Babel: El dios bíblico culpable al impedir entendimiento entre las personas.
Este relato es otro ejemplo más de como el dios bíblico actúa incoherentemente y de mala gana sin justificación alguna. El dios hebreo, sin motivo aparente y racional, es el culpable (según nos narra la biblia) de que el hombre sea incapaz de entenderse.
Como todos los textos bíblicos, este relato es la libre interpretación y mitificación de otra realidad muy distinta. Si alguna vez existió una torre en Mesopotamia, esta no habría llegado al cielo jamás, y seria la que hoy se conoce como Etemenanki (El templo de la fundación del cielo y de la tierra).
Génesis 11:1-9
Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
Noten que actualmente, con mejores materiales, aun no se ha creado una torre que “llegue al cielo” (fuera de la atmosfera terrestre). Con dichos materiales , una edificación jamás habría llegado ni a los 200 metros.
La iglesia ha intentado hacernos creer que la razón para la construcción de esa torre era para alcanzar el cielo. La razón real se puede ver en el texto bíblico…
Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
El dios bíblico realiza a continuación una serie de actos contradictorios con las cualidades que los judeocristianomusulmanes le atribuyen.
Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
¿Descendió?¿No se supone que es omnipresente?¿No se supone que el lo ve todo?
También se comporta de un modo incoherente con su omnisciencia, por no decir que muestra una actitud aberrante y egoísta.
Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos,(¿no estaba ya abajo?) y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
El dios bíblico, a la mínima oportunidad, impide que el hombre este unido, consiga renombre y se entienda. Una actitud contraria a la de un dios omnisciente y benevolente que busca la paz, la unidad y el entendimiento entre las personas. Si ese dios existiera y fuera omnisciente sabría perfectamente que por mucho que esas personas intentaran llegar al cielo jamás lo conseguirían (por no decir que el cielo comprendido por el hombre en aquella época no existe como tal).
Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
Factibilidad y comparación
Si ese dios fuera omnisciente, racional y eterno , sabría que varios milenios más tarde, el hombre llegaría a construir edificios capaces de alzarse cientos de metros más que el edificio que se proponían construir en esa ciudad.
Génesis 11:3 (Reina-Valera Antigua)3Y dijeron los unos á los otros: Vaya, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y fueles el ladrillo en lugar de piedra, y el betún en lugar de mezcla.
El edificio al que hace referencia el texto bíblico se construyo, según dicho texto, de ladrillo cocido al fuego y betún o asfalto (según versiones) es en realidad el zigurat babilónico de Etemenanki.
La altura que alcanzaba dicho edificio no superaba los 91 metros de altura, algo grandioso y espectacular a la vista de las personas que vivían en la época. A pesar de ser una gran altura, los materiales con los que se construyo (ladrillo cocido y adobe), jamás podrían llegar “al cielo” tal y como afirma la literatura bíblica.
También es una altura nimia si se compara con la altura que llegaron a alcanzar otros edificios como las pirámides.
La altura de la Gran pirámide, por ejemplo, fue de unos 146,61 metros y ningún dios se opuso a tal edificación a pesar de superar los 91 metros de la torre de babel. La torre de babel (el zigurat de Etemenanki), por mucha permisividad que tuviera un dios con la edificación, requería de constantes reformas y reparaciones para poder seguir manteniéndose.También hay que añadir que dicha construcción se realizo en piedra y no en ladrillo cocido, lo que hizo más resistente la estructura.
Hoy dia existen edificios que rozan alturas con las que un hebreo o mesopotámico jamás podría haber imaginado y como he dicho anteriormente, ni han tocado el cielo ni un dios se ha opuesto jamás a dicha construcción. Algún creyente podría alegar la excusa tonta de que lo que molesto a su dios imaginario fue el orgullo y las intenciones del pueblo babilónico: Algo absurdo ya que la intención de dicho pueblo era “construir una torre tal alta que llegara al cielo (algo imposible) y hacerse un nombre (conseguir la fama)” y hoy dia la intencion al edificar cualquier rascacielos es exactamente la misma: Conseguir fama al batir records de altura con edificios cada vez más altos.
Como ejemplos de lo dicho tenemos el edificio Burj Dubai (Burj Khalifa) o Torre Dubai, un edificio de 828 metros de altura oficiales que aspiraba a unos 832. De hecho los rumores que circularon sobre la altura que tendría rondaban entre los 940 y los 1311 metros.
La realidad
El rey
El rey que supuestamente construyo dicha torre y al que hace referencia el texto bíblico es Nimrod (Nemrod). La biblia lo describe como un rey tirano (como es lógico al ser un rey contrario a la adoración de Yahvé – protagonista de los textos bíblicos).
Génesis 10:8-108Y Cush engendró á Nimrod, éste comenzó á ser poderoso en la tierra.9Este fué vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.10Y fué la cabecera de su reino Babel, y Erech, y Accad, y Calneh, en la tierra de Shinar.
De ahí vino el proverbio: Como Nemrod, forzudo cazador ante el Señor. Y el principio de su reino fue Babilonia y Arac y Acar y Calanne, en la tierra de Sennaar. De este país salió Assur, el que fundó a Nínive, Rejobot-Ir y Kalah
En este periodo la lengua predominante en la región era el acadio, que había sido llevado a la región en las invasiones semíticas que se produjeron en torno al 3000 a. C. Poco a poco fue sustituyendo al idioma sumerio durante los siglos siguientes, especialmente durante las conquistas de Sargón siete siglos después.
La mayoría de historiadores coinciden en que dicho personaje no podría ser otro que Tukulti-Ninurta I.
Tukulti-Ninurta I (1244-1208 a. C.) fue un rey asirio que heredó el trono a la muerte de su padre, Salmanasar I, y comenzó su reinado teniendo que afrontar la enemistad hitita, causada por la derrotas que Salmanasar les infligió. También es una adaptación de varios personajes mitológicos como Marduk.
Marduk (del acadio AMAR.UTU, en la Biblia Merodach מְרֹדַךְ) fue el nombre de un dios de la última generación de Mesopotamia y la deidad patrona de la ciudad de Babilonia. Cuando esta ciudad se convirtió en el centro político de los estados unificados del Valle de Éufrates en los tiempos de Hammurabi (siglo XVII a. C.), se levantó como cabeza del panteón de dioses Babilónico.
La torre a la que hace referencia la biblia es el Etemenanki (El templo de la fundación del cielo y de la tierra), era el nombre de un zigurat a Marduk en la ciudad de Babilonia en el siglo 6 A. s. C.de la dinastía Caldea.
El zigurat Etermenanki fue construido probablemente antes o durante el reinado de Hammurabi (aprox entre 1792 y 1750 a. s. C.).
¿Que es un zigurat?
Un zigurat o o zig-gu-rat (zĭg`ə-răt) es un templo de la antigua Mesopotamia que tiene la forma de una torre o pirámide escalonada.
Los zigurats no eran el lugar en que se realizaban actos públicos o ceremonias, sino que se les consideraba la morada de los dioses. Gracias al zigurat, la gente podía estar cerca de los dioses. Cada ciudad tenía su propio dios o diosa, de la cual erapatrón. Sólo los sacerdotes tenían acceso al interior del zigurat para atender a las necesidades de los dioses, lo cual hacía de ellos un elemento poderoso de la sociedad.
Para la construcción de estos zigurats, en una zona donde la piedra esca sea, se utilizó un nuevo tipo de material, el ladrillo, supe rando de este modo las dificultades técnicas que la cons trucción con grandes piedras implicaba, tal y como ocurrió en la arquitectura megalítica. El tipo de ladrillo más utili zado era el crudo o sin cocer (adobe), que se aprovechaba para la construcción del interior del zigurat, mientras el auténtico ladrillo cocido solía emplearse en el revestimiento exterior de los edificios, más expuesto al deterioro por las inclemencias climáticas. Para su unión, en ocasiones, se hacía uso del betún o bitumen, una mezcla de líquidos orgánicos pegajosa, muy abundante en la zona. En ocasiones esta parte externa se vio recubierta además con cerámica vidriada de colores, que aparte de su mayor protección y aislamiento, le otorgaba un contenido simbólico a través del color
En cuanto al modelo constructivo, un zigurat estaba formado por una o varias terrazas que podían ser de formas diversas, rectangulares o cuadradas habitualmente, pero también ovaladas. Dichas terrazas se construyen con gruesos muros en talud que de esta forma actúan con una función tectónica al servir como paramentos de carga. Y aunque predomina en todas estas construcciones el sistema adilentado en cierres y cubiertas, también se empleó en ocasiones el arco de medio punto y la bóveda de cañón. Una o varias escaleras, frontales al muro o en espiral, servían para alcanzar el templo propiamente dicho, que se hallaba en lo alto de la construcción y al que sólo accedía la clase sacerdotal.
Los zigurats constituyen una forma de templo con importantes connotaciones simbólicas y propagandísticas. En primer lugar asumen su valor como escala luminosa entre el cielo y la tierra, a través de la cual descenderían los dioses portadores de todos los dones que aseguran la vida. También se ha señalado su simbolismo como representación del terraplén del que se creó el universo, como un puente entre el cielo y la tierra. O como un eje cósmico a modo de enlace entre el cielo y la tierra. El número de pisos, habitualmente siete, se relaciona con los siete planetas conocidos entonces, cada uno asociado al color que decoraba cada una de las terrazas. En cualquier caso, un zigurat es en última instancia una montaña artificial, convirtiéndose de este modo en el punto ideal de comunicación entre dioses y hombres, pues en todos los textos sagrados en los que se produce un contacto entre los dioses y los humanos de cualquier religión es recurrente su localización en una montaña.
Desde el punto de vista propagandístico es evidente que sobre todo desde lejos, esta imagen descomunal y luminosa sobrecogía al pueblo llano, que lo relacionaba de inmediato con las fuerzas sobrenaturales. De igual manera servía de efecto autoritario para la clase sacerdotal que ostentaba también el poder político, puesto que como hemos señalado, los sacerdotes eran los únicos que podían acceder al interior del zigurat, y los que utilizaban al parecer el templo que coronaba la construcción para sus observaciones astronómicas.
Se ha sugerido que el zigurat era una representación simbólica del primitivo terraplén del cual se creó el universo o como un puente entre el cielo y la Tierra. Los sumerios los concibieron como una eje cósmico, un enlace vertical entre el cielo y la tierra, y entre la tierra y el mundo subterráneo, así como un enlace horizontal entre las diferentes tierras. Siete niveles representan los siete cielos o planos de la existencia, los siete planetas, los siete metales, cada uno de ellos asociado a su color correspondiente.
Los zigurats fueron un tipo de templo común para sumerios, babilonios y asirios.
En total se conocen 32 zigurats; cuatro de ellos están en Irán y el resto principalmente en Irak. El último que se descubrió es el de Sialk, en Irán.
El diseño de un zigurat va desde una simple base con un templo en lo alto, hasta las maravillas matemáticas y arquitectónicas con varias terrazas rematadas con un templo. La base podía ser de forma rectangular, ovalada o cuadrada. El núcleo del zigurat –la parte no expuesta a la intemperie– estaba construido de ladrillos secados al sol (adobe), mientras que la parte exterior estaba revestida de ladrillos cocidos, los cuales podían además estar vitrificados en diferentes colores; el acceso se realizaba mediante escaleras situadas en los lados del zigurat o que ascendían en espiral hasta la cima. Uno de los mejor conservados es el de Choga Zanbil en el actual Irán, en el territorio que ocupó el antiguo reino de Elam, el cual sobrevivió a los ocho años de guerra entre Irak e Irán. El zigurat más antiguo que se conserva es el de Kashan datado en el III milenio a. C.
Dur-Untash, o Choqa zanbil, construido en el siglo XIII a. C. por Untash Napirisha, es uno de los zigurats mejor conservados. Se encuentra cerca de Susa, Irán.
Interpretación en CAD del zigurat de Sialk, basado en las evidencias arqueológicas.
ZIGURAT DE URUK
Un ejemplo de un zigurat sencillo es el Templo blanco de Uruk, en la antigua Sumer. El zigurat en sí sólo es la base sobre la que se levanta el templo blanco. El propósito es acercar el templo al cielo, al cual se accede desde el nivel del suelo por unas escaleras.
Mas imágenes del zigurat de Uruk en el siguiente enlace
ZIGURAT DE UR
Uno de los zigurats que mejor se conserva es el dedicado a la diosa Luna o Nanna (Etemennigur) en la ciudad de Ur. El zigurat de Ur fue construido por el rey Ur-Nammu
Tenia unas dimensiones de 30 metros de alto por 64 de ancho y 46 de largo. Por desgracia Ur-Nammu no pudo ver completada la totalidad de la construcción del zigurat, siendo su hijo Shulgi, quien lo completara.
Fuente:
Otros ejemplos de zigurats
La ciudad de Babel
El nombre de esta ciudad se deriva del verbo hebreo balál, “confundir”. En los registros sumerios, esta ciudad aparece mencionada como Kadingira, que significa lo mismo que el acadio Babilum, “La Puerta de Dios”.
La permanencia de la idea de que esta torre había de llegar al cielo se conserva en la idea religiosa general de toda Mesopotamia de unión de lo terreno con lo celestial en el punto cúlmine del zigurat. En Babilonia –nombre griego equivalente al hebreo Babel–, anualmente se realizaba una ceremonia de unión mística del cielo con la tierra en la que el propio rey de la ciudad tomaba parte, representando al dios Marduk, con la sacerdotisa principal, representando a la tierra. Esta unión sexual garantizaba un año de fertilidad para los campos, para el ganado y para los habitantes del reino, y la prosperidad general de la tierra.
Esta ciudad, la capital del Imperio o Reino de Nemrod, ha sido identificada con Babilonia. Este último nombre castellanizado deriva de Babylon, la forma griega del nombre hebreo Babel.
La verdadera Torre de Babel
De todos los zigurats construidos en Mesopotamia entre el sexto y el primer milenio se han conservado poco más de treinta, lo cual es meritorio considerando el tiempo transcurrido y los materiales constructivos, que como hemos comentado no eran otros que el ladrillo y el adobe, de muy difícil conservación. No obstante de todos ellos el más afamado en su época fue el Etemenanki dedicado al dios Marduk en la gran ciudad de Babilonia, de la que era su patrón y que por lo mismo cuando la ciudad se convierte en la gran capital del Imperio Babilónico se elevará a lo más alto del panteón de los dioses mesopotámicos.
Etemenanki, el nombre de la estructura, es una palabra sumeria que significa la fundación del cielo y la Tierra. Probablemente construida por Hammurabi, en su base se han encontrado restos de anteriores zigurats y otras estructuras. La última fase de construcción consiste en un revestimiento de 15 m de ladrillo construido por el rey Nabucodonosor.
El Etemenanki fue descrito en forma de una tablilla cuneiforme en Uruk de 229 a. s.C,una copia de un texto más antiguo (ahora en el Louvre de París). Define la altura de la torre como de 91 metros con una base cuadrada de 91 metros de lado. Esta estructura de ladrillo de lodo fue confirmada por excavaciones conducidas por Robert Koldewey después de 1913. Se descubrieron largas escaleras en el sur del edificio, donde un triple pasillo se conectaba con la Esagila. Un pasillo más largo al este conectaba el Etemenanki con el camino sagrado de posesión (ahora reconstruido en el museo Pergamon en Berlín).
Apenas se ha conservado nada de él, pero de los textos que nos relataban su grandeza y de los pocos restos arqueológicos que se han podido descubrir, el zigurat debió de resultar uno de los más espectaculares y grandiosos. Contaba con las siete terrazas de rigor en altura, cada una de las cuales se recubría de un color diferente, siendo el último el índigo que al parecer destacaba con fuerza sobre los demás y que con su tono entre azul y violeta, resultaba un perfecto intermediario simbólico entre el color pardo de la tierra y el azul del cielo. Tres escaleras rodeaban al templo, dos laterales y una central que era la única que llegaba a lo alto del templo. Se hallaba situado en el centro ceremonial de la ciudad de Babilonia, frente al palacio real y rodeado por las murallas de la ciudad, de las que se han consevado algunos restos como las Puertas de Isthar, hoy en los Museos del Estado, de Berlín.
Considerando la importancia que adquiere el Imperio babilónico durante el reinado de Hammurabi, se ha pensado que sería durante su mandato cuando se realizó la construcción de este zigurat, aunque también se sabe que con anterioridad se construyeron otros más modestos en la misma localización, y que probablemente en época de Nabucodonosor, por tanto ya en el periodo Neobabilónico, el otro gran momento de esplendor de la ciudad y del reino, ya en el S. VI a.c., se añadirían nuevos revestimientos externos, que tal vez se hallaban muy deteriorados.
Coincide esta fase triunfal de Babilonia con la cautividad del pueblo judío en esta ciudad después de la persecución y el exilio al que le sometió este mismo rey, de ahí la teoría tan extendida de que exista una relación estrecha entre los textos bíblicos que hablan de la torre de Babel y este magnífico Etemenanki de la ciudad de Babilonia.
Documental sobre el zigurat de Babilonia – Etemenanki (La verdadera “Torre de Babel”)
Fuentes:
Conclusión
Es lógico concluir que debido a la rivalidad y odio del pueblo hebreo hacia la cultura sumeria los relatos bíblicos mencionen al templo babilónico y a uno de sus reyes (plagiado de personajes míticos sumerios anteriores) como algo negativo y en declive, contrario al dios que adoraba el pueblo hebreo. Como todos los personajes inspirados en personas contrarias al ideal Yahvista, es castigado por el dios protagonista de los relatos bíblicos.
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