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viernes, 25 de diciembre de 2020

100 AÑOS DE MAGIA NAVIDEÑA


100 AÑOS DE MAGIA NAVIDEÑA
Esta es la historia de cómo Coca‑Cola ha compartido la Navidad desde 1920



Desde el Papá Noel de Haddon Sundblom hasta los osos polares y los camiones de reparto iluminados, Coca‑Cola lleva un siglo cautivando con su publicidad navideña a varias generaciones.

Unas campañas que, fiel reflejo de la sociedad del momento, de sus tendencias culturales y de acontecimientos históricos, han ido evolucionando con el tiempo. Pero, ¿cómo empezó todo y cómo se ha ido manteniendo la tradición de la magia navideña de Coca‑Cola? Para trazar este recorrido hay que remontarse a 'los locos años 20'.

Los inicios de Coca-Cola y la Navidad

Los Papá Noel de la publicidad navideña de Coca-Cola en los años 20 tenían un semblante más serio

Coca‑Cola ya era muy popular en los años 20, aunque la bebida se disfrutaba sobre todo en verano. Para impulsar las ventas en los meses más fríos, Archie Lee, de la agencia de publicidad D'Arcy, ideó un nuevo eslogan, La sed no entiende de estación, y creó los primeros anuncios con Papá Noel, aunque por aquel entonces su aspecto era muy diferente al de hoy. 

Desde finales del siglo XIX había sido retratado como un personaje bastante serio y algo desaliñado, incluso a veces adoptaba la forma de elfo. Pero en 1930 Coca‑Cola comenzó a difundir una imagen muy diferente de él. La pintura del artista Fred Mizen, de un hombre vestido como Papá Noel bebiendo Coca‑Cola en un centro comercial, era mucho más alegre, pero aún así no lograba elevar a Santa Claus a la categoría de personaje por derecho propio.

Fred Mizen pintó a Papá Noel bebiendo Coca-Cola en 1930, este cuadro se usó como anuncio navideño para la marca

El Papá Noel de Haddon Sundblom

La verdadera transformación llegó en 1931, cuando la agencia D'Arcy encargó al ilustrador Haddon Sundblom crear una serie de anuncios navideños para Coca‑Cola. La idea era que Papá Noel fuera una persona real; cálida, amable y jovial. Sundblom se basó en sus raíces nórdicas y en la representación de San Nicolás en el arte y en la cultura para plasmar al nuevo Santa Claus.

La imagen del Papá Noel de Coca-Cola que todos conocemos es fruto del trabajo del ilustrador Haddon Sundblom entre 1931 y 1964

Tan exitosas fueron sus creaciones que sus dibujos siguieron siendo un elemento central de la publicidad navideña de Coca‑Cola durante 33 años, hasta 1964. De hecho, estas pinturas son algunas de las piezas más preciadas de la colección de arte de Coca‑Cola; se han exhibido en todo el mundo, incluido el Museo del Louvre de París. Además, algunas estas imágenes se han hecho tan icónicas que muchos creen que Coca‑Cola inventó a Santa Claus. No es así, simplemente dio forma al personaje que vivía en el imaginario popular.

Y es que hay que reconocer que las pinturas de Sundblom fueron algunas de las imágenes más cuidadosamente elaboradas de la historia de la publicidad, trabajadas con una paleta de colores muy concreta y utilizando muy pocas palabras. ¿Por qué? Porque el presidente de la compañía en ese momento, Robert Woodruff, era un gran defensor de contar las historias de la publicidad de Coca‑Cola prácticamente solo con imágenes.



Si nos fijamos con detalle, se pueden ver los bonos de guerra en la saca de Papá Noel, en apoyo a las tropas americanas en 1943

Si se miran detenidamente, hay detalles fascinantes en estos dibujos. Por ejemplo, en 1943, con Estados Unidos inmerso en la Segunda Guerra Mundial, se puede ver a Papá Noel apoyando a los soldados estadounidenses con una saca de juguetes sobre su hombro que contenía bonos de guerra, un instrumento financiero empleado entonces para sufragar las operaciones militares. Terminada la contienda, el anuncio con motivo de las vacaciones navideñas de 1945 trataba de dar la bienvenida a los soldados que regresaban, mostrando a Santa Claus entrando en una casa con una nota de bienvenida y una Coca‑Cola. 

Los anuncios navideños de Coca-Cola también reflejan la evolución de los juguetes de la época, de muñecos de madera a trenes y helicópteros eléctricos

Como Papá Noel siempre es sinónimo de regalos, la publicidad también fue reflejando la evolución de los juguetes durante el siglo XX, desde las figuras de madera de la década de 1930 hasta los trenes eléctricos y los helicópteros de 1964. Estos guiños culturales de las pinturas de Sundblom cimentaron en la sociedad la publicidad navideña de Coca‑Cola. La gente estudiaba con detenimiento las imágenes, detectando incluso en una ocasión que el cinturón de Papá Noel estaba al revés. Esto tiene una explicación: Sundblom se utilizaba a sí mismo como modelo posando delante del espejo. 

Osos polares y camiones con luces

En 1993 los osos polares se convirtieron en un nuevo icono navideño de Coca-Cola

En 1993 nació un nuevo icono navideño: los osos polares de Coca‑Cola. Aunque estos animales no eran completamente nuevos, pues la compañía los había usado por primera vez en su publicidad en Francia en 1922, no se hicieron famosos hasta el anuncio de televisión de los 90. Fue el escritor y director Ken Stewart quien los convirtió en personajes animados para televisión. Dos décadas después, en 2013, el cineasta Ridley Scott les dio su particular toque en el cortometraje Snow Bear. 

Los camiones iluminados de Coca-Cola son un clásico navideño

En 1995 llegaron los camiones navideños de Coca‑Cola. Sus luces parpadeantes, el paisaje invernal y la inolvidable música de Holidays are Coming los convirtió inmediatamente en un símbolo inconfundible de la Navidad en muchos países del mundo. Los camiones se sumaron así al patrimonio navideño de Coca‑Cola, con Papá Noel decorando ambos lados de estos enormes vehículos. 

Continuando la tradición

Con el anuncio para esta Navidad se cumplen 100 años desde que Coca‑Cola iniciara su publicidad navideña. El spot, La Carta, además de ser muy actual y conectar con la situación que vivimos, refleja una vez más la herencia navideña de Coca‑Cola, dando continuidad a todo este apasionante recorrido. Y es que los elementos que la gente asocia siempre con Coca‑Cola y la Navidad siguen estando ahí, como Papá Noel o los camiones iluminados.

martes, 22 de diciembre de 2020

Las logias masónicas: origen y fundamento de la masonería

Las logias masónicas: origen y fundamento de la masonería


Representación de un acto de iniciación en la Masonería del siglo XVIII

En la historia de la masonería es conocido que muchos de los caudillos criollos que participaron en las guerras de independencia en América pertenecían a las logias masónicas que tenían su sede en Europa. Bolívar, San Martin, OHiggins y muchos otros próceres de la independencia pertenecían a la masonería.

En 1812 se fundó en Buenos Aires la logia Lautaro, que tomó su nombre del caudillo americano que se sublevó en contra de los conquistadores españoles, una sociedad secreta de patriotas que tenían los mismos ritos y formulas de la masonería, creada por Francisco de Miranda, adoptando el nombre de Logia de los Caballeros Racionales y a la que pertenecían importantes militares llegados de Europa y tenían sus filiales en Uruguay, Chile, Perú y Bolivia.

La logia masónica es una institución de origen burgués, la burguesía en su confrontación con el clero feudalista utilizó la clandestinidad de la organización masónica y sus fondos económicos que recogían como organización secreta en la conquista de la independencia de América, sirviendo a los intereses del capitalismo en la apertura de los mercados en las colonias en su desarrollo y expansión. La masonería fue un fenómeno europeo a la que pertenecían las castas oligárquicas y los criollos y, que fue utilizada posteriormente en las guerras internas de la oligarquía por el poder político y que se inscribe en la defensa de las nuevas fuerzas progresistas de la burguesía que se opusieron a las órdenes religiosas reaccionarias.

La masonería tiene su origen en los sectores de la construcción que conformaban asociaciones de arquitectos y obreros, por eso muchos de sus símbolos se originan de elementos pertenecientes a la arquitectura. El triángulo, el compás y la escuadra son sus símbolos y la palabra masón quiere decir Arquitecto y tuvo su origen en Egipto. La masonería tiene tres grados en orden jerárquico; el grado de Aprendiz, Oficial o Compañero y Maestro y la logia es el lugar donde se reúnen sus miembros que tiene como fin la formación y educación de sus afiliados y se procura el servicio social a través de la instrucción, el trabajo y la beneficencia, es la célula base de la masonería y es la derivación histórica del logos griego o conocimiento donde se da la libre expresión del pensamiento. Hay dos sistemas masones que se conocen como el rito de York y el rito Escocés con jerarquías con base a categorías y grados. 

El pensamiento de la masonería es de carácter liberal, conformado generalmente por librepensadores que son los que sustentan ideológicamente la organización de la Logia. Sin embargo, la esencia de su teoría y práctica se han desvirtuado y muchas de ellas se han convertido en la actualidad en logias secretas al servicio de la reacción. Las secretas logias masónicas fueron las que ejecutaron el golpe de estado contra Salvador Allende en Chile en 1973.

Los símbolos de la masonería sólo son reconocibles por sus iniciados y adoptan el principio de fraternidad mutua entre sus miembros, los principios racionalistas que abogan por la justicia, la caridad y la paz; tienen todo un ritual de símbolos, contraseñas y gestos como modo de reconocimiento entre sus miembros. Los principios filosóficos de la masonería están regidos como una alianza universal basada en la solidaridad humana, su fin es el perfeccionamiento del hombre bajo un principio regulador del mundo que llaman el Gran Arquitecto del Universo cuyo lema es el de la libertad, la igualdad y la fraternidad. La fraternidad como un modo recto del amor, la libertad como el respeto al Ego como fuente o valor originario y la igualdad como la admisión del Tú o de cualquier Otro, como un nuevo Yo mismo. [1]

Se define a la masonería como una “institución atípica” de carácter humanista que se encuentra atravesada por lo político, lo cívico, lo religioso, lo intelectual y lo humanitario, y que posee una orientación ética que trata de formar hombres responsables y libres, su ética es la de la libertad, la razón, la tolerancia y la moderación y, la idea del bien como su motivación esencial. La masonería surge en el siglo XVIII en 1717 cuando se funda la Logia de Londres que es considerada como la logia madre de todas las logias del mundo. Han sido prohibidas y perseguidas por las iglesias y los estados comunistas y fascistas por constituirse en sociedades secretas y por ser una sociedad “aconfesional” que la hace sospechosa de herejía; desde Hitler, Stalin, Franco y Mussolini, hasta los absolutistas, tradicionalistas e integristas de la Iglesia, excepto en Cuba donde funciona la Gran Logia de Cuba con más de 350 logias y más de 22.000 miembros. La masonería es heredera de la filosofía humanista de los siglos XVI y XVII y de la Ilustración del siglo XVIII; Diderot, Hobbes, Locke, Voltaire, Rousseau, Montesquieau y D`alambert hicieron parte la masonería y fueron miembros de la logia Les Neuve Soeurs en la que se fraguaron muchos de los ideales de la Revolución Francesa.

En el siglo XVIII se establece la masonería en América y en 1733 en Boston se crea la primera logia. Benjamín Franklin, George Washington y Tomás Jefferson fueron sus miembros, contribuyendo las logias a la Independencia Americana, a la implantación de gobiernos democráticos y republicanos y a la abolición de la esclavitud, por eso en los dólares americanos figuran impresos el triángulo y el ojo que representa la mirada de Dios que observa los actos de los hombres. En 1793 se establece la masonería en Colombia, Antonio Nariño fue uno de sus miembros fundadores que tenía como objetivo político difundir las ideas de libertad y justicia a través de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, sus reuniones clandestinas eran encubiertas a través de la tertulia literaria. En Cartagena se funda en 1809 la primera logia que luego desaparece. En 1820 en Bogotá, Francisco de Paula Santander funda la logia masónica que se camufla con la coartada de dar clases de idiomas, Bolívar y Santander eran “hermanos masones” pero luego en la lucha por el poder se distancian por la “conspiración septembrina” y Bolívar expide un decreto prohibiendo las “asociaciones o confraternidades secretas” y cualquier violación a la norma era castigada con multa o prisión. En 1833 surgen nuevamente en Cartagena y en Bogotá en 1864.

La masonería tuvo vínculos con el liberalismo ideológico de la burguesía, el krausismo y la fusión de tres corrientes; una corriente racionalista, una corriente esotérica y una corriente practicista. El principio de racionalidad significa que la masonería debe luchar contra la ignorancia y los prejuicios, en basar el conocimiento en el libre examen que se basa en la razón critica, a la que debe someterse las tradiciones, los utopismos y las demagogias, el principio esotérico significa que debe ser una sociedad secreta para la generalidad de las personas y sólo transmitida a sus miembros o afiliados y la corriente practicista que se basa en el pragmatismo de los anglosajones y la filantropía; como Orden establecida tiene un compromiso existencial, un vínculo que une entre sí a sus miembros de manera permanente. Una hermandad que es como una familia que se elige y que se yuxtapone a la consanguínea, aunque se afirma que ya no es una sociedad secreta sino una sociedad discreta con cierto factor de reserva, su secreto básico es el simbolismo, un carácter cerrado en las reuniones rituales, prohibición de divulgar los ritos y ceremonias y un secreto de pertenencia a la logia. 

Las logias masonicas en Santander

La masonería en Santander tiene sus orígenes en el Socorro en 1865 durante el establecimiento del Estado Soberano de Santander y en Bucaramanga en 1913; en los años veinte constituida en su mayoría por comerciantes y en los años treinta en Rionegro por funcionarios municipales y en esa misma década en Bucaramanga y Socorro por comerciantes, profesionales, empleados y funcionarios públicos.

Durante el periodo radical del Estado Soberano de Santander se destacan Manuel Murillo Toro, Dámaso Zapata y Aquileo Parra Gómez como miembros de la masonería que contribuyeron al proyecto liberal del radicalismo y cuya filosofía política postulaba “un mínimo de gobierno con un máximo de libertades”. Los Clausen y los Garnica son apellidos conocidos en Santander que pertenecieron a la logia masónica como el poeta y periodista santandereano Tomás Vargas Osorio, el escritor y político Gustavo Cote Uribe, el médico y político Carlos Toledo Plata y el historiador Horacio Rodríguez Plata.

En el ámbito social y cultural de Bucaramanga son conocidos igualmente la Radio Bucaramanga, la Corporación Instituto Caldas, la Universidad Autónoma, el periódico Vanguardia Liberal, El Compás y el Centro de Rehabilitación Infantil San Juan Bautista como instituciones creadas por miembros de la masonería. El colegio Santander fue objeto de atención por parte de la masonería santandereana como proyecto educativo que siempre fue de su interés desde finales de los años treinta y muchos de sus rectores y profesores fueron miembros de la logia.

En la actualidad en nuestro medio la masonería está constituida en una confraternidad que hace posible acceder a la burocracia estatal y privada de la clase política dominante. La relación entre política y masonería por tradición histórica en Colombia ha tenido sus nexos en tanto muchos miembros de la clase política han sido sus afiliados. La actividad política ha estado siempre reservada a los grupos de élites y como las logias en Bucaramanga agrupan a sectores de la élite la relación entre ambas es estrecha. [2]

En sus orígenes la burguesía ascendente consideró a la masonería como un medio para obtener el éxito social y se cree que hoy en el mundo hay más de seis millones de miembros. En los países de habla inglesa la masonería en su rasgo caritativo y protector se ha caracterizado por la fundación de hogares para la atención de ancianos y viudas, y orfanatos y escuelas para los hijos de sus miembros, la fraternidad actúa motivada por principios altruistas para con la humanidad, su país y su familia. 

Amadeus Mozart como miembro de la masonería compuso la ópera La Flauta Mágica que gira en torno al ritual masón y Tolstoi en su novela Guerra y Paz enaltece los ideales de la fraternidad. La francmasonería surgió como una de las mayores sociedades secretas del mundo; otras son los Rosacruces que mezclaban ciencia y misticismo; los Carbonarios en Italia, sociedad secreta revolucionaria de comienzo de siglo XIX que buscaba la libertad política y un régimen constitucional; los Fenianos en Irlanda, movimiento nacionalista revolucionario del siglo XIX que luchaba por liberar a Irlanda del dominio de Gran Bretaña y los partidarios del Nihilismo en Rusia, jóvenes intelectuales que bajo la influencia de las ideas occidentales, repudiaban el cristianismo por considerar a Rusia una sociedad atrasada y opresiva. Iván Turgueniev en su novela Padres e hijos (1862) hace protagonizar al nihilismo a través de su personaje Bazarov. En el siglo XIX y XX se crearon en Estados Unidos sociedades secretas con fines terroristas como el Ku Klux Klan y los Caballeros del Circulo Dorado, y en el siglo XIX una característica de las sociedades secretas en Europa y Estados Unidos fue también la filantropía y el beneficio mutuo de sus miembros que en la vida universitaria norteamericana el elemento fraternal ha predominado por tradición en la organización de sociedades de hermandad.

Antonio Acevedo Linares

Referencias 

1. Francisco Espinar Lafuente. Esquema filosófico de la masonería. Ediciones Istmo. Madrid, 1981, Pág. 58.
2. Nectaly Ariza Ariza. La masonería en Bucaramanga. Escuela de Historia, UIS, 1996, Pág., 125.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Masones en la Revolución Francesa

Masones en la Revolución Francesa



Si bien es simplista y engañoso poner la responsabilidad de la Revolución Francesa en las puertas de la masonería, no hay duda de que los masones, como individuos, participaron activamente en la construcción y reconstrucción de una nueva sociedad. Teniendo en cuenta la gran cantidad de cuerpos que reclaman autoridad masónica, muchos hombres identificados hoy como masones probablemente no estaban al tanto de la asociación masónica de los demás y claramente no pueden verse como actuando en concierto. Sin embargo, compartían ciertas creencias e ideales.

En 1789, el poder establecido en Francia era un reino de la gracia de Dios; sin embargo, Luis XVI era un soberano débil. Las columnas del poder establecido habían sido la nobleza, muchos de cuyos miembros ahora abrazaban a los filósofos y racionalistas, como Voltaire; el clero, cuya jerarquía inferior comprendía la miseria infligida a las clases bajas; el ejército, cuyos miembros procedían ya menudo simpatizaban con las clases bajas; y el servicio público, cuyos miembros provenían de una burguesía educada que se veía excluida de muchos avances políticos y sociales.

Las logias masónicas se autorizaron por primera vez en Francia en 1725. Dos edictos papales, el del Papa Clemence XII el 4 de mayo de 1738 y el del Papa Benedicto XIV el 15 de junio de 1751, nunca fueron registrados por el Parlamento francés y por lo tanto nunca entraron en vigor. Antes del período revolucionario había 1.250 logias en Francia con un estimado de 40.000 miembros. La masonería francesa del siglo XVIII era un grupo exclusivo, excluidos judíos, actores, empleados, trabajadores y sirvientes. El clero estuvo bien representado y la membresía de algunas logias, como La Vertu en Clervaux, estaba compuesta enteramente por clérigos católicos. Mientras que la nobleza se sentía atraída por la masonería, la gran mayoría estaba formada por la burguesía, a quien el lema masónico de la igualdad apelaba a su sentido de que eran iguales a los nobles.

Muchos miembros del ejército eran masones. Bernadotte, quien dirigió las tropas expulsadas de Grenoble, y más tarde fue general de Napoleón y luego rey de Suecia, era masón. La cautelosa respuesta del ejército al estallido de la rebelión en Gran Bretaña se ha atribuido al número de oficiales que eran masones.

Las reglas para los estados generales fueron desarrolladas por el ministro Necker, cuya membresía masónica no está probada pero se considera probable, mientras que los comités electorales creados por estas reglas se afirma que han estado compuestos principalmente por masones.

Menos admirable, Louis Philippe Joseph, quinto duque de Orleans desde 1785, Gran Maestre del Gran Oriente y más tarde "Citoyen Égalité" (1747/04/13 -1793/11/06), fue impulsado por su odio a su primo el Rey. Dentro de la masonería se puede ver que se están desarrollando dos grupos poco unidos: aquellos que ven al Duque como un símbolo para lograr sus objetivos de igualdad, y aquellos que usarían la masonería como un vehículo para sus propios objetivos políticos.

Cuando se forma la Asamblea Nacional, se cree que de los 1.336 delegados a los Estados Generales al menos 320, o el 24%, eran masones.

Fuente: Gould, Robert Freke. La historia de la masonería, sus antigüedades, símbolos, constituciones, costumbres, etc.

https://www.myfreemasonry.com/threads/freemasons-in-the-french-revolution.23513/

martes, 8 de diciembre de 2020

Joseph Brant

BIOGRAFÍAS MASÓNICAS
Joseph Brant

Nacido: martes 1 de enero de 1743
Muerto: martes 24 de noviembre de 1807

Joseph Brant fue Jefe de la Tribu Mohawk y de la Confederación India de las Seis Naciones, así como masón y miembro devoto de la Iglesia de Inglaterra.


Joseph Brant fue uno de los jefes nativos americanos más famosos y renombrados del siglo XVIII. Nacido en 1743 en lo que hoy es Ohio, sirvió con distinción durante la Guerra Francesa e India, y más tarde en el lado británico durante la Guerra Revolucionaria Americana. Fue el jefe de guerra elegido de la tribu india Mohawk, y más tarde de la confederación india de las 6 naciones, además de ser masón y un miembro devoto de la Iglesia de Inglaterra.

Asistió a la universidad que se convertiría en Dartmouth cuando era adolescente, donde estudió literatura occidental e inglés. Más tarde haría un buen uso de esta educación británica de clase alta codeándose con la alta sociedad británica, con un inmenso beneficio para él y sus representados. Se hizo muy amigo del gobernador británico de las tribus indias, quien terminó casándose con su hermana. Juntos trabajaron para proteger la autonomía territorial de la población local contra la invasión de los colonos europeos.

Cuando Francia e Inglaterra entraron en guerra en la guerra de Francia e India, Brant condujo a su pueblo a la batalla del lado británico, después de haberle prometido protección y reconocimiento. Sin embargo, las fuerzas británicas no estaban interesadas en utilizar a las tropas nativas como algo más que exploradores. Como consecuencia afortunada de esto, eludieron gran parte de la matanza de la guerra en ese conflicto.

Cuando estalló la revolución estadounidense, Brant se alió de inmediato con los británicos nuevamente, leyendo la escritura en la pared de que si Estados Unidos ganaba, se expandiría hacia el oeste y empujaría a su tribu y a otras como ella fuera de sus tierras. Fue elegido jefe de guerra de los indios de las seis naciones y fue a Inglaterra para asegurar la alianza con el Imperio Británico. Fue allí donde fue iniciado en la masonería. Existe un debate sobre en qué logia fue iniciado, pero el año y el mes fueron abril de 1776, y el rey Jorge III le presentó su delantal masónico. Se tomó en serio el espíritu masónico de libertad, igualdad y fraternidad, y se negó a inclinarse ante el Rey, en lugar de recibirlo como un igual. Según los informes, el rey se lo tomó bien, reconociendo a Brant como un príncipe de igual categoría.

Durante la Revolución Americana, luchó en varias batallas, donde sus virtudes masónicas, de misericordia y alivio, fueron evidentes en el enfrentamiento de oficiales y la detención de masacres. Luchó con valentía y coraje, y cuando los británicos perdieron la guerra, utilizó toda su habilidad y conexiones diplomáticas para preservar el territorio de los Mohawk contra nuevas invasiones. Se convirtió en el primer maestro de Mohawk Village Lodge No. 11, que había ayudado a fundar. Encontró en la Masonería una plataforma para difundir y reforzar sus ideas y le dedicó mucho tiempo.

Pasaría el resto de su vida luchando contra la creciente ola de colonialismo de colonos en América del Norte y tendría un gran éxito. Hoy es recordado como un gran pacificador por unir a las seis naciones bajo su liderazgo, como un guerrero feroz por sus hazañas en la guerra y como un hermano verdadero y fiel por su conducta hacia sus semejantes. Murió en 1807 después de haber emigrado a su tribu a Canadá para evitar la expansión estadounidense y construir con éxito un hogar estable para ellos allí.

https://www.universalfreemasonry.org/en/famous-freemasons/joseph-brant

domingo, 6 de diciembre de 2020

Masonería En El Imperio Otomano

Masonería En El Imperio Otomano


La edición de junio de 2015 de la popular revista de historia "Derin Tarih" (Historia profunda) afirmó exponer la "historia oculta" de cómo la masonería jugó un papel clave en la caída del Imperio Otomano. La revista es publicada por la misma empresa propietaria del periódico Yeni? Afak, pro Justicia y Desarrollo (AKP), y siempre está llena de historias igualmente grandilocuentes, que revelan "documentos históricos" de dudosa veracidad. Los masones pueden no ser el enemigo número uno del AKP, pero la paranoia residual sobre la masonería aún persiste en los márgenes de la política turca. (En la década de 1970, el actual presidente Erdo? An escribió y actuó en una obra de teatro titulada "Mas-Kom-Ya", o masón-comunista-judío).

Este libro de la historiadora Dorothe Sommers analiza el desarrollo de la masonería en territorio otomano durante el siglo XIX y principios del XX. Sommers se centra particularmente en las logias masónicas en Siria, pero también se refiere a su situación general en el imperio. Hasta cierto punto, este es un territorio virgen, poco investigado hasta ahora, y el libro solo puede arañar la superficie. Pero todavía hay mucho que aprender de él.

Una hermandad secreta formada en gran parte por élites cosmopolitas que enfatizan el "bienestar de la humanidad" y participan en arcanos rituales semirreligiosos; no debería sorprender que surgieran tantas teorías de conspiración sobre la masonería global. Hubo otra capa de intriga en el Imperio Otomano, ya que la masonería fue un fenómeno europeo que se extendió hacia el este con estructuras explícitamente coloniales durante el siglo XIX. Pero las logias masónicas en territorio otomano rápidamente “se volvieron nativas” y se adaptaron a las condiciones locales. Como en otros lugares, los cuadros que más tarde llenaron las filas de las logias en el Imperio Otomano pertenecían generalmente a las clases media y alta cosmopolitas, a menudo las vanguardias de la modernización en el mundo del Mediterráneo oriental. Las logias se convirtieron en una especie de sistema de gremios o club social para las élites locales, que cultivaban ideas de hermandad, igualdad,

Lo que hace que la masonería otomana sea particularmente intrigante es que era una institución explícitamente no sectaria en un momento en que las afiliaciones religiosas y nacionales se estaban politizando cada vez más. Los masones otomanos intentaron lograr lo que la política y la religión no pudieron lograr: unir mentes que de otro modo serían dispares, producir sociabilidad interreligiosa, promover la emancipación social y moral. A través de una comunidad de hombres no religiosos, buscaron superar las divisiones políticas o religiosas, estableciendo un denominador común para la comunicación y la cooperación. La Biblia fue tan bienvenida como el Corán. En palabras de WS Nelson, un no masón y ex misionero en Siria a finales del siglo XIX: “[La masonería] suministró a Siria un principio unificador, una organización en la que todos los credos y sectas, cristianos y musulmanes por igual,

Si bien muchos musulmanes nativos eran miembros de logias masónicas, muchos otros sospechaban de un club de élite con orígenes europeos que predicaba "civilización y fraternidad". De hecho, la masonería se ganó el oprobio de los líderes religiosos de todo el espectro: cristianos, judíos y musulmanes. Las teorías de la conspiración florecieron, con acusaciones sobre masones que conspiraban para usurpar el poder mundial, parecidas a las de los judíos en los "Protocolos de los Ancianos de Sión". Como escribe Sommer, “fue visto por muchos como una secta siniestra y destructiva que intentó gobernar el mundo para atacar la moral religiosa e implementar la anarquía”.

Las tres secciones centrales del libro de Sommer se centran en las logias de Damasco, Beirut y Trípoli. Si bien la profundidad de la investigación es impresionante, podría haber sido más gratificante considerar la masonería en las principales ciudades del Imperio Otomano más al oeste como Estambul, Zmir y Salónica. Algunas teorías de la conspiración hoy en día afirman oscuramente que el joven Mustafa Kemal Atatürk estuvo activo en la Logia Veritas de Salónica, supervisada por el Gran Oriente francés. Sea cual sea la verdad, es cierto que las logias masónicas de Salónica jugaron un papel activo en la ciudad durante el siglo XIX y principios del XX.

Sommer admite que hay mucho más por investigar sobre el tema. Pero su libro sigue siendo una lectura digna. Por supuesto, no atraerá la misma atención que “Derin Tarih”, pero definitivamente es más informativo.

http://freemasonry-cg.com/freemasonry-in-the-ottoman-empire/

viernes, 4 de diciembre de 2020

Equipo De Grado Indio Masónico De Oklahoma




Equipo De Grado Indio Masónico De Oklahoma



Alrededor del año de 1948 hubo un grupo de indios de Oklahoma que se reunieron para realizar un trabajo de grado masónico. Fue muy bien recibido por quienes presenciaron el esfuerzo. En 1950, parte del grupo de 1948 decidió formar el Equipo de Grado Indio Masónico de Oklahoma. Cada año desde entonces, el equipo ha viajado por todo Estados Unidos y Europa para obtener el título de Maser Mason. En el pasado, hasta ahora, ha habido comparativamente pocos cambios en Team. Los directores han sido Fred Hays, Bunny Manly, Bob Archiquette, Ron Chambers, Terry Adams y actualmente Donald R. (Butch) McIntosh. Elevado al grado sublime de Master Mason y agregado al Equipo en 1959, Bob Archiquette, quien ha estado con nosotros en casi todos los Grados del Equipo y todavía está participando con el Equipo. El equipo también consta de 13 Past Masters y los otros están en línea en la actualidad. El equipo nunca ha cobrado por su trabajo y no realizará títulos simulados. Uno de nuestros títulos más grandes que obtuvimos anteriormente, fue un recuento de aproximadamente 4,500 hermanos presentes y eso fue en Delaware, algunas veces hemos hecho el Grado cuando el Equipo ha superado en número a las personas en el albergue. Independientemente, todavía nos ponemos en el mismo grado.

El Equipo no está formado por miembros de una Logia, sino de varias. Todos los Hermanos deben vivir en el Estado de Oklahoma y estar dispuestos a viajar dos y ocasionalmente tres fines de semana al mes, si el Equipo puede viajar de Tulsa a un Lodge en una hora, trabajaremos entre semana por la noche. Esta cantidad de tiempo de viaje durante un año puede ser estresante para la vida hogareña, pero contamos con un “equipo local” muy comprensivo. En ocasiones, el "equipo de casa" puede "salir de gira"; es decir, las esposas del Equipo son invitadas a visitar cuando trabajan las damas de la Logia para quienes el Equipo está haciendo el Grado. Es a través de esta confraternidad que se han construido muchas amistades duraderas, tanto para los miembros como para las esposas. Los miembros del equipo realmente disfrutan conociendo a sus Hermanos de otros estados y encontrando espíritus afines en la Masonería.

Desde principios de los años 60, el Equipo ha tenido postales con imágenes disponibles como recuerdo de su trabajo de grado. Las donaciones recibidas a través de estos ayudan a costear sus viajes. Últimamente, han agregado alfileres de solapa, gorras y monedas como otro recuerdo. Cuando el Equipo viaja fuera del estado, solicita al Lodge solicitante que pague el viaje, la comida y el alojamiento. En los últimos años, los miembros del equipo han organizado programas de danza tradicional india y narración de leyendas y cuentos para ayudar a algunas de las logias a sufragar parte del costo de su viaje. Este ha sido uno de los favoritos, no solo de los miembros del Lodge, sino también de sus damas y familiares. Esta es la única vez que las damas y los niños pueden ver a los miembros del equipo con sus auténticas insignias tribales o ropa de baile. El Equipo visita con frecuencia los hospitales Shrine ubicados cerca de la obra del Grado.


Las naciones nativas americanas representadas en el equipo son Apache, Choctaw, Chickasaw, Cherokee, Creek, Keetoowah, Oneida, Ottawa, Quapaw, Shawnee. En el pasado, los miembros han sido Delaware, Kaw, Kiowa, Pawnee y Ponca.

Este es "el equipo de grado más antiguo" que existe hoy en día, y principalmente se debe a que, como equipo, el grupo nunca se ha detenido ni ha tenido un descanso desde su inicio, hace más de cincuenta años. La OMIDT ha elevado más de 900 al grado de Master Mason. ELLOS SON el único equipo de grado indio conocido.

http://freemasonry-cg.com/oklahoma-masonic-indian-degree-team/

lunes, 30 de noviembre de 2020

Iglesia y Masonería

Iglesia y Masonería 
Ensayo de Fernando López Alanís


Presentación. Con motivo del Tricentenario de la Fundación de la Gran Logia de Inglaterra, en 1717, con la reunión de cuatro Logias preexistentes, lo que se toma como la “aparición” de la Masonería pública e históricamente en el mundo, la Logia Simbólica “Crisol 62, número 2” del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, de Morelia, Michoacán de Ocampo, organizó un ciclo de Conferencias que se presentó en la “Casa Natal de Morelos”, de esa ciudad durante la última semana de enero y la primera de febrero de 2017. El 3 de febrero tuve la oportunidad de presentar el

Tema 5: “Masonería e Iglesia, el desencuentro entre la libertad y el dogma”,

cuyo texto en diapositivas que me sirvió como guía, reproduzco en seguida madificándolo a manera de Ensayo. Es claro que no agota el tema, ni lo examina a profundidad; pero parece suficiente para tener una idea clara de esa relación de trescientos años tan accidentada y poco comprendida.

Antecedentes. Las “guerras de religión” en Europa, entre 1520 y 1700. Son de mencionar: la sublevación de los campesinos alemanes (1524) que estaban por La Reforma, y que fueron masacrados en un número estimado de 150,000. Las guerras de Kappel, en Suiza, entre Católicos y los Protestantes de Zuinglio y de Calvino, que éstos perdieron. La Guerra de Esmalcalda, en Alemania, en la murieron miles de Protestantes y Católicos, con el triunfo final (1555) de éstos, con la Paz de Absburgo. La guerra de 80 años en los Países Bajos, de Católicos contra Calvinistas, y la Paz de Westfalia (1648). Las Guerras de Religión en Francia, de los Católicos contra los Hugonotes que terminaron más o menos con el Edicto de Nantes (1548), sin embargo lo peor estaba por venir con la “Noche de San Bartolomé” (1572) cuando en Paris fueron masacrados miles de Protestantes de filiación calvinista, y en toda Francia durante los meses siguientes. La Guerra de los 30 Años entre los Portestantes Reformistas y los Católicos Contrarreformistas, que acabó con la Paz de Westfalia (1648). Mientras tanto en Inglaterra, Escocia e Irlanda guerrearon los Católicos contra las tendencias de la Reforma, con pretextos como los libros de oraciones, y las persecuciones entre vencedores y vencidos fueron violentísimas. Todo eso se apaciguó hacia el 1700, en toda Europa. Entonces aparece la Masonería con enseñanzas fundamentales, como “todos los hombres nacen libres y son iguales en dignidad y derechos”, “La Tolerancia religiosa es una demostración de la Fraternidad”, y otras que veremos en los textos siguientes. Así pues:

1.- Comencemos por recordar que la Masonería hizo su aparición pública en 1717, con las cuatro Logias que formaron inicialmente la Gran Logia de Inglaterra, y que durante 15 años surgieron Logias Masónicas en toda Europa, y se conformaron Grandes Logias, desde Escandinavia e Irlanda hasta el Mediterráneo. Y un siglo después en toda América.

Independientemente de que éste sea un fenómeno social que sólo tiene como explicación la existencia anterior de la Masonería, así como el atractivo intelectual y moral de quienes la conocían, en cuanto se hicieron públicas sus doctrinas, sus objetivos y fines, y sus métodos, fueron inmediatamente estudiados y censurados, y finalmente condenados por la Iglesia Católica, al grado de prohibir a sus “fieles” afiliarse a ella bajo los más severas y duras penas, como la “excomunión” (que implica la casi segura “condenación eterna”), y el “entredicho” (que prohíbe la recepción de todos los Sacramentos y la sepultura en tierra sagrada).

Posteriormente también algunas Iglesias Ortodoxas, y algunas Iglesias Protestantes o Cristianas, se declararon contra la Masonería y prohibieron a sus feligreses ingresar a ella, pero lo hicieron de manera más suave y permisiva, y tampoco se han obstinado en ello. Además, debemos considerar que la Masonería floreció en el seno de las diferentes manifestaciones del Cristianismo.

Y es de notar que por circunstancias políticas algunos gobiernos la declararon fuera de ley y subversiva, declaraciones que fueron derogadas al desaparecer las circunstancias que las originaron. (El último gran ejemplo del siglo pasado es el Franquismo en España, donde ahora la Masonería prospera con grande fuerza, después de haber sido perseguida hasta casi el exterminio.)

Sin embargo, ya se ve, ninguna prohibición ni condena detuvo la expansión ni la influencia de la Masonería.

2.- Del periodo de 1738 a 1983 se conservan en los archivos del Vaticano más de 400 documentos condenando a la Masonería, a los que hay que agregar las abundantes intervenciones de los Dicasterios (tribunales de justicia) de la Curia Romana, y las innumerables declaraciones de la Conferencias episcopales y de los obispos en sus diócesis: todo indica claramente que para la Iglesia Católica, además de la reprobación continua, la Masonería es una cuestión vivamente debatida, fuertemente sentida y cuya discusión no puede considerar cerrada. Todo esto queda de manifiesto con la siguiente declaración (1981) de la Congregación de la Doctrina de la Fe: “Los principios de la Masonería siguen siendo incompatibles con la doctrina de la Iglesia, por lo tanto tampoco es compatible la pertenencia a la Iglesia Católica y al mismo tiempo a la Masonería”.

3.- Algunos de los documentos pontificios más importantes, por su fuerza y amplitud, condenando a la Masonería son los siguientes: “In Eminenti” (1738) de Clemente XII; “Providas” (1751) de Benedicto XIV; “Ecclesiam a Jesucristo” (1821) de Pío VII; “Quo Graviora” (1825) de León XII; “Traditi Humilitati” (1829) de Pío VIII; “Mirari vos” (1832) de Gregorio XVI. Cuatro condenas de cuatro Papas en diez años. Sólo es de advertir que es el tiempo de las independencias latinoamericanas y de la necesidad del mutuo apoyo entre los reyes españoles y el papado.

El Papa Pío IX, del que hablaremos después, publicó muchos documentos contra la Masonería, desde las grandes Encíclicas hasta documentos llamados Bulas y Breves, directamente o que le aluden. Sobresalen: “Qui Pluribues” (1846), “Quibus cuantisque malis” (1849), “Syllabus errorum nostrae aetate” (1864), “Multiplices inter” (1865), “Apostolicae sedis” (1869), “Etsi multa” (1863), “Quanta Cura” (1864).

El Papa León XIII no fue menos prolifero y ciertamente más agresivo, sobre todo en la encíclica “Humanum Genus” de 1884. Otros documentos suyos fueron: “Etsi Nos” (1882), “Officio Sanctisimo” (1887), “Ab Apostolici” y “Dall’alto Dell’Apostólico seggio” (189), “Inimca Vos” (1892), “Custodi de quella fade” (1892), “Praeclara Gratulationis Publicae” (1894), “Annum ingressi” (1902).

4.- El Papa Benedicto XV promulgó el primer Código de Derecho Canónico (ley oficial de la Iglesia) en el año 1917. En él condena la Masonería explícitamente: Canon 2335: «Personas que entran en asociaciones de la secta masónica o cualquier otra del mismo tipo que conspire contra la Iglesia y la autoridad civil legítima, contraen excomunión simplemente reservada a la Sede Apostólica”.

El Código actual (promulgado en 1983) no habla explícitamente de la Masonería sino que se limita a la siguiente advertencia general contra ese tipo de asociación: Canon 1374: «Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación, ha de ser castigado con entredicho».

Como no hay una condena explícita sobre la Masonería, se hicieron miles de consultas a la Santa Sede, la cual respondió con la “Declaración sobre las Asociaciones Masónicas, Quaesitum est”, de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, del 26 de noviembre, 1983: “el juicio negativo de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas se mantiene sin cambios ya que sus principios siempre se han considerado irreconciliables con la doctrina de la Iglesia («earum principia semper iconciliabilia habita sunt cum Ecclesiae doctrina») y por lo tanto se continúa prohibiendo ser miembro de ellas. Los fieles que se inscriben en asociaciones masónicas están en estado de pecado grave y no pueden recibir la Santa Comunión”.

5.- De esta manera, pues, culturalmente en el mundo ha sido la Iglesia Católica quien más ha contribuido a crear un ambiente adverso, de condena y rechazo, incluso de odio y persecución, a la Masonería como organización, y a los Masones como personas. Apuntamos ya que otras Iglesias del Cristianismo la han reprobado también, pero ninguna al grado de la descalificación absoluta ni de la persecución.

6.- Muy bien, pero ¿por qué tanta saña? Pongámonos en 1717, después de lo que hemos apuntado en “Los Antecedentes” de este Ensayo, y a punto de todo un proceso social, intelectual, científico de la sociedad europea: la Ilustración, el Enciclopedismo, el inicio de los grandes descubrimientos de la física, de la antropología, de la Arqueología, de la Historia, etcétera, preparando las grandes revoluciones políticas y sociales: la independencia de las colonias inglesas en América y la Revolución Francesa, y todos los movimientos sociales, científicos y políticos de todo el Siglo XIX: en todo lo cual la Masonería y los Masones tienen una intervención ideológica y de praxis importante y trascendente. Semejante revolución social, combinada con lo económico, político y científico, afecta de manera directa a los intereses terrenales de los que vivió 1500 años la Iglesia Católica, quien para defenderlos se refugia en sus tradiciones medievales: el dogma intransigente, la excomunión, el entredicho, las amenazas con las penas eternas del infierno, la condena en el nombre de Dios. Veamos algunos ejemplos donde el desencuentro fue ineludible:

7.- La teoría y práctica de la Separación Iglesia Estado. Nuestra razón y la realidad nos dicen que el Estado y la Iglesia son dos órdenes diferentes: el espiritual y el terrenal. Y cada uno tiene su propio ámbito de acción, que debe ser respetado para evitar múltiples problemas e injusticias. Esto significó acabar con costumbres y supuestos derechos de religión, como ser el Estado el brazo armado de los intereses religiosos (apresar y encarcelar a quienes no pagan diezmos y primicias, por ejemplo, o a quienes no pagaban los préstamos de los obispos y de los abades). Significó finalizar con el fuero eclesiástico y sus consecuentes leyes privativas. Por eso llamaron subversivos a los Masones y contrarios al orden Divino. El problema actual, sobre todo en México, es que la iglesia no acepta haber quedado fuera de las decisiones políticas, rechaza ser juzgada por las Leyes genrales del país, se niega a pagar impuestos, y se esfuerza por recuperar esa vieja influencia; lo malo es que hay políticos ignorantes y ambiociosos que se venden a cambio de la influencia religiosa.

8.- La Masonería propuso la Democracia, en contra del derecho divino de los reyes y emperadores, y propuso el cambio de siervos y subditos por el de ciudadanos, lo cual eceptaron los pueblos de Europa y América; pero lograrlo en contra de los enormes intereses aliados de la Iglesia y de la nobleza costó mucha sangre. Recordemos que reyes y emperadores sólo podían gobernar si tenían el reconocimiento del Papa, y él o sus delegados los coronaban. El pueblo era súbdito y estaba obligado a obedecer bajo pena de pecado, pues si no, desobedecía la voluntad divina. En cambio la Masonería propuso el pacto social entre gobernantes y gobernados: la Soberanía reside en el pueblo y los gobernantes electos por el pueblo no necesitan la aprobación del Papa para gobernar. El ideal y el concepto inicial fue enunciado como “Los Derechos del Hombre y del Ciudadano”. Ya se ve y se entiende que también por esto el Catolicismo rechace y condene a la Masonería y no admita punto de coincidencia en sus Encíclicas, Bulas y demás documentos, sobre todo de los Siglos XVIII y XIX.

9.- Hay otras supuestas razones, mucho más delicadas ideológicamente, para las condenas, persecuciones y demás. Una de ellas es lo que la Iglesia define como la violación del Primer Mandamiento. Dice que “los Masones tienen un concepto de la divinidad diferente al de la revelación judeo-cristiana. No aceptan al Dios Trino, único y verdadero.” En efecto, la Masonería no acepta el “misterio” del Dios Trino y Uno, pero precisamente por Liberales, defensores de la Libertad de Conciencia, no tiene ninguna objeción para que cada quien crea en un Dios, comoquiera le llame o lo conciba; y si millones libremente creen en un dios trino (tres personas distintas) y uno, pues que así sea, y ya. Por otra parte, la creencia en un dios trinitario no es judía, es sólo cristiana y es resultado de una evolución conceptual de los primeros siglos gnósticos del Cristianismo.

10.- Derivado de eso, la Masonería no tiene ninguna objeción en que la Iglesia Católica se diga depositaria de una verdad revelada por su Dios (como lo concibe y le llama). Tampoco le parece mal, como ella afirma, que enseñe los dogmas de su sustento ideológico, tales como el pecado original, la divinidad de Cristo, la eucaristía, la infabilidad del Papa o los dogmas marianos. Lo que no acepta es la teoría de que “por no creer” en eso el resto de la Humanidad esté “condenada eternamente al infierno”. O sea: actualmente somos 8 mil millones de seres humanos en el planeta, de los cuales se dicen Católicos poco más de mil millones, lo que significa que el Dios de los Católicos creó 7 mil millones de seres humanos “a sabiendas de que se irán al infierno por toda la eternidad”. Sumar a ese número los humanos que vivieron antes del Catolicismo, más los que no creyeron en esos dogmas porque no les pareció o porque ni idea tenían que existieran, tendríamos un infierno bastante poblado y un Diablo más que satisfecho. Las doctrinas Masónicas basadas en la razón y en los estudios de la Filosofía, en particular de la Moreal, no aceptan un dios así de injusto ni una doctrina de exclusión así de arbitraria. Ya se ve claramente otra causa de rechazo.

11.- Prosigamos con una cuestión trascendente: la fe. En el Catolicismo, y el Crisitanismo en general, “la fe es un don divino” que acepta como verdadero lo que Dios revela, o lo que los ministros religiosos dicen que es revelación divina. La fe como creencia es asunto religioso: no hay religiones sin fe. Sin embargo, el Catolicismo enseña que la fe es una Virtud Teologal (dada por Dios, pues), pero lo mismo pueden decir las otras religiones en el campo de su propia docctrina. Lo malo de esta afirmación es que resulta exclusivista y descalificadora, ya que cada religión propondrá y defenderá su propia fe como la verdadera, calificando a las otras como falsas, y en no pocas ocasiones combatiéndolas. Esta limitación de la fe como virtud teologal es la diferencia esencial con la fe como Valor Humano, que es una práctica de vida, es universal, es una conducta que acepta libremente como verdadero el testimonio de un testigo, y, sobre todo, defiende el derecho a creer o no creer. Una definición masónica de fe es ésta: “es la ínima persuación de la conciencia, fundada en la razón y en el estudio de la naturaleza; contra la fe verdadera resultan impotentes la duda y los esfuerzos de la ignorancia, y en ella se estrellan los fantasmas de la suprestición y el fanatismo”.

Tanto en el sentido de un dios trino y uno, como en el sentido de la fe, la Iglesia acusa a la Masonería de “tener una deidad impersonal”. Lo cierto es que la Masonería llama Gran Arquitecto del Universo al Principio Creador de todo cuanto existe, y que no se le puede representar de ninguna manera. Sin embargo, nunca califica a los Católicos de idólatras por representarlo y así adorarlo: respetamos su libertad de hacerlo, pero es inaceptable ante la Humanidad que por eso juzguen, condenen, persigan, quemen, torturen, cuelguen, descalifiquen e insulten a nadie, como lo hacen en general a todo no Católico, y a los Masones en particular.

12.- En consecuencia, conocemos La Fraternidad: todos tenemos el mismo origen y vamos hacia el mismo fin: todo cuanto existe: plantas, minerales, animales, los planetas y las galaxias, los seres que no podemos ver y que llamamos espirituales. Los Masones pertenecen a la gran Familia Humana, levantan templos a la Gloria de Dios y entonan himnos a la Gloria de su Nombre. No aceptan ninguna exclusión, ningún fanatismo político o religioso, porque éstos son contrarios a la Fraternidad, a la Tolerancia, y principalmente a la Libertad.

13.- Los Masones se duelen de la descalificación, del lenguaje ofensivo y de la confrontación a causa de adjetivos como “enemigos de Dios”, “hijos de Satanás”, “todo Masón está condenado al infierno”; por el contrario “los Católicos somos un pueblo de reyes y sacerdotes del Dios único y verdadero ”, todos los demás adoran a “dioses falsos” y al Demonio; los Masones han padecido el que la Iglesia Católica se proclame con el derecho divino único y exclusivo de juzgar y condenar “en el nombre de Dios”, y mucho más de sentirse con autoridad para declarar el exterminio de los no Católicos, quienes fueren. Todo eso es contrario al “amor al prójimo” y a la mismisima Caridad Crisitana. La Historia es rica en ejemplos de esa actitud, y los Mexicanos la sufrimos todo el Siglo XIX y con la última la contrarrevolución armada llamada “Cristiada” (1929). Veamos otros ejemplos:

14.- Por el Edicto de Milán (313), el Cristianismo pasó de ser una religión perseguida (acababan de pasar las masacres de Diocleciano), a casi una religión de estado (lo será oficialmente hasta Teodosio, 391), consejera y apoyo político para el emperador Constantino (274-325), quien no sólo la protegió, sino que influyó para que se acabaran las dos más importantes herejías de su tiempo, organizando y haciendo cumplir las resoluciones de los Concilios de Arlès y de Nicea, el primero contra los Donatistas (sólo los sacerdotes intachables podían administrar los sacramentos, y los pecadores no son miembros de la Iglesia), y el segundo contra el Arrianismo (el hijo de Dios, Jesús, fue creado por el Padre, por lo tanto no existió siempre), y que dio origen al “Credo”. Lo más trascendente de esta acción fue el paso del Cristianismo a ser una religión perseguidora: primero de los Paganos, en ese momento de los Donatistas y Arrianos, posteriormente de todo lo que no fuera considerado correcto por el Catolicismo. Con este sentido de religión perseguidora e intransigente conocemos en la Historia los extremos de incluso guerras de exterminio. Tales son los casos, además de los citados, de Las Cruzadas, del Protestantismo, de los Ortodoxos orientales, de los Husitas y los Cátaros, hasta las persecuciones horribles contra “brujas” y “hechiceros”, la aniquilación de las religiones y culturas originales de América, y la temible Santa Inquisición. Conscientes de todos estos males causados a la Humanidad, los últimos Papas, desde Juan Pablo II, han pedido disculpas y perdones, pero no han corregido sus acciones: la Masonería, por ejemplo, es todavía constante, sistemática y sin tregua perseguida, desprestigiada y satanizada, y sus miembros acusados sin prueba alguna de crímenes nefandos, como apuñalar las Hostias, comer niños y hacer “misas negras” con mujeres desnudas.

15.- “La Iglesia Católica acusa a los Masones de violar el Segundo Mandamiento: no jurarás el Nombre de Dios en vano”. Y  afirma: “Es grave el abuso de los juramentos en nombre de Dios. Formalmente los Masones invocan la deidad en sus ritos de iniciación para sujetar al hombre, bajo sanciones directas, a objetivos contrarios a la voluntad divina.” En verdad es ésta una curiosa e improcedente causa de rechazo; veamos: si la concepción del Gran Arquitecto del Universo no es la del Dios Trino y Uno, es claro que los juramentos nada tiene que ver con el Dios Católico, y punto. Nada tienen que reprochar ni condenar. Por otra parte, los juramentos masónicos en nada son contrarios a la voluntad de ninguna divinidad, pues jurar “por la Gloria de Su Nombre, y por Amor a la Humanidad”, para trabajar por la perfección del ser humano, por la perfección de la sociedad, por la defensa de todas las libertades del ser humano, no es contrario a ninguna divinidad.

16.- Otra muy importante y trascendente “acusación” es la siguiente: la Masonería intenta destruir a la Iglesia Católica. (Este objetivo Masónico está ampliamente documentado)”. Nada más falso, y la documentación a que se alude son sus propios documentos. Fuera de ella nadie se ocupa de eso, ni en jurisprudencias particulares ni internacionales. Esta afirmación es la que más ha movido a los “fieles católicos” a desarrollar sentimientos de odio hacia la Orden Masónica y los Masones. Las doctrinas masónicas en que se basa esta afirmación, y que debemos aceptar ciertamente son contrarias a las enseñanzas del Catolicismo, las veremos en seguida. Sólo debemos advertir una vez más que la Masonería ha propuesto a la Humanidad estas doctrinas, las que muchos pueblos y naciones han aceptado y practicado. La oposición cerrada del Catolicismo a las mismas ha causado muchos males a los pueblos, desde la condena y persecución ideológica hasta guerras civiles. Veamos:

17.- Libertad de Conciencia. Es para los Masones la más preciada de todas las libertades humanas, y la consideran el sustento de otras muchas. No así el Catolicismo, para quien el control de la conciencia es fundamental. Sus “fieles” sólo pueden pensar lo que les dicen que piensen, y si no lo hacen “cometen pecado”. El “dogmatismo” es fundamento ideológico y pragmático del Catolicismo, y su control más efectivo es el “Sacramento de la Confesión”. La Masonería no se opone a que haya seres humanos que acepten ese control, si libremente lo aceptan; a lo que se opone es a que se niegue la libertad de aceptarlo o no, y a que use el miedo (el infierno, la excomunión) o el chantaje (oposición a la voluntad de Dios, enemigo de Dios) y a la condena subsecuente (estás en pecado, y Dios te condena) por desobedecer o no creer lo que dicen y mandan los “representantes de (ese) Dios” en la Tierra. Basada en esa libertad, la Masonería es defensora decidida del Libre Albedrio.

18.- Libertad de Culto. La Masonería acepta que la religiosidad es una característica de la Humanidad. De aquí que este sentimiento se haya desarrollado históricamente de diferentes maneras desde los inicios de la humanidad, según lo muestran los estudios de la Antropología, la Sociología, la Historia y la Arqueología, entre otras ciencias. De esta manera entendemos mejor que las manifestaciones de la religiosidad sean una cuestión cultural, y que la manera como se manifiesta se llama “culto”. Así, hay tantos cultos cuantas manifestaciones de la religiosidad, llamadas religiones. Por lo tanto, no hay una religión mejor que otra, ni una verdadera y todas las demás falsas, ni mucho menos hay una que tenga derecho a perseguir y asesinar de muchas maneras a personas o a pueblos enteros (genocidios). La Masonería lamenta que eso haya sucedido históricamente con el Catolicismo (y en muchas ocasiones con el Cristianismo en general), y se esfuerza porque eso no suceda ahora. Ya se ve otra la causa del rechazo a los Masones desde la perspectiva del Catolicismo.

19.- La libre circulación de las ideas y la libertad de imprenta. Estos principios fueron de los más combatidos por el Catolicismo en los Siglos XVIII y XIX, y en México todavía en la primera mitad del Siglo XX. El real significado es la lucha contra la censura previa de la Iglesia. Desde siempre esta iglesia prohibió la escritura y lectura de escritos que no estuvieran de acuerdo a sus doctrinas. Durante los primeros siglos a los “escritores paganos”, y durante más de mil años incluso la lectura de la Biblia, y era condenado quien la tradujera a los idiomas de los pueblos. La censura se estableció férreamente después de la invención de la imprenta, y se agravó con la aparición del Protestantismo y las Biblias traducidas, y, con las ideas del Enciclopedismo, la Ilustración y la Revolución Francesa, estos grandes movimientos promovidos y sostenidos por la Masonería. Llevó más de dos siglos liberarse del “Nihil Obstat” de los censores, y del “Imprimatur” de los obispos y de los Abades, y del “Índice de los libros prohibidos”.

20.- La libertad de investigación. Esto se entiende mejor si lo plantemos como “ciencia y religión”, “conocimiento y fe”. La Iglesia tuvo una oposición cerrada al inicio de las ciencias que contradecían a los escritos de la Biblia. Particularmente a la Astronomía, a la Física y Química, a la Historia y a la Arqueología. La Masonería distingue perfectamente lo que es propio de las ciencias de lo que es materia de fe, y los intentos de separarlas fueron muy perseguidos y condenados durante los Siglos XVIII y XIX. Aunque ya con menor influencia, en la actualidad el Catolicismo se ha opuesto a los estudios del Genoma, y de las clonaciones posibles en consecuencia, por ejemplo, o a las investigaciones para evitar el embrazo. La Iglesia no puede olvidar que fueron los Masones quienes impulsaron la libertad de investigación y la separación de las ciencias de las cuestiones religiosas o de fe.

21.- Desencuentro por el ejercicio de la Laicidad. “la creencia” (religiosa) es un ejercicio de la libertad absoluta e inalienable del ser humano, inherente a su facultad de pensamiento; por lo tanto, las Constituciones, las Leyes, los Estados, los Gobiernos, las organizaciones o las personas, no pueden, ni deben, hacerla objeto de ataque, limitación o persecución alguna, alegando supuestas justificaciones de dogmas o mitos o prejuicios y, menos aún intentar imponer determinada confesión religiosa a ciudadanos libres e iguales. El Laicismo es el principio fundacional e inalterable del estado moderno, el camino a su democratización y sustento pleno e incondicionado de la libertad de las personas para tener, o no tener, o cambiar de creencias religiosas. El Estado Laico ha adquirido la categoría de compromiso histórico, social y de conciencia de los pueblos por mantener incólume el postulado de la separación de la religión y de lo eclesiástico respecto de los asuntos de política y de gobierno, que son puramente temporales y contingentes.

22.- La doble moral. Ésta es otra consecuencia que a los ojos de todos parece funesta en sí misma, y por lo mucho que ha influido en la política. El Catolicismo sentencia: “lo que yo enseño es verdadero porque yo digo que es verdadero; lo que tú afirmas es falso porque yo digo que es falso”. Y si entramos en conflicto armado por cuestiones de fe, como tantas veces ha sucedido: si yo te mato es en defensa de Dios y de su santa iglesia: mi premio es la salvación eterna; pero si tú me matas soy un mártir y me iré al cielo, mientras tú cometes un grave pecado y te condenarás eternamente en el infierno.

23.- Conclusiones. La Masonería aparece públicamente el año de 1717 en Londres, Inglaterra, después de las terribles “guerras de religión” europeas de los Siglos XVI y XVII. En dos décadas está presente en toda Europa.

Desde el principio se hicieron evidentes diferencias ideológicas muy profundas entre la Iglesia Católica y la Masonería, que han imposibilitado el ejercicio común de las coincidencias.

Por esas diferencias la Iglesia Católica ha condenado y perseguido a la Masonería y a los Masones, lo mismo que ha hecho con sus disidentes y contra todos a quienes considera “enemigos”, desde el año 313 dC.

La Masonería es defensora decidida de todas las libertades; la Iglesia Católica no, quien además desautoriza, persigue y condena a quienes no piensan como ella ni la obedecen; sus condenas son “eternas”.

La Masonería, dentro del Laicismo, respeta todas las creencias religiosas, no condena a ninguna, ni está favor de alguna; tampoco acepta que se pretenda que una doctrina religiosa sea impuesta a la sociedad civil en general, a lo que se opone la Iglesia Católica por considerarse “divina”, y estar por ello encima y fuera de las leyes de los Estados.

La Masonería promueve y defiende la democracia y la separación Iglesia Estado, a lo que la Iglesia Católica se ha opuesto siempre. El hacer efectiva esta separación la Iglesia Católica ha perdido mucha de su riqueza material.

La Masonería es promotora y defensora decidida de todas las Libertades, a muchas de las cuales se opone la Iglesia Católica.

La incomprensión y los prejuicios contra la Masonería son producto de 300 años de oposición y satanización de la Masonería por la Iglesia Católica; sin embargo, la Masonería ha perdurado a la vista de los beneficios que ella ha tenido en el desarrollo y progreso de la Humanidad en todos los campos, especialmente de la cultura, el arte, las ciencias, Sólo lamenta la oposición de esa Iglesia, pero no la condena, ni menos pretende destruirla. Sólo le pide respeto, que ofrece, y que cesen su persecución y sus condenas.

Muchas gracias por su atención. Morelia, Michoacán de Ocampo, a los tres días del mes de Febrero del año dos mil diez y siete.

Tomado de:
http://www.lopezalanis999.com/el-desencuentro-entre-la-libertad-y-el-dogma/

sábado, 28 de noviembre de 2020

LA INDEPENDENCIA DE TRUJILLO Y EL QUEHACER DE LOS MASONES

LA INDEPENDENCIA DE TRUJILLO Y EL QUEHACER DE LOS MASONES

Venerable Maestro de esta logia, fue don José Faustino Sánchez Carrión. Los masones de esta logia, se reconocían por un anillo de acero, en el que estaba grabado un corazón, atravesado por un puñal. Logia de convicción enérgica, que comprometió con el general Bolívar, lautarino del norte, todas las acciones para salvar la república de cualquier sombra monárquica. A juicio de Sánchez Carrión, con las concepciones neo monárquicas, san martinianas, podría llegarse a ser, buenos siervos, pero no buenos ciudadanos. Los miembros de esta logia batallaron por la democracia y la libertad.

Por: Luis Javier Aliaga Loyola

La intendencia de Trujillo en su horizonte geográfico comprendió los actuales departamentos de Tumbes, Piura, Amazonas, Cajamarca, Lambayeque, La Libertad y San Martín. Geografía costera, andina y en parte, amazónica, sumamente rica en el quehacer agropecuario, pesquero, artesanal, comercial y minero.

La presencia española y la ocupación de estos territorios por conquista alteró el orden de existencia: cosmogonías, economías, conducción política, en estas geografías y sus valles, relativamente autónomos, y sujetos a la administración cuzqueña de los incas.

La conquista, en realidad, fue una actividad empresarial para incorporar territorios y riquezas al sur de Panamá, establecer gobierno, articulado a la expansión colonial española y procurarse todas las ventajas posibles en particular reconocimiento nobiliario por conquista.

El rumbo de esta intendencia en el curso de la ocupación colonial, configuró una estructura social nueva. En la cúspide, se ubicaba la jerarquía de administración territorial y sus recursos, en complemento con su administración política y acompañamiento clerical. En el nuevo estado de cosas, se observa un componente de españoles nacidos en América o criollos, hijos en esta geografía, ajenos a muchos privilegios, por no haber nacido en España y una población subordinada, dedicada al comercio, artesanía, etcétera y en condición de servidumbre y de grave menoscabo, la población de naturales o indios, negros esclavos.

El perfil de la economía, busca articularse mediante rutas de arrieraje hacia mercados al norte de la intendencia, alternando por territorios de las ahora repúblicas de Ecuador y Colombia, hacia El Caribe, por tierra y cabotaje por mar hacia Panamá. Ruta altamente rentable. Por esa vía, los privilegiados de la intendencia se proveían de todo lo necesario para una existencia refinada y confortable. Productos de Inglaterra, Francia, España, transitaron por esas vías, acrecentando el poder económico de comerciantes y criollos, vinculados a la actividad agropecuaria, artesanal y minera.

El control monopólico del comercio de España con sus colonias de América, impedía comerciar con otras metrópolis de Europa. Estas rutas también fueron de tránsito ideológico y de vinculación cultural, con las concepciones republicanas, independentistas y de lealismo monarquista.
Independencia y masones

La masonería tuvo parte en la emancipación de América y su influencia en la independencia del colonialismo europeo. En algunos pasos, con carácter militar, en otros, político. En su silencioso modo de obrar, hizo suya la gloria con su compromiso activo en la forja consciente y organizada por los nuevos paradigmas de existencia democrática y humanista para América. En sus talleres y asambleas o logias, concibió, planeó, organizó, gestó y ejecutó su grandiosa obra por la libertad en el nuevo mundo.

El historiador argentino Bartolomé Mitre, refiere que José de San Martín y Simón Bolívar, se iniciaron en la masonería, “con un solo juramento, en un mismo día” y en la misma logia.

Ambas personalidades, en su condición de libre pensadores, asumieron: San Martín, con una inclinación monárquica, autónoma, el entendimiento de la independencia como un tránsito a la república. Bolívar, en marcada diferencia, postuló la independencia del coloniaje y el establecimiento de repúblicas, sin ninguna posibilidad de monarquismo autónomo. La acción masónica militar de ambos personajes, a partir de la logia fundada en Inglaterra, “gran reunión americana”, subdividida en logias filiales, denominadas “sociedad de Lautaro”, en memoria del indio Lautaro, heroico luchador araucano y en ese espíritu, signar la labor revolucionaria, independentista que iban a desarrollar.
La intendencia de Trujillo y el quehacer masónico

En la ciudad de Trujillo, se estableció la sociedad de Lautaro, siendo su Venerable Maestro don José de la Riva Agüero, marqués de Riva Agüero, delegado de la sociedad de Lautaro, con sede en Cáliz. Fueron miembros: don Luis José Orbegoso, conde Orbegoso, don José de Tagle y Portocarrero, marqués de Torre Tagle, Pedro García Coronel, Nicolás de Herrera, marqués de Valle Hermoso, Dionicio Inca Yupanqui, diputado del Perú ante las cortes de Cáliz, Juan Alejo Martínez de Pinillos, José María Monzón (posteriormente), Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo, grado 33.
Unión justa, logia de Lambayeque.

Funcionó en la vieja casona, conocida como “casa de Montjoy” o “casa de los masones”, según informe del masón Juan Manuel de Iturregui y Aguilarte, logia que agrupó a los masones patriotas de Lambayeque, persuadidos que los pueblos tenían derecho a la libre determinación de su gobierno.

A 1818, sus miembros principales fueron: Juan Manuel Iturregui y Aguilarte (Venerable Maestro), Pascual Saco y Oliveros, Vicente Castañeda, Juan del Carmen Casós, Antonio Guerra, Melchor Sevilla, en su casa se proclamó la independencia de Lambayeque, José Sevilla, José Leguía Poémape, Santiago Leguía Poémape, Mariano Quezada, Antonio López de Vidaurre.

Por sus concepciones, puede observarse en la intendencia de Trujillo, una muy activa presencia de la masonería orgánica, procurando ganar conciencias y comprometiendo vidas y voluntades para alimentar la gesta independentista. La masonería ocupó el espacio institucional que en el Perú de hoy ocupan los partidos y movimientos políticos. La orientación masónica de inspiración monárquica, asumida y sustentada por don José de San Martín, se correspondió con don José de Torre Tagle, intendente de Trujillo, que, asumiendo esa orientación, impulsó el quehacer masónico por la independencia en Trujillo.

El espíritu independentista de la logia de Lambayeque estuvo motivado con las concepciones republicanas de la independencia, impulsadas por don Simón Bolívar.
Logia republicana

Sus trabajos ofrecieron una fuerte resistencia doctrinaria y operativa, frente a las concepciones neo monarquistas. Venerable Maestro de esta logia, fue don José Faustino Sánchez Carrión. Los masones de esta logia, se reconocían por un anillo de acero, en el que estaba grabado un corazón, atravesado por un puñal. Logia de convicción enérgica, que comprometió con el general Bolívar, lautarino del norte, todas las acciones para salvar la república de cualquier sombra monárquica. A juicio de Sánchez Carrión, con las concepciones neo monárquicas, san martinianas, podría llegarse a ser, buenos siervos, pero no buenos ciudadanos. Los miembros de esta logia batallaron por la democracia y la libertad.

Con el marqués de Torre Tagle, de afinidad san martiniana, se izó la bandera de la independencia en Trujillo, el 29 de diciembre de 1820. San Martín dejó el país y la victoria del Perú, y la independencia del Perú y América, quedó sellada el 09 de diciembre de 1824, corolario de los enormes esfuerzos militares de Bolívar y de la genialidad de José Faustino Sánchez Carrión.

En el escenario de la intendencia de Trujillo, actuaron dos concepciones masónicas y con su aporte y con ellas, se hizo una revolución política independentista, quedando pendiente la revolución social, orientada a superar las profundas desigualdades socioeconómicas y culturales, que hasta ahora nos afectan y que preocupan a los demócratas y seguramente, en su silencio y en sus trabajos, también a los masones.

Tomado de:
https://fpp.org.pe/la-independencia-de-trujillo-y-el-quehacer-de-los-masones/

jueves, 26 de noviembre de 2020

EL AJEDREZ EL JUEGO DE LA VIDA Y LA MUERTE Y SU SIMBOLISMO

EL AJEDREZ EL JUEGO DE LA VIDA Y LA MUERTE Y SU SIMBOLISMO
NICOLÁS QUILES PÉREZ

Aun cuando, de todos es sabida la versión de que, el ajedrez es un juego de origen hindú; obsérvese con curiosidad como, la tradición Hermética, lo ubica a través de Platón y Sócrates, como de origen egipcio, inventado por el Dios Thot, según indica EL FEDRO o del Amor.

Es una cosmogonía donde dos jugadores se enfrentan con ejércitos que, según observaremos más adelante, son mas interiores que exteriores, pues su conformación es de castas, según el oficio de cada cual y representan algún aspecto humano que usamos para bien o para mal.

Comencemos por el tablero, cuadrado representación de lo humano de lo manifestado, de lo terrenal, no por casualidad, pues cada lado representa uno de los elementos. Sin olvidar que para las tradiciones, el cuadrado tiene connotaciones mágicas. Tiene el terreno de juego o tablero ocho columnas de base o por lado, número que inspira un simbolismo intermediario o de transición entre la tierra, cuadrado y el cielo, circulo; formando así 64 casillas 8x8 que corresponden al cuadrado mágico de Mercurio-Hermes, por tanto de intermediación entre Dioses y hombres.

Observemos como Hod es la octava sefirat del árbol de la vida, que a su vez es la iniciadora del ascenso hacia keter. No extraña que 64 sea concordante con las tradiciones chinas a través de los hexagramas que también son 64 y configuran el texto del I Ching o de las transmutaciones y son 8 los trigramas iniciales. También es posible observar la ciclisidad dado que 64 es submúltiplo de 25.920 que es el periodo de precesión de la tierra y que además es considerado por los hindúes como el ciclo completo del aliento de Brahma (inspiración y exhalación divina) o Manvantara y más modernamente un ciclo equinoccial completo según han podido calcular los astrónomos.

Veamos como el carácter cíclico del tablero, también lo observamos al notar que 64 es 6+4=10 que se asocia con la vuelta al origen y la carta No. 10 del Tarot que es la rueda de la fortuna, equivalente a la rueda del Sansara para los budistas. Este arcano anuncia un nuevo ciclo. En él se observan dos animales, uno que asciende y otro que desciende, tal como los ejércitos en conflicto del ajedrez. En la parte superior de la rueda hay otro ser, que está por encima y que representa al iniciado que trasciende el ciclo y se convierte en un observador de los acontecimientos (verbi gracia la postura de los propios jugadores en sí).

64 casillas, 32 blancas y 32 negras y además 32 figuras en conflicto; la relación con la Cábala judía se hace evidente. En el Sefer Yetsira se señala: “Con 32 senderos míticos de sabiduría gravo Dios, el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel”. Las 32 veces que aparece el nombre de Dios en el primer capítulo de la Torah, las 22 letras del alefato y las 10 sefirot que configuran toda la sabiduría. Caminos estos que debe recorrer y abrir cada individuo en su peregrinar hacia la libertad.

En el ajedrez aprendemos que luz y tinieblas, día y noche, bien y mal se oponen, pero se complementan, porque uno no existe sin el otro. René Güenon nos señala como el blanco simboliza lo manifestado y el negro lo no manifestado. El blanco que realmente es incoloro, es la fuente original de toda la gama cromática, dado que los colores no son más que una refracción de ese haz de luz blanca, mientras que la total ausencia de luz, viene a ser el negro, así el blanco se refiere a la tierra, lo manifestado y el negro al cielo o no manifestado.

Vemos también en el ajedrez como las piezas se distribuyen en castas, en concordancia con la jerarquización tradicional de los pueblos, quedando la quinta raza como el jugador mismo. El Rey representa el estado sacerdotal o brahmánico, el corazón de cada ejército, al que hay que proteger, la esencia del juego, sin el no habría sentido en la batalla.

En su cabeza lleva una corona, que reproduce con la forma circular, el cielo al que simboliza, y que confirma la autoridad para gobernar en orden, sobre todo lo demás. La raíz simbólica de corona es “k-r-n”, proviene de Cronos, cráneo, cuernos, y de la palabra griega Karn, que es la cúspide de la montaña sagrada Hiperbórea. Keter, la unidad, la sefira más elevada del árbol de la vida es la corona que porta el Adán Kadmon, o el hombre primordial, de la tradición judía.

El rey está ubicado inicialmente en la línea central del tablero, en un cuadro opuesto a su propio color, conjugando así los opuestos y con movilidad de una casilla en todo su alrededor, lo que deja vislumbrar un movimiento circular sobre sí mismo, así el rey se configura en el centro sobre el que gira el compas, símbolo de la inteligencia divina.

Observemos aquí que este movimiento del rey lo ubica en el centro de un cuadrado de 3x3 o cuadrado de Saturno, de movimiento lento pero inteligente. Este cuadrado de 3x3 genera uno de 9 casillas y 9 es el numero de la carta del Ermitaño, entre los arcanos del tarot, que representa un sabio anciano, un maestro interior, que también se asocia a Cronos, el tiempo que devora a sus hijos; así es como son cualidades del Rey, la paciencia, la experiencia, la soledad, la sabiduría (¿Quién puede negarlo?).

La Dama o elemento femenino del ajedrez, llamada también reina es el propio rey desdoblado en mujer, La energía concentrada del Rey, la Reina la transforma, aglutinando toda la fuerza expansiva de la creación, como una fuente de agua pura, desbordante e imperecedera, como Júpiter, progenitor de todos los Dioses, amante de la vida y misericordioso señor del mundo. Por ello los movimientos de la Dama son hacia cualquiera de las 8 direcciones que le rodean, su único límite es la existencia misma, marcada por el tablero.

El juego consiste entonces en la creación sostén y disolución del universo. El Rey simboliza el poder espiritual y la Dama o Reina, en cambio, el poder temporal. La función del poder temporal siempre será la protección del poder espiritual. Por ello vemos que la corona del Rey tradicionalmente se representa con una cruz en la parte superior, señalando el poder espiritual, en cambio la Dama, aunque coronada también, carece del símbolo, señalando el poder temporal, asociado al Rey guerrero.

En la misma fila donde se colocan el Rey y la Reina, existen tres parejas de figuras que poseen un interesante simbolismo, ubicadas, cada miembro de la pareja un cuadro de color distinto, uno blanco y otro negro y rodeando la pareja real.

La primera pareja que se coloca a los lados de la pareja real la forman los alfiles, que en algunos lugares se identifica como delfín, que quiere decir príncipe, motivo por el que se ubica como la más cercana a la pareja real. Otra representación de los alfiles es la de elefantes que portan torres en sus lomos con un arquero sobre estas.

La palabra alfil, parece derivar de “Hasti” del sanscrito, a “pil” en persa y a “fil” del árabe, que significa elefante, a lo que si le anteponemos el articulo “al” del árabe, obtenemos la palabra “alfil” o del elefante.

Por otro lado, los amonios denominaban a un oráculo “Alpha” o “Alphi” (la voz de Dios). En Egipto los principales oráculos eran los toros sagrados o “Apis” y “Mnevis”, por lo que era común denominar a “Alpha” o “Alphi” a los toros sagrados de Menphis y Heliopolis. Plutarco, comentando la letra “Alpha” explica que los fenicios llamaban al buey “Alpha”, así tenemos que su significado era por igual el de un oráculo o el de un animal oracular. Así el “Aleph” de los judíos representa la cabeza de un buey, y es la primera letra del alefato, muy similar a la “Alif” del alfabeto islámico.

Estas acepciones, “Alpha” o “Alph”, aplicadas a los toros Apis y Mnevis, palabras originalmente egipcias, las tomaron los fenicios para adaptarlas principalmente a los bueyes “Alpha” y después a los elefantes “elaph”, verdadera raíz de nuestro actual alfil.

Mas modernamente, ya en Europa, la figura del alfil, se asemeja a la del obispo, que con su báculo representan la unión del cielo y la tierra, así entonces se relaciona con Marte que limita la energía expansiva de Júpiter (La Reina). Por tanto, aunque se mueven en todo el tablero, como lo hace la Reina, solo lo hacen diagonalmente, en representación de ello.

En muchas tradiciones al caballo se le relaciona con el mar, es así como Poseidón es también, el dios de los caballos. El paso de las aguas en la simbología de los caballos es crucial.

En los ritos iniciáticos griegos e hindúes, el sacrificio del caballo es común y los iniciados comúnmente se cubrían con piel de caballo. Así vemos como el caballo está relacionado con el paso del Ser de un estado a otro.

En el ajedrez el caballo se mueve en L, saltando, como similitud alegórica al fuego, revelador de la fuerza del espíritu. Termina siempre en un cuadro del color opuesto al del cuadro de partida y en una columna diferente, lo que nos inspira la idea del paso a otra realidad diferente.

En el tablero hay dos caballos ubicados inicialmente en colores diferentes de la cuadricula, tal como lo intuimos de la carta del Tarot del carro, donde hay dos caballos que parecieran dirigirse a diferentes destinos, pero están guiados por el cochero como uniendo a los opuestos para superar los obstáculos, dando así la idea del proceso iniciático.

Platón en el Fedro, inspirado por Homero y Orfeo, plantea el alma como un carro gobernado por un cochero (la inteligencia) y halado por dos caballos, uno representando la fuerza y el fuego y el otro la pasión de los sentidos o el apetito.

El espacio donde se desarrolla el juego, está enmarcado por las torres, ubicadas en las esquinas del tablero encerrando el conjunto del resto de las piezas, en clara referencia a la manifestación; lo tangible que contiene la esencia de la vida y que enmarca el trabajo interior hecho por el resto de las piezas. Tanto es así que la excepcional jugada del enrosque denota la protección que la torre brinda y a su vez, simbólicamente saca al rey de las acciones del juego.

Las torres simbolizan las columnas, el eje, el elemento vertical por excelencia, como los obeliscos que simbolizaban el eje del mundo. Cada ejército posee dos torres, una sobre un cuadro blanco y otra sobre un cuadro negro, que señalan el carácter dual, presente en lo manifestado, tal como en el templo masónico las columnas J:. y B:., en reminiscencia de las dos columnas del templo del Rey Salomón o las del árbol de la vida representando el Rigor y la Gracia constitutivas de la creación.

Son puertas de paso, pilares de sabiduría. No extraña entonces que el Rey las consideres sus protectoras por excelencia. En el ataque su movimiento es recto, frontal, directo, es una pieza letal; de hecho junto a la Dama son las únicas que pueden plantear un Jaque mate en solitario, sin necesidad de ayuda ni apoyo de otras piezas.

El peón finalmente, tiene la misma acepción del obrero o del masón, que en los trabajos verdaderos, ha de desbastar la piedra bruta a fin de despojarla de asperezas, acercándola a una forma en consonancia con su destino.

Es un trabajo lleno de contratiempos, donde múltiples dificultades jalonan al iniciado en su peregrinar hacia el conocimiento y la libertad, que alcanza al ubicarse en la línea opuesta y final del tablero, donde se corona y transforma adquiriendo otras funciones en el juego.

Al comienzo del juego contempla heroicamente las posiciones del ejército contrario, con valor y resignación ve un poderoso ejército que se antoja indestructible. Hay en el tablero, ocho peones en cada ejército representativos de cada uno de los ocho oficios tradicionales que le confieren un equipaje que llevara en su lento viaje sin retorno, sin posibilidad de dar vuelta atrás, camino hacia la batalla, hacia la libertad.

El camino del peón está lleno de sacrificios, de verdaderos actos sacros, por los cuales muchos de ellos perecerán, en virtud de un fin común, de una empresa superior, que en mucho, el mismo no comprende, pero está realmente al orden con el espíritu.

El creador está presente en toda la creación, pero sin constituir ninguna de sus partes, así tablero, piezas y jugador conforman el cosmos. De hecho, la razón de ser de cada uno de los elementos del ajedrez es recordar y representar el cosmos. En el ajedrez y su disposición, se representa una serie de elementos opuestos y complementarios, que liberan batallas; una guerra, con todo su simbolismo representado en la cosmogonía del juego, es una forma de manifestación del camino hacia el conocimiento, es el viaje hacia la identidad del ser, el verdadero conocimiento de Si mismo.

En la batalla, como en el peregrinaje, deben acontecer grandes sacrificios, como en verdad ocurre en el juego, para vencer lo que ciertamente no es y así recuperar, reconocer nuestra verdadera identidad, derrotando al hombre viejo, para dar espacio al nacimiento del hombre nuevo.

"Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada Reina, torre directa y peón ladino, 
sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada. 
No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, 
no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero de otro tablero de negras noches y de blancos días. 
Dios mueve al jugador y éste, la pieza. 
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonía?"


Tomado de:
https://therealstate2014.wixsite.com/masoneriamexicana/single-post/2015/09/10/EL-AJEDREZ-EL-JUEGO-DE-LA-VIDA-Y-LA-MUERTE-Y-SU-SIMBOLISMO