Herbert Oré Belsuzarri.
EL LIBERTADOR DON JOSE DE SAN MARTIN ( I )
I.- EL MASON DON JOSE
DE SAN MARTIN.
El historiador argentino Patricio Maguire afirma que San
Martín no fue masón ni tampoco lo fueron logias masónicas ningunas de las
Logias a las que perteneció. Para este efecto recabó información en la United Grand Lodge
England.
Quienes sostienen esta tesis se basan en los
siguientes documentos:
Gran Logia Unida de Inglaterra
Londres, 21 de agosto de 1979
Estimado Señor,
Su carta del 7 de agosto de 1979, dirigida al Gran Maestre, me ha sido
derivada para su contestación.
1. La Logia
Lautaro era una sociedad secreta política, fundada en Buenos
Aires en 1812, y no tenía relación alguna con la Francmasonería
regular.
2. La tres Logias que Ud. menciona en su carta, jamás aparecieron
anotadas en el registro o en los Archivos ni de los Antiguos ni de los Modernos
ni de la Gran Logia
Unida de Inglaterra: no hubieran sido reconocidas como masónicas en este país
entonces o posteriormente.
3. Las seis personas mencionadas en su carta, de acuerdo a nuestros
archivos, nunca fueron miembros de Logias bajo la jurisdicción de la Gran Logia Unida de
Inglaterra.
4. La Gran Logia
de Inglaterra no era el único organismo masónico existente durante el período
en el cual Ud. está interesado. Existían Grandes Logias independientes en
Irlanda, Escocia, Francia, Holanda y Estados Unidos de América, todas las
cuales autorizaban la instalación de logias propias.
5. Nunca han existido medios legales para prohibir que extranjeros en
Inglaterra crearan sus propias Logias, pero tal acción siempre ha sido
considerada por la Gran
Logia de Inglaterra como una invasión de su soberanía
territorial, y las logias así creadas no serían reconocidas como regulares, ni
se permitiría a sus miembros concurrir a las Logias inglesas, o que los masones
ingleses concurrieran a aquellas.
Sinceramente suyo,
James William Stubbs
Gran Secretario
Gran Logia de Escocia
Edimburgo, 30 de junio de 1980
Estimado Señor,
Con referencia a su carta del 17 de junio concerniente a las seis
personas mencionadas en su comunicación, le informo que las conexiones que la Gran Logia de Escocia
tuvo con Sudamérica fueron establecidas en fecha muy posterior a las de la Gran Logia Unida de
Inglaterra, ya que la primera Logia Escocesa no fue autorizada hasta 1867.
Lamento no poder ayudarle en su investigación.
Afectuosamente suyo,
Gran Secretario
Gran Logia de Irlanda
Dublin, 24 de junio de 1980
Estimado Señor,
Gracias por su carta del 17 de junio y por la copia de las cartas que
Ud. recibió de la Gran
Logia Unida de Inglaterra.
La respuesta a las preguntas que Ud. específicamente formula son:
1. No hemos emitido patentes (Cartas de Instalación) a ninguna de las
Logias arriba mencionadas y no existe registro alguno de ninguno de los nombres
que menciona, como miembros de logias irlandesas.
2. No existe posibilidad alguna de que una logia nuestra haya emitido
patentes o iniciado a ninguna de las personas mencionadas, por cuanto no
estaban activas en sus áreas.
3. Desde el establecimiento de la Gran Logia de Irlanda
en 1725 se estableció que temas de Política o Religión no podían ser
considerados en ninguna de nuestras logias, ni éstas tampoco debían
comprometerse en actividad política alguna. Este principio permanece vigente
hasta el presente día.
Sinceramente suyo,
J.O. Harte
Gran Secretario
Esta información dice que entre los años de 1790 a 1810 ninguna
autoridad, fuera de Inglaterra, podía fundar una Logia sin permiso de esta Gran
Logia Unida y de haberlo hecho, sería desconocida como masónica. Por otra
parte, en 1799 el gobierno inglés habría dictado una ley donde prohibía la
formación de sociedades con fines de sedición y se aclaraba que las Logias
masónicas estaban excluidas de tales actividades, por lo tanto, podían actuar
libremente bajo la condición de presentar cada 15 de marzo una nómina de los
miembros y sus actividades. Maguire concluye que la Logia Lautaro habría
transgredido esta ley y, de hecho, no figura en los archivos de la Gran Logia Unida de
Inglaterra.
Para Maguire, tanto la Logia Lautaro como
la de los Caballeros Racionales eran “reuniones de café” donde sólo había
compromisos de honor ya que no pudo encontrar ningún registro masónico de su
instalación ni la autorización para funcionar. Si la Logia Lautaro
hubiese sido una Logia reconocida por la masonería inglesa o de otro país,
habría recibido un diploma masónico y habría completado las formalidades requeridas
por los organismos de coordinación y control existentes en la época. Ni en
España, Francia, Inglaterra o Buenos Aires hay documentación (ni patente de
instalación, ni diplomas, ni correspondencia) que avale la pertenencia de la Logia Lautaro a la
masonería. La investigación de este historiador se extendió a las Grandes
Logias de Francia, Holanda y Estados Unidos que también otorgaban patentes, con
los mismos resultados.
Según afirma Bartolomé Mitre (reconocido masón), San Martín no fue masón pero consintió en usar los
símbolos masónicos, la Logia Lautaro no formaba parte de la masonería y
sus objetivos eran solamente políticos. Antes de estallar las revoluciones americanas, los
revolucionarios se organizaron en Logias secretas que adoptaron los signos y
fórmulas masónicas pero no lo eran ya que en la masonería estaban prohibidas
las discusiones sobre temas políticos o religiosos.
Por
otra parte la condición de masón de San Martín ha sido tratada de la siguiente
manera:
San Martín fue un masón iniciado en España y
conforme indica el historiador Argentino Alcibíades Lappas, en su libro “La
masonería a través de sus hombres”, su iniciación ocurrió a principios
de 1808, siendo San Martín edecán del general español Francisco María Solano,
marqués del Socorro, capitán general de Andalucía quien lo inició en la Logia Integridad
de Cádiz. Posteriormente se afilió a la Logia Caballeros
Racionales Nro. 3 donde recibió el grado de Maestro Masón. Este dato, afirma Lappas, que lo obtuvo de una
publicación del gobierno franquista (España), donde se probaba que la gran
mayoría de los militares americanos que encabezaron los movimientos de independencia
eran masones.
En
1939, después de la guerra civil española, se organizó toda una campaña
antimasónica. El enfoque de los antimasones españoles difiere del sustentado
por sus pares en la
República Argentina. Ellos consideran que todos los
libertadores de América fueron traidores a la madre Patria por el hecho de ser
masones, y por ello sacaron a relucir el masonismo de los próceres de la
emancipación americana, lo que fue publicado por medio de la Editora Nacional ,
un órgano oficial de la España
franquista.
Dos
figuras de la logia Integridad, habrían de conmover el corazón de San Martín y
su recuerdo habría de acompañarlo durante toda su vida, la primera de su primer
Venerable Maestro, tanto por su brillante personalidad cuanto por el hecho de
haber sido San Martín su edecán al momento de su trágica muerte. Se trata del
General Francisco María Solano, Marqués del Socorro, Capitán General de
Andalucía y Gobernador Civil y Militar de Cádiz, Venerable Maestro en su logia
Integridad Nro. 7, maestro en el arte de la guerra, aventajado discípulo de las
tácticas francesas aprendidas a través del general francés Maureau.
San
Martín guardó un indeleble recuerdo por la memoria de su primer Venerable
Maestro, el General Solano, al punto de llevar en su billetera hasta la hora de
su muerte, un grabado en acero en forma de medallón. Al respecto escribía el hijo político del General San
Martín, el General Balcarce, al General Mitre: "También envío a Ud. el
retrato del desgraciado General Solano, el mismo que su padre político llevaba
en su cartera como recuerdo de aquel amigo a cuyas órdenes sirvió como Edecán y
cuyo fin no pudo evitar a pesar de los esfuerzos que hizo por salvarlo aquel
horrendo día".
Al General Francisco María Solano, lo asesinaron y arrastraron su cadáver como trofeo de victoria, anulando toda defensa, pese a denodado esfuerzo. De la hondísima impresión que a San Martín le produjo aquel pavoroso espectáculo, son testimonios sus posteriores y constantes repulsas a los movimientos demagógicos y a los procedimientos de los gobiernos basados en el desenfreno de las multitudes. A través de su gloriosa vida veremos momentos solemnes de ella, y hasta qué punto llegaba su repugnancia a desórdenes y motines por lo mismo que era un sincero servidor constante de su pueblo.
En
la Logia Integridad
Nº 7 tuvo fraternal vinculación con Alejandro Aguado, amistad que tendría
proyecciones insospechadas en el porvenir lejano de la vida de San Martín. Era
Aguado natural de Sevilla y siete años menor que San Martín, revistaba como
cadete en su regimiento y luego habría de ser su mejor e íntimo amigo. El joven
Aguado había abrazado la carrera de las armas por vocación, ya que la fortuna
de sus padres lo tenían a cubierto de necesidades e ingresó en el ejército del
rey en 1799.
Aguado, joven, rico, alegre, contrastaba con San Martín, reservado y serio. Coincidían sin embargo en varios aspectos: honradez de intenciones, bizarría, rectitud y limpieza en sus conductas. San Martín debió ser el maestro de Aguado en el campo de batalla.
Tan íntima y fraterna fue esa amistad, que Aguado fue uno de los muy pocos que San Martín tuteaba. Luego, cada uno marcha a su destino, San Martín, el de libertador de medio continente; Aguado, ostentando el título de Marqués de las Marismas y acaudalado banquero; más el destino los lleva a reunirse casi en el ocaso de sus vidas en Francia.
Allí
San Martín, con la ayuda de su amigo Aguado, adquirió en propiedad un palacete
cerca del castillo de Aguado en el Bourg y aquí ocurren hechos clave en esta
exposición, ambos en su carácter de masones concurren a las tenidas de la logia
de Ivri, donde están las firmas de ambos como integrantes de las tenidas
masónicas de la que era Venerable Maestro el doctor Rayer, médico particular de
Aguado y después Presidente de la
Sociedad de Biología. Aguado, que tan particular devoción
sentía por San Martín, lo nombra en su testamento albacea y tutor de sus hijos
menores.
San Martín, en cumplimiento de esas funciones, tuvo que traer los restos de Aguado, fallecido en su viaje a España, organizar solemnes funerales para el difunto en la iglesia de Notre Dame de Lorette y erigir suntuoso mausoleo sobre una elevación del cementerio de Peré Lachaise, donde mandó a grabar el siguiente epitafio: "No busquéis entre los muertos al que vive".
Pero volvamos al derrotero masónico seguido por San Martín y regresemos para referirnos a la segunda logia en que le tocó actuar. San Martín no pudo ser ajeno al llamado emancipador de las colonias americanas radicadas en España, que se agrupaban en la logia Caballeros Racionales Nº 3 de Cádiz, que tenía el privilegio de reunir en su seno muchas personalidades de la emancipación americana.
A esa logia se incorpora a mediados de 1808, esta logia se había formado sobre los restos de la creada por el peruano inmortal, don Pablo de Olavide, el primero en concebir el ideal de la emancipación americana. Esta logia como nos enseña el General peruano Rivadeneira, miembro de la misma, fue creada en Madrid y ante el avance de los franceses pasa a Sevilla y luego a Cádiz, donde contó con sesenta y tres miembros, que se distinguieron por sus talentos y por su acendrado patriotismo, por su interés por la independencia, de distinguidas y señaladas virtudes patrióticas en cada uno de ellos. Nombres ilustres como los colombianos Mérida, Tobar, Carcedo y Castillo; los mejicanos Pérez Toledo y Obregón; los guatemaltecos Suárez, Pinedo y Juanos, etc.
El
General Rivadeneira, refiriéndose a San Martín, con quién se encontró en 1821,
en el cuartel general de Huaura dice: "Me estrechó en sus brazos y recordó
nuestra antigua amistad, nuestros trabajos en la sociedad de Cádiz para que se
hiciese la América
independiente". San Martín, que mucho apreciaba los servicios y
sacrificios del General Rivadeneira, su antiguo cófrade de Caballeros
Racionales Nº 3, lo nombró General de Brigada y designó como Gobernador del
Callao.
También se refiere a ella el general Zapiola en el cuestionario que le envía el general Mitre con relación a la actividad masónica de esta logia, donde le contesta en la parte final, enviándole una lista de los individuos que forman
En idéntico sentido, con relación a la existencia de esta logia se refieren hermanos que fueron actores, por integrar los cuadros lógicos, como Moldes y Guruchaga, Rivadaneira y Alvear, en sus cartas enviadas a Mérida en Caracas
Resuelto
San Martín, al igual que otros patriotas, a dirigirse a Buenos Aires, donde había
estallado el grito de la emancipación, debe dirigirse como camino obligado,
primero a Londres. Para ello, San Martín obtuvo la ayuda de uno de los jefes
del ejército inglés, Sir Charles Stuart, quien le consiguió un pasaporte y
cartas de recomendación para Lord Mac Duff, más tarde Conde de Fife y que había
pertenecido a la Logia
creada en Londres por el insigne precursor Francisco de Miranda. Esto tiene una
doble importancia probatoria.
Por otro lado Gerard, bibliotecario de Boulogne Sur Mer, amigo de San Martín, que tuvo estos datos del propio Libertador, la publicó en una nota necrológica cuando éste fallece en Agosto de 1850. La referencia alude al Conde de Fife, pues cuando San Martín abandona América después de su gesta libertadora y hace una estadía en Inglaterra, pasó una temporada en el castillo de su amigo y hermano el Conde Fife, en la localidad de Branff, Escocia, donde San Martín visitó, en compañía de su hermano, las logias San Andrés Nº 52 y San Juan, operativa Nº 92, donde están rubricadas ambas firmas. Estas logias pertenecían a la jurisdicción de
Allí en Londres estuvo San Martín cuatro meses fundando con sus hermanos la logia Caballeros Racionales Nº 7, cuyo primer Venerable Maestro fue don Carlos de Alvear, siendo sus integrantes, además de San Martín, Zapiola, Holmberg, Mier, Villa Urrutia, Chilabert, al que se agregaron Manuel Moreno, hermano del Tribuno de Mayo Mariano Moreno y los venezolanos Luis López Mendes, Andrés Bello y el Marqués del Apartado.
En la logia de Londres, expresa el General Zapiola, fue San Martín, al igual que él, ascendido al quinto grado, afirmación que sostiene en la contestación de las preguntas que le formula el general Mitre y en cuya respuesta agregara además la nómina de los integrantes de la logia Caballeros Racionales Nº 7 de Londres, que hemos destacado.
Se tiene probado, por cartas de Carlos de Alvear del 20 de octubre de 1811, dirigida al patriota venezolano Rafael Mérida, Venerable Maestro de la logia de Caracas, Venezuela, de las actividades de los hermanos de
Las referidas cartas, así como otros documentos, habían sido confiados a Juan Brown, sobrecargo del bergantín inglés
Por
la intervención del importante masón Lord Marduff, Conde de Fife, logró que se
armara la fragata Jorge Canning en enero de 1812, llevando su carga de hermanos
masones que concurrían a sentar plaza en el ejército de la revolución de esta
parte del continente. En ella venían estos militares de carrera: Teniente Coronel
de Caballería José Francisco de San Martín, Alférez de Carabineros Carlos María
de Alvear Balvastro, Capitán de Caballería Francisco de Vera, Alférez de Navío
Martín Zapiola, Capitán de Milicias Francisco Chilavert, Subteniente de Infantería
Antonio Arellano y el Teniente de las Guardias Walonas, Barón de Holmberg. Ya
en Buenos Aires, puestos en contacto con el Venerable Maestro Julián Alvarez de
la Logia
Independencia , la primera actividad masónica de San Martín
fue formar un triángulo conjuntamente con Alvear y Zapiola y ya para junio de 1812
el triángulo había afiliado a Guido, Murguiando, Zufriategui, Malter, Anchoris,
Monteagudo, más la casi totalidad del pasaje de la fragata George Canning, y
que se denominó según las últimas investigaciones, Caballeros Racionales Nº 8 y
no Lautaro, denominación que recibiría recién en 1815, con motivo de la
reorganización que inspira San Martín. Su lema fue: Unión, Fuerza y Virtud. Se
requería ser americano y juramentarse a luchar por la independencia, según el
archivo que en Montevideo llevó el señor Julián Alvarez, Venerable Maestro de la Logia Independencia
y que diera sus mejores hombres a la logia Caballeros Racionales Nº 8. Además,
como expresión de su fe democrática, estos hermanos juramentados expresaban que
no reconocerían por gobierno legítimo de las Américas, sino aquel que fuese
voluntad de los pueblos y de trabajar por la fundación del sistema republicano.
La logia, a pesar del reducido número de sus miembros, asumió de inmediato un
papel preponderante, convirtiéndose en el centro motor de los más importantes
acontecimientos históricos que permitieron que el barco de la revolución
retomara su rumbo inicial.
Así vemos que sus integrantes, encabezados por San Martín y Alvear, Venerable Maestro de la logia, al comprobar la falta de representatividad y eficacia del primer Triunvirato Argentino, congregaron las tropas frente al Cabildo, aquel ocho de octubre de 1812, para exigir un cambio del poder ejecutivo. Es así como surge el Segundo Triunvirato, integrado por Juan José Paso, Rodríguez Peña y Alvarez Jonte, todos ellos hermanos de la orden, cuyo primer y más trascendente acto de gobierno fue convocar a
Tomado de "El Libertador Don José de San Martín" del Q:.H:. Herbert Oré Belsuzarri.
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