Autor Masón: Herbert Oré Belsuzarri.
CARAL.
Es la ciudad más antigua del Perú (más de 5000 años
desde el presente) y cede de la primera civilización andina que forjó las bases
de una organización social propia y singular, que junto a Mesopotamia, Egipto,
india, China y Mesoamérica son los focos originarios de cultura en el mundo.
Las pirámides de Caral son las más antiguas encontradas
hasta la fecha en los Andes: datan de hace 5000 años (3000 a .c. aproximadamente).
Construir estructuras de este tipo necesitó de un alto grado de tecnología y
organización social para afrontar los problemas de su construcción y el elevado
gasto de materiales y energía, pero sobre todo la cantidad de trabajadores que
se concentro en estas, generó una demanda de alimentos que no podía ser
atendido por la agricultura, pero fue resuelto por la abundante pesca, ya que
la corriente de Humboldt de las costas peruanas, permitió en el pasado como
ahora que la biomasa pesquera sea abundante.
Antes de las investigaciones arqueológicas de Caral, se
consideraba que en los inicios de la civilización andina los antiguos peruanos
se organizaron en pequeñas aldeas dedicados a la recolección de tubérculos,
mariscos y la caza en pequeña escala. Se consideraba, también, que en los
momentos previos a la aparición de la cerámica (1800 a .c.) aparecieron las
primeras pirámides y templos, como La Galgada o Kotosh, respectivamente, y que los
grandes conjuntos de monumentales pirámides corresponden al período siguiente:
Inicial (1800 a .c.
a 800 a .c.).
Todo esto cambió, pues los trabajos e investigaciones
realizadas desde 1994 por el Proyecto Especial Arqueológico Caral - Supe
(PEACS) dirigidos por la Dr.
Ruth Shady han demostrado, en base al método de datación del
carbono 14, que en tiempos tan remotos como hace 5000 años (3000 a .c.) Caral era una
vibrante ciudad de monumentales pirámides.
Se ha planteado que Caral fue sede de una comunidad
formada por varios linajes y dirigida por las cabezas o representantes de
dichos linajes, donde uno de ellos sería el "principal" y los otros
sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la
vida de los habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a
Caral como Aspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros. Todos
ellos compartían una misma tradición y formaron una amplia y bien organizada
red de reciprocidad e intercambio. Caral fue la cabeza de toda esta red.
La arqueología mundial considera que el inicio de la
civilización en Mesopotamia, Egipto, India o China se originó a partir del uso
de la agricultura como soporte de la subsistencia, lo que permitió a los grupos
humanos asentarse en un solo lugar y construir ciudades. Sin embargo, para
algunos arqueólogos como Michael Moseley (1975) y Robert Feldman (1985) en el
Perú la sedentarización y la construcción de ciudades en la costa estuvo ligada
a la explotación de los recursos marinos que son abundantes por la corriente
marina de Humbolt y es pródiga en peces y mariscos. Este es el caso de Áspero,
Allpacoto, Galgada, Caral y otros, que gracias a la pesca y el marisqueo
pudieron sustentar una vida permanente y sedentaria con una economía que generó
excedentes que fueron usados para entablar relaciones sociales con otros grupos
humanos sedentarios en la costa y hacia el interior del valle y formar
finalmente una civilización.
La característica principal de las pirámides de Caral es
que son construcciones de piedra de
terraplenes superpuestos.
PIRÁMIDES
MOCHES.
Las pirámides moches se caracterizaron por estar
construidos con adobes. Los adobes para la construcción de las pirámides de la Huaca del Sol y la Luna , la de Sipán o El Brujo
tienen 2 características importantes: eran hechos con moldes y tenían la marca
del fabricante. La fabricación con moldes permitía tener adobes con las mismas
dimensiones y calidad. En la cara superior del adobe se hacían unas marcas.
Estas eran puntos y rayas, o aspas. Se cree que las marcas corresponden a la
comunidad que los fabricó, y que servían para controlar la cantidad de adobes
con los que contribuían en la construcción de la Huaca. En El Sol se han
encontrado por lo menos 96 marcas distintas.
En base a los estudios de la arcilla de los adobes, se
ha determinado que secciones enteras de la Huaca del Sol y la Luna están construidas con
adobes provenientes de una misma cantera, y tienen un mismo tipo de marca.
Las pirámides de Túcume son
notables por su extraordinario tamaño: según estimaciones, más de 130 millones
de ladrillos de adobe secados al sol fueron necesarios para construir la más
grande de 450 m
de largo, 100 de ancho y 40 de altura.
A diferencia de las de
Egipto, las pirámides de América del Sur y Central no poseían puntas, pero sí
grandes plataformas donde se situaban los templos.
Según mitos y leyendas, cada
peldaño representaba una fase de desarrollo en la vida humana, la cual tenía
que ser disfrutada plena e integralmente. La subida era penosa y al llegar a la
cima, se lograba un espíritu elevado y la ceremonia en aquel tiempo era un
acontecimiento festivo en la vida de aquellos seres humanos.
La cultura Moche se desarrollo principalmente en la costa Norte del Perú en los
departamentos de Lambayeque y La libertad, Aunque sus manifestaciones llegan
hasta los departamentos de Piura por el Norte y Ancash por el Sur. Se trata de
una cultura básicamente costera, que se asienta en una región única en el Perú
donde la costa es bastante mas ancha que en el resto del litoral peruano, donde
los valles suelen ser bastante angostos y de poco potencial agrícola.
Al ser esta costa de mayor
tamaño permite la formación de valles sumamente productivos por la cantidad de
agua y facilitando la aparición de manifestaciones culturales de gran
envergadura como las Moche.
"Cuando vine cruzando el
bosque de algarrobos aislados de cultura, pensé que estaba soñando. Nunca había
visto algo así antes... el más grande complejo de estructuras monumentales de
adobe en el nuevo mundo: 26 grandes pirámides y muchas otras menores agrupadas
dentro de un sitio sagrado de 500
acres . Me sentí literalmente de otro planeta, no había
nada como estas extrañas y colosales ruinas en nuestra propia y familiar
tierra".
Así describió Túcume el
aventurero noruego Thor Heyerdahl (quien en 1947 logró llegar en una
balsa, el famoso Kon Tiki, desde el puerto del Callao hasta las islas de la
polinesia), en 1987 cuando el arqueólogo Walter Alva lo llevó al sitio.
Túcume se inició durante el
período clásico de la cultura Sicán, convirtiéndose en el más importante centro
urbano de la región. Por ello, los conquistadores Chimu e Inca lo escogieron
como centro de su poder político administrativo.
Las pirámides de Túcume son notables por su extraordinario tamaño: según estimaciones,
más de 130 millones de ladrillos de adobe secados al sol fueron necesarios para
construir la más grande de 450
m de largo, 100 de ancho y 40 de altura.
Según mitos y leyendas, cada
peldaño representaba una fase de desarrollo en la vida humana, la cual tenía
que ser disfrutada plena e integralmente. La subida era penosa y al llegar a la
cima, se lograba un espíritu elevado y la ceremonia en aquel tiempo era un
acontecimiento festivo en la vida de aquellos seres humanos.
Al igual que los demás conjuntos
monumentales chimú o mochica y junto con Batan Grande, Túcume fue relacionado
por los arqueólogos con los grandes sistemas hidráulicos y los centros de poder
político y religioso de la región.
Un conjunto de mitos siguen asociados al sitio (como la leyenda que evoca la existencia de una raya atrapada en el cerro al centro del conjunto, huella de los dioses del pasado y que hacen de éste un cerro encantado) lo que dificultó mucho las labores de investigación arqueológica, demostrando que las creencias forjadas en el período precolombino siguen profundamente enraizadas a siglos de desaparecidas las condiciones socio-económica de su construcción.
TOMADO DE: LA ATLANTIDA Y EL NUEVO MUNDO.
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