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viernes, 20 de mayo de 2016

Persona o animal

Persona o animal
El concepto "alma" sirve para explicar la extrañeza que produce el surgimiento de la vida de lo inanimado, el desarrollo y la diversidad de seres vivos. Y, también, la extrañeza que produce la conciencia, lo que en cada uno de nosotros es uno mismo, pero que sin embargo, no es “ama y señora en su propia casa, pues mantiene relaciones complejas, a veces conflictivas, con un cuerpo que se desarrolla, engendra, envejece, enferma y acaba muriendo sin pedirle permiso, dotado de órganos que parecen contar con una voluntad autónoma”.

"Barquero" de la mitología griega, trasladando a través del río "Aqueronte" a las almas en pena caídas en la vida terrena, de José Benlliure.

Entre las consecuencias del eclipse del alma –según Bossi – la más sorprendente tal vez sea la incapacidad para “pensar” al animal, ese compañero de viaje del ser humano, con su innegable y embarazoso parentesco con la humanidad. El largo historial de controversias en torno al alma de los animales lo demuestra: al ser humano le cuesta encontrar una clasificación, definir su lugar con respecto a estos molestos compañeros de ruta, extraños y familiares, que son los animales.

Laura Bossi se manifiesta crítica con la “antropología” contemporánea y su incomprensión de lo viviente, hasta el punto de negar la vida más allá de la vida humana consciente. De esta manera “queda claro que se ha extraído al ser humano de la naturaleza, constituyéndolo en reino autónomo”.

Los animales eran adorados en la Antigüedad, pero demonizados por el cristianismo en la Edad Media. Dotados de alma inmortal, según la metempsicosis, fueron privados de su inmortalidad individual por Santo Tomás. Fueron clasificados siguiendo una scala naturae lineal y gradual, relegados al rango de autómatas por los cartesianos. Finalmente, el darwinismo los reconoció como parientes cercanos nuestros, lo mismo que la genética moderna, pero al mismo tiempo, son explotados como “productos de consumo” por la industria alimentaria.

Matanza de cachorros de focas para quitarles la piel

Divinizados en la Antigüedad, demonizados en la Edad Media cristiana, dotados de una alma inmortal según los defensores de la metempsicosis, privados de inmortalidad individual según Santo Tomás, clasificados siguiendo una escala lineal y gradual en la sorprendente concepción de la scala naturae, relegados al rango de autómatas por los cartesianos, estudiados, descritos y clasificados en “especies” por los naturalistas, por fin reconocidos como parientes cercanos nuestros por la teoría darwinista y por la genética moderna, pero al mismo tiempo explotados como “productos de consumo” para la industria alimentaria, en ocasiones “destruidos” o quemados como si fueran “stock” caducados o excedentes de patatas o trigo.

Matanza de gorilas en los volcanes de Virunga (2008), dentro del Parque Nacional de la República Democrática del Congo.

El hombre se ha olvidado que está rodeado de seres vivos, inmerso en un ecosistema e interactúa con todos los seres vivos. Sin embargo, existe una contradicción manifiesta entre esta visión mercantilista y las pruebas de la bilogía sobre la unidad de lo viviente. A pesar de ello, muchos científicos utilizan el cuerpo de los animales para sus experimentos, porque dicen que ellos no tienen “alma”.

Destrucción de animales por la fiebre aftosa o eliminación comercial de “excedentes”

El “alma” es un concepto que distingue lo vivo (lo animado) de lo inanimado; un animal de una piedra, un “organismo” de un agregado de partículas. Mediante una jerarquización de las almas el ser humano se distingue de los animales, y un cadáver humano (a diferencia del cadáver de una rata) al haber alojado un alma inmortal, conserva para nosotros un carácter sagrado. Según Laura Bossi, al relegar el alma al estante de las antiguallas, nos vemos obligados hoy en día a enfrentarnos al hecho de que resulta imposible delimitar los conceptos de cuerpo, animal, vida, muerte y persona.

Esto suscita controversias entre los juristas incapaces de definir el estatus del cuerpo humano, o de sus partes, cuando ya no es un organismo “animado”. Se trata de una cosa como dicen los americanos, de una cosa sagrada como proponeBaud en su libro L’affaire de la main volée (1993), o aún sigue siendo un ser humano, como defienden los europeos.

Aparentemente, la aniquilación de millones de animales por el ser humano a penas suscita preocupación alguna. A veces, la aniquilación de una especie provoca en algunos humanos sentimientos parecidos a la muerte de una “persona”, coincidiendo en ello con Santo Tomás, para quien los animales, aunque no sean inmortales como individuos, lo son como especie. Sin embargo, esta preocupación por la desaparición de especies “inmortales” es atemperada por razonamientos económicos del amo y señor del mundo que calcula lo que le “costaría” la decisión de “permitir” la supervivencia de otras especies.

Animales en peligro de extinción. Santo Tomás se equivocó: las especies tampoco son inmortales.

Tanto presumir nuestra civilización del aprecio y el valor de la vida, en realidad evolucionamos hacia una delimitación cada vez más estrecha de lo que se acepta como tal.

Han surgido filósofos anglosajones, de formación utilitarista (5) que se han convertido en abogados de los “derechos de los animales”, en el marco del reconocimiento del Otro: mujeres, niños, idiotas, locos, sordos, mudos y otros pueblos considerados inferiores. En esencia, el utilitarismo afirma que el carácter justo o injusto de las acciones es definido por la bondad o maldad de sus consecuencias, lo que equivale a decir que el fin justifica los medios. Es una filosofía igualitaria que persigue el mayor bienestar de todo el mundo. Es una filosofía que no concede ninguna sacralidad ni ninguna dignidad de por sí a la vida ni al individuo.

Peter Singer defensor de los derechos de los animales, aplica la lógica utilitarista y los define como seres “capaces de sufrir”. Si un ser carece de la capacidad de sufrir (por ejemplo, las plantas), de sentir placer o bienestar, entonces no deberá ser protegido.

Destrucción de crías de “pollos de engorde”

El utilitarismo puede llegar al absurdo a la hora de cuantificar el sufrimiento o el bienestar ¿Cómo valorar una acción que provoca el sufrimiento de varios cientos de miles de vacas y el bienestar de un millar de humanos, durante la matanza de las “vacas locas”? ¿O el sufrimiento por la aniquilación de varios millones de pollos para garantizar el placer de los humanos que se los van a comer? ¿Estaríamos dispuestos a matar (de forma indolora) a un anciano para dar de comer a una familia de ratas hambrientas? (Scruton, R. Animal Rights and Wrongs. Londres, Demon, 1996). En realidad, el utilitarismo carece de compasión.

Sacrificio y quema de las llamadas “vacas locas”

Théophile Gautier se mofaba del utilitarismo al decir que el lugar más útil de una casa son las letrinas. Reivindicaba el derecho a preferir “una taza de porcelana china, salpicada de dragones y de mandarines, que no me sirve para nada, a otro tipo de taza que si me sirve…”.

Venta de carne de perro en China. ¿Te parece mal? ¿Por qué?

Venta de carne de ternera, buey, cordero, conejo, pollo… ¿Te parece bien? ¿Por qué?

El utilitarismo es peligroso, pues al introducir el concepto de sufrimiento “útil” e “inútil”, da validez a la siniestra idea de “vida sin valor”. Hay que reconocer que el concepto de “vida indigna de ser vivida”, introducido en 1920 por el jurista Karl Binding y el psiquiatra Alfed Hoche, fue retomado por los nazis dentro de su programa de eutanasia, origen del asesinato denominado con el eufemismo “muerte misericordiosa” (Gnadentod) de más de 275.000 enfermos mentales, discapacitados, ancianos y encamados de larga duración. Este fue el precedente de la exterminación de los judíos y otras “razas inferiores”.Venta de carne de ternera, buey, cordero, conejo, pollo… ¿Te parece bien? ¿Por qué?

El utilitarismo es peligroso, pues al introducir el concepto de sufrimiento “útil” e “inútil”, da validez a la siniestra idea de “vida sin valor”. Hay que reconocer que el concepto de “vida indigna de ser vivida”, introducido en 1920 por el jurista Karl Binding y el psiquiatra Alfed Hoche, fue retomado por los nazis dentro de su programa de eutanasia, origen del asesinato denominado con el eufemismo “muerte misericordiosa” (Gnadentod) de más de 275.000 enfermos mentales, discapacitados, ancianos y encamados de larga duración. Este fue el precedente de la exterminación de los judíos y otras “razas inferiores”.

Los nazis causaron la “muerte misericordiosa” (Gnadentod) de más de 275.000 enfermos mentales, discapacitados, ancianos y encamados de larga duración.

Como veremos al final del estudio, la autora se ocupa de la llamada “muerte cerebral” o de los supuestos “muertos vivientes” que se encuentran en estado vegetativo. En el año 2010, según publicó el New England Journal of Medicine, dos equipos médicos de la universidad de Cambridege y de Lieja consiguieron comunicarse con un joven de 29 años que se encontraba en estado vegetativo desde hacía 5 años. Se le indicó que pensara en el tenis para responder “sí” y en su casa para decir “no”, y pudo responder correctamente a preguntas como “¿tienes hermanos?, ¿Tu padre se llama Thomas? etc.” Al ver las señales de actividad cerebral en un equipo de resonancia magnética funcional (IRMF), comprobaron que se activaban las mismas zonas del cerebro que en los individuos sanos. Este estudio podría modificar la forma en que se diagnostican algunas lesiones cerebrales graves y desencadenar cuestiones éticas conflictivas.

Este joven de 29 años declarado en estado vegetativo, pudo comunicarse con el pensamiento en un hospital de Lieja (Bélgica). Fuente: Emol.com

NOTAS

(5) El utilitarismo es una teoría ética que defiende lo que resulta intrínsecamente valioso para los individuos. El mejor estado de las cosas es aquel en el que la suma de lo que resulta valioso es lo más alta posible, y lo que debemos hacer es aquello que consigue el mejor estado de cosas conforme a esto. De este modo, la moralidad de cualquier acción o ley viene definida por su utilidad para los seres sintientes en conjunto. Utilidad es una palabra que se refiere aquello que es intrínsecamente valioso para cada individuo. En la economía neoclásica, se llama utilidad a la satisfacción de preferencias, en filosofía moral, es sinónimo de felicidad, sea cual sea el modo en el que esta se entienda. Estas consecuencias usualmente incluyen felicidad o satisfacción de las preferencias. El utilitarismo es a veces resumido como "el máximo bienestar para el máximo número". De este modo el utilitarismo recomienda actuar de modos que produzcan la mayor suma de felicidad posible en conjunto en el mundo.

http://pladelafont.blogspot.pe/2014/12/persona-o-animal.html

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