Jesús pertenecía al gremio de los constructores, sus palabras en el relato evangélico le delatan como un maestro conocedor de la técnica que se precisa para edificar. En concreto muchas de sus parábolas son coincidentes con los textos escritos por Marco Vitruvio en su tratado de Arquitectura, existiendo un claro paralelismo en el sentido de sus enseñanzas.
Jesús conocía los procedimientos de un arquitecto para calcular la correcta cimentación de un edificio, o el presupuesto de una obra y la vergüenza que significa en el oficio no hacerlo de manera correcta.
En la antigüedad quién alcanzaba el mayor grado entre los iguales de su oficio recibía el nombre de maestro, del latín magíster, derivado de magis (más), en los oficios artesanos el maestro representa el nivel más alto en su respectivo estamento.
Maestro era el más alto grado a que podía aspirar un plebeyo en su oficio y se usaba como tratamiento. Su misión no solo era adiestrar a sus discípulos en unas habilidades muy concretas de su oficio, sino también el dirigir la organización de las obras, a las propias agrupaciones o gremios y de su relación con el resto de la sociedad y otros gremios.
Para que Jesús pudiera alcanzar el grado de maestro debió ejercer el oficio enseñado por su padre y otros maestros y alcanzar el término de su "maestría". Jesús es llamado "maestro", al menos 45 veces en los evangelios.
OZKAR RENOVA
No hay comentarios:
Publicar un comentario