El Chiste masónico del porque Adán ahora tiene ombligo

El Chiste masónico del porque Adán ahora tiene ombligo 

Un masón muere y va al Eterno Oriente . Hiram lo detiene y le pregunta. "¿sois masón?" Y él le contesta: " si".

Y Hiram le dice: Espera , espera conforme a un reteje masónico esa no es la respuesta que debes dar si eres masón. Pero te daré una oportunidad, te pondré tres pruebas , si las pasas te dejare entrar al Eterno Oriente. Así que "Tienes que probar que eres masón, entra al Eterno Oriente y tráeme a Adán el primer masón de la historia. Si lo encuentras te dejo ocupar tu columna en el eterno Oriente".

Entró el Masón y al poco rato regresa con el Q:.H:. Adán: "Aquí tienes a Adan!"Hiram le pregunta: "¿Cómo lo encontraste?" y el hermano masón le contesta:"Fácil, él es el único sin ombligo!" Hiram le dice: "Ah! eso era muy fácil" Y devolvió a Adán al Eterno Oriente y le puso un ombligo. Hiram le dice busca de nuevo a Adán : "Búscalo ahora, a ver si eres Masón"

Y el Masón regresa al rato con Adán y le dice: "Aquí está Adán"

Hiram le pregunta: "Y cómo lo hiciste esta vez?" Y Masón le dice:

"¡Muy fácil, el es el único que le falta una costilla! Y a todos en el eterno oriente les conté las costillas " Y Hiram le dice:

"Eso es muy fácil... mando ponerle la costilla que le faltaba a Adán " y lo regresó al Eterno Oriente .

Tercera prueba y última si no la pasas te vas al infierno le dice Hiram Abiff al masón. Tráeme de nuevo a Adán. 

Esta vez el Masón tardaba y tardaba y de momento se oyó una gran pelea dentro del Eterno Oriente , puñetazos y palos e insultos ! 

Y de momento sale el masón todo jodio, golpeadísimo y sangriento; casi sin poder caminar... y le dice a Hiram:"Aquí tienes a Adán, déjame entrar de una vez!" Hiram muy sorprendido y convencido le pregunta al masón : "Y cómo lo hiciste esta vez?"

El Masón dice: "Muy fácil. Me le mente la madre a todos en el Eterno Oriente el que no se quejó fue este...- porque obvio Adán sabia no tuvo Madre"

Ahora ,.¿ porqué Eva tiene ombligo? ,, bueno esa es otra historia.

Vicente Alcoseri.