Hace 225 años se aprobó en Francia la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano
El 26 de agosto de 1789, la Asamblea Nacional Constituyente Francesa aprobaba la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. La Asamblea comenzó su labor en medio de grandes dificultades: La crisis económica, la resistencia del Rey a sancionar su labor, levantamientos populares movidos por el hambre... En definitiva, no era fácil gobernar Francia en palabras de J. P. Bois.
La tarea principal de la Asamblea era elaborar una Constitución. Cuando se estaba en ello, un diputado, Mounier, pensó que debía ir precedida de una Declaración de Derechos:
"Para que una Constitución sea buena, es preciso que se funde en los derechos del hombre y que los proteja; hay que conocer los derechos de la justicia natural concedida a todos los individuos, y hay que recoger todos los principios que deben formar la base de cualquier clase de sociedad política y que cada artículo de la Constitución pueda ser la consecuencia de un principio... Esta declaración habrá de ser corta, simple y precisa" (9 de julio de 1789)
El 26 de agosto, se aprobó el texto de la Declaración, un preámbulo y 17 artículos que recogen:
El hombre tiene unos derechos naturales, inalienables y sagrados
La igualdada ante la ley
La soberanía nacional
La libertad reconocida de forma abstracta
Derechos procesales y garantías jurídicas (como la presunción de inocencia, la irretroactividad de las leyes)
Derecho a la resistencia a la opresión
Libertad de pensamiento
La ley como expresión de la voluntad general
La división de poderes
La propiedad como un derecho sagrado (Eran burgueses)En muchas páginas Web se puede encontrar el texto completo de la Declaración, por ejemplo aquí.
Algunos historiadores han puesto de relieve algunas contradiciones latentes en esta Declaración o han señalado que pudiera haber sido más completa. Esto no puede empañar su importancia, especialmente si no perdemos de vista el momento de su aprobación.
Su influencia posterior ha sido inmensa, en muchos países se aprobaron textos de contenido semejante. Como ejemplo, podemos ver su impronta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobados por la Asamblea General de la ONU en 1948:
Considerando que la libertad, la justicia y la paz del mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana... (...)
Art. 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Art. 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, la libertad y la seguridad de su persona.
Art. 7. Todos son iguales ante la ley...
Art. 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
http://blogdelaclasedehistoria.blogspot.com/2009/08/hace-220-anos-se-aprobo-en-francia-la.html
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