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jueves, 26 de enero de 2017

LA HUMILDAD DEL CABALLERO ROSACRUZ

LA HUMILDAD DEL CABALLERO ROSACRUZ 18° ”
Lazaro Hael


Prologo.

“Cuantos hombres de precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar más sobre los demás”.- Friedrich Nietzsche.

“La vanidad, es el pecado preferido de satanás (1), como el deseo de ser reconocido y admirado es uno de los grandes males del hombre”.

“ LA HUMILDAD DEL CABALLERO ROSACRUZ 18° ”

La liturgia del Grado 18 Caballero Rosacruz de la Masonería Escocesa, menciona al existencia de una mente y consciencia universal, en la cual está imbíbita la mente y consciencia de un ser o maestro interior que es el alma que todo ser humano posee, y que no es exactamente el ser ordinariamente consciente humano. Como también menciona la existencia de una iniciación trascendental que no es posible adquirirla en templos materiales ni otorgada por ningún ser humano. La liturgia indica a la “concentración y meditación” como uno de los caminos para retornar a nuestra divina esencia y regresando conscientemente por medio de nuestro maestro interior a la consciencia universal.

La mente humana le gusta correr como un potro salvaje a donde desee, además, pedirle que se abstenga de pensar para entrar en un proceso receptivo por algún tiempo apreciable, es difícil al principio, porque por todos los medios tratara de generar ideas.

El ego que en la ciencia llamada psicología le llaman el “yo”, es esa parte de nuestra mente que fue formada o entrenada para relacionarnos con el mundo circundante y asegurar de algún modo nuestra supervivencia. En misticismo el ego no es exactamente el verdadero “yo”, sino que éste último es el alma o maestro interior. Al ego le gusta ser el centro de toda acción en nuestras vidas, lo es cuando nos va bien o mal, y cuando ninguna de estas dos situaciones se dan, procura generar alguna. El ego viene siendo el “Guardián del Umbral”, el “Terrible” en la iniciación Masónica del primer grado, que a pesar de no poder tocarlo físicamente, trata de impedirle de algún modo el paso al iniciante. Este viene siendo simbólicamente el “Kerubin” que custodia el Jardín del Edén con espada flamígera en mano y al que Adán debe vencer arrebatándole la espada para abrir el “Libro Apocalíptico de los Siete Sellos”, Es “Satán” (El Opositor) que tienta Jesús para evitar se convierta en Cristo. Es “Mara” (El Tentador) que tienta a Buda para evitar que alcance el estado de “Iluminado”.

Callar nuestra mente y ego es el reto para adentrarnos en nuestro propio mundo interior, que es el templo donde deberemos buscar nuestra propia iniciación trascendental por medio de la “concentración y meditación”. Los Católicos Romanos, los Budistas e Islamistas sin algunos saberlo, utilizan el rosario para centrar su mente y alejarla del mundo exterior. Otros recitan monotonamente “mantras” o los nombres sagrados de sus dioses. Algunos más particulares, manejan ritmos respiratorios o fijan su atención en ellos. Los rituales o ceremoniales contienen también la intención de fijar la mente de los participantes en la esencia o espíritu de ellos. Todas son herramientas para alcanzar un estado de consciencia libre de las exigencias del mundo exterior, y adentrarnos en los mundos divinos interiores en un estado de consciencia espiritual. 

Interpretar alguna melodía con un algún violín con solo estudiar algún manual al respecto, es una ilusión. De igual modo estudiar y comprender intelectualmente las enseñanzas Rosacrucianas es la mitad del sendero, la maestría se alcanza a través de la práctica constante y permanente.

Existen varios tipos de Masones, algunos ingresan buscando algún poder que alague su ego o les facilite algún trabajo en el mundo profano, gran quimera. Otros buscan el conocimiento intelectual, otros simplemente se sienten confortables por la fraternidad, y según mi experiencia personal, pocos son los que se adentran en la práctica real del misticismo o arte real de la Masonería escocesa. Algunas personas de noble corazón, se inclinan por la filantropía y el altruismo, y eso es bueno, pero esto solo forma una parte del Arte Real de la Masonería.

La humildad del Caballero Rosacruz, no tiene nada que ver con la mansedumbre, sometimiento o cualquier cosa que se asemeje con la debilidad. Para alcanzar la humildad mística se requiere fuerza de voluntad, carácter, y determinación. Salomón, Abraham, Moisés, Juan el Bautista, María, Ester, Rut, o Jesús el Cristo entre muchos más, jamás ninguno de ellos fueron débiles, sometidos o mansos, y sin embargo alcanzaron la humildad que les permitió escuchar la voz de su Maestro interior y a su Dios. Porque nadie escucha a su Dios sino es a través de su propio maestro interior, porque como lo dice la liturgia, el maestro interior de cada persona, vive imbíbita en la consciencia cósmica o universal.

El silencio es el sostenedor de las palabras. No es posible escuchar a nadie si nosotros no paramos de hablar mental u oralmente, y aunque la meditación tiene una parte activa y otra pasiva, su núcleo principal es escuchar, de ahí la frase que dice: “Orar es hablarle a Dios. Meditar es escucharlo”. No es posible alcanzar el “silencio interior” mientras no eduquemos a nuestra mente y ego. Debemos educar no reprimir ni eliminar al ego, porque en el momento que lo intentemos, lo fortaleceremos al brindarle atención, por lo cual es menester inhibirlo y educarlo.

El conocimiento intelectual te lleva hasta las puertas del templo, hasta ahí te puede acompañar tu hierofante, a ti te corresponde traspasar las puertas de la iniciación transcendental, y recorrer con tus propios pies el sendero interior que separa el poniente del oriente, y presentarte ante el Sumo Maestro por el cual has de alcanzar la iniciación trascendental de la que habla nuestra liturgia del Gr. 18 Príncipe y Caballero Rosacruz.

La meditación debe tener una intención utilitaria hacia el resto de la humanidad, cuando se pretende meditar con un beneficio exclusivamente personal, deja de ser un acto espiritual y se convierte en un acto egoísta. El masón trabaja sobre sí mismo al servir a la humanidad, porque es solo a través del trabajo constante que se convierte el conocimiento intelectual en maestría. 

Los grados del arte real de la Masonería Escocesa, son grados de consciencia alcanzados, y el sendero para lograr este propósito es la meditación, alcanzando estados de consciencia donde se experimente “en” y “por” uno mismo lo que es el ser humano, la humanidad, y ¿Porque no? La mente y consciencia universal como lo indica nuestra liturgia del Gr. 18.

Uno de los pilares fundamentales de la Masonería actual, es la fraternidad, Busca Caballero Rosacruz experimentar más allá de las palabras, ese sentimiento y estado de consciencia que es la fraternidad, y si la alcanzas, hazla extensiva hacia tus seres más cercanos, y extiéndelo hasta donde te sea posible, experimenta en consciencia en toda la humanidad.

Tú formas parte de la humanidad, como la humanidad forma parte de la tierra y el universo entero, todo se resume en la unidad, todo lo que hagas afectara al resto de la creación, no existe nada separado de ti como tu formas parte del universo entero, la conciencia cósmica o universal que menciona la liturgia del Caballero Rosacruz. Cuando San Pablo alcanzo este grado de consciencia universal dijo: “Ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí’ (Gál 2, 20)… Cosa difícil pero no imposible, y si el presente no es cierto, hay que revisar y modificar nuestras liturgias que así lo afirman.

¡Oh Caballero Rosacruz!, ¡Oh Caballero Kadosh! Adéntrate en tu santuario interior, medita y trabaja, pero antes de poner un pie en su interior, lava tus pies de todo polvo del ego, vicios y pasiones terrenales.

Como escuchar a tu Dios interior y al Dios cósmico, si tu ego no para de hablar, alabándote o llenándote de rencor y resentimiento hacia los demás. Calla y escucha con humildad la voz insonora de tu propio Dios, que no es otra cosa que una extensión del Dios Universal.

“Querer, Saber, Osar, y Callar”
“Fe, Esperanza, y Caridad”
“Pax Vobiscum”

Lázaharo Hael,’,

Nota:
Palabras, símbolos y alegorías no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ella.
El presente son reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.

Bibliografía:
Liturgia Gr.18 Caballero Rosacruz.- R,’, E,’, A,’, A,’,.
(1). – Satán o Satanás.- Esta palabra, aparentemente, proviene del arameo, que quiere decir Adversario u opositor. En los inicios, esta palabra no tenía connotación religiosa, y se refería a todo aquello que era un obstáculo o dificultad para avanzar. Otros escritores dicen que tal palabra proviene del árabe “Shaitan”.

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