Cada fin de semana cuando tenía 13 años me la pasaba con mi abuela en un Pueblo al Norte de México. Así, otras personas de la Ciudad iban a visitar a sus familiares a ese extraño pueblo, lleno en aquel entonces de brujas y brujos.
Cada fin de semana veía un grupo de personas vecinas a mi abuela, y había varias personas, y todas las mañanas y atardeceres, a una persona y solamente a una - era rodeada por abejas, que seguían a esta persona de algunos 30 o 35 años, era literalmente rodeada por ellas, que daban vueltas a su alrededor sin nunca picarle, como si algo de este hombre les atrajese, más que todo acercándose a su rostro. - ¿Qué era lo que las abejas buscaban en él? Y a nadie más del pueblo, le pasaba eso. Pronto se descubrió. Que las abejas estaban percibiendo el perfume de flor que contenía la loción para después de afeitarse que usaba aquel hombre, ya que la fragancia contenía una genuina esencia floral – y no era sintética como las demás del mercado.
La había comprado en un pequeño pueblo de Michoacana, México: y se hacía de forma artesanal me contaron.- Así como estas abejas hay personas muy sensitivas, que son capaces de percibir lo real de lo falso, y más que todo en este mundo de Enseñanzas Masónicas.
Las abejas tienen la capacidad de detectar una verdadera fragancia floral, y desechar lo sintético- ese pueblo entero se preparaba para los bailes de aquel tiempo usando lindas fragancias, pero sólo a las abejas les atraía ese aroma. Nosotros percibimos ese extraño y poderoso aroma que proviene de la Realidad, seguro quien me lee alguna vez lo habrá olido, y es así de literal, muchos hablan del aroma a la divinidad del los ángeles.
Para los humanos, en comparación con las abejas todos los aromas parecerán iguales, sin poder distinguir el aroma sintético del natural. El Masón o el que estudia masonería así ya asiduamente se va formando experta en esto de lo masónico, y no es tan fácilmente engañado: se sintoniza tal cual una estación de la radio, para dar con esa frecuencia tan especial de la Masonería.
Con ese Aroma tan Divinamente libre que despide la Masonería.- Se puede argumentar que para muchos basta con comprar un perfume sintético, pues cubre sus necesidades, y es suficiente. Pero si meditamos en la anécdota de las abejas, debemos entender que lo Real necesita de alguien experto para ser detectado. Lo superior sólo se captaría por alguien de espiritualidad superior.
Es claro, el oropel de lo masónico basta para muchos masones, y no debemos criticarlo, sino simplemente observarlo sin identificarnos con ello. En Masonería como en todas las cosas del Universo, todo depende de lo que estemos buscando, porque podemos encontrar por accidente algo muy valioso, y tirarlo por la borda si no lo sabemos reconocer, esto es como una ley cósmica.
Alcoseri
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