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sábado, 6 de junio de 2015

María Magdalena, La Otra Historia

María Magdalena, La Otra Historia


María Magdalena, de todos los personajes bíblicos, tal vez sea aquel que más misterios giran a su entorno, encubierto por mentiras divulgadas a lo largo de los siglos por la Iglesia , por los textos Bíbl…icos y por erróneas interpretaciones. Paralela a estas mentiras, una otra historia ha sido contada de modo sublineal por el arte a lo largo de dos mil años de la historia Cristiana y también por los textos apócrifos. Recientemente, el libro “El código Da Vinci”, de Dan Brown, recorrió el mundo, y fue leído por millones de personas. 

En medio a una historia de suspenso, el autor insiere algunas de las verdades que, con el paso del tiempo, estaban siendo ocultas. Dan Brown nos llama a observar el cuadro de La Santa Cena , de Leonardo Da Vinci, donde se transparenta que una de las imágenes de los apóstoles presenta rasgos femeninos, teniendo el mismo color de ropa que Jesús e ligada a Él por una gran M formada por la postura física de los dos en la pintura, en virtud del color rojo. 

Según la interpretación del autor de “El Código Da Vinci”, los dos símbolos, la letra M y el color rojo, indicarían ser María Magdalena el personaje al lado de Jesús. Veamos, a seguir, la imagen de La Santa Cena pintada por Leonardo Da Vinci, en el año aproximado de 1495, en La Iglesia Santa María Delle Grazie, en Milán, donde aparece nítidamente el formato de una M, siguiendo los contornos de color rojo en las ropas de Jesús y de María Magdalena. 

Siendo esta la interpretación correcta, ¿qué pretendía Da Vinci con el mensaje sublineal? Da Vinci hasta lo que se sabe pertenecía al Priorato de Sian, Sociedad secreta fundada en Jerusalén en el año 1099 por el rey Godofredo de Buillon con el objetivo de guardar un secreto mantenido por su familia desde la época de Jesús. Y para ayudar a proteger este secreto fue creado El Orden de los Caballeros Templarios. 

El secreto que se quería, a todo coste resguardar, decía respecto al Santo Graal. Da Vinci, de forma oculta en el arte, guardó este secreto, pero legando al futuro su descubrimiento. El Priorato de Sian, conocido también como Monasterio de Sinaí, según algunos pesquisadores históricos, se constituyó en una sociedad secreta, relacionada a la Masonería y a los Rosacruces, creada para proteger el linaje divino. Además de Da Vinci, pertenecieron a esta sociedad secreta personajes históricos y escritores importantes, como Isaac Newton y Víctor Hugo. 

Existe una corriente inmensa de pesquisadores que admiten que Jesús y María Magdalena fueron casados y que, de este casamiento pudo haber nacido una hija, que sería la descendencia real, la sangre real, el Santo Graal, y que María Magdalena con su hija llamada Sara, se fueron a vivir en Francia. Este sería el gran secreto, la versión de la historia guardada a milenios, o más aún, una historia que hoy se jugaba debidamente sucumbida después del Concilio de Nicea, ocurrido el año 327 después de Cristo. 

Con la descubierta del Evangelio Según María Magdalena, alrededor de 1896 en un monasterio egipcio, salió a la luz una verdad incontestable: María Magdalena, mucho más de lo que dice la Biblia , fue verdaderamente una discípula de Jesús, y según diversos historiadores, entre los discípulos, la más cercana al Maestro, en sus enseñanzas espirituales. Estas enseñanzas estaban enteramente ligadas a la espiritualidad interior, siendo el verdadero camino para la evolución espiritual, como vemos en el trecho a seguir del Evangelio según María Magdalena, en el cual Jesús dice: Todas las especies, todas las formaciones, todas las criaturas están unidas, ellas dependen unas de las otras, y se separarán nuevamente en su propio origen, puesto que la esencia de la materia sólo se separará de nuevo en su propia esencia. Quién tiene oídos para oír que oiga. Todos nosotros estamos unidos formando la esencia de la vida y llevando a Dios en nuestro interior. Por eso, el camino es mirarnos hacia dentro, buscar así la dirección de nuestra evolución encontrando el Dios que habita en nosotros mismos. 

En el pasaje siguiente del Evangelio de María Magdalena, ese mensaje de Jesús está cristalino, destacando aún que Él no nos dejó normas, apenas nos pidió que tengamos en cuenta los ejemplos que nos demostró en su práctica de amor incondicional. Cuando el Hijo de Dios así habló, les saludó a todos diciendo: “La paz esté con vosotros. Recibid mi paz. Tomad cuidado para que nadie os aleje del camino, diciendo: ‘Por aquí’ o ‘Por allá’, porque el Hijo del Hombre está dentro de vosotros. Seguidlo. Quien buscarlo, Lo encontrará. Proseguid ahora entonces, predicad el Evangelio del Reino. No establezcáis otras reglas, además de las que os mostré, y no instituyáis como legislador, si no seréis cercenados por ellas.” Luego de decir eso, partió. 

El Evangelio, según Tomás, descubierto en 1945, trató exactamente del mismo enfoque encontrado en el Evangelio de María Magdalena. Vemos este aspecto en este trecho a seguir, retirado de un artículo publicado en la revista “Super Interessante”, edición de diciembre de 2004. Evangelio de Tomás y otros apócrifos hablan al corazón de un continente que no deja de crecer en los tiempos actuales: los ávidos por espiritualidad, pero desconfiados de la religión. Según Tomás, en este Evangelio, considerado apócrifo: El Reino está dentro de vosotros y también en vuestro exterior. 

Cuando conseguiros conocer a vosotros mismos, seréis conocidos y comprenderéis que sois los hijos del Padre vivo. Mas, si no os conoceros, viviréis en la pobreza y seréis la pobreza. El Evangelio de María Magdalena presenta enseñanzas de Jesús, que no fueron pasadas para los otros discípulos o quizá no comprendidas por ellos en el habla del Maestro. Que el Reino de Dios está dentro de cada persona y que es necesario mantenerse en equilibrio para no atraer las enfermedades y la muerte física. Esta es una visión plenamente acepta en la actualidad por la medicina alternativa en todas sus vertientes. La medicina alternativa ha logrado a través de la recomposición energética, la cura para diversas enfermedades. 

En los pasajes a seguir, del Evangelio de María Magdalena, podemos observar esta visión, de forma inequívoca: Pedro le dijo: “Ya que nos explicaste todo, dinos eso también: ¿Cuál es el pecado del mundo?” Jesús le dijo: “No hay pecado; sois vosotros los que os criáis, cuando hacéis cosas de la misma especie que el adulterio, que es llamado ‘pecado’. Por eso Dios Padre vino para vuestro medio, para la esencia de cada especie, para conducirla a su origen.” Enseguida les dijo: “Por eso os enfermáis y morís (…) Aquél que comprende mis palabras, que las coloque en práctica. La materia produjo una pasión sin igual, que se originó de algo contrario a la Naturaleza Divina. A partir de ahí, todo el cuerpo se desequilibra. 

Esa es la razón porque os digo: tened coraje, y si estuviereis desanimados, procurad fuerza en las diferentes manifestaciones de la naturaleza. Quien tiene oídos para oír que oiga.” Tanto en los Evangelios de María Magdalena como en los de Felipe se encuentra una nítida valoración de la mujer, pues en ambos se percibe que Jesús hacía revelaciones privilegiadas a María Magdalena, por ser ella la que estaba más en sintonía con las enseñanzas del Maestro. Pero, la ligación entre Jesús y María Magdalena era más especial aún, como se lee en el Evangelio de Felipe, en esta parte: Y la compañera del Salvador es María Magdalena. Cristo la amaba más que a los demás discípulos y acostumbraba besarla a menudo en la boca. Los discípulos se ofendían con eso y le expresaban su desaprobación. Le decían: ¿Por qué la amas más que a nosotros? 

En 1891, un acontecimiento vino a encender aún más las cuestiones involucrando a María Magdalena. Reformando una iglesia en el sur de Francia, en Rennes-le-Château, el padre Bérenger Saunière habría encontrado un tesoro, que de acuerdo a lo que se supo, fue llevado de la Tierra Santa y guardado por los Caballeros Templarios. Este secreto comprobaría la existencia de descendientes directos de Jesús, o sea, el linaje sagrado. Se sabe por los textos apócrifos, que después de la muerte de Jesús, los otros discípulos no deseaban ver a una mujer en el comando del grupo, lo que naturalmente estaba aconteciendo por el enorme conocimiento espiritual de Magdalena. 

Pedro por diversas veces contestaba eso y discutía con Magdalena, porque temía que ella se tornase líder del grupo. En razón de esta lucha por el poder relacionada a la liderazgo del cristianismo y por el hecho de una mujer contemplar más conocimientos que todos los discípulos, fue forjada la historia de la prostituta, la que lamentablemente, todos nosotros conocemos. Uno de los libros que lo inspiraron al autor de “El Código Da Vinci”, fue “María Magdalena y el Santo Grial” , de la autora Margaret Starbird. Este libro es uno de tantos otros que presentan la ligación del Santo Graal con María Magdalena y la descendencia de Jesús. Margaret Starbird, queriendo contestar a otros autores sobre la herejía del Graal, que decía haber sido Jesús casado con María Magdalena, profundizó pesquisando en la historia europea, en los rituales masónicos, en el arte medieval, en el simbolismo, en la psicología, en la mitología y en la religión (judaica y cristiana). 

Los hechos le culminaron de modo sorprendente, ya que encontró rastros de enormes evidencias de todo haber sido verdad, ocultado y guardado de varias formas, sobretodo en el arte. Todas las evidencias llevaron a la autora a concluir que Jesús y María Magdalena fueron realmente casados y que tal casamiento ocurrió de forma escondida, porque estaban siendo unidas las familias de David, hijos de Isaí (Jesús) y de Jonatán, hijo de Saúl (María Magdalena). Stargird, en el libro citado, p. 24, escribe: El casamiento fue realizado en la casa de Simón, el leproso. Apenas algunos amigos íntimos y sus familias fueron convidados. Era necesario mantener el acontecimiento en secreto para que Herodes Antipas no descubrirse que una heredera de Benjamín se había unido a un hijo de la Casa de David. 

De ahí surgió la confusión que siempre hicieron los discípulos al ver la forma de Magdalena tratar a Jesús en público, con cariños físicos, lo que sería inaceptable para una mujer de aquella época, a menos que ella fuera casada y estuviera tratando así a su marido. Otro importante argumento en favor de que Jesús haya sido casado está en el libro “El Código Da Vinci”, página 262: Porque Jesús era judío (…) y el decoro social de aquella época prácticamente prohibía que un judío fuera soltero. De acuerdo con las costumbres judaicas, el celibato era prohibido y la obligación de un padre judío era encontrar a una esposa adecuada para su hijo. 

Si Jesús no fuera casado, por lo menos uno de los Evangelios de la Biblia habría mencionado eso y dado alguna explicación para el hecho de Él haberse quedado soltero. Ese casamiento representó gran importancia dinástica, poniendo en riesgo al gobierno de aquella época, pues el poder político de Jesús pasaría inevitablemente a molestar. Este hecho puede muy bien ser deducido por el tipo de muerte que le fue aplicada a Jesús, pues la crucifixión ocurría para quien fuese insurrecto, en el caso contra el gobierno, pero principalmente por su dinastía. Tanto es así, que Magdalena tuvo que huir para no ser muerta, yendo a exilarse en Francia. 

En el libro “El Santo Graal y el Linaje Sagrado”, de los autores: Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, el tema María Magdalena y su casamiento con Jesús aparece de forma enfática. Acerca del casamiento, citamos este pasaje encontrado en la página 286: Si Jesús fue realmente casado con Magdalena, ¿podría tal casamiento haber servido a algún propósito? En otras palabras, ¿podría haber significado algo más que un casamiento convencional? ¿Podría haber sido una alianza dinástica de algún tipo, con repercusiones e implicaciones políticas? Finalizando, ¿podría una estirpe resultante de ese casamiento haber garantizado el nombre de “sangre real” ? Sólo el casamiento entre los dos podría explicar la presencia de Magdalena en los viajes de Jesús. En el mismo libro, página 276, leemos: El papel de esta mujer es singularmente ambiguo en los cuatro Evangelios y parece haber sido deliberadamente obscurecido (…) 

En la Palestina del tiempo de Jesús sería imposible que una mujer que no fuera casada viajase desacompañada, y más improbable aún, viajar desacompañada y junto de un maestro religioso y su círculo. Varias tradiciones parecen haber percibido este detalle potencialmente raro y desconcertante. Hay también los que especulan que María Magdalena haya sido casada con uno de los discípulos de Jesús. Así siendo, su relacionamiento especial con Jesús y su cercanía a Él dejaría a ambos en una situación expuesta a sospechas, como acusaciones de adulterio. 

Es cierto que Magdalena presenta una especial importancia en la historia de Jesús, bien como en la del cristianismo, como lo podemos ver en este mismo libro, en la página 277: Es evidente que Magdalena, en el final de la carrera de Jesús, se volvió un personaje de inmensa importancia. En los tres Evangelios sinópticos, su nombre encabeza considerablemente la lista de mujeres que seguían a Jesús (…) 

Ella es la primera en atestiguar su tumba vacía después de la crucifixión y para revelar su resurrección, Jesús la eligió a Magdalena entre todos sus devotos. Si por un lado los discípulos se quedaron escondidos y temerosos mientras ocurría la crucifixión de Jesús, María Magdalena se mantuvo presente, observando y sufriendo todo el tiempo, como fue descripto en los Evangelios de Mateo, Marcos y Juan. 

Los autores del libro “El Santo Graal y el Linaje Sagrado” hacen un importante comentario sobre la validad de los Evangelios apócrifos, que en el trecho a seguir escogido (página 323), los denominan Gnósticos: A través de los manuscritos Nag Hammadi, la posibilidad de un linaje sanguíneo descendiente de Jesús nos pareció más plausible. Algunos de los llamados Evangelios Gnósticos eran potencialmente tan verdaderos y auténticos como los libros del Nuevo Testamento. Como consecuencia, las cuestiones que ellos, explícita o implícitamente, dan testimonio – un sustituto en la cruz, una disputa entre Pedro y Magdalena, un casamiento entre Magdalena y Jesús, el nacimiento de un “hijo del Hijo del hombre” – no podrían ser despreciados, por más polémicos que fuesen. Estábamos lidiando con historia, no con teología, y la historia en el tiempo de Jesús, no era menos compleja, multifacética y orientada para el pragmatismo, de lo que es hoy. Puesto que se presenta de forma incontestable, la ligación especial de Jesús con María Magdalena, actualmente ya no queda más lugar, tratarla como prostituta. 

En el siglo VI, el Papa le quitó el título de penitente dado indebidamente a María Magdalena, pero eso fue poco para rescatar su gran importancia en el adviento del Cristianismo. Además del indebido título de prostituta, intentaron destruir su Evangelio, para ocultar la importante enseñanza que le pasó Jesús que dice que el camino no está en esta o en aquella senda, o quizá en esta o en aquella religión, pero sí, en la búsqueda interior, en la evolución interior hacia el Dios que habita en todos nosotros. Más que rotular indebidamente a Magdalena, sucumbieron el verdadero Cristianismo, que fue aquél practicado por Jesús, que no creó ninguna religión, ni predicaba o vivía en iglesias, mas sí ejercía verdaderamente el más puro amor, la más bella espiritualidad y escuchando como Él mismo nos dijo: “No establezcáis otras reglas, además de las que os mostré, y no instituyáis como legislador, si no seréis cercenados por ellas.” Si no hay prueba contundente de que María Magdalena fue casada con Jesús, lo cierto es que ambos estuvieron ligados por un amor especial y espiritual poco común. A través de informaciones canalizadas, sabemos que Jesús y María Magdalena son almas gemelas, y que, en la Palestina encarnaron para vivir y ayudar mutualmente en la implantación del Cristianismo. 

En el libro La gruta del sol, de la autora Marisa Varela, libro este que escribió auxiliada por maestros de luz, la ligación espiritual entre Jesús y María Magdalena aparece de forma traslúcida. En una de las festividades del Sexto Rayo, se pudo ver a los dos juntos, como podemos leer en este pasaje (páginas 144/145): Finalmente(…) la presencia especial, sobre la cual corrieron tantos rumores y especulaciones: Joshua (Jesús), que estaba acompañado de su mujer lindísima, de largos cabellos rizados y ojos claros. Su Rayo Gemelo, seguramente. Murmurando, alguien a mis espaldas luego la identificó: – María Magdalena (…) Él hizo un gesto con la mano, saludando a la platea, después se sentó al lado de María Magdalena, ocupando la silla central que le estaba destinada (…) agradeció la presencia de todos los que allí estaban prestigiando la solemnidad y especialmente al Maestro Joshua y a su mujer María Magdalena, los convidados de honor. Sea lo que fuere que el hombre del pasado, la Iglesia y las religiones hayan escondido sobre el personaje María Magdalena, lo cierto es que su importancia en la implantación del Cristianismo fue extremamente vital. Ella vino para ayudarlo a Jesús, y su ligación con el Maestro de los Maestros está condignamente reconocida naturalmente en las esferas espirituales. 

Aquí en la Tierra , los artistas del pasado conservaron y escondieron, mostrando la verdad. Y ahora, en los tiempos en que vivimos, en el amanecer de la Nueva Era , esta verdad se revela, se despliega, apareciendo de forma grandiosa e innegable. Por lo tanto, ya no es apenas una cuestión de tener ojos para ver. Se tratan de evidencias tan incuestionables que hoy salen a la luz, y que se imponen a todos nosotros, lo queramos o no.

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