LOS CALENDARIOS DE LA ATLÁNTIDA
Andrew Thomas.
Existe, a través del Atlántico, otro lazo entre el antiguo Egipto y el antiguo Perú. Su calendario constaba de dieciocho meses de veinte días, con una fiesta de cinco días a fin de año. ¿Se trata de simple coincidencia o de una tradición que arranca de la misma fuente?
Un examen de estos antiguos calendarios nos permite fijar la fecha aproximada de la desaparición de la Atlántida. El primer año de la cronología de Zoroastro, el año en que «comenzó el tiempo», corresponde al 9600 a. de JC. Esta fecha es muy próxima a la que, con motivo de su conversación con Solón, dieron los sacerdotes egipcios para la desaparición de la Atlántida, es decir, 9560 a. de JC.
Los antiguos egipcios calculaban el tiempo en ciclos solares de 1.460 años. El fin de su última época astronómica sobrevino en el año 139 d. de JC. A partir de esta fecha se pueden reconstituir ocho ciclos solares hasta el año 11542 a. de JC. El calendario lunar de los asirios dividía el tiempo en períodos de 1.805 años; el último de estos períodos finalizó en 712 antes de JC. A partir de esta fecha, se pueden establecer seis ciclos lunares para remontarse hasta 11542 a. de JC. El calendario solar de Egipto y el sistema asirio de calendario lunar coinciden, pues, al llegar al mismo año —11542 a. de JC.— como fecha probable de iniciación de los dos calendarios.
Los brahmanes calculan el tiempo en ciclos de 2.850 años a partir del 3102 a. de JC Tres de estos ciclos, o sea 8.550 años, sumados a 3102 a. de JC, nos dan la fecha de 11652 a. de Jesucristo.
El calendario maya nos muestra que los antiguos pueblos de la América central tenían ciclos de 2.760 años. El comienzo de una etapa se instituye en el año 3373 a. de JC. Tres períodos de 2.760 años, o sea, 8.280 años, a partir de 3373 a. de JC, nos llevarían a 11653 a. de JC, es decir, a un año de distancia de la fecha establecida por los Sabios de la India.
El Codex Vaticanus A-3738 contiene una cronología azteca muy significativa, según la cual el primer ciclo concluyó con un diluvio, tras 4.008 años de duración. El segundo ciclo de 4.010 años finalizó con un huracán. La tercera Era de 4.801 años terminó con incendios. Durante el cuarto período, que duró 5.042 años, la Humanidad padeció hambre. La Era actual es la quinta: comenzó en 751 a. de JC
La duración total de los cuatro períodos mencionados en el Codex es de 17.861 años; su comienzo se halla en la fecha, increíblemente remota, de 18.612 años a. de JC
El obispo Diego de Landa escribía, en 1566, que en su tiempo los mayas establecían su calendario a partir de una fecha que venía a corresponderse con el 3113 a. de JC, en la cronología europea. Afirmaban que antes de esta fecha habían transcurrido 5.125 años en ciclos anteriores. Esto fijaría el origen de los primitivos mayas en el año 8238 a- de JC, fecha muy próxima a la del cataclismo atlante.
Sobre la base de todas estas fechas, que nos proporcionan una indicación para la de la Atlántida, cabe formular la hipótesis de que, hace millares de años, la Humanidad disponía ya de considerables conocimientos de astronomía, dignos de una elevada civilización.
El día más largo del calendario maya contenía 13 horas, y el más corto, II. En el antiguo Egipto, el día más largo tenía 12 horas y 55 minutos, y el más corto, 11 horas y 55 minutos, cifras casi idénticas a las de los mayas. Pero lo más asombroso de estos cálculos es que 12 horas y 55 minutos no es la duración real del día más largo en Egipto, sino en el Sudán. Tratando de explicar esta diferencia, el doctor L. Zajdler, de Varsovia, formula la suposición de que este cálculo del tiempo provenía de la Atlántida tropical (13).
El arqueólogo Arthur Posnansky, de La Paz, Bolivia, hablando del templo inacabado del Sol en Tiahuánaco, afirma que la construcción fue súbitamente abandonada hacia 9550 antes de JC. La fecha nos es ya familiar. ¿No le habían dicho a Solón los sacerdotes de Sais que la Atlántida pereció en 9560 a. de JC?
Según el sabio soviético E. F. Hagemeister, la ciencia puede afirmar lo siguiente respecto a la desaparición de la Atlántida: «El fin de la Era glacial en Europa, la aparición del Gulf Stream y la desaparición de la Atlántida se produjeron simultáneamente hacia el año 10000 a. de JC»
Pero no todos los sabios enjuician de la misma manera el problema de la Atlántida. Algunos, a despecho de las evidencias, rechazan toda la teoría; otros, tratan de situar la Atlántida en el Mediterráneo, e incluso en España o en Alemania. No hace falta subrayar que no es ésta la Atlántida de Platón y de los sabios egipcios, que la situaban «ante las Columnas de Hércules, en el mar Atlántico».
En la sección egipcia del museo del Louvre, he visto un dibujo esculpido, sin letrero explicativo, en un lugar poco visible, junto a una escalera. Sin embargo, no me fue difícil reconocer en él el Zodíaco de Dendera.
Esta antigua reliquia egipcia constituía en otro tiempo parte del techo de un pórtico del templo de Dendera, en el Alto Egipto. Fue llevada a Francia por Lelorrain en 1821.
Durante generaciones enteras, el calendario de Dendera ha constituido para los sabios un enigma indescifrable. Los signos del Zodíaco están colocados en espiral, y los símbolos son fáciles de reconocer; pero Leo se encuentra en el punto del equinoccio vernal. Teniendo en cuenta la precesión de los equinoccios, ello indicaría una fecha entre 10950 y 8800 a. de JC, es decir, el período mismo en el curso del cual se produjo la catástrofe de la Atlántida.
El Zodíaco de Dendera es, sin duda, de origen egipcio, pero podría haber sido esculpido en conmemoración de un remoto acontecimiento, el fin de la Atlántida y el nacimiento de un nuevo ciclo.
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