Chavin - 2
Los Anunnaki - La Conexión Perú IV
Oscar Mercado.
Panorámica del complejo arqueológico de Chavín de Huántar.
Los Anunnaki, de Zecharia Sitchin, podrían haber estado en el Perú.
En la entrega anterior vimos como las teorías sobre el origen de la cultura peruana merecían ser revisitadas a la luz de los recientes descubrimientos arqueológicos, sentamos un marco de interpretación, y presentamos algunas evidencias que reclaman una revisión de la historia del antiguo Perú.
Ahora, vamos a tratar de probar la existencia de un contacto directo no sólo entre Chavín y Tiahuanaco, sino también entre Chavín y la cultura Olmeca.
¿Cómo se dio este contacto?
Siguiendo con nuestra teoría alternativa, podemos presumir que cuando los Anunnaki y su mano de obra africana e indoeuropea, que habían llegado de la región mesopotámica, empezaron a agotar los recursos auríferos de las zonas cercanas a Tiahuanaco, estos decidieron desplazarse hasta Chavín de Huántar, en la sierra central del Perú, para continuar con la extracción del metal dorado.
Los Anunnaki, Tiahuanaco y Chavín
Empecemos por las evidencias de la influencia de Tiahuanaco en Chavín.
Estas dos culturas se encuentran en lugares aislados o de difícil acceso pero estratégicamente situados. El complejo arquitectónico de Tiahuanaco se encuentra en la confluencia de tres ríos canalizados a través de complejos sistemas hidráulicos, que como vimos en una entrega anterior de esta serie, sirvieron para usos metalúrgicos. Lo mismo sucedió en Chavín.
El centro arquitectónico de Chavín también se encuentra en la confluencia de dos ríos: el Wacheksa y el Mosna. Estos ríos fueron canalizados a través de un sofisticado sistema hidráulico subterráneo al igual que en Tiahuanaco. Aquí tenemos una primera influencia importante de señalar.
Esto no es una coincidencia pues no se han encontrado otros trabajos de ingeniería hidráulica, tan sofisticados para la época, en otras partes del Perú. Los sistemas de control de aguas de Chavín y Tiahuanaco fueron construidos como parte de una instalación Anunnaki para procesar metales.
De acuerdo con esta teoría, Chavín no es sólo un oráculo sino un importante centro de procesamiento de minerales, como lo fue Tiahuanaco.
Antes del diluvio universal, el lago Titicaca habría sido parte del océano y sus aguas habrían servido para la planta de procesamiento de metales de los Anunnaki. (Foto por Christian Haugen)
Probablemente, alrededor del año 2,000 a.C., los Anunnaki llegaron a las alturas de Chavín desde Tiahuanaco trayendo consigo su mano de obra africana, indoeuropea y algunos tiahuanaquenses.
Chavín recibió de estos nuevos visitantes el culto al dios Wiracocha y tecnología avanzada para realizar estructuras arquitectónicas y sistemas hidráulicos.
En ese momento la futura cultura Chavín estaba en gestación, y no existían todavía ni el templo ni el castillo que son sus restos arqueológicos más conocidos. La representación iconográfica de razas no originarias de América Latina (como los africanos, casitas e hititas), encontradas en Aija, Sechin y en Chavín de Huántar nos dan indicios de esta migración.
Los africanos e indoeuropeos que, dirigidos por los Anunnaki, migraron de Tiahuanaco a Chavin, se habrían podido ir quedando por el camino influenciando culturas regionales como las de Aija y Sechin.
Especial atención merece el siguiente busto de piedra (adornado con un turbante) con rasgos faciales que no corresponden a los aborígenes del antiguo Perú.
¿Qué otras evidencias existen de esta migración?
Para la arqueología tradicional, encontrar el rastro que apoye la migración de los Anunnaki de Tiahuanaco a Chavín de Huántar, no es evidente todavía. Sin embargo, hay precisiones matemáticas en la arquitectura de ambas culturas que no pueden ser atribuidas a una mera coincidencia.
"En Chavín, al igual que en Tiahuanaco los diseñadores han utilizado la diagonal como punto de partida de todas las medidas en cuanto a la arquitectura. Y principalmente, también en el arte lítico…
Esta medida de 35,50 metros es la medida clave utilizada por los arquitectos de Chavín. Una medida que parece haber sido una suerte de código secreto solamente comprensible para los entendidos en matemáticas."
(María Scholten)
Este código matemático al que alude la doctora Scholten, probaría otra transferencia de conocimiento de Tiahuanaco a Chavín.
A la derecha el supuesto dios Wiracocha representado por la cultura Tiahuanaco en la Puerta del Sol. A la izquierda, el mismo dios representado por la cultura Chavín en la estela Raimondi. Los dos tienen un báculo en cada mano.
La representación del dios Wiracocha (Viracocha), originario de Tiahuanaco, en la cultura Chavín es otra evidencia.
Las semejanzas entre el supuesto Wiracocha de la Puerta del Sol en Tiahuanaco y el ser antropomorfo representado en la Estela Raimondi de Chavín, saltan a la vista. Las únicas diferencias están dadas por algunos rasgos felinos (garras y colmillos), que adquiere el supuesto dios Wiracocha en Chavín, como consecuencia de la fauna de la región.
No es una coincidencia que dos culturas separadas por cientos de kilómetros y más de 1,000 años, hayan representado a un ser, supuestamente divino, de manera similar y con una especie de báculo en cada mano.
Para Los Divulgadores, el dios Wiracocha podría ser el líder Anunnaki del grupo que llegó hasta las orillas del lago Titicaca y desarrolló la cultura Tiahuanaco.
Es más, la influencia de Chavín en otras culturas pre-incas como Paracas y Nazca, se puede entender a partir de la evolución de la representación del supuesto Wiracocha en estas culturas. Estaríamos viendo la subsistencia de la divinidad principal de la cultura Tiahuanaco en la costa peruana hasta mediados del siglo VIII d.C.
Esto lo veremos en detalle en otra entrega de esta serie, cuando analicemos la cultura Nazca.
Los Anunnaki, los Olmecas y Chavín
La cultura Olmeca (3,000 a.C. a 500 d.C. aprox.) también tuvo contacto e influenció a los habitantes de la región que luego se desarrollarían la cultura Chavín
Según Zecharia Sitchin, fueron dos grupos diferentes de Anunnaki los que llegaron a Tiahuanaco y a la región donde se desarrolló la cultura Olmeca. Estos dos grupos se encontrarían más tarde en Chavín.
Sitchin apoya su teoría en dos hallazgos importantes:
Un episodio del relato épico de Gilgamesh, el rey sumerio de Uruk, narra la lucha entre este héroe y dos leones. El hecho fue representado por los Hititas (pueblo indoeuropeo), colocando al héroe flanqueado por dos leones.
La misma escena está representada en las piedras labradas encontradas en Aija, como podemos ver en la ilustración siguiente.
Según Zecharia Sitchin, fueron los pueblos de origen indoeuropeo que llegaron con los Anunnaki a América Central, quienes habrían traído la historia de Gilgamesh a la sierra central del Perú.
La similitud entre el monumento Hitita en la parte superior y las representaciones peruanas en la parte inferior es evidente.
Estos pueblos se fundieron con la cultura Olmeca (o dieron origen a la misma) en América Central y luego llegaron a costas peruanas por vía marítima, para finalmente afincarse en la región del actual departamento de Ancash, donde se encuentra Chavín.
Otro elemento que sustenta la teoría de la migración Olmeca es la representación de un dragón bicéfalo encontrada en la zona de Rurek, cerca de Aija. El dragón está representado en el escudo de un guerrero tallado en piedra. La representación de dragones bicéfalos no es propia de la región andina sino más bien de las culturas del medio oriente o de Europa.
La teoría de Zecharia Sitchin propone que en la región de Chavín confluyeron dos civilizaciones, la Olmeca y la Tiahuanaco. Cabe preguntarse entonces, si lograron convivir en paz o si hubo un conflicto.
Al parecer hubo conflicto.
No muy lejos de Chavín se encuentran los restos arqueológicos de Sechín. En los muros y bloques de piedra de su estructura principal encontramos representaciones iconográficas, que dan cuenta de una sangrienta batalla, en las que se aprecian hombres mutilados con evidentes rasgos africanos.
Esta podría ser la confirmación del enfrentamiento entre los que llegaron de Tiahuanaco y los que llegaron de América Central.
El problema es que la cultura Olmeca está datada, por la arqueología "oficial", alrededor de 1,500 años a.C. y los restos de Sechín se sitúan entre 2,500 y 3,000 años a.C. Con estas diferencias temporales sería imposible que los Olmecas puedan haber estado en tierras peruanas en el momento en que se erigió el memorial de Sechín.
Sin embargo, una cronología diferente podría corroborar la hipótesis del enfrentamiento entre Tiahuanaco y Olmecas.
Los guerreros tallados en las piedras de Sechín dan cuenta de una batalla.
Las investigaciones de Zecharia Sitchin sitúan el origen de la cultura Olmeca hacia el 3,000 a.C. basándose en análisis de representaciones artísticas, y en una serie de misteriosos acontecimientos.
Los Divulgadores proponemos que, de confirmarse la hipótesis de Zecharia Sitchin sobre la antigüedad de los Olmecas, Sechín sería el lugar del feroz enfrentamiento entre Tiahuanacos y Olmecas, del cual resultaron vencedores los Tiahuanaquenses.
Como resultado de la victoria, estos se afianzaron en la zona y tiempo después dieron origen a la cultura Chavín de Huántar. No podemos saber si el enfrentamiento entre estas dos culturas involucró a los Anunnaki, o si una división al interior de los Anunnaki fue el detonante, o si sucedió después que los Anunnaki dejaron el planeta o la región.
En la siguiente entrega veremos la posible presencia Anunnaki en las culturas pre-incas de la costa del Perú como Nazca, Mochica y Chimú.
https://www.bibliotecapleyades.net/sumer_anunnaki/anunnaki/anu_69_04.htm
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