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viernes, 6 de diciembre de 2013

La Tan Necesaria Etapa Iniciática


La Tan Necesaria Etapa Iniciática 



Debe de comprenderse que la Masonería no se refiere simplemente a sobresalir en la vida profana, a tener éxito en lo mundano; la Masonería se refiere a algo superior a lo que el Ser Humano pueda intentar en el mundo, sobrepasando lo masónico en mucho la posición actual de cualquiera, ya sea un político triunfante, un famoso científico, o un respetable panadero o un obrero fabricante de jabones. 

Lo Masónico empieza con aspiraciones que van mucho más allá a lo que habitualmente conocemos, desde que el Ser Humano ha desarrollado un buen nivel y puede habérselas arreglado con la vida a su propia manera haya tenido éxito o no mucho éxito eso es bastante relativo, en fin que se haya hecho de la vida en una forma bastante razonable. 

Es decir la Masonería, empieza desde el nivel en el que haya arreglado su vida, lo cual pertenece a la segunda etapa del desarrollo del hombre y la mujer, pero que en su vida constate que el éxito material no lo es todo, y busca darle un plus a su vida, expandiendo en mucho sus campos de visión o percepción. 

El Ser Humano, se da con la idea que necesita desarrollarse en un sentido más allá de lo profano, quizá lo haga incluso antes de los 20 años, o quizá a los 70 años, es por ello que la iniciación masónica debe estar abierta incluso a jovencitos o a ancianitos, a mujeres y a hombres. Esta etapa iniciática se ocupa de todo lo tocante a un certero nuevo desarrollo de la esencia del alma inmortal y es por eso que tantas cosas aparentemente paradójicas o al menos extrañas se dicen en los Libros Sagrados de todas las Religiones, tales como las que están contenidas en las enseñanzas secretas ocultas en las religiones, acerca del hombre y la mujer y su desarrollo. 

Todas estas enseñanzas secretas se refieren a dejar que la esencia crezca a expensas de la personalidad profana y ésta es la única manera en que la esencia del alma, cuando es demasiado débil por sí misma para crecer, puede seguir desarrollándose a partir de su personalidad profana, esa es una de los secretos guardados en las tradiciones esotéricas del oriente. 

En este sentido, la personalidad profana, que se forma en torno de la esencia del Alma, llega a ser eventualmente —si se penetra en esta tercera etapa iniciática— la fuente misma desde la cual la esencia puede crecer aún más. Supongamos que por un individuo la personalidad profana está ricamente desarrollada, de ahí tiene una posibilidad de tomar de esta personalidad y transmutarla en luz. Es, entonces, un hombre exitoso, en el sentido dado por los contextos mundanos o profanos. 

Este hombre conoce de todo, es una persona importante en el sentido profano o mundano. Pero lo que hay de pobre en él es su esencia del Alma. No es aún un hombre Total, esta aún inacabado, necesita de un plus, muchos recurren a las religiones conocidas buscando esta parte necesaria, otro más en su sentido de desarrollo buscan el camino iniciático, que es más claro. Lo que hace el hombre profano, lo hace para lograr méritos transitorios, o por temor a la pérdida de honor o reputación, pero no hace nada por sí mismo, nada por amor a lo que está haciendo, prescindiendo de los elogios, la autoridad, la posición, la popularidad o cualquier otro beneficio a los ojos del mundo. 

Supongamos que este hombre sienta, de alguna manera, que su vida ha pasado demasiado rápido y que la muerte es inminente, pronto morirá y siente que no ha hecho lo necesario para trascender a la propia muerte, sabe de dentro de sí que hay que hacer algo. Quiero decir sencillamente que se siente muy vacío a pesar de todas sus "grandes éxitos y riquezas". Tiene una hermosa casa, o joyas, un hombre muy conocido en lo profano, de algún modo obtuvo lo mejor de todo, y sin embargo se siente muy vacío, incluso los domingos va a algún servicio religioso, es una buena persona. 

Tal hombre se está aproximando a la posible etapa Iniciática Masónica de desarrollo.- Ha llegado ahora a una posición en la cual su esencia del Alma, su parte verdadera, puede crecer, y así reemplazar el sentimiento de vacío por un sentimiento de significación. La gran mayoría que se inician masones y siguen el camino iniciático, se sienten llenos, y capaces de todo. Pero con el fin de que se realice en el hombre este nuevo desarrollo debe empezar, por así decirlo, por sacrificar sus vicios, sus fanatismos, sus falsas ideas, y marchar en dirección opuesta a la que siguió hasta ahora. 

En otras palabras, debe tener lugar en él una especie de transmutación, lo que está muy bien expresado en la Bíblica Parábola del Hijo Pródigo, y a menos que comprenda que esta etapa iniciática es posible y lleva al hombre y a la mujer a un verdadero desarrollo, nunca comprenderemos qué dicen los Evangelios o a qué se refiere este sistema, a menos que nos enfrentemos a la iniciación masónica, tal cual como cuando el Iniciado Jesús el Cristo llamó a la vida al Muerto Lázaro, por medio de la resurrección iniciática, es claro que este pasaje bíblico habla de una iniciación más que de cualquier otra cosa. – 

Alcoseri

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