Herbert Oré Belsuzarri.
EL LIBERTADOR DON JOSE DE SAN MARTIN ( II )
Organizada
la logia Lautaro, llegó a servir de enlace de los trabajos entre él y el
Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, también hermano de la orden. Tal
era la importancia que San Martín concedía a la logia, que estableció en todas partes
adonde se dirigía y organizó las sociedades secretas en Mendoza, Córdoba. Santa
Fe, Chile, Perú. Todas ellas denominadas Lautaro y manteniendo entre sí activa
coordinación y cooperación, mientras se preparaban las fuerzas que irían sobre
el Perú, para destruir el foco más poderoso de la resistencia colonial y donde
también habría de fundar la
Lautaro en Lima. Todas ellas con los mismos principios y
constitución que la Lautaro
porteña, a la que habían de someterse O’Higgins en Chile y el propio San Martín
en Lima, como encargados del poder ejecutivo de estos países.
No
solo las logias lautarinas fundó San Martín, también fundó la logia del
Ejército del Norte, donde Belgrano fue iniciado y que a su vez creó la Logia Argentina de
Tucumán, sino también la del Ejército de los Andes, con sus más dilectos
compañeros de armas.
Luego
del histórico abrazo de Guayaquil con Simón Bolívar, con intervención de la Logia Estrella de
Guayaquil, inicia su retiro, despojándose San Martín del mando supremo en Perú,
para radicarse en Bruselas, donde se incorporó a la Logia La Perfecta
Amistad.
En
honor de San Martín, esa logia mandó acuñar una medalla de plata cuyo facsímil
se encuentra en la masonería argentina. Además, el capítulo Rosacruz "Los
Amigos de Bruselas" hizo acuñar otra medalla, cuyo original se encuentra
en el Museo Mitre. Estas medallas tienen la particularidad de mostrar a San
Martín de perfil y son debidas a un distinguido masón, el artista europeo Henri
Simons.
Masones
son sus amigos íntimos, masones son los principales oficiales de su ejército y
masones son sus compañeros de militancia política. Las máximas para su hija
tienen el tono de la retórica masónica; su testamento utiliza los términos
clásicos de los masones de su tiempo.
Antes de morir, el Gral. Don José de
San Martin, redacto 12 máximas para entregar a su hija, para que recorra el
resto de su vida.
1° Humanizar el carácter y hacerlo
sensible aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca
abriendo la ventana para que saliese: Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado
grande para nosotros dos.
2° Inspirarla amor a la verdad y odio
a 1a mentira.
3° Inspirarla gran Confianza y
Amistad pero uniendo el respeto.
4° Estimular en Mercedes la Caridad con
los Pobres.
5° Respeto sobre la propiedad ajena.
6° Acostumbrarla a guardar un
Secreto.
7° Inspirarla sentimientos de
indulgencia hacia todas las Religiones.
8° Dulzura con los Criados, Pobres y
Viejos.
9° Que hable poco y lo preciso.
10° Acostumbrarla a estar formal en
la Mesa.
11° Amor al Aseo y desprecio al Lujo.
12° Inspirarla amor por la Patria y
por la Libertad.
Como
masón practico la proverbial reserva, el secreto con el que rodean sus actos y
la discreción de sus declaraciones, estas actitudes corresponden a la clásica
disciplina personal de los masones. Desconocer esta relación de San Martín es
una torpeza o algo peor. En todos los casos, ninguna de las consideraciones que
se hagan en esa línea alcanza a ocultar lo evidente. San Martín, como muchos
guerreros de la
Independencia , fue masón. Para bien o para mal, pero es lo
que fue. Sus pares fueron Francisco
de Miranda, Militar y Político; Gustavo Córdova Valenzuela, Docente
Universitario y Periodista; El Gral. Simón Bolívar, Masón y Libertador; El Gran
Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre y Alcala, Triunfador en la Batalla de Junín y
Ayacucho; Bernardo O´Higgins Riquelme, Político y Militar y muchos otros nombres más como los
peruanos José de la Riva
Agüero , Marquez de Goyoneche, Marquez de San Miguel , José de
Torre Tagle , Vizconde de San Donal, Beringoaga , José Baquijano y Carrillo Conde
de Vista Florida , José Matías Vásquez de Acuña, Conde de la Vega del Ren, Mariano José de
Arce, Martín George Guisse, Hipólito Unánue, Francisco de Zela, León La Chica , Francisco López
Aldana, Miguel Tafur, José de la
Mar , Francisco de Paula Quiroz, Francisco Javier de Luna
Pizarro, Toribio Rodríguez de Mendoza, Bartolomé de las Heras, José Faustino
Sánchez Carrión, Francisco Javier Mariátegui y Telleria, Bernardo Monteagudo,
Mariscal Juan Millar, Manuel Péres de Tudela, José Joaquin Olmedo y Cecilio
Tagle.
Los masones que participan en la Independencia de los
países de Sudamérica, constituyen una pleyade a los que sumamos: José Gabriel
Condorcanqui “Tupac Amaru”, Mateo Pumacahua, Francisco de Zela, los hermanos
Catari, Julian Apaza “Tupac Catari”, Mariano Moreno, Santiago Nariño, Andrés
Bello, Luís Méndez, José Miguel Carrera, Tomas Guido y Manuel Belgrano, que
bebieron del fuego idealista de Miranda y fue sellada en la Batalla de Ayacucho. Estos
héroes de mil batallas o combates, llevaban junto a la espada, lanza o fusil,
el Mandil, la Escuadra
y el Compás. (Herbert Oré Belsuzarri, El Origen de la Masonería , 2010, Lima
Perú, Pág. 80 http://es.scribd.com/doc/55441603/La-Masoneria-en-el-Peru)
San Martín estuvo en contacto con la masonería inglesa.
En esta versión, según Lappas, afirma que Sir Charles Stuart participó con San
Martín en la fundación de la
Logia de Caballeros Racionales Nro. 7 de Londres. En esa
ciudad fue recibido fraternalmente por prominentes masones quienes arreglaron
los pormenores de su viaje a Buenos Aires, donde tomó contacto con el Venerable
Maestro de la Gran Logia
Independencia, el doctor Julián B. Alvarez, quien lo introdujo en la sociedad
porteña y lo ayudó en la fundación de la Logia Lautaro.
Se especulaba que San martín estuvo al servicio de
los ingleses, quienes una vez derrotados
militarmente por los españoles, en las dos invasiones inglesas al Río de la Plata , los ingleses habrían
alentado las aspiraciones independentistas de algunos militares americanos, y se
afirma que el gobierno inglés se valió de la masonería para infundir ideas
libertarias en los militares americanos. Esta versión es expuesta por el
argentino Fabián Onsari en su obra “La Logia Lautaro y la Francmasonería.”
Finalmente debemos recordar que la tumba de San
martín en Francia tiene abundante simbología masónica, suficiente diríamos como
para zanjar cualquier duda.
II.- SAN MARTIN MESTIZO Y PLEVEYO.
En
los libros de Historia del Perú, de Argentina y otros países, oficialmente se
dice que San Martín nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778.
Pero
en realidad la fecha no está probada. Bartolomé Mitre, que es masón argentino,
la impuso históricamente y posteriormente los historiadores empezaron a indagar
en los archivos y descubrieron que lo que se presentaba como evidente no era
así. El primer motivo de asombro se produjo cuando se supo que la fe de
bautismo no estaba o había desaparecido. Algunos aseguran que las quemaron los
portugueses cuando pasaron por Yapeyú a sangre y fuego en 1817, otros sostienen
que el acta no está porque nunca estuvo, porque José no fue hijo de Gregoria
Matorras y Juan San Martín.
¿Es
importante hablar del tema? Pues claro, para la historia ningún tema está
prohibido y mucho menos aquellos que tengan que ver con la filiación de un
importante protagonista, sin dejar de mencionar que si era hijo de indios o
mestizos, o hijo de blancos, no altera en nada su rol histórico, en todo caso engrandece
la figura del Libertador.
Los
prejuicios de ser hijo “natural” ya no importan ahora, tampoco importan si es rubio, de ojos azules o nacido en un
hogar aristocrático. El valor de los
hombres se mide por sus actos y millones de peruanos, argentinos y chilenos, a San Martín lo respetamos y admiramos por lo que hizo, no por el
lugar donde nació o si era hijo de blancos o de indios.
Un acta de bautismo
publicada en 1921, de la cual nunca apareció el original, posiblemente porque
era una invención para salvar aquella laguna documental, incurrió en varios errores, al mencionar a su
padre como coronel y gobernador de Misiones y a su madre como Francisca de
Matorras, Bartolomé Mitre se atuvo a la misma para dictaminar que el Libertador
había nacido el 25 de febrero de 1778 y por lo tanto era el cuarto hijo del
capitán San Martín con Gregoria Matorras
Dos amigos de San Martín, el encargado de
negocios chileno Francisco J. Rosales y el abogado y periodista francés
Adolfo Gerard, hicieron constar en el acta de defunción que tenia setenta y dos
años, cinco meses y veintitrés días.
Oficialmente se sabe que José Francisco de San Martín es el hijo menor del matrimonio formado por Juan de San Martín y Gregoria Matorras. Las dudas que se tengan sobre su filiación no alteran el hecho cierto de que fue criado por ellos, que después de haber nacido en Yapeyú, o en algunos de las poblaciones vecinas, se trasladó con sus padres a Buenos Aires y luego marchó de la mano de ellos a España en la fragata Santa Balbina. Si entonces tenía seis años o siete o cuatro, no afecta esta hipótesis central acerca de quienes fueron los responsables de su crianza.
Juan de San Martín, su padre, nació en España, en la localidad de Cervatos de
No
le va a ir bien a don Juan los pagos de su carrera militar, signada por
las postergaciones y las sanciones. En los tiempos de Carlos III y el Virrey
Vertiz eran importantes los contactos y las recomendaciones y don Juan carecía
de ambos beneficios porque no pertenecía a la nobleza, ni siquiera a la nobleza
provinciana. Por estas razones el matrimonio para principios de los años
ochenta decide regresar a España. El cargo que desempeñaba don Juan en
Yapeyú lo pierde porque no supo organizar adecuadamente la defensa de estas
poblaciones que en otros tiempos pertenecieron a los jesuitas y que después de
su expulsión son amenazadas por los bandeirantes paulistas que avanzan sobre
estos territorios con ánimo de conquista y decididos a capturar indios para
someterlos a la esclavitud.
Ineficaz o desprovisto de recursos, lo cierto es que don San Martín es sancionado y regresa con su mujer y sus cinco hijos a Buenos Aires donde vivirán dos años. Tampoco les va bien en la ciudad levantada frente al río, si bien compra una casa, en su correspondencia se queja de las ingratitudes de los funcionarios y los bajos sueldos. Palabras más palabras menos, el 6 de diciembre de 1783 los San Martín retornan a España. Nuestro héroe para esa fecha es un niño y poco importa saber si tiene seis, cinco o tres años.
¿San Martín nació en
Para 1810 San Martín es un español en el sentido pleno de la palabra. Nace en tierras que pertenecen a España, se cría en un hogar español, estudia en colegios españoles e inicia su carrera militar en ejércitos españoles. Habla como un español. El tono de la voz de San Martín no es americano, es español. Como se diría entonces, y se dice ahora, San Martín es un “gallego” y, sin embargo, nada de ello le impide ser el libertador, el padre de la patria.
¿Qué
cosa no se sabe? En primer lugar, su fecha de nacimiento. San Martín cuando se
casa en 1812 dice que tiene 31 años. Si vamos a creer esta afirmación, nació en
1781. Su foja de servicios militares de 1803 le otorga veinte años, por lo que
habría nacido en 1783. En el pasaporte de 1824 dice tener 47 años, por lo que
habría nacido en 1777. En una carta que envía en 1848 al Mariscal Ramón
Castilla dice tener 71 años y cuando viaja a España con su padres en diciembre
de 1783 lo anotan con seis años. Por lo que la hipótesis de que nació el 25 de
febrero de 1777 parece ser la más probable. Años más, años menos, San Martín
fue el que fue.
Un historiador militar
español puntualiza que las Ordenanzas del Ejercito instituidas por Carlos III
en 1768 establecían el mínimo de doce años para el ingreso de los cadetes, y da
ejemplos de que el requisito se observaba rigurosamente; por lo cual San Martín
tendría que haber nacido antes de julio de 1779. En realidad, esto no hace más
que reforzar la presunción de que sus datos personales fueron manipulados para
adecuarlos a las exigencias reglamentarias. Al embarcarse para España la
familia San Martín y Matorras, en noviembre de 1783, en la fragata Santa Balbina registraron que
José Francisco tenía seis años, de lo que podría deducirse que nació en 1777;
pero las edades de los niños seguramente fueron declaradas en forma aproximada,
sin verificación documental, pues a Juan Fermín le adjudican diez años, que
recién iba a cumplir en febrero del año siguiente. En vista de la exigua
certeza que aportan los documentos, solo es posible afirmar que José Francisco
de San Martín había nacido alrededor de 1778.
Otro
tema que ha causado molestias a algunos y curiosidad en otros es que si
efectivamente fue hijo de Juan y Gregoria. También en este caso la ausencia del
acta de bautismo despierta sospechas. Lo que se dice es que don Juan pudo haber
cometido alguna picardía con una india o que la pícara fue Gregoria. Al
respecto no existe ninguna prueba, salvo generalidades al estilo, “si el padre
era bajo, rubio y de ojos azules y la madre de tez blanca, ¿por que el hijo es
alto y morocho?”
La otra hipótesis postula que Jose es hijo de Diego de Alvear, el padre de Carlos de Alvear. Para esos años don Diego andaba por Misiones haciendo de las suyas y de ello se infiere que tuvo un hijo con una india y lo entregó a don Juan para que lo adopte. La única prueba que avala esta afirmación es un documento firmado en Rosario el 22 de enero de 1871 por Joaquina Alvear Quintanilla, nieta de don Diego. Los que conocieron a doña Joaquina, aseguran que su credibilidad era la de un jugador. Pero los amigos del indigenismo aprueban con entusiasmo esta hipótesis porque probaría que el Libertador es indio o por lo menos mestizo. Algunas cartas de San Martín a favor de los indios corroboran esta tesis, las cuales se refuerzan por su aspecto físico: morocho, ojos oscuros y rasgos aindiados. Indio o blanco, mestizo o español, lo que está fuera de discusión es que San Martín se forjó a si mismo para su propio orgullo y para honra de todos los argentinos, chilenos y peruanos.
Tomado de "El Libertador Don José de San Martín" Del Q:.H:. Herbert Oré Belsuzarri.
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