EN EL PERU ANTES QUE LOS INCAS YA SE CONOCIA LOS
SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS.
Herbert Oré Belsuzarri Autor Masón.
Cuando los arqueólogos encontraron un
observatorio solar en la zona costera del norte del Perú, en la cima del monte
Chankillo, quedaron maravillados por dos aspectos.
1º Era el observatorio solar más antiguo de
América.
2º Chankillo indicaba con precisión el
desplazamiento anual del sol, marcando los solsticios y equinoccios.
Conforme a los estudiosos, afirman que
Chankillo se construyo hace 2300 años y ello permitió tener información mucho
antes al Imperio Incaico, por su ubicación se ha asociado a la cultura moche o
a sus predecesores los sican o incluso a los caralinos. No olvidemos que todas
estas culturas tienen en común la construcción de pirámides.
El observatorio está formado por trece
torres levantadas en línea, de norte a sur sobre la cima del monte Chankillo,
que indicaban con precisión el desplazamiento anual del Sol, así como los
solsticios y los equinoccios.
La estructura contiene dos puntos artificiales de observación separados por unos 200 metros con una especie de fortaleza rodeada por tres anillos concéntricos.
La estructura contiene dos puntos artificiales de observación separados por unos 200 metros con una especie de fortaleza rodeada por tres anillos concéntricos.
Un grupo de 13 torres de piedra que coronan la ladera
de una montaña costera en Perú forman el observatorio solar más antiguo del
hemisferio occidental, según investigaciones de Iván Ghezzi y Clive Ruggles.
El emplazamiento de 2.300 años de antigüedad remite a
una sofisticada cultura que usó el espectacular alineamiento del sol y las
estructuras para efectos políticos y ceremoniales.
Hasta ahora la zona de las trece torres de Chankillo
era conocida como un extenso centro ceremonial, de varios kilómetros cuadrados,
que se caracteriza por poseer una estructura bien fortificada en la cima de la
colina, gruesos muros y parapetos.
¿Quiénes lo
construyeron?
El hallazgo no es
menor, ya que estudios de yacimientos arqueológicos y registros por escrito
ilustran que los Incas llevaron a cabo cuidadosas observaciones solares para el
1.500 d.C. Sin embargo, ahora Ghezzi y Ruggles muestran que las Trece Torres de
Chankillo fueron utilizadas desde hace más de 2 mil años por otra cultura tanto
o más sofisticada.
Ghezzi afirmó que
se sabe muy poco sobre la gente que construyó Chankillo, pero habrían precedido
a los Incas por varios siglos. Al investigador no le sorprendió el hallazgo de
un observatorio tan antiguo.
"Esta clase de conocimiento es esencial para
la supervivencia, para navegar, para seguir animales y regresar a tu lugar de
origen, para hacer un seguimiento de las estaciones". "Tenemos que encontrar otras razones para
explicar por qué un grupo de personas llegó tan lejos como para construir
torres monumentales en la cima de una colina".
Dentro del hallazgo
también se comprobó que los habitantes de esa región realizaban rituales
religiosos vinculados con los fenómenos astronómicos.
Los investigadores señalaron que las excavaciones revelaron que en la construcción se hacían ofrendas de figurillas de guerreros de cerámica con adornos que parecerían ser signos de distinción, lo que sugiere prácticas rituales así como la existencia de clases sociales.
Los investigadores señalaron que las excavaciones revelaron que en la construcción se hacían ofrendas de figurillas de guerreros de cerámica con adornos que parecerían ser signos de distinción, lo que sugiere prácticas rituales así como la existencia de clases sociales.
“La adoración del Sol y las costumbres cosmológicas de Chankillo tal vez hayan ayudado a legitimar la autoridad de una clase de elite, como ocurrió con el imperio inca dos milenios después”.
El principal componente de Chankillo es la
llamada 'fortaleza', una imponente estructura de 300 metros de largo, ubicada
en la cumbre de una colina y fuertemente defendida por murallas, accesos
restringidos, parapetos y posiblemente un pozo seco. Para el arqueólogo Iván
Ghezzi este edificio no sería una fortaleza, sino más bien un templo
fortificado.
En otra zona de Chankillo se aprecian
otros edificios en los que destacan 13 torres construidas con piedra canteada y
mortero. La hilera de torres tiene una orientación norte-sur, pero las tres
últimas construcciones ubicadas hacia el sur presentan un cambio de orientación
hacia el sudoeste.
"Vistas desde la parte baja, las
torres forman un horizontes artificial 'dentado' con picos y valles dispuestos
a intervalos regulares".
Con la utilización de
diversos equipos, entre ellos un GPS portátil, los investigadores y su equipo
determinaron que las torres fueron levantadas con el fin de seguir la
trayectoria del Sol en aquella época (hace unos 2.300 años). Así, los antiguos
habitantes de la zona podrían regular eventos estacionales, como fiestas religiosas
o para mantener un calendario solar empírico.
"Las
13 torres de Chankillo, así como las plazas y los edificios adyacentes
brindaron el marco apropiado para los rituales públicos y banquetes
directamente relacionados con la observación e interpretación de los
movimientos del Sol, en los que participaban grandes grupos de personas. Sin
embargo, también se ha determinado que algunas zonas estuvieron reservadas para
unos pocos, quienes habrían sido los encargados de conducir las ceremonias”.
Las excavaciones recientes también han
puesto al descubierto figuras de cerámica que representan a guerreros provistos
de armamentos, escudos y protección corporal.
Estos personajes están acompañados de
indicadores de status, como tocados, camisas, ornamentos de cuello, dorso y
nariz que habrían cumplido funciones decorativas y defensivas.
Para los investigadores, esto nos pondría
frente a una sociedad que rendía culto al Sol, mucho antes que los mismos
incas.
TOMADO DE: EL CALENDARIO INCA Y LOS SOLSTICIOS
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