Posted: 14 Jul 2011 11:13 AM PDT
Eduardo Castro. M:. M:.
La perdida de los secretos originales
Una vez que los reyes hicsos pertenecieron a una tercera o cuarta generación nacida en Egipto y habiendo adoptado la tecnología egipcia, era casi seguro que se sintieran con derechos a poseer los secretos del Horus, por considerarse ellos mismos el Horus. Quizá mas importante aun,deseaban convertirse en Osiris al morir y ser una estrella que brillara por siempre.
Hacia finales del reinado hicso, Seqenenre (rey egipcio) estaba limitado a Tebas, ciudad de Alto Egipto, la historia de Hiram Abif pudo originarse debido a la lucha de poderes entre Seqenenre Tao II y el importante rey hicso Apepi I, quien tomo el nombre del trono egipcio A-user-re (Grande y poderoso como Ra) y el titulo de Rey del Alto y Bajo Egipto, hijo de Ra.
El rey hicso Apepi también era conocido como Apofis.
El pueblo hicso era guerrero y egocéntrico. Adoptaron como su dios principal a Set, el asesino de su hermano Osiris.
El concepto del Ma'at debió parecerle insensato a Apofis. El opuesto de Ma'at se llamaba Isfet, el cual representaba conceptos negativos como el egoísmo, la falsedad y la injusticia.
A unos doscientos cincuenta kilómetros de Avaris, la ciudad de Tebas continuaba regida por la línea de los reyes egipcios, aunque se doblegaban ante el poder de los hicsos y pagaban impuesto a los recolectores de Apofis, este ordeno al rey de Tebas otorgarle los secretos para convertirse en Osiris y así adquirir la vida eterna a la que tenia derecho como soberano de los Dos Territorios.
Apofis ya poseía todo el poder que pudiera desear, pero lo que no tenia era el secreto de la resurrección ni la bendición de los dioses.
La lucha de poderes pudo continuar por algún tiempo, pero se cree que en algún punto Apofis decidió terminar con la insolencia del rey de Tebas y apoderarse de una vez por todas de los secretos que este poseía. El resultado fue la ejecución de Seqenenre, seguida de la expulsión de los reyes hicsos y de la restitución de la monarquía egipcia.
La evidencia bíblica
El punto de partida mas lógico para lograr ubicar a estos cinco personajes históricos es José, el asiático o protojudio quien, según
Por otro lado, se encontró una pista en la historia de José que permite ubicar una fecha histórica. Se trata de la referencia al uso de un carruaje jalado por caballos, lo cual sitúa con claridad el suceso en el periodo hicso, ya que estos vehículos pertenecían a los gobernantes asiáticos y no a los reyes nativos.
Sin lugar a dudas la migración de los hebreos a Egipto durante la sequía en Canaan y el encumbramiento de los gobernantes hicsos fueron paralelos a la ascensión política de José.
Se revisó la cronología a partir de la confrontación entre Apofis y Seqenenre, fechada por la mayoría de los investigadores alrededor de
El asesinato de Hiram Abif
Esta es la reconstrucción de los acontecimientos: según los invesligadores Knight y Lomas: un día, sin que Seqenenre lo supiera, conspiradores enviados por Apofis ya habían tratado de extraer los secretos de Osiris de los dos Sumos Sacerdotes y, al no lograr obtener las respuestas que necesitaban, los habían matado. Estaban aterrorizados de lo que tendrían que hacer ahora ya que estaban a la espera del propio rey, cada uno situado en una de las diferentes salidas del templo. Cuando Seqenenre termino sus oraciones se dirigió a la puerta sur, en donde se topo con el primero de los tres hombres, que demando saber los secretos de Osiris. El rey se resistió y rechazo a cada uno. La ceremonia del Tercer Grado Masónico explica lo que sucedió aquel día hace mas de tres mil años y medio en el templo de Tebas.
Los secretos de la coronación de un rey egipcio murieron con Seqenenre, el hombre que llamamos Hiram Abif…el rey que se extravío. Los detalles acerca de la momia de Seqenenre y sus increíbles lesiones, se describieron en detalle:
Cuando en julio de 1881, Emil Brugsch descubrió la momia del faraón Ramses II,
en el mismo escondite había otro cadáver real, unos 300 años mas antiguo que el
de Ramses, y que se distinguía por su particular pútrido olor. De acuerdo con
la etiqueta, era el cuerpo de Seqenenre Tao, uno de los gobernantes egipcios
nativos que fueron forzados a vivir lejos, hacia el sur, en Tebas, durante el
periodo hicso, y como era obvio incluso para el ojo no educado, Seqenenre se
había enfrentado a un final violento. La parte media de su frente había sido
aplastada… Otro golpe fracturo la cuenca de su ojo derecho, su pómulo derecho y
su nariz. Se le había dado un tercero detrás de la oreja izquierda, destrozando
el hueso mastoideo y terminando en la primera vértebra del cuello.
Aunque se sabe que en vida fue un hombre joven, alto y apuesto,
con el pelo negro y ondulado, la expresión fija en la cara de Seqenenre
mostraba que había muerto en agonía. Después de muerto no le fue mucho mejor,
ya que su cuerpo parece haber sido abandonado por un rato antes de ser
momificado; de ahí el pútrido olor y los signos de descomposición prematura.
Los registros egipcios no dicen nada sobre como encontró la muerte Seqenenre, pero es casi seguro que fue a manos de los hicsos/cananeos.
La lesiones encajan a la perfección: un golpe maligno que le rompió el hueso a la altura del lado derecho de la cara, lo habría hecho tambalear hasta caer sobre la rodilla con semejante impacto. Siendo joven, alto y de constitución fuerte cuando es necesario, pero se topó con otro agresor que azotó el lado izquierdo de su cabeza, astillándole el hueso. Muy debilitado y a punto del colapso. Siguió tambaleándose, pero el ultimo y letal golpe le dio en la frente, matándolo de manera instantánea. Otra descripción que se encontró explica las heridas con claridad.
La descripción anterior sobre la temprana descomposición del cuerpo de Seqenenre muestra que los embalsamadores reales no recibieron el cuerpo hasta bastante tiempo después de la muerte, los que nos trae a la memoria las circunstancias descritas en la ceremonia del Tercer Grado Masónico.
También es importante destacar que el rey Seqenenre es el único cadáver real conocido del Antiguo Egipto que muestra señales de una muerte violenta.
Los Asesinos de Hiram Abif
En la leyenda masonica los asesinos de Hiram Abif son conocidos como Jubelo, Jubela y Jubelum, y juntos se les denomina como los juwes, Los hombres en si parecían una invención simbólica; el único significado que podíamos deducir era que los tres contenían jubel que en árabe quiere decir montaña. Esto no parecía relevante.
Como ya había demostrado, las circunstancias de José descritas en
La Biblia también relata que el padre de José, Jacob, pasó por un cambio de nombre simbólico en el que se convirtió en Israel y sus doce hijos fueron identificados como las tribus de Israel.
A los hijos de Jacob/Israel se les dieron circunstancias históricas quien parecían apropiadas para el estatus de las tribus en el momento en que los escritores del Génesis le pusieron tinta al papiro. La tribu de Rubén había caído de gracia y la tribu de Juda era la nueva elite, de ahí que a los descendientes de los israelitas les llamemos judíos y no rubios. Buscando cualquier cosa que se acerca a una pista en estos pasajes de
Oh alma mía, no llegaron dentro de sus secretos; a su asamblea, honor mío, no os unáis: porque en su ira asesinaron a un hombre (a man en ingles), y por su propia voluntad perforaron un muro.
Los dos hermanos y las futuras tribus de Israel que se sostiene son responsables de este asesinato desconocido son Simeón y Levi, los hijos de Jacob/israel y la mujer ciega, Lea, a la que despreció. Aunque pensábamos que era muy poco probable que los asesinos de Hiram Abif en realidad se llamaran Simeón y Levi, y que de hecho fueran los hermanos de José, si parecía muy posible que estos versos contuvieran la tradición popular del asesinato de un hombre que trajo la desgracia a las dos tribus de Israel.
Las especulaciones dadas por los investigadores Knight y Lomas referente a lo acaecido son las siguientes:
Apofis se violentó. ¿Quien se creía este rey menor de Tebas? ¿No se había percatado de que el mundo había cambiado para siempre y que su imperio era historia, atrapado bajo el dominio hicso?
Apofis el rey llamó a su visir José, quien logró ascender a este alto rango mediante su habilidad para interpretar los sueños de Apofis, y le dijo que las bromas amigables se habían acabado; los secretos debían arrancársele a Seqenenre sin demora. El rey se hacia mas viejo y tenia la intención de alcanzar una vida futura egipcia.
Se responsabilizó a José por el proyecto, y ¿que mejor que mandar a dos de sus apartados hermanos, llamados Simeón y Levi? Si los encontraban y los mataban no importada, se los merecían por haber vendido a José como esclavo hacia tantos años. Si tenían éxito, todo estaba muy bien; José seria un héroe y sus hermanos habrían pagado una vieja deuda.
Se instruyó por completo a los hermanos acerca de lo que tenían que hacer y del trazado de la ciudad. Es muy probable que se hayan rasurado las barbas que lo distinguían como hicsos antes de entrar a Tebas, para evitar llamar mucho la atención.
Una vez en la ciudad, se pusieron en contacto con un joven sacerdote real del templo de Amón-Ra que era conocido por ser ambicioso y fácil de influenciar.
Se le dijo al joven sacerdote (lo llamaremos Jubelo) que era el único que podía impedir el desastre para la población entera, ayudándolos a obtener los secretos y haciendo los ataques de Apofis innecesarios.
Jubelo tenía mucho miedo de estos amenazantes asiáticos, pero sabía lo que sucedió en Menfis cuando los hicsos no fueron complacidos.
Jubelo les explicó a Simeón y Levi quiénes eran los dos sacerdotes
los que poseían los secretos y el momento y lugar oportunos para acorralarlos.
Quizá el propio Jubelo los atrajo a una trampa. Ambos fueron atrapados pero se
rehusaron a dar detalle alguno, por lo que se les asesinó para proteger a los
conspiradores. Ahora sólo quedaba una opción desesperada: un ataque al rey en
persona.
Esta vez Jubelo estaba en verdad aterrorizado pero ya no podía retroceder, así que guió a sus conspiradores hacia el templo de Amón-Ra cuando el sol estaba por alcanzar su punto más alto; un poco mas tarde el rey apareció en la entrada, en la que se le pidió que revelara los secretos; se rehusó y le asestaron el primer golpe; en cuestión de minutos el rey Seqenenre yacía muerto en el piso del templo, rodeado de un charco de sangre.
Esta vez Jubelo estaba en verdad aterrorizado pero ya no podía retroceder, así que guió a sus conspiradores hacia el templo de Amón-Ra cuando el sol estaba por alcanzar su punto más alto; un poco mas tarde el rey apareció en la entrada, en la que se le pidió que revelara los secretos; se rehusó y le asestaron el primer golpe; en cuestión de minutos el rey Seqenenre yacía muerto en el piso del templo, rodeado de un charco de sangre.
Con furia ciega y lleno de frustración uno de los hermanos asesinos asestó todavía dos golpes más sobre el cuerpo postrado mientras Jubelo se quedó paralizado por el miedo.
Los secretos se habían perdido para siempre y pronto habría una guerra para vengar a Seqenenre, desatada por los hijos del rey asesinado, Kamose y Ahmose; una guerra que sacaría a los hicsos de Egipto para siempre. El mundo de los asesinos se venían abajo. Cuando Kamose, hijo de Segenenre, escuchó toda la descripción, se enfureció por las malévolas aciones de los hicsos; pero también se sintió profundamente atormentado por no poder convertirse en el futuro rey los secretos perdidos le negaban la oportunidad de convertirse en Horus, lo que significaba un gran desastre par él y sus seguidores.
El cuerpo de Seqenenre estaba en condiciones deplorables ya que tenia varios días en su improvisada sepultura, pero los embalsamadores consiguieron prepararlo de acuerdo con el rito.
Como parte de su castigo, Jubelo fue sumergido repetidas veces en leche agria y, bajo el calor del desierto, el liquido en descomposición le hizo desprender un olor nauseabundo, dándole la marca distintiva del maligno. Cuando llegó el momento de la ceremonia de Osiris para Seqenenre, y de forma simultanea a la de Horus para Kamose, todo estaba listo, solo que había dos ataúdes en lugar de uno. El primer ataúd con forma humana era espléndido y encajaba a la perfección con los atributos del aroma de un rey/dios en tanto que el segundo era totalmente blanco y no tenia ninguna inscripción.
Al inicio de las ceremonias, Jubelo, con su olor nauseabundo, fue entregado desnudo a los embalsamadores y mientras le sostenían ambas manos, el mismo Kamose, a punto de convertirse en Horus, le arrancó los genitales con un certero corte de su cuchillo y los arrojó al suelo. Jubelo, entre grandes quejidos, fue envuelto con vendajes de momias del los pies hacia arriba. Se permitió cubrir con sus manos la herida que le causaba tanta agonía, para mostrar a los presentes la gravedad de la injuria proferida a ese ser malvado.
Jubelo pagó con creces su traición.
El nuevo sumo sacerdote advirtió a Kamose sobre la necesidad de inventar nuevos secretos que remplazaran a los auténticos, que habían desaparecido para siempre con la muerte de su padre. Se diseñó una nueva figura para sustituir el antiguo método, y se crearon nuevas palabras mágicas para ascenderlo a la condición de Horus.
Pronto comenzó el periodo que ahora llamamos el nuevo Reino y Egipto volvió a ser una país orgulloso.
Muy Resp:. Gran Logia Nacional de Colombia
Logia La
Libertad No. 6
Barranquilla
Cualquiera de los golpes que tiene esta momia sería mortal por necesidad, sin poder levantarse, correr, seguir con la mente clara y responder a amenazas. Creo que la explicación que se da esta muy forzada para hacerla encajar en el mito masónico.
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