Una piel de cordero blanca: el delantal masónico
La parte más universal, reconocible y distinguible de la vestimenta masónica es el delantal. Todos los Hermanos llevan orgullosamente un delantal, desde el Aprendiz ingresado más joven hasta el Gran Maestro más Venerable. Este delantal habla de la antigua linage de la artesanía, ya que evolucionó a partir de los delantales usados por los albañiles de piedra como los trabajados en las canteras y los sitios de construcción. La forma y la forma han cambiado mucho desde aquellos días, pero en la Masonería especulativa el delantal siempre ha sido una insignia, un emblema y un símbolo.
Como insignia, el delantal marca a un hombre como un Hermano. Se le presenta en su primera iniciación y lo lleva a la tumba. Significa que ha decidido unirse a la Fraternidad Masónica y suscribirse a sus inquilinos y edictos. Como tal, siempre debe usarse cuando está en la cabaña. La manera de llevar el delantal identifica su estado en los grados de otros Hermanos, y ciertos delantales están decorados de tal manera que marcan el papel desempeñado por quien los usa en el gobierno y la operación de la Logia.
El delantal, como una piel de cordero blanca, es un emblema de la pureza: el blanco es el color de la inocencia, y el cordero es el emblema de un sacrificio puro. Está hecho de cuero lo más blanco posible, y si está decorado, lo hace con el mayor mérito artístico y belleza posible, para no mancillar su pureza emblemática.
Simbólicamente, el delantal le recuerda a quien lo usa los lazos de hermandad y sus deberes con sus hermanos. También es un símbolo de la era de la artesanía, que une al usuario en la larga cadena de masones especulativos y operativos que se remonta a través de los siglos. El delantal también puede simbolizar la autoridad que un hombre puede tener para instruir a otro que no ha progresado tanto en los grados y el conocimiento de los misterios de la masonería. La forma del mandil, el cuadrado de su cuerpo, el triángulo de su solapa y el círculo de sus cordones, contienen verdades simbólicas, al igual que el ribete azul, para aquellos dispuestos a buscarlos.
La plataforma es nuestro recordatorio más común y el más bello de nuestras obligaciones y juramentos, y si siempre se mantiene ante nuestros ojos, nos inspirará a vivir dignamente el honor de llevarlo.
http://thejoeandjill.blogspot.pe/2011/12/white-lambskin-masonic-apron.html
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