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jueves, 25 de octubre de 2012

HIRAM ABIF LEYENDA O REALIDAD V


Posted: 14 Jul 2011 11:13 AM PDT
Eduardo Castro. M:. M:.

La coronación del rey

Como se ha demostrado, la francmasonería contiene muchos elementos de evidente origen egipcio, desde el uso de pirámides hasta el ojo de Amón-Ra, pero no hay pruebas de que existía una conexión definitiva. Las tradiciones orales fracmasonicas sitúan la fecha de fundación del ritual hace unos cuatro mil año pero no existe una certeza total. Debido al posible origen de las columnas del antiguo Egipto y la naturaleza idéntica de Ma'at, se cree que si existe una conexión después de todo. El punto de partida para comenzar la búsqueda de mas evidencias sobre la similitud de los rituales debía estar en los procedimientos del rey y su corte.

Se encontró muy significativo que la accesión al poder y la coronación eran dos acontecimientos separados. La primera se efectuaba por lo regular con la primera luz del día después de la muerte del rey, pero la coronación se celebraba pasado un cierto tiempo.

Se sabe que el ritual de la coronación se realizaba en la pirámide de Unas. De igual manera que en un templo masónico, el techo de la cámara principal representa el cielo, con cada estrella en su sitio.

Con el ritual de coronación/funeral, el rey muerto resucitaba en el nuevo monarca y comprobaba ser un candidato digno al viajar por el perímetro del país entero. Esto en realidad era un acto simbólico, ya que se le conducía alrededor de la sala del templo para presentarse como un aspirante adecuado ante los presentes, entre los que se incluían el dios Ra y su asistente principal.

La coronación del rey se trataba de una ocasión muy importante que representaba los lazos de continuidad en los en los Dos Territorios y el disfrute de la prosperidad y estabilidad. Sin embargo, el tiempo entre la muerte del rey anterior y la confirmación del nuevo podría ser muy peligroso, ya que ese intervalo daba una oportunidad para la insurrección.

El descubrimiento de Hiram Abif

Si hubo una conexión entre el antiguo Egipto y los judíos del primer siglo d.C., es casi seguro que se estableciera por conducto de Moisés, el fundador de la nación judía, quien fuera adoptado por la familia real de Egipto.

La única explicación razonable que se pudo encontrar en relación con el nombre del héroe masónico fue que Hiram significada "noble" o " real" en hebreo, en tanto que Abif significa "el extraviado o desaparecido" en francés antiguo, dando así un sentido literal de la descripción del rey que se extravío.

El punto de partida para encontrar su relación fue sencillo. La Biblia describe la importancia de Egipto en la historia del pueblo judío y cuenta la vida algunos personajes principales como Abraham, Jacob, Isaac, José y Moisés; todos ellos involucrados de una manera trascendente en la historia egipcia.

Los capítulos finales del Libro del Génesis dibujan una imagen de tolerancia y cooperación entre los egipcios y los primeros israelitas; sin embargo, el Exodo demuestra una situación amarga en entre ambos pueblos. Las causas de estos cambios drásticos en su relación se aclararon una vez que se comprendió el periodo de los reyes hicsos, en donde Hiram Abif resulto ser el personaje central de esa historia.

El colapso de la civilización egipcia

A mediado de la Era de Bronce, alrededor del final del tercer milenio a.C. Egipto entró en un periodo de la decadencia continua, con un gobierno débil y una ruptura social; muchos extranjeros provenientes del desierto se asentaron en el territorio.

La invasión fue una consecuencia inevitable y los egipcios fueron dominados por los hicsos.

Se infiltraron en la sociedad egipcia de manera sutil y por un largo periodo hasta encontrarse en una posición ventajosa para forzar su dominio sobre los Dos Territorios.

La historia nos proporciona algunas fechas especificas sobre la perdida del vigor nacional, llamadas hoy el Segundo periodo Intermedio, entre los años 1780 y 1560 d.C., al final de una etapa mas amplia de la historia egipcia conocida como el Reino Medio.

El termino hicsos no significaba Reyes Pastores; de hecho, se deriva del termino egipcio bikau-kboswet, que quiere decir príncipes del desierto.

Los hicsos no eran creyentes de Ma'at y al principio, en su búsqueda de poder, reprimieron con crueldad a cualquiera que representara un obstáculo para su objetivos.

Provenientes en su mayoría de los países que en la actualidad forman Israel y Siria, los hicsos hablaban el mismo lenguaje semita occidental.

Sin embargo, es muy probable que los pueblos hicsos/habiru, en fechas posteriores, formaran parte de una cooperativa tribal que con el tiempo se convirtió en los tribus de Israel y después el pueblo judío. Como creyentes del principio de Ma'at, los egipcios fueron generosos y abastecieron a los nómadas habiru con agua y tierras, para que sus rebaños pastaran cuando las condiciones mas allá del Delta del Nilo se tornaban insoportables.

A falta de una política de inmigración el país fue invadido por el pueblo nómada; además, a ellos les precedieron pobladores mas ambiciosos, que veían la oportunidad de obtener grandes ganancias aprovechando la confusión generalizada.

Estos habitantes semitas de la ciudad, los hicsos, eran mejores combatientes que los egipcios y poseían un armamento mas avanzado.

Los reyes hicsos

Al principio los reyes hicsos extendieron su influencia para gobernar al Bajo Egipto, que era el mas grande y suntuoso de los Dos Territorios. Mas tarde controlaron los Dos Territorios desde Menfis, la antigua capital.

A pesar de que perdieron el control de Menfis, los elementos de la autentica monarquia egipcia continuaron su existencia en una ciudad del Alto Egipto, Tebas.

Con el tiempo los reyes hicsos absorbieron cada vez mas la cultura egipcia y las practicas religiosas, lo que origino un problema político religioso. Los invasores comenzaron a desear tanto poder espiritual como poder físico.

Mas aun, a pesar de imitar los estilos y costumbres egipcias, los hicsos permanecieron diferentes en esencia. Su injerto dentro de la sociedad egipcia era, en el mejor de los casos, somero. Hablaban egipcio con un acento gracioso, llevaban barba, tenían un sentido extraño del vestir y se transportaban en maquinas con ruedas que llamaban carruajes los cuales eran jalados por caballos en vez de burros.

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