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domingo, 1 de noviembre de 2015

Las pirámides: ¿un engaño histórico o una ciencia muy oculta

Las pirámides: ¿un engaño histórico
o una ciencia muy oculta?
Pedro Hernandez Alvarez.

Aún hoy en día cuando oímos la palabra pirámide, la imagen virtual que nos viene a la mente son las tres famosas pirámides egipcias de la meseta de Giza y automáticamente nos remontamos a la época faraónica. Esta, como única sobreviviente de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, aún es un enigma para la humanidad, a pesar de los milenios que llevan en la historia y los casi 200 años que han pasado estudiándolas.

Las tres famosas pirámides egipcias de la meseta de Giza

Pero cuando hablamos de pirámides no estamos refiriendo a esas estructuras monumentales creadas por los hombres de varias civilizaciones, muchas de las cuales hoy han quedado como patrimonio de la humanidad. Lo que pasa es que a veces no se hablan de "ellas" todo lo que hay que hablar.

Con éste pequeña dialogación interna intentaremos ver desde todos los ángulos, aristas y vericuetos lo que se habla de ellas. Por lo tanto, vamos expresar algunos criterios que a lo mejor no son del agrado de algunas personas, en esto caso pedimos disculpas, pues nuestras intenciones no son de ofender a nadie. Por el contrario, analizar, denotar y discernir las distintas opiniones sobre éste delicado tema. Es por eso el título que se le da a éste artículo: "Las pirámides: un engaño histórico o una ciencia muy oculta."

Veamos alguna de las definiciones conocidas:

pirámides: edificios sólidos de base poligonal y lados convergentes en un vértice construidos por algunas civilizaciones antiguas, especialmente en el antiguo Egipto y en la América precolombina. La figura de las egipcias era exactamente una pirámide recta de base cuadrada, mientras que las americanas presentan un perfil troncopiramidal compuesto por pisos o gradas que conducen a una coronación plana (tomado de la Encarta 2008).

El origen semántico de la palabra pirámide parece ser del griego Pyramis, que a su vez es posible que sea una derivación mal pronunciada del término egipcio MR (pronunciado Mer). Sin embargo, en un papiro que se encuentra en el museo británico se utiliza el término Per - En - Us, traducido como "lo que va (derecho) hacia arriba", aunque para algunos egiptólogos no está bien clara su traducción. Gerald Masey traza su origen en el griego Pur (pronunciado Pyr) significando "Fuego" y el egipcio Met que significa "diez" o medida. Por lo que se interpreta como las diez medidas o arcos originales trazados por el Dios del Fuego, el Sol, a través de su circuito zodiacal.
El engaño histórico

Empecemos por ver el engaño histórico:

- Las pirámides egipcias son las tumbas de los faraones y se construían durante todo el período del reinado del mismo.

Las pirámides americanas (después veremos las diferencias entre meso y sud americanas) se construían como templo adoratorio para sus dioses y en muchos casos servían para realizar "sacrificios humanos".

Eso es lo que dicen los libros de historia desde que yo estudiaba en la secundaria en 1963, y para otros desde mucho antes. Pero la realidad actual contradice mucho o casi todo de lo antes estudiado, o estas ideas preconcebidas por la historia. Para ello empezaremos por los tres hombres más importantes que las mencionan o estuvieron inmersos en los momentos de sus descubrimientos:

- Herodoto (484 - 425 a.C.), historiador griego.
- Fray Bernal Díaz del Castillo (1495 - 1584), conquistador español y cronista de Indias.
- Alberto Ruz Lhuillier, (cubano - francés - mexicano), arqueólogo descubridor de la tumba de Kim Pacal.

Herodoto
Fray Bernal Díaz del Castillo
Alberto Ruz Lhuillier

Es Herodoto (400 a.C.) quien en sus nueve libros de historia nos da una de las primeras aproximaciones literarias a la historia, y es él quien primeramente nos habla sobre ellas. Claro, sus referencias parecen haber sido acomodados por los sacerdotes egipcios sobre datos de miles de años de antigüedad. Estas referencias "Herodotianas" son las que han mantenido la duda sobre cómo, porqué y para qué fueron construidas. Pero a este tema volveremos más adelante.

La siguiente personalidad en hacer una referencia histórica sobre estas construcciones piramidales, ahora en las del Nuevo Mundo, éste es Fray Bernal Díaz del Castillo, quien como sacerdote acompañante de Hernán Cortés nos habla de las "Cue" mayas y aztecas. Algo también funcional y sagrado, pero distintas de las egipcias, y se introduce un nuevo error en la arqueología histórica desde 1517, las consideran solamente como adoratorios y lugares para los sacrificios humanos. Unos años más tarde las huestes de Francisco Pizarro descubren las "huacas" peruanas, las que también tienen otra connotación diferente.

Hernán Cortés
Francisco Pizarro
Napoleón Bonaparte
Antoine Bovis

Cuando Napoleón Bonaparte en su campaña contra los mamelucos, entre 1798 y 1800 dirigió a sus tropas, las históricas palabras: "¡Soldados, 40 siglos de historia os contemplan!", nunca pensó que no solamente estaba creando un hecho histórico (la batalla y la conquista imperial), sino que además la estancia francesa iniciaría lo que después se llamaría la Egiptología. Los estudiosos de la Egiptología, o al menos algunos de ellos, se pasarían en las Américas a crear una nueva rama en la Arqueología entre 1920 y 1935, la Mayología o Arqueología Mesoamericana. Sin embargo, desde la década de los años 60 se retoma con cierta furia el redescubrimiento de Antoine Bovis de 1930 sobre la energía piramidal.

Volvamos a las pirámides y más bien a las primeras construcciones monumentales que han erigidos los hombres con unas funciones rituales o sagradas y nos referimos específicamente a la zona del actual Medio Oriente. En la civilización mesopotámica se crearon los Zigurat, que son supuestamente las antecesoras de las pirámides egipcias.

En cambio, las pirámides egipcias comienzan según los anales con la pirámide escalonada del faraón Zoser en Saqqara. Con ella también aparece el no menos legendario y mítico Imhotep, médico y arquitecto. A él también se le adjudica la creación o al menos las bases del "Hermetismo", como posterior doctrina filosófica y esgrimido en la masonería inicial.

Pirámide escalonada del faraón Zoser en Saqqara

Todo esto ocurre durante la llamada Tercera Dinastía Faraónica. Nuestro Keops o Khufu, a quien se le ha asignado la Gran Pirámide, es la cuarta pirámide construida durante la Cuarta Dinastía Faraónica. Sin embargo, después de la Dinastía 18, los faraones dejaron de construir pirámides, aunque sus anales llegan hasta la Dinastía 33. ¿Qué les pasó? ¿Acaso olvidaron cómo construirlas, o es que perdieron la motivación? Un enigma más en relación a ellas que aún nos queda por averiguar y quizás nunca encontraremos su respuesta.

Veamos algunas ligeras comparaciones entre los dos grupos más conocidos de las pirámides: las egipcias y las mesoamericanas.
Egipcias

- Su construcción se iniciaba con la subida o proclamación del faraón y era concluida a su muerte, porque en ella debía alojarse la momia del faraón para renacer algún día según sus ritos religiosos y se ubicaban lejos de los centros urbanos. Sin embargo, en realidad no se han encontrado ninguna momia en las más de 180 pirámides descubiertas hasta hoy. Además, en las dinastías que las construyeron, algunos faraones se construyeron más de una pirámide. Por haber sido concebidas como "tumbas" se alejan de los centros urbanos y deben haber propiciado los conceptos de los futuros cementerios.

- Todos los adornos y pinturas se realizaban en el interior como debía corresponder a una tumba en la que se ensalza la vida y obra del muerto, además de estar contemplado en sus propios ritos religiosos

- Supuestamente les servían de apoyo a los estudios y cálculos astronómicos que realizaban sus sacerdotes. Aunque además pudiera haber servido como referencia geográfica.
Mesoamericanas

- Su construcción se iniciaba cada kantún (período de 20 años, realmente 19,7 años), un hecho relevante o una victoria, o la subida al trono de un nuevo gobernante. En ellas se hacían los sacrificios humanos a sus dioses, pues casi siempre poseían un templo (hasta dos en algunas de las aztecas). En otros casos se ampliaban o servían de "núcleo central" a otra que se construían encima (El castillo o Templo de Kukulcán en Chichén Itzá). En algunos casos cada nuevo gobernante la ampliaba a su gusto para congraciarse con los dioses (el Templo Mayor de Tenochtitlán, con siete ampliaciones reconocidas).

- Los adornos se hacían exteriormente, incluyendo escaleras de acceso al o a los templos en la plataforma superior. Por ejemplo: el Castillo de Chichén Itzá; el Templo de los Nichos en El Tajín. Sí bien existen algunas plataformas piramidales de un solo nivel y sin templo, tampoco aparecen tener huellas de oficiarse sacrificios "sangrientos" en ellas.

- Algunas cumplían además funciones de observatorios astronómicos. Por ejemplo: el Templo 22 de Palenque, dedicado a Venus; en Xochicalco, con un orificio central que da a una cámara subterránea con entrada independiente,

- No se construían como tumbas, pero desde el primer descubrimiento de una en 1952 se han descubierto algunas más con esa función anexada.

Palabras de Heródoto


Heródoto o Herodoto (484 - 425 a.C.), historiador griego, reconocido como el padre de la Historiografía. Nació en Halicarnaso (actual Bodrum, en Turquía), de donde se cree que estuvo exiliado hacia el 457 a.C. por conspirar contra el gobierno de la ciudad, favorable a los persas. Probablemente fue directamente a Samos, desde donde viajó por Asia Menor, Babilonia, Egipto y Grecia. La dirección y extensión de sus viajes no se conocen con exactitud, pero le proporcionaron valiosos conocimientos de primera mano de casi todo el antiguo Oriente Próximo.

Hacia el 447 a.C. llegó a Atenas, entonces el centro cultural del mundo griego, donde obtuvo la admiración de los hombres más distinguidos, incluido el gran político ateniense Pericles. En el 443 a.C. Heródoto se instaló en la colonia griega de Turios (Thurioi), fundada en el sur de Italia por iniciativa de aquél. Se dedicó el resto de su vida a completar su gran obra conocida como Historias, cuyo título deriva de la palabra griega historia (investigación, búsqueda).

Los estudiosos de Historias la dividieron más tarde en nueve libros. Los primeros tratan sobre las costumbres, leyendas, historia y tradiciones de los pueblos del mundo antiguo, incluidos los lidios, escitas, medas, persas, asirios y egipcios. Los tres últimos versan sobre los conflictos armados entre Grecia y Persia y que son conocidos como las Guerras Médicas. La información de Heródoto procede en parte de los trabajos de sus predecesores y en parte de las observaciones que hizo durante sus extensos viajes.

Sus Historias son el primer trabajo importante en prosa. Tanto las críticas antiguas como las actuales han rendido homenaje a la grandiosidad de su estilo y su franqueza, a su lucidez y a su delicioso estilo anecdótico. En el libro II, la narración se interrumpe con el fin de añadir información sobre la geografía, el pasado y las costumbres egipcias, digresión (logos) que Heródoto repite en el libro IV, con el objeto de hacer lo propio respecto a los escitas y el territorio libio.

Las fuentes usadas son en su mayoría de carácter oral, pero también contó Heródoto con su propia observación de las tierras sobre las que escribe, con la lírica griega, las inscripciones, los documentos administrativos y la literatura histórica de su época, especialmente la obra del historiador del siglo VI a.C. Hecateo de Mileto.

En las Historias, lo legendario y mitológico aparece claramente distinguido respecto de los hechos verdaderos, si bien su autor no pudo prescindir siempre del componente religioso. Al ser la primera obra griega en prosa de la que se tiene noticia, su estilo no puede ser sino arcaico y simple, aunque al tiempo claro y sencillo. Escrita en dialecto jonio, su difusión en la cultura griega fue inmediata, hasta el punto de que durante el periodo helenístico se la dio título y dividió en nueve libros, resultando traducida al latín en el siglo XV por Lorenzo Valla. El escritor romano del siglo I a.C. Marco Tulio Cicerón calificó a Heródoto de "Padre de la Historia".

Sin embargo, es precisamente cuando se le traduce a los idiomas modernos, específicamente al italiano, que se introduce uno de los errores o misterio más grandes sobre las pirámides: su construcción y el empleo de máquinas, lo cual no puede haber sido posible en esa época, como veremos más adelante. Parece que los anales egipcios no recogen datos sobre importación de maderas del Líbano hasta mil años después de dejar de construir pirámides y con las palmas datileras no se pueden construir grúas.

Palabras de Fray Bernal Díaz del Castillo


Bernal Díaz del Castillo (1495 - 1584), conquistador español y cronista de Indias. Participó y narró la conquista de México. Nacido en la localidad vallisoletana de Medina del Campo, viajó en 1514 al Nuevo Mundo en la expedición de Pedro Arias Dávila, nombrado gobernador de Castilla del Oro. Al parecer estuvo con éste algún tiempo en la zona del istmo de Panamá. De allí viajó a Cuba, donde gobernaba Diego Velázquez de Cuéllar, quien le ofreció, al igual que a otros españoles, indios en encomienda, lo que nunca se cumplió.

Deseoso de aventuras se unió a la expedición de Francisco Hernández de Córdoba, emprendida en febrero de 1517. Fue en ese año cuando tuvo sus primeros contactos con el vasto territorio que más tarde se llamaría Nueva España. De hecho, en esa expedición pudo percatarse de la existencia de ciudades en el ámbito de la península de Yucatán. De regreso en Cuba, un año más tarde volvió a dirigirse al territorio mexicano, esta vez en compañía de Juan de Grijalva.

Su entrada definitiva en México tuvo lugar en 1519, cuando se embarcó en la expedición capitaneada por Hernán Cortés. Hallándose bajo las órdenes directas de Pedro de Alvarado, tomó parte en no pocos de los principales hechos de la conquista del Imperio Azteca.

Hombre dotado de una memoria extraordinaria, habría de recordar muchos años después todos esos episodios y decidió ponerlos por escrito. Ello ocurrió cuando se hallaba ya en Guatemala, en donde contrajo matrimonio en 1544 con Teresa Becerra, hija de quien había sido uno de los conquistadores y alcalde ordinario de Guatemala.

Díaz del Castillo hizo dos viajes a España en demanda de mercedes, en el segundo de los cuales participó en la junta sobre la esclavitud de los indios, perpetuidad de encomiendas y tributos, la que se celebró en Valladolid en 1550. De regreso en Guatemala, al no lograr que el presidente de la audiencia satisficiera lo que pretendía haber obtenido en España, prosiguió en su lucha por los que creía ser derechos inherentes a sus méritos de conquistador.

Fue elegido regidor de la ciudad de Guatemala, según lo muestran las actas suscritas por él. Hay indicios para afirmar que hacia 1557 había empezado a escribir su crónica sobre la conquista de México. Revisando su obra una y otra vez, la dio al fin por concluida en 1575. Titulada: "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España", incluye un vívido relato de los principales acontecimientos de ella, desde su comienzo hasta la caída de Tenochtitlán y otros aconteceres que a ella siguieron. Díaz del Castillo falleció en Guatemala en 1584.

La Historia se publicó por primera vez en Madrid en 1632 con carácter póstumo, gracias a la copia que pudo utilizar el fraile mercedario Alonso Remón. En Guatemala quedó otra copia que fue anotada en diversos lugares por Francisco, uno de los hijos de Díaz del Castillo. Otras ediciones han aparecido desde entonces. La que puede tenerse como crítica, dispuesta por el jesuita Carmelo Sáenz de Santa María, se publicó en 1982, coeditada por el Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Rafael Landívar de Guatemala.

En sentido general en esta historia es donde se refiere a estas pirámides-templos con la palabra de "cue" y donde se reafirman sus condiciones oratorios para sus ceremonias religiosas de sacrificios humanos.

También Fray Diego de Landa (1524 - 1579), el "genocida cultural" con el Acto de Fé de Maní en 1567. En este auto de fe que se celebró en Maní, dispuso que se quemaran numerosos códices o libros de pinturas y signos glíficos de los mayas. De regreso en España escribió la "Relación de las cosas de Yucatán", considerada como fuente de máxima importancia para el estudio de la cultura prehispánica, quizás como un acto de desagravio por lo que había hecho.
1952: el descalabro de la Arqueología Histórica. La tumba Kim Pacal

Volvamos al principio, a la sentencia esgrimida oficialmente: Las pirámides egipcias eran tumbas para sus faraones y las pirámides-templos (cués) mesoamericanas eran templos para el sacrificio humano. Partiendo de esto resulta que:

La realidad ha sido bien distinta desde el descubrimiento el día 15 de junio de 1952 por Alberto Ruz L¨Huillier, en el Templo de las Inscripciones en Palenque, de la Tumba de Kim Pacal.

Palenque

La ciudad, datada en el periodo clásico superior de la civilización maya (600 - 950), fue cubierta por un denso bosque tropical durante años. Los restos demuestran el gran alcance de los conceptos arquitectónicos mayas y marcan un hito en el arte del periodo clásico. Estas ruinas, descubiertas en 1785 por los españoles, están constituidas por plataformas sobre las que descansan pirámides de piedra trabajada, rematadas por templos abuhardillados.

La mayor parte de los edificios son de una única y alta planta. Las paredes están decoradas con relieves figurativos en estuco y con inscripciones jeroglíficas que relatan escenas mitológicas de la historia maya. En otras partes de la ciudad se alzan pirámides coronadas por pequeños templos. La construcción principal conocida como El Palacio es de 69,5 metros de longitud, descansa sobre una base troncopiramidal, y con una torre de tres pisos (aparentemente un observatorio astronómico).

Otro edificio notable es el Templo de las Inscripciones, pirámide en cuyo interior se encuentra la tumba funeraria más suntuosa que construyeron los mayas. El Templo de las Inscripciones toma su nombre de los tres grandes paneles de escritura jeroglífica, una de las más largas compuesta por 620 glifos. Unas escaleras descienden hacia la cripta del rey Pacal, ubicada en la base del edificio. En el Templo de las Inscripciones se mantienen las lápidas cubiertas de jeroglíficos, una de las inscripciones mayas de mayor extensión. El Templo del Sol es otra de las construcciones arquitectónicas de Palenque. También esta la tumba de la Reina Roja descubierta en los años 90, casi 40 años después de esta primera y otras en distintas ciudades mayas, como Copan.

Templo de las Inscripciones
Templo del Sol
Tumba de la Reina Roja

También es en éste año que se descubre una pirámide intacta en Egipto con los sellos sacerdotales invioladas. En su interior el sarcófago de piedra igualmente mantenía sus sellos, las esperanzas estaban por lo alto. Pero fue el chasco del año, el sarcófago estaba vacio.

Con referencia a la Gran Pirámide, diremos que siempre se la achacado a los ladrones bajo las ordenes del califa Ma´mun el que perforara el otro túnel dentro de ella. Sin embargo, es gracia a ellos que se evitaron los tres bloques "tapón" de granito que interrumpen el corredor ascendente. A ellos también se le adjudican la ruptura de la tapa del sarcófago del Rey, sí es que alguna vez lo terminaron.

La realidad en el caso egipcio es que la mayoría de las momias de reyes y reinas no han sido descubiertas en las pirámides, sino en el llamado Valles de los Reyes, los cuales siempre se ha dicho que fueron a partir de la 6ta Dinastía. Y esto es uno de los misterios referidos a estas construcciones, pues según estas consideraciones se comenzaron a construir por el año 2686 a.n.e. y terminaron abruptamente por el año 2150 a.n.e., es decir en un periodo de cerca de 600 años.

Si asumimos que su historia empieza con la Primera Dinastía y que acaba con la reina Cleopatra, eso nos da 3,069 años de régimen faraónico y sin embargo las pirámides sólo duraron 600 años, lo que es la quinta parte de estos reinados.

Pero regresemos a las momias y las supuestas tumbas piramidales. La única momia realmente encontrada en un sepulcro es la de Seti I en 1817. Y finalmente el más grandioso, que es la de Tut Anj Amón o Tutankamón (1352 - 1325 a.n.e.) en 1922, pero ésta no fue encontrada dentro de una pirámide, sino en el tipo de mastaba. Debido a esto seguimos en las mismas que al principio:

"...fueron construidas como tumbas, pero no se ha encontrado ninguna momia (humana) en sus interiores."

https://www.pasadofuturo.com/piramide-articulospedro.htm

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