AMIGOS DEL BLOG

miércoles, 24 de mayo de 2017

EL CANI CRUZ Y LA MASONERIA EN EL VALLE DEL MANTARO.

EL CANI CRUZ Y LA MASONERIA EN EL VALLE DEL MANTARO.
Herbert Oré B. 33°

En wanka-quechua, Cani significa morder y el Cani Cruz es la Cruz que muerde.

En efecto este nombre es el más apropiado, por el uso que se dio en cumplimiento al edicto antes trascrito. Numerosos wankas fueron torturados en el Cani Cruz, esta tortura se iniciaba en la plazoleta de la Capilla del Copon, en cuyo centro se conserva una picota de castigo, usada por los inquisidores. 

Resultado de imagen para capilla el copon valle del mantaro
Capilla del Copon,

Hasta hoy en Chongos Bajo, en el mes de julio se celebra la fiesta de los “infieles”, rememorando la fatídica presencia de la Santa Inquisición en el Valle del Mantaro que mato a los “abuelos”.

Luego del castigo en la plazoleta, los ingresaban al túnel subterráneo que comunica este con la Iglesia Matriz de Chongos Bajo. Este pasadizo subterráneo tenía dos salidas, una de ellas era llenado con abundante paja de trigo o cebada, que era prendido con los ajusticiados en el interior del túnel, para que estos se declaren culpables. Si sobrevivían los pasaban a la última prueba, que consistía en colocarles la mano debajo de la cruz que muerde, para castigarles con sadismo, luego de ello eran obligados a realizar la señal de la cruz cristiana que los curas enseñaban en las misas. Este castigo se aplicaba si la falta era leve, si era más grave, el inquisidor esperaba que del subsuelo una voz diera la respuesta. Este engaño a los wankas fue descubierto posteriormente, ya que la voz, supuestamente de Dios, provenía de una persona que se ocultaba debajo de la cruz.

Actualmente el Cani Cruz es visitado por un número importante de personas que respetando sus costumbres y tradiciones le dedican a la santa Cani Cruz y conforme a la tradición, los devotos encienden llamativas velas de colores en señal de veneración. Aunque cada cirio tiene un significado diferente, al fundirse, impregnan el vaticinio, algunos son para la felicidad, prosperidad y otros propósitos menos espirituales.

Los fieles, afirman que la forma que adopta la cera al derretirse, encierra y se encuentra escrito el futuro de quién lo consulta. Por ello, una vez consumida la vela, los devotos llevan la cera disuelta a los maestros “videntes” que se hallan en la cercanía de la cruz para que pueda descifrar el mensaje divino. 

Para lograr el "milagro" hay que seguir algunas reglas. Por ejemplo, si va un viernes, debe continuar yendo el mismo día de las siguientes semanas. Al cumplir siete visitas, tiene que ir a la colina de Viscos, ubicada a una hora de caminata, y allí rezar a las tres cruces. Pero, si no puede caminar, debe ofrecer una misa y una ofrenda. Solo así se cumplirá el milagro de cristalizar su petición. “Misterios de la fe”.

Todas las medidas para erradicar la fe ancestral, fueron burlados por los nativos de diferentes formas, habiendo llegado hasta hoy sus ritos e idolatrías a sus dioses incas, wankas o waris, algunas veces en su expresión pura y en otras “cristianizada” de tal forma que en el Valle del Mantaro lo católico está influenciado por las creencias populares de origen inca o wanka.

De idéntica manera, las reuniones masónicas se hicieron en el más absoluto secreto, los españoles que se afincaron en Chongos Bajo eran de origen vasco, algunos se quedaron y otros emigraron a Lima y Huancavelica. Se debe hacer hincapié, de que la Ciudad de Huancayo, no tuvo creación española, esta se formó por uso y costumbre de las actividades comerciales de los habitantes del Valle del Mantaro y así continúo durante el virreinato, hasta que brotaron las gestas libertarias en las colonias españolas, y empezaron a mostrar su presencia en ellas.

José Carlos Mariátegui en su principal libro refiriéndose a la Conquista Católica, nos dice:

He dicho ya que la Conquista fue la última cruzada y que con los conquistadores tramontó la grandeza española. Su carácter de cruzada define a la Conquista como empresa esencialmente militar y religiosa. La realizaron en comandita soldados y misioneros. El triunvirato de la conquista del Perú, habría estado incompleto sin Hernando de Luque. Tocaba a un clérigo el papel de letrado y mentor de la compañía. Luque representaba la Iglesia y el Evangelio. Su presencia resguardaba los fueros del dogma y daba una doctrina a la aventura. En Cajamarca, el verbo de la conquista fue el padre Valverde. La ejecución de Atahualpa, aunque obedeciese sólo al rudimentario maquiavelismo político de Pizarro, se revistió de razones religiosas. Virtualmente, aparece como la primera condena de la Inquisición en el Perú.

Después de la tragedia de Cajamarca, el misionero continuó dictando celosamente su ley a la Conquista. El poder espiritual inspiraba y manejaba al poder temporal. Sobre las ruinas del Imperio, en el cual Estado e Iglesia se consustanciaban, se esboza una nueva teocracia, en la que el latifundio, mandato económico, debía nacer de la "encomienda", mandato administrativo, espiritual y religioso. Los frailes tomaron solemne posesión de los templos incaicos. Los dominicos se instalaron en el templo del Sol, acaso por cierta predestinación de orden tomista, maestra en el arte escolástico de reconciliar al cristianismo con la tradición pagana. La Iglesia tuvo así parte activa, directa, militante en la Conquista. (José Carlos Mariátegui, 7 Ensayos De Interpretación de la Realidad Peruana, Editorial Amauta, Lima Perú), pero la conquista, ni el sojuzgamiento español logro imponer la Fe como esperaron, solo se yuxtapusieron hasta que llego la emancipación, luego del cual cada manifestación cultural y de fe discurrieron por sus propios causes “cholificando” lo español y tratando aún de encontrar su propio destino.

Lima la Capital del Perú tiene en el cerro de San Cristóbal una imponente cruz, que moviliza a millares de habitantes a ella durante todo el año, pero seguro que pocos saben cómo y por qué llego allí. Originalmente de madera y hoy de metal, fue instalada por Francisco Pizarro, luego que 25000 indios al mando del cacique Titu Yupanqui se retiraran en forma milagrosa luego de pretender expulsar a las huestes españolas de 500 hombres.

Resultado de imagen para el cani cruz

Pero el Cani Cruz, tuvo un origen y fin diferente. Esta tallado en piedra con curiosas figuras de la iconografía católica, pero hay una que difiere de ellas (la escuadra y el compás), que puede ser materia de especulaciones diversas, pero indudablemente, es una prueba de la presencia de la masonería en el Valle del Mantaro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario