“VOY A CONTARLES UN PEDAZO DE LA HISTORIA NUESTRA CABALLEROS…”
Vista de la Mansión Kopp, cuya bella construcción fue declarada Patrimonio histórico y cultural. Foto”MxM”
Antes de la fundación de la Gr:. Log:. de Colombia, ocurrida el 19 de febrero de 1922, la Mas:. le dio aires de grandeza y libertad a nuestra patria y a la América blanca y mestiza, con su participación en la gesta emancipadora. Así es, la Mas:. llegó a nuestro país en el año de 1793 a través del precursor de los Derechos del Hombre, Antonio Nariño y del Francés Luis de Rieux, quienes fundaron la primera sociedad secreta, denominada “Arcano Sublime de la Filantropía”, que se dedicó a expandir las nuevas ideas libertarias que venían de Europa, en el Reino de la Nueva Granada.
La Masonería que ingresa a América, trae consigo los cambios sociales y políticos heredados de las Revoluciones en EE.UU. y Francia (1775 y1789), que imponían novedades en los sistemas de gobierno como la democracia y aboliciones, como la esclavitud.
Durante y después de la gesta libertadora brillaron con luz propia, extraordinarios hombres como: Jorge Tadeo Lozano, Antonio Nariño, Manuel Rodríguez, Francisco de Paula Santander, Simón Bolívar, Rafael Urdaneta, Pedro Alcántara Herrán, Tomás Cipriano de Mosquera, Rufino Cuervo, José Hilario López, Manuel Murillo Toro, Aquileo Parra y en fin una cantidad de hijos de la luz que transformaron no solamente la historia de nuestra patria, sino de la Masonería Universal.
La Gr:. Log:. de Colombia con sede en Bogotá, es fundada el 19 de febrero de 1922, por insignes Masones, entre ellos, Arturo Pardo Morales, Martín Camacho Franco, Pedro García Molano, Carlos Bonis, Bernardo Plata, Rafael Grau, Jorge Camacho y el General Benjamín Herrera, que es designado honoríficamente en la Masonería como “Gran Patrono”. Es él, quien lidera un movimiento social, libre pensante y político con miras a reorganizar las tendencias democráticas en el país, a través de la Convención Liberal en Ibagué y la fundación de la Universidad Libre, en Bogotá.
Capítulo especial en la historia de la Masonería Bogotana, merece la adquisición de los predios donde funciona la actual Gran Logia de Colombia, en efecto la Masonería de la capital, en 1910 no tenía un Temp:. Propio donde trabajar, en 1917 un Q:. H:., industrial, de origen Alemán, llamado Leo. S. Kopp dona la suma de $5.000 pesos para la compra de una pequeña casa ubicada en la Cra. 5 con calle 17, donde se levanta un Temp:. Mas:. Pero es en1938, por iniciativa de las RResp:. LLog:. Propagadores de la Luz, Filantropía Bogotana, Veritas Vincit, Tomás Cipriano de Mosquera y Francisco de Paula Santander y gracias a los aportes de varios QQ:. HH:., se construye en este lugar, un moderno edificio -para la época- de tres plantas, que aún subsiste, en donde empieza a trabajar la Masonería Bogotana donde hoy funcionan los TTemp:. Volviendo al del Q:. H:. Leo. S. Kopp, resulta ser una de las figuras más importantes en la historia Colombiana, pues además de ser Mas:., fundó la Cervecería Bavaría garantizando progreso y bienestar social para sus empleados y la Industria Colombiana fue un personaje muy respetado y apreciado por la sociedad, en especial por sus empleados, pues los ayudaba e incluso patrocinaba, para que pudieran construir sus propias viviendas, allí surgieron los barrios la perseverancia, Santa Fé y Panamericano de la ciudad de Bogotá. Fue una persona progresista y visionaria, a la par de la industria, su pasión por la Mas:. era inmensa, llegó a ser grado 30º, incluso presentó a uno de sus hijos, como Luvetón en la Log:. Propagadores de la Luz, después de incontables logros en la vida profana y Mas:., fallece en 1927. Es sepultado en el Cementerio Central de Bogotá, donde sus allegados construyen una escultura. Su muerte trajo consigo mucho dolor porque era un Masón integro que siempre desarrolló la filantropía y fue un referente a seguir. Al poco tiempo su Mausoleo se convierte en un sitio de peregrinación semanal, sus fervientes seguidores hacen fila para hablarle al oído, con el objetivo de pedirle toda clase de favores. Desde esa época hasta el día de hoy, se le atribuye toda suerte de prodigios, por tratarse de un Mas:., este hecho notorio durante tantas décadas pasa inadvertido para la Iglesia católica. Pero su legado no llegaría hasta allí, su hijo y heredero, llamado Leo R. Koop, sigue su ejemplo en el sector industrial,contrae matrimonio con Olga Dávila, prestante dama de la sociedad Costeña, quien hereda un lote contiguo al Temp:., donde funcionaba la Mas:. Allí construyen con la ayuda de los mejores arquitectos de la época una Mansión, de amplios salones interiores y bellos terminados, vastos jardines exteriores, que fue llamada “Mansión Koop”, pues era una verdadera joya arquitectónica en pleno centro de la elite Bogotana. Leo pasa su vida allí, pero lo sorprende la muerte en 1938, su viuda, Olga Dávila, continúa viviendo en la Mansión y después de cierto tiempo contrae segundas nupcias con el ex presidente Alfonso López Pumarejo, quien vivió un buen tiempo, en la casa, antes de fallecer en 1959. La viuda no abandona la vivienda que sería su morada hasta su muerte en el año de 1988.
Cuando los Herederos ponen en venta dicho inmueble, por su vecindad y antepasados, le dan prelación en la compraventa a la Gr:. Log:. de Colombia, quien la adquiere, gracias al tesón del Gr:. Maest:. de la época, Orlando Solano Bárcenas y a los aportes dela membresía de ese tiempo.En el 2007, se presenta la oportunidad de adquirir el edificio, sobre la carrera 5ª que separaba los Temp:. del parqueadero, el Gr:. Maest:. Rubén Ceballos, otorga poder al abogado Harold Giovanni González Bustamante,(actualmente MM:. de la Resp:. Log:. Galileo Galilei No. 23 y Director de “MxM”) para que realice las gestiones de carácter penal, policivo, familia y civil, en defensa de los Intereses de la Gr:. Log:., con miras a adquirir la totalidad del edificio de 4 pisos y 3 locales comerciales, que en parte se había negociado a diferentes copropietarios. Después de un año largo de acciones judiciales,compra de derechos, oposiciones, y subastas entre otros, el edificio, en su totalidad fue entregado a la Gr:. Log:. de Colombia en su condición de nueva propietaria y poseedora del inmueble. El costo de este predio fue mínimo, respecto del valor catastral y comercial para la época, sin duda una excelente adquisición, a través de la cual se obtenían predios colindantes y se extendían las propiedades de la Gr:. Log: a una cuarta parte de la manzana. Por los pasillos de la Mansión Koop, de los Tall:. y de la Gr:. Log:., han pasado ilustres hombres de la política, de la empresa privada, de las letras, de la ciencia y la filosofía, cuya memoria y acciones han quedado esculpidas en nuestra historia, bastaría recordar a Enrique Olaya Herrera, Eduardo Santos, Darío Echandía, Alberto Lleras, Luis Eduardo Nieto Caballero, Germán Arciniegas, Crotatas Londoño, Adán Arriaga, Diego Montaña C, sólo para recordar algunos de ellos, que partieron a Or:. Eter:. No obstante la grandeza de sus hombres y su imperfección que tratamos de pulir día a día, nuestra institución ha sufrido oleadas que han detenido el avance progresista que señalan nuestros principios, pero ha sabido reponerse de esos embates y hoy más que nunca, se traza un nuevo rumbo para seguir el camino de una nueva Mas:., en cabeza de hombres que aún creen que ella es fuente y oasis del desarrollo intelectual y moral de la humanidad. Nuestro circulo del pensamiento “MxM”, esta convencido que todo aquel ser humano de buenas costumbres, que tenga la intención de ingresar a nuestra Or:. encontrará en ella, campo para su crecimiento personal y espiritual, seguramente alguna controversia en las ideas, que será resuelta de manera pacífica, académica y filosófica, con un espiritu de fraternidad distante de la intolerancia y de las malsanas pasiones políticas y religiosas. Hasta aquí, sólo una parte de nuestra historia, ojalá que en dos lustros, cuando celebremos 100 años, la Or:. haya progresado y desarrollado los principios fundamentales que nos gobiernan, con la certeza que podremos mencionar con nombres propios sin recurrir a nuestros antepasados, otro glorioso “pedazo de la historia nuestra, Caballeros…”
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