Conexiones con los templarios y gremios medievales
Como la mitad de los grados masónicos son de carácter caballeresco, y las ceremonias de tales grados imitan los actos que determinaron la abolición de los degenerados templarios –que tenían como misión específica defender la Tierra Santa y acompañar a los peregrinos y que residían en el antiguo Templo de Salomón–, podemos considerar la opinión del origen templario como una de las probables.
Los caballeros templarios dispersos, se habrían reunido en Escocia para vengarse de la supresión de la orden constituyendo un nuevo “Temple”, en Kilwinning y luego en York, con el nombre de Heredom, que quiere decir“casa santa”. Allí continúan con su doctrina del primitivo gnosticismo, segúnRosen; con el culto al ídolo Bafomet: imagen satánica del naturalismo segúnTaxil; y con la reminiscencia de los turbios manejos de los maniqueos.
Luego cambiarán su nombre por el de “Rosacruces” para escapar a las persecuciones, y finalmente se refundirán con las últimas logias de los masones constructores.
Barruel, apostrofando a los masones, les dirá: “Todas vuestras logias proceden de los templarios. Tras la extinción de vuestra orden cierto número de caballeros culpables se reunieron para la continuación de sus afrentosos misterios. Al código de su impiedad unieron el voto de vengarse de los reyes y pontífices que han destruido la orden, y de la religión que ha anatematizado sus dogmas. Se han hecho con adeptos que transmiten de generación en generación el mismo odio al Dios de los cristianos y a sus sacerdotes”
Rosen, Paul. Satán, pág. 84; Taxil, Leo. Los misterios de la Francmasonería, pág. 358. Barcelona, 1887; Meurin, Monseñor León. Filosofía de la Masonería, pág. 184; Simbolismo de la Masonería, pág. 393. Traducción de M. C. B., Madrid, 1957.
La segunda opinión, probable también, hace entroncar a la actual masonería, por su origen material y externo, con las organizaciones libres de los trabajadores manuales que constituían los gremios y corporaciones medievales, y que fueron utilizados, como elementos populares de lucha, contra la prepotencia de los señores feudales “de horca y cuchilla”, amparados por la anarquía de la época.
Dice el masón español, marqués de Puga, – Secretario General del Gran Oriente en 1895 – que “de los años 1100 a 1200, los monjes eran los que principalmente practicaban el arte de construir; y que, junto a los monjes arquitectos, fueron apareciendo los arquitectos laicos”.
La construcción de grandes edificios como las famosas catedrales, abadías, monasterios y suntuosos palacios públicos y privados, hicieron convivir, por largo tiempo, a numerosos obreros y artistas; estableciéndose entre ellos estrechas relaciones, que dieron origen a las corporaciones, en las que existía una verdadera jerarquía de aprendices, oficiales y maestros, subordinados entre sí.
En su organización utilizaron como modelo los “collegia opíficum” de los romanos (colegios de constructores) y las asociaciones similares de los germanos.
En el siglo XIII, los maestros de obra alemanes, al descubrir el sistema gótico, procuraron conservar el secreto de la construcción, enseñándolo solo a ciertos obreros en sus talleres o “logias”, erigidos en forma de barracas junto a los edificios en construcción. Cuando el clero no se dedicó ya a tales construcciones, las logias poco a poco se fueron separando de los conventos.
Más tarde los canteros, picapedreros y talladores alemanes formaron un cuerpo orgánico que debía mantener en secreto los principios y reglas del arte de edificar góticamente, para lo cual se servían de símbolos secretos, reconociéndose entre ellos, también por medio de signos y señales especiales.
Al concedérseles a los artesanos o “masones” la libertad, civil y la exención de los tributos que debían pagar a sus señores, se antepuso a su nombre el apelativo de “franc” o “libre”; y así resultaron los vocablos: “francmasón”en castellano, “francmaçon” en francés, “freemason” en inglés y“freimaurer” en alemán; que quieren decir “obrero-libre”.
Tanto los canteros alemanes, talladores y escultores en piedra, llamados“lathomi” (vocablo de origen griego), como los arquitectos ingleses y de otras nacionalidades, constituyeron sus cofradías, compañías o “ghildas” para construir los edificios; y sus reuniones las tenían en los días de sus respectivos santos patronos; siendo sus especiales protectores San Juan Bautista en primer lugar, cuya fiesta se celebra el 24 de junio, y luego San Juan Evangelista, que se recuerda el 27 de diciembre.
Fueron célebres, entre otras, las logias que se formaron para construir las catedrales de Berna, Estrasburgo, Viena y Colonia. Sus consocios, hasta el año 1440, se llamaron “Hermanos de San Juan”.
En 1459 se confederaron y constituyeron la sociedad general de los francmasones de Alemania, y al director de la obra de la catedral de Estrasburgo le confirieron el título de Gran Maestre. La reforma protestante dispersó a todos sus miembros.
En Suiza se prohibieron sus reuniones en 1522, y en Francia, el rey Francisco I les quitó sus privilegios en 1539.
http://www.alertadigital.com/2016/02/19/origen-de-la-masoneria-i/
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