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jueves, 15 de junio de 2017

Dioses, Arquetipos y el Hombre.

Dioses, Arquetipos y el Hombre.
Lázaharo Hael,’,

Prologo:

Desarrollo el presente, en el intento por comprender el misterio de la vida, de mi propia existencia que de seguro trasciende este plano de formas y expresiones finitas, y donde Dios como el universo son inseparables de mi existencia y de mi búsqueda, se funden en un trinomio de Hombre, Universo y Dios como una sola unidad, en un solo ser para ser comprendidos por la consciencia humana o la mía propia… Ordo Ab Chao.

“Dioses, Arquetipos y El Hombre”

“Lo que más anhelamos en la vida, no es comida, dinero, éxito, posición, seguridad o sexo. Una y otra vez conseguimos estas cosas y terminamos sintiéndonos insatisfechos, en ocasiones más de lo que estábamos sintiéndonos al principio. Lo que más anhelamos es un secreto que se revela solo cuando estamos dispuestos a descubrir una parte oculta de nuestro ser” (1).

El ser humano vive perdido en un laberinto de falsas identidades y acosado por monstruos como el Minotauro con cuerpo de hombre y cabeza de toro, el cual significa al hombre dominado por su naturaleza inferior o animal, y la medusa con su cabellera de serpientes que simbolizan las múltiples personalidades del ego; Sin embargo en su interior aún titila la llama de su naturaleza superior como un arquetipo del hombre que ha de formarse a través de la evolución de la raza humana.

El hombre porta en su interior un “modelo” del hombre perfecto y divino en que ha de convertirse, sin embargo su consciencia objetiva y vigilica actual solo lo percibe como una sombra que se va revelando conforme su consciencia se acrecienta y se libera de la voluntad de todos esos monstruos, dioses y demonios mitológicos del panteón griego que forman parte de su propia naturaleza.

El hombre es bueno en esencia, sin embargo tiene su parte “oscura”, ambas forman parte de su propia naturaleza y ambas deben estar al servicio de la evolución que lo lleve a la realización del ideal del hombre perfecto y divino.

“Un arquetipo (del griego αρχη, arjé, fuente, principio u origen, y τυπος, typos, “impresión” o “modelo”) es el patrón ejemplar del cual otros objetos, ideas o conceptos se derivan. En la filosofía de Platón se expresan las formas sustanciales (ejemplares eternos y perfectos) de las cosas que existen eternamente en el pensamiento divino” (2).

Desde el punto de vista Cabalístico,El cósmico, la mente universal en su necesidad de adquirir conocimiento sobre sí misma, emite deseos desde el mundo de “Aziluth” el mundo arquetípico hacia la mente “circunscrita del hombre manifiesto”, el cual busca darle creación a estos DESEOS ARQUETÍPICOS a través del mundo de “Briah” o mundo de las creaciones, “Yetzirah” el mundo de las formaciones, y finalmente “Asiyyah” el mundo de las hechuras o manifestaciones.

“Y Creó Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo creó” Gn. 1:27; Algunos cabalistas dicen metafóricamente: “Dios en su deseo de conocerse a sí mismo, creo un espejo para observar su imagen reflejada en él”.

Los arquetipos son deseos de de la mente universal y “la mente no circunscrita” que descienden hacia la mente “circunscrita del hombre encarnado”, el cual los realiza dándole forma, sentido y manifestación.

El alma o “mente no circunscrita” bajo el proceso de la observación de la acción del hombre encarnado, se va conociendo o despertando en su propia realidad original; La mente circunscrita del hombre encarnado aprende y evoluciona por medio de la acción y realización de los deseos de la mente no circunscrita, la cual también aprende y evoluciona junto con el alma universal o cósmica de la cual forma parte.

Objeto y sujeto o sea hombre encarnado y alma se vuelven uno en el proceso de la manifestación de la acción, el alma al observar al hombre encarnado se observa a sí misma en lo observado.

La existencia del hombre encarnado es virtual y finita, que existe mientras la presencia energética del alma y espíritu estén con él; El sentido y propósito fundamental de la existencia es la evolución a través de la adquisición del conocimiento sobre uno mismo.

Los Dioses que el hombre ha tenido, son arquetipos de él mismo, y ambos se afectan, modifican y perfeccionan mutua y eternamente conforme la humanidad avanza en su evolución como consciencia y mente, porque el hombre en última instancia es MENTE, CONSCIENCIA Y CONOCIMIENTO SOBRE SÍ MISMO.

El hombre posee un arquetipo “puro” de él mismo, un modelo, ideal, o anhelo a ser, el cual lo vamos formando a través de la vida y conforme adquirimos conocimientos a través de las experiencias vivenciales con el universo que nos rodea; “Tu eres lo que tu deseo más profundo es. Como es tu deseo, es tu intención. Como es tu intención, es tu voluntad. Como es tu voluntad, son tus actos. Como son tus actos, es tu destino” (3).

El deseo más profundo a realizar es el arquetipo o ideal de hombre perfecto y divino que permanece oculto en lo más profundo de nuestra psique; La realización de este “ideal” es la satisfacción más plena del ser humano, la que aporta paz, armonía, felicidad y realización, sin embargo y paradójicamente, este “ideal” o “anhelo” por alcanzar se aleja en la misma proporción que avanzamos hacia él, nuestra propia mente y consciencia al ir descubriéndolo lo va metamorfoseándolo en un “ser” más perfecto al corregir sus errores y agregarle nuevas virtudes y cualidades.

“El hombre no es la medida del universo, pero si la medida de su conocimientos” pero también podríamos decir que “El conocimiento es la medida del hombre”; ¿Dónde quedaría Juan, María o Pedro sin el conocimiento de su propia historia? El arquetipo como “ideal” forma parte de nosotros mismos, es en cierto modo, la historia de nuestra vida pasada, presente y posiblemente el modelo de nuestro futuro.

Para el hombre todo cuanto existe, incluyendo a Dios, es un reflejo de su propia consciencia. El hombre se observa en lo observado, y no podría ser diferente, porque el Universo y Dios es lo que el hombre alcanza a percibir y comprender a través de su propia consciencia; El hombre mismo es lo que él alcanza a percibir y comprender de sí mismo.

Los Dioses son arquetipos, y “potencialidades” que el hombre va descubriendo y realizando gradualmente en sí mismo; Dios existe y el hombre también, y ambos se dan existencia y realización como arquetipos de sí mismos, porque ambos son una misma cosa o un solo ser.

El hombre manifiesto es el reflejo de Dios, pues fue formado a su imagen y semejanza, y ambos se observan a sí mismos en lo observado.

La meditación es un medio para observar su mundo interior, su realidad espiritual y reencontrarse con su verdadero yo, el alma del hombre.

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” Sal. 8:3-4.

Pax Vobiscum.

Nota:

El presente son reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.

No escribo para todos,sin embargo, todo son invitados a leer.

Bibliografía:

1).- El Libro de los Secretos.- Deepak Chopra.

2).- Enciclopedia.- Wikipedia.

3).- Sincro Destino.- Deepak Chopra.

Biblia de estudio.- Reina-Valera.

https://centauro996.wordpress.com/dioses-arquetipos-y-el-hombre/

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