstancial es admisible.
• La integridad e imparcialidad de un juez tiene que ser total.
• Cada caso debe ser tratado individualmente.
• Si una transgresión o transgresiones cometidas por un mismo transgresor amerita dos o más castigos por parte de la corte siempre se aplicará el más estricto.
• Toda persona está obligada a brindar testimonio en la corte si posee algún conocimiento sobre la transgresión cometida.
• Un trasgresor condenado no puede ser llamado a brindar testimonio.
• Está prohibido ofrecer testimonio basado en rumores.
• No pueden ofrecer testimonio en una corte de ley:
- Esclavos (por cuanto no poseen voluntad propia).
- Niños.
- Deficientes mentales o locos.
- Sordos.
- Mudos.
- Ciegos (aun cuando sean capaces de reconocer la voz del transgresor).
- Personas descuidadas en el cumplimiento de los Siete Preceptos.
- Amigos del trasgresor.
- Cónyuges o familiares cercanos del trasgresor.
- Alguna persona que obtenga, directa o indirectamente, beneficios con el fallo.

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