Tiahuanaco - 2
Los Anunnaki - La Conexión Perú II
Oscar Mercado.
Detalle de la Puerta del Sol, mostrando al supuesto dios Wiracocha, quien podría haber sido un Anunnaki.
En la anterior entrega vimos que Tiahuanaco es uno de los mayores enigmas en la historia del Perú y que podría haber existido una relación entre sus habitantes y los Anunnaki.
Algunos investigadores señalan que sólo conocemos un 5% de lo que fue su capital y nadie ha podido descifrar su iconografía.
Tampoco conocemos la antigüedad exacta de sus principales monumentos, que han sido datados desde el 1,000 a.C. hasta el 15,000 a.C. El caso se complica aún más cuando tomamos en cuenta que fueron los habitantes de esta cultura, tan poco conocida, quienes originaron la cultura Incaica.
Siguiendo con la historia alternativa que proponemos, el paso del diluvio universal (alrededor del 11,000 a.C.), habría dejado al descubierto inmensas cantidades de oro a lo largo de la cordillera de los Andes.
Tiahuanaco, según Sitchin, no era un yacimiento sino más bien la capital metalúrgica del continente americano:
"En ninguna otra parte del lago hay una meseta llana. En ninguna otra parte hay una laguna cerca que conecte con el resto del lago, haciendo factible el transporte por agua.
En ninguna otra parte alrededor del lago hay un lugar como éste, con pasos montañosos en las tres direcciones terrestres, y por el agua hacia el norte. Y en ninguna otra parte estaban tan a mano los preciados metales, oro y plata, cobre y estaño.
Tiahuanacu estaba allí porque era el mejor lugar para ser lo que fue: la capital metalúrgica de Sudamérica, del Nuevo Mundo."
Tiahuanaco era, entonces, una instalación Anunnaki para el acopio y procesamiento de los metales de América, y la explotación del oro de la región duró, aproximadamente, desde el 6,000 a.C. hasta el 2,000 a.C.
Cuando Anu, el líder de los Anunnaki, (alrededor del año 4,000 a.C.) visitó Tiahuanaco, la región aún tenía oro.
Pero, en poco más de 2,000 años, los Anunnaki terminaron, prácticamente, con el precioso mineral de la zona.
Mapa de la zona donde se encuentran los complejos de Tiahuanaco y Puma Punku. (Foto por Google Maps)
Arthur Posnansky ha probado que en Tiahuanaco primero se explotó el oro y el estaño, y posteriormente el bronce y eso concuerda con la teoría de Sitchin.
Una vez agotado el oro, Tiahuanaco se convirtió en un centro de producción de estaño, el cual se encontraba en los mismos lugares donde antes se había encontrado oro.
Pero la historia no termina aquí, los habitantes de Tiahuanaco volverían a tener un rol protagónico en la historia del Peru. Siglos después, una nueva intervención Anunnaki, puso otra vez a los Tiahuanaco en el camino del desarrollo, la prosperidad y el... oro.
Esta vez, nada menos que en tierras cuzqueñas, desde donde crearían el imperio más grande del hemisferio sur.
El cronista Garcilaso de la Vega (1539-1611 d.C.) nos cuenta la leyenda de creación de los incas. Manco Cápac y Mama Ocllo por orden de su padre el dios Sol, salieron de las entrañas del Lago Titicaca (en Tiahuanaco) para buscar una tierra propicia donde fundar un imperio.
El dios Sol les dio una vara de oro y les dijo que donde esta vara se hundiera sería el lugar indicado para formar su imperio y llevar la civilización a los habitantes de esas tierras. Después de varios intentos a lo largo del camino, la vara se hundió en el cerro Huanacaure, en el Cuzco. Allí se asentó la pareja que daría origen al pueblo Inca.
Algunos elementos de este relato, como la "vara de oro" que indica donde se debía fundar el imperio, han hecho que los historiadores no le otorguen mayor peso histórico al mito recogido por Garcilaso de la Vega.
Sin embargo, es justamente esa "vara de oro" la que lleva a Sitchin a proponer otra de sus audaces teorías.
"¿Qué forma tenía y para qué servía esta varita mágica? Uno de los más concienzudos estudios sobre el tema es "Corona incaica", de Juan Larrea.
Analizando objetos, leyendas y representaciones pictóricas de los soberanos incas, llegó a la conclusión de que era un hacha, un objeto llamado Yuari, que, cuando se le entregó a Manco Capac, se le dio el nombre de Tupa-Yuari, Hacha Real. Pero, ¿era un arma o una herramienta?...
Así se puso en marcha la civilización andina: dándole al hombre andino un hacha con la cual extraer el oro de los dioses".
Manco Capác según Guamán Poma de Ayala.
Es decir, los Anunnaki se manifestaron de nuevo y ayudaron a sus antiguos aliados de Tiahuanaco, en la búsqueda de tierras y metales.
Esta interesante aproximación de Sitchin nos abre la puerta a otra interrogante: ¿existió una relación entre los Anunnaki , que vivieron entre los sumerios, y la culturas del altiplano?
Es curioso que la lengua de Tiahuanaco sea el Uro o Uru, y que la capital de los sumerios, donde se establecieron los Anunnaki, se llame Uruk.
El filólogo boliviano Emeterio Villamil de Rada (1804-1880), encontró semejanzas notables entre la lengua aymara, hablada en la región de Tiahuanaco, y la lengua sumeria.
Sitchin tambien:
"Nuestra hipótesis de que el Anaku en el nombre del lugar proviene del término mesopotámico que identificaba al estaño como metal concedido por los Anunnaki evoca un vínculo directo entre Tiahuanacu y el lago Titicaca por un lado y el Oriente Próximo de la antigüedad por otro… la extensión de la presencia sumeria/uru en los Andes se puede percibir en otros detalles, como el hecho de que 'uru' signifique 'día' en todas las lenguas andinas, tanto en aymara como en quechua, como en Mesopotamia.
Otros términos andinos, como uma/mayu, que es agua, khun, que es rojo, kap, que es mano, enu/ienu, que es ojo, makai, que es golpe, tienen un origen mesopotámico tan evidente que Pablo Patrón (Nouvelles études sur les langues americaines) concluyó que 'está claramente demostrado que las lenguas quechua y aymara de los indígenas de Perú tuvieron un origen sumerio-asirio'."
La similitud entre las canoas de juncos del Lago Titicaca y las antiguas embarcaciones egipcias y sumerias es otro indicio de la relación entre los sumerios y los habitantes del Tiahuanaco.
Arriba, detalle de las inscripciones en la parte interior de la Fuente Magna. Abajo, vista lateral de la vasija de piedra.
Otro indicio de la presencia sumeria en el altiplano boliviano es la controvertida "Fuente Magna".
Fue encontrada a unos 80 Km. de la ciudad de La Paz, por unos campesinos, alrededor de 1958. Esta vasija de piedra con motivos zoomorfos y antropomorfos, tiene una serie de inscripciones que interpelan a los especialistas por su significado y antigüedad.
El Dr. Alberto Mancini, la descifró usando los mismos criterios utilizados para descifrar la escritura sumeria. Según los especialistas que han estudiado la vasija, esta fue probablemente hecha por sumerios que se asentaron en Bolivia alrededor del año 2,500 a.C.
Los Divulgadores creemos que por todo lo visto en estos dos artículos sobre Tiahuanaco: el origen de la cultura Inca, sus dioses, su relación con los metales y sus logros tecnológicos, deben ser vistos a la luz de teorías alternativas a las tradicionales.
En la siguiente entrega veremos cual fue la relación entre los Anunnaki y los grandes trabajadores de oro del Perú antiguo: los Chimúes.
Fuentes:
Zecharia Sitchin (2007) - Book IV of The Earth Chronicles: Los Reinos Perdidos
Arthur Posnansky (1945) - Tihuanacu - The Cradle of American Man
https://www.bibliotecapleyades.net/sumer_anunnaki/anunnaki/anu_69_02.htm
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