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viernes, 18 de diciembre de 2015

DIOS, LA MASONERÍA Y LA RAZÓN

DIOS, LA MASONERÍA Y LA RAZÓN
VICENTE ALCOSERI

La Masonería desde siempre nos ha advertido, sobre el peligro del dogmatismo en todas sus formas, ya sean éstas religiosas, políticas, nacionalistas, científicas, filosóficas etc. Por considerar que todo fanatismo es sinónimo de irracionalidad- Ya que todo fanatismo posee la tentativa, de que en cualquier momento se convierta en una manifestación violenta, el fanatismo ocurre cuando la razón desaparece, por ello la Masonería creyó firmemente que la razón sería la solución y la solución a las necesidades de la existencia, y también la respuesta sobre las ultimidades de la vida humana; de ese modo, sustituiría al fanatismo en la mente de muchos, así nació la idea básica de la filosofía Masónica: Dios y la Razón bajo un mismo contexto. Así el masón con esta formula se consideró capaz de llegar a comprender gran parte del enigma de la Creación, se dijo: Dios, ese Gran Arquitecto de la Creación seguro es un Ser que uso el Raciocino para idear toda este Universo. 


La Masonería se convenció de que la Razón podía conducirlo a la Verdad última; y de esta manera creyó en la Razón como la manera de comprende a Dios, y a todo lo demás. Por ello Nuestra Augusta y Nobel Institución Masónica, cultivo en nosotros los masones el uso de la Razón, todo lo deberíamos estudiar de forma ecléctica bajo la Gran Luz del Raciocinio. Algo transcendente, un paso enorme para la humanidad, todo podría tener un transfondo culto, tanto las Sagradas Escrituras, como la ciencia de los antiguos y todas las manifestaciones culturales del pasado y del presente , sólo era necesario saberlo debidamente. interpretar. 

Así el irracional fanatismo en cualquiera de sus manifestaciones es una argucia de que se ha valido el inconciente colectivo para evadir vernos a nosotros mismos tal cual somos, es la trampa de que se ha valido ese siempre presente “ego ignorante“, para intentar poner lo mejor de nosotros al servicio de nuestros bajas pasiones. 

En el fanatismo nuestras emociones más primitivas se encuentran a sus anchas; pide y obtiene lo que pide. Se sobre entiende, que lo que pide es resolver sus necesidades más depravadas, como que gane nuestro equipo de futbol predilecto, que Dios cumpla nuestros perversos caprichos. Con esas respuesta satisfactorias, congratulaciones que recibe y fanático adorador de un ídolo, resulta reforzado en su egoísmo, como cuando su Nación invade otra más débil, o su bandera es mucho más linda que las demás. Pero, esto no es tan inocente, ni tan inofensivo como parece a simple vista, por ejemplo: el culto religioso es en buena medida un buen negocio inventado por los manipuladores de los fanáticos para pretender ponerlos a su servicio. Por ello consideramos los masones que solamente a través de la Razón se podrá encontrar la salida a las diversas crisis que hoy nos aprisionan.




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