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miércoles, 18 de septiembre de 2013

ETs antes de nuestra Era – América 4

ETs antes de nuestra Era – América 4


 Una leyenda Hopi 


Esparcidos por los Estados de Arizona y de Nuevo México existen todavía 18 mil indios hopi. Los hopi son considerados indios especiales de la América del Norte, tanto por el avanzado aprendizaje cultural de sus antecedentes pre-colombinos, como por los extraños complejos de moradas en la roca. 

En el “Book of the Hopi” (de Frank Waters, Nueva York, 1963), se lee que para aquella tribu el primer mundo habría sido el cosmos infinito, donde existiría Taiowa, el creador. 

Sus ancestros habrían conocido diversos mundos antes de escoger la Tierra. Una leyenda hopi citada en este libro cuenta que en los tiempos antiguos hubo una lucha por la Ciudad Roja del Sur, y que todas las tribus eran formadas por “kachinas” –seres no-humanos y no- terrestres– que actuaban como consejeros y protectores de la tribu. 

A cierta altura de los acontecimientos, los hopis habrían sido cercados por enemigos en la Ciudad Roja del Sur, cuando entonces fueron auxiliados por los kachinas, que providenciaron túneles subterráneos en tiempo record. 

Después los hopi se retiraron, a través de esos túneles, por detrás de esas líneas enemigas, los kachinas así habrían hablado: “vamos a quedar aquí para defender la ciudad. 

Todavía no llegó la hora de nuestro viaje para nuestro planeta distante”. 

Muñecas Kachina – Pueblo Hopi, Arizona, EUA. 

Lo que cuentan los indios 

En las leyendas de los indios brasileros, en sus ritos que, poco a poco, se disipan de sus más viejas tradiciones, existen referencias sorprendentes del contacto de sus antepasados con seres “muy poderosos”. 

Pero no siempre la mentalidad civilizada consigue entender. El Brasil obviamente no escapa de los registros del pasaje de seres fantásticos en un pasado muy remoto. 

Infelizmente, casi no existen investigaciones específicas dedicadas a este tema. La antropología considera a las leyendas indígenas como fruto de una imaginación inocente, la misma que transformó Caramuru en divinidad. Y muy pocos acostumbran pensar en esas leyendas como registros históricos desfigurados por el tiempo. 

El escritor suizo Erich von Däniken, fue a realizar investigaciones al Brasil, después del gran suceso de “¿Eran los Dioses Astronautas?”, alrededor de 1972. Este libro, lanzado en 1969, no fue el primero en tratar la presencia de extraterrestres en la historia. 

Von Däniken no inventó este estudio, pero ayudó a popularizar esa historia como nadie. En el Brasil, von Däniken visitó las ruinas de Siete Ciudades, en el Piauí, donde puede atestimoniar su absoluto abandono, por parte de las autoridades, y la total ausencia de investigaciones, en la época, sobre aquel misterio heredado de la pre-historia brasilera. 

Von Däniken disiente que se puede usar el término “ruinas” para Siete Ciudades: “No existen restos de piedras esparcidos de manera desordenada, que, otrora, podrían haber sido dispuestos en construcciones irregulares. No existen, igualmente, monolitos con cantos agudos y encajes artificiales, semejantes a los encontrados en la altiplanicie boliviana, en Tiahuanaco. 

Ni procurando la manera más metódica posible, ni recorriendo la fantasía más fértil e imaginativa, serían discernibles allí los escalones, las escaleras, o rutas, en cuyas márgenes, antiguamente, habría habido casas para vivir. 

‘Siete Ciudades’ constituyó un solo caos enorme, igual a Gomorra, aniquilada por el fuego del cielo. Allí, las piedras fueron destruidas, desgranadas, fundidas por fuerzas apocalípticas. Y debe hacer mucho, pero mucho tiempo que las llamas voraces contemplaron su obra de destrucción total”. La mayoría de las pinturas e inscripciones de Siete Ciudades están a 8 m de altura del suelo, en paredes de difícil acceso, y permanecen prácticamente indescifrables. 

Uno de los extraños símbolos es muy parecido a la descripción del “vimana” (objeto volador) de la India antigua. 

Hablando con las Estrellas 

Erich von Däniken también colectó algunas leyendas referentes a visitantes del espacio entre indios brasileros. La primera de ellas fue contada por el indigenista Felicitas Barreto, y dijo respecto a la tribu de los caiapós, moradores del Alto Xingu: “Lejos de aquí, en una estrella alienígena, se reunió un consejo de indios que tomó la deliberación de mudar la aldea. Y los indios comenzaron a cavar un agujero en el suelo. 

Ellos cavaban siempre más hondo, hasta que saldrían del otro lado del planeta. El cacique fue el primero en tirarse dentro del pozo, y después una larga y fría noche llegó a la Tierra. 

No en tanto, los vientos allí eran tan fuertes que el cacique fue llevado de vuelta para su tierra natal. ”Entonces el cacique relató su aventura al consejo, contando que había visto un mundo bonito, azul, con mucha agua y muchas arboledas verdes, y dio la sugerencia a los indios para que se mudaran a aquel mundo nuevo. 

El consejo decidió aceptar la sugerencia del cacique y dio la orden a los indígenas de torcer cuerdas largas de copos de algodón. Y por esas cuerdas ellos descendieron por el pozo, despacio, para que de la Tierra no fuesen tirados de vuelta para su planeta de origen. Como hicieron una bajada bastante lenta, entrando en la atmósfera que envuelve la Tierra, lograron terminar la gran jornada y, desde entonces, viven en la Tierra. 

”Al inicio todavía estaba en contacto con su tierra originaria, a través de cuerdas, mas, cierto día, un mágico maleficio las cortó, y, desde esa época, los indios esperan que sus hermanos y hermanas vengan a la cima y ellos se reúnan en la Tierra…” “¿Los indios todavía hablan con las estrellas?”, preguntó von Däniken a la doctora Felicitas Barreto. “No hablan ‘en’ estrellas –respondió ella–, mas sí ‘con’ estrellas. 

Frecuentemente quedan sentados, horas, asegurándose en los hombros, en una fila larga, sin proferir cualquier palabra. Si, después de tal meditación, se pregunta a uno de ellos lo que hizo, ciertamente él quedara debiendo una respuesta. No obstante, son de las mujeres que, en aquellos instantes, los hombres están conversando con el cielo.” 

“¿Estarían rezando?”, preguntó von Däniken. “No, rezando no. Mantienen una conversación silenciosa con alguien de la cima.” 


Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: ETs antes de nuestra Era – América http://www.mysteryplanet.com.ar/site/?p=1487&page=4

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