John
Theophilus Desaguliers
(Fragmento del Artículo escrito por Julian
Rees, La Sociedad Cornerstone)
En
1598, después de las guerras infames de la religión en Francia, Enrique IV
promulgó una ley, conocida como el Edicto de Nantes, la concesión de las
libertades religiosas y civiles a sus súbditos protestantes hugonotes. Sin
embargo, en 1685, este edicto fue revocado por Luis XIV, y los protestantes
fueron llamados por el Estado a convertirse al catolicismo.
Muchos
se negaron, y esto dio lugar a la persecución más feroz imaginable de los
protestantes. En 1683 Juan Teófilo (Teófilo = "amante de Dios")
nació en La Rochelle. Su padre, siendo él mismo un ministro protestante,
se opuso firmemente a la conversión, y como muchos de sus compatriotas
hugonotes se vio obligado a huir.
En
consecuencia, en 1687, la familia Desaguliers llegó a Inglaterra, a los cuatro
años de edad Juan Teófilo está escondido en una cesta de lino. Su padre
obtuvo un ministerio eclesiastico en Londres, bajo la protección del obispo
Compton (por cierto un pariente lejano del marqués de Northampton).
Al
término de sus estudios, Juan Teófilo fue a Oxford donde leyó a los clásicos, y
en 1712 regresó a Londres, se casó y vivió cerca de la Rummer taberna donde la
Logia n° 4 Westminster se reunía (ahora Royal Somerset House y
Inverness). Aquí conoció a Isaac Newton y otros miembros de la Royal
Society y se convirtió, en consecuencia, un profesor de la Royal Society,
acondicionados por el propio Newton, y en 1714 se convirtió en su
curador.
En
algún momento se convirtió en un masón y en 1719 se convirtió en el tercer Gran
Maestro (después de Anthony Sayer y George Payne). Como miembro de la
Royal Society, Desaguliers fue el primero en probar la existencia del
átomo.
Esta
fue una época marcada por el florecimiento de la época de la
Ilustración. He aquí, pues era un hombre que debe haber entendido más
profundamente que la mayoría de las siete artes liberales y ciencias y su
relación con la forma en que conducimos nuestras vidas diarias.
Estaba
poseído de una apreciación vívida de los preceptos de la Masonería, pero que
también, por la experiencia de sus padres bajo la persecución, entendida más
profundamente que la mayoría de la importancia vital de la libertad de
conciencia, la humanidad en su sentido más amplio, la tolerancia y la
fraternidad de los hombre.
Las
siguientes generaciones, siglos posteriores, las guerras y atrocidades
indecibles han templado el acero de nuestra resistencia a la inhumanidad y la
intolerancia, y si nosotros, como los masones, conseguimos de vez en cuando
para poner de relieve la injusticia, de corregir los errores contra el
individuo y detener la ola de la indiferencia donde se necesita la compasión,
entonces tenemos hombres como Desaguliers, gracias por ello.
Frontispicio de las Constituciones de 1723
John Montague, segundo duque de Montagu
presenta el rollo de las Constituciones y las brújulas a Felipe, duque de Wharton.
El Rev. Dr. John Desaguliers puede verse en el extremo derecho.
Tomado de: Revista Dialogo Entre Masones Enero 2015
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