Los desvaríos de Z. Sitchin. Nephilim: El pueblo de los cohetes ígneos (II)
Con esta nueva entrada continuaremos nuestro recorrido por ese mundo de “incontinencia intelectual” que son los libros del malogrado Zecharia Sitchin, y cuyos primeros párrafos del capítulo 5 “Nephilim: El pueblo de los cohetes ígneos”, de su libro ·El doceavo planeta”, dejamos con la “exquisita primera conclusión” que Inanna/Ištar era una aeronauta/astronauta.
El texto prosigue, tras el “primer esfuerzo”, de esta guisa:
« El antiguo Testamento llamaba a los “ángeles” del Señor malachim -literalmente, “emisarios” que llevaban los mensajes divinos y hacían cumplir los mandatos de Dios. Tal como se nos revela en multitud de casos, eran aviadores divinos: Jacob los vio subiendo una escalera celeste, a Agar (la concubina de Abraham) le hablaron desde el aire, y fueron ellos lo que llevaron a cabo la destrucción de Sodoma y Gomorra. »
Primero hacer un inciso para contextuar: Estos pasajes de Génesis corresponden a la labor de los escribas hebreos en los siglo VIII-VII a.c aproximadamente. – y esto es debido a que Israel, como tal, es inexistente con anterioridad al siglo VIII a.c – . Escribas que para su concepción se basaron en los escritos amorrito-babilónicos, y de ahí la extensa concordancia de gran número de sus pasajes con la mitología clásica mesopotámica. Estamos, temporalmente, en el máximo esplendor intelectual de la ciudad “santa” de Babilonia con la llegada del Imperio neo-babilónico.
Ya imbuidos en el texto, decir que término el “malachim” resulta impropio, siendo “mala’akh(im)” más correcto - curiosamente el termino acadio es “Malãku(m)”, “El/Los que avisa(n)” , o los que “representan”, tal vez y en este caso , los “malos augurios” y que concordaría más con un momento temporal donde el concepto de la dualidad divina bien/mal, ángeles/demonios, no existía, o era un concepto “en construcción” sustentado con posterioridad en las teologías zoroástricas.- y que es mas adecuado, en su significancia, al papel de “anunciadores/destructores” de Sodoma y Gomorra. Si bien el texto nos presenta dos actos: La anunciación de la paternidad de Abraham - Génesis 18: 1-15, que sería mas asociable con las tradiciones semítico amorritas y anatólicas de las tríadas que representaban la Fertilidad (García Trabazo) – y por otro lado, el “aviso de la destrucción” de las ciudades de Sodoma y Gomorra (Génesis 18: 16-22).
Como rubrica de los antes comentado sobre el Génesis tenemos el pasaje de Jacob:
« (10) Salió, pues Jacob de Beerseba y fue a Harán. (11) Y llegó a cierto lugar, y durmió allí, porque el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar (12) Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y en su extremo tocaba en el cielo; y he aquí los ángeles de Dios que subían y descendían de ella. (13) Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te daré a ti y a tu descendencia (…) (17) Y tuvo miedo y dijo ¡Cuan terrible es este lugar!, No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del Cielo (…) (19) Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre del lugar primero » Génesis 28:10-19. Biblia Reina Valera, 1960.
Es muy posible que la visión profética de Jacob corresponda con la descripción del ziqqurat del gran templo del dios semítico-amorrita Sin, la Luna, en la ciudad de Harrãn/Harrânu(m) - ciudad fundada en el II milenio a.c. e importante nudo estratégico - y los ángeles, una alegoría de los sacerdotes subiendo y bajando las escaleras del templo o “casa del dios”. Así llama “Luz” al lugar, siendo éste un epíteto del dios Sin, como ” La lampara/Iluminaria de los Cielos y la Tierra” (ANET 390, 534-541). o como “Bet-el” o “Bet-ilu”, la “Ciudad de la Bienaventuranza Divina”.
Independientemente que algún lector pueda no estar de acuerdo con mi interpretación, siempre le queda la opción de quedarse con el relato bíblico, tal cual.., o bien, tal vez, con esta:
« En este relato hay dos puntos interesantes. El primero consiste en que los seres divinos que suben y bajan por esta “Puerta del Cielo” lo hacían utilizando un dispositivo mecánico: una “escalera”. El segundo es que la visión toma a Jacob totalmente por sorpresa. La “Morada del Señor”, la “escalera” y los “ángeles del Señor” que la utilizaban no estaban allí cuando Jacob se echó a dormir en el campo. Tuvo la visión de “repente” . Y, por la mañana, “La Morada”, “la escalera”, y su ocupantes se habían ido. »
Según Sitchin… ¡Se trata del primer avistamiento UFO atestiguado en la literatura.. y encima en la Biblia..! , Si bien, espero que se me permita disentir, como mínimo, en la definición de “escalera” como “dispositivo mecánico”… En los párrafos siguientes, nuestro autor, justifica la adoración de los tres enviados bíblicos por Abraham y la posterior del relato sobre Lot en Sodoma, Génesis 19: 1, aduciendo que era debido a su “indumentaria espacial” y que, por supuesto, me niego a comentar por “muy voladores” que fueran los “mala’akhim”.
« El equipo dirigido por Andrae aún descubrió otra representación atípica de Isthar en su templo de Assur. Más como una escultura mural que como un relieve común, se veía a la diosa con un ajustado casco, con los “auriculares” extendidos, como si dispusieran de sus propias antenas planas, y llevando unas marcadas gafas que parecían forman parte del casco»
La supuesta escultura mural corresponde a la imagen de la izquierda y que parece estar fechada en el periodo proto-dinástico de Assur, 2650-2350 a.c. (W Andrae), Se trata de un bajorrelieve de yeso pintado encontrado en el “Templo arcaico de Ishtar”. Representa a una mujer desnuda tumbada en una cama con una serie de complejos tatuajes (G. Leick) Estos tatuajes que incluían cabeza, ojos, así como otras partes del cuerpo, forman parte de los rituales del templo sobre la Vida, la Muerte y la Reencarnación, que eran atribuidos a la diosa como representación de la Fertilidad. Fertilidad que se traduce como un “resurgimiento tras la muerte” y así aparece en numerosos rituales funerarios, como la “Dama de los Ojos”, a finales de IV milenio a.c. en Siria, Tell-Brak (Savory).
« No hace falta decir que, cualquier hombre que viera a una persona – hombre o mujer . así vestida, se daría cuenta de inmediato de que se acababa de encontrar con una aereonauta divino »
Si obviamos que los “auriculares extendidos” sean posiblemente un “reposa-cabezas”; si despreciamos la evidencia que estaba desnuda y no vestida, por lo que ésta fuera de lugar el aceptar atavío alguno; si excluimos el hecho que el supuesto casco y gafas es un tatuaje – unos tatuajes en los ojos que tenían la función de representar una “santidad máxima” (J. Black) - y que seguramente nuestra protagonista, al posar si lo hizo, estuviera muerta… Si pasamos todos estos pequeños y grandes detalles por alto…, aún así.., tampoco.
«Las figurillas de arcilla encontradas en lugares sumerios, y que se estima tienen 5000 años de antiguedad, bien podrían ser burdas representaciones de estos malachim con armas tipo varita mágica. En una de estas figurillas se ve el rostro a través del visor del casco. En otra el “emisario” lleva el clásico tocado cónino divino y un uniforme tachonado de objetos circulares cuya función se desconoce»
(La terracota de la izquierda se corresponde con el supuesto “otro emisario” ..) Me gustaría comentar primero que el periodo propiamente sumerio se extiende desde la Época Baja de Uruk o Jemdet Nasr, hacia el años 3150 a.c., hasta la conclusión del Dinástico Arcaico en el 2300 a.c. aprox. Dicho esto, y aunque esta representación podría ser considerada como proto-sumeria, si tenemos en cuenta la opinión de algunos autores sobre que la etapa de El-Obeid, lo que resulta evidente es que forma parte de rituales anteriores de origen neolítico que se extienden desde el periodo de Hassuna, 5800-5500 a.c. hasta el propio Dinástico Arcaico sumerio, por lo que definir cualquier representación de éste tipo y su significación religiosa como de “origen sumerio” resulta arriesgado. Aclarado lo anterior, me gustaría indicar, someramente - si se quiere mas información sobre ésta terracota ver enlace -, que se trata de exvotos funerarios y que enlazan con un culto de reencarnativo representado por la serpiente, ya que dentro de las creencias mesopotámicas, las raíces se consideraban como ofidios que alimentaban a árboles y plantas con un sentido regenerativo. Así, el término “raíz”, en sumerio “arina”, consistía en dos signos cruzados sobre el sumerograma “mus”, serpiente (JCS, 1961).
Resuelto el enigma de la “varita mágica” y que en las representaciones funerarias femeninas parece corresponder a niños, y que los mala’akhim de los textos semíticos hebreos no tienen la nada que ver, ni por asomo, con las citadas terracotas mesopotámicas, a continuación el texto vuelve a hablarnos de “cascos y gafas de forma elíptica”. Éste supuesto “descubrimiento” se apoya en una interpretación “sui generis” de las las ofrendas votivas de alabastro y otros materiales, ver foto de la derecha, depositadas en el “Templo de los Mil Ojos” en Tell-Brak en la actual Siria y que, según J. Black, posiblemente correspondan a ofrendas a una “diosa-ojo” que todo lo ve y que coincide con otros cultos parejos mesopotámicos y mediterráneos hacia “diosas-madre” omnividentes, cuya devoción se extiende desde periodo Dinástico Antiguo sumerio hasta el Imperio Neo Asirio, siglos X-VII a.c., y si apuran, al resto del mundo, por lo que resulta evidente que no tiene nada que ver con la exposiciones vertidas en su relato por el señor Zitchin.
Y me dirán Udes… vale.. pero tan sospechoso resulta que tenga razón en sus conjeturas como que , por el contrario, ninguna referencia que aporta sea correcta, y que yo, por supuesto, atiendo como una reflexión razonable, pero permítanme hacer valer , por última vez en este escrito, mis argumentos:
« Indudablemente, no es una mera casualidad que los hittitas, conectados con Sumer y Acad a través de la zona del Khabur, adoptaran como señal escrita para designar a los dioses el símbolo un préstamo claro de las “figurillas de los ojos” »
No voy a entrar a rebatir que los hittitas estuvieran conectados o no con los sumerios y acadios que, como tales, no lo estuvieron. Tampoco voy a entrar en que los hittitas, como tales, no escribían en caracteres jeroglíficos, salvo para mantener correspondencia con otros pueblos, sino en cuneiforme. Pero es que encima, este símbolo de “divinidad”, que aquí si le voy a dar la razón a Sitchin que tiene ese significado (sin que sirva de precedente…) y es más, hasta es posible que tenga relación con su “hipótesis óptica”, no es hittita, sino… ¡Luvita…!. ¡Cachis..!
Referencias:
“Gods, demons, and symbols of ancient Mesopotamia: An ilustrated dictionay” J. Black, A. Green, T. Rickard (1992)
“Corpus of hieroglyphic luwian inscriptions” H. Cambell, JD Hawkins (2000)
” The city of the Moon god: religious tradition of Harran” T.M. Green (1992)
Biblia Reina Valera, 1960
www. bibliotecapleyades.net
Imágenes:
biggan-projukti.blogspot.com
https://lampuzo.wordpress.com/2011/09/27/los-desvarios-de-z-sitchin-nephilim-el-pueblo-de-los-cohetes-igneos-ii/
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