AMIGOS DEL BLOG

lunes, 16 de septiembre de 2013

ETs antes de nuestra Era – América 2

ETs antes de nuestra Era – América 2 


Palenque es apenas uno de los misteriosos monumentos de piedra encontrados por las Américas. Por eso ninguno hasta hoy sabe responder con absoluta certeza cuál era la función de aquellas inmensas y perfectas construcciones de roca que el tiempo no destruyó. 

La tradición de los pueblos americanos habla de gigantes y dioses venidos del espacio a bordo de naves voladoras, pero la antropología oficial no acepta cualquier relación entre esas leyendas y las construcciones titánicas, y no explica tampoco otras cosas: los mayas tenían un calendario astronómico y astrológico avanzadísimo, mas aparentemente desconocían la rueda; cada escalón de las pirámides mayas fue construido según una orientación milimétrica de esos calendarios; los mayas sabían que Venus tiene 584 días por año, y calcularon que el año terrestre tendría 365,2420 días (las computadoras modernas afirman que el año exactamente es de 365,2422 días); sus tablas astronómicas abarcan períodos de 400 mil años. 


El caracol de Chichén Itzá: ejemplo de un observatorio astronómico maya. 

Orientación de las construcciones de Chichén Itzá, entre las que se destaca la Torre de Caracol. 


¿Los mayas aprendieron esas cosas por sí mismos? ¿Cómo puede un pueblo de conocimientos tan impresionantes entregarse a la práctica de sacrificios sangrientos de sus niños y jóvenes, en honra de los dioses? ¿Quién enseñó esos conocimientos a los mayas? 

Popol Vuh: El libro sagrado de los mayas 

Veamos algunos trechos del Popol Vuh, este libro de los mayas escrito en la lengua quichua. Infelizmente, la traducción fue adulterada en parte por traductores españoles, pero no deja de ser muy interesante: 

“El nombre del lugar para el cual (los dioses) Balam-Quitzé, Balam-Acabe Iqui Balam se dirigieron a la caverna de Tula, siete cavernas, siete gargantas.

También los Tamub y los Ilocab se mudaron allí. Era este el nombre de la ciudad donde recepcionaron a sus dioses… Unos, después otros, dejaron los dioses atrás, y Hacavitz fue el primero… También Mahucutah abandonó su dios. No en tanto, Hacavitz no se escondió en la floresta, mas desapareció en el interior de una montaña desnuda…” 

¿Eso no parece la versión de un motín de los colonizadores? Sigue el Popol Vuh: “Dice que (los primeros hombres) fueron creados y moldeados; no tuvieron madre ni padre, pero, a pesar de eso, eran llamados hombres. 

No fueron nacidos de una mujer, no fueron producidos por un creador o formador, ni por Alom y Caholom, mas sí creados y formados por milagro, por encanto…”. 

Y Popol Vuh parece tener también su propia versión del Diluvio: “(Los dioses) miraban a la distancia y podían discernir lo que sucedía en el mundo. 

Cuando ellos miraban, veían todo alrededor, la cúpula del cielo y el interior de la Tierra. Sin moverse, ellos veían que todo se ocultaba en la distancia. Ellos veían de una sola vez el mundo entero del lugar que estaban. 

Su sabiduría era grande. Sus ojos alcanzaban cada arboleda y montaña y lago, cada colina, mar y valle. 

En verdad, ellos eran hombres asombrosos. 

”Entonces los dioses cubrían sus ojos con un velo e hicieron que las cosas se empañaran como cuando el hálito toca el espejo. Entonces ellos sólo pudieron ver lo que estaba cerca y claro. Así, ellos destruían todo el conocimiento de los primeros hombres.” 

Existen semejanzas entre el Popol Vuh y el Viejo Testamento que dispensan mayores comentarios, como esta extraída de la Parte 2, Capítulo 2: 

“Para toda aquella gente, la naturaleza de tal árbol era maravillosa, por lo que sucedió en el momento en que pusieron entre sus gajos la cabeza de Hun Hunahpu. Y los señores de Xibalbá ordenaron: ‘¡que nadie venga a recoger de esta fruta! Que nadie venga a ponerse debajo de este árbol!’” 

Recordemos una vez más que este es el libro sagrado de los quichuas, uno de los pueblos que hicieron parte de la civilización maya, y que fue escrito muchos años antes de que los españoles surgieran con la Biblia, uno de sus más poderosos instrumentos de dominación. 

Quetzalcóatl 

“Quetzalcóatl” es una mezcla de las palabras “pájaro” (quetzal) y “serpiente del agua” (cóatl). Quetzalcóatl era adorado por los aztecas como el Gobernante divino de la segunda Era, la Serpiente Emplumada, el Pájaro del Trueno, el Lucero de la Mañana. 

Tradicionalmente, era identificado con el planeta Venus. Cuentan las tradiciones aztecas que Quetzalcóatl vino de una tierra extraña del Sol naciente, en trajes claros, y que usaba barba. 

Enseñó al pueblo todas las ciencias, artes y costumbres, y bajó sabias leyes. Hizo el maíz crecer cuando el algodón ya nacía colorido. 

Un día salió en dirección al mar, embarcado en un navío que lo llevó hasta la “estrella del alba”. Curiosamente, ¿esa historia no es muy semejante a la leyenda del Oannes de Sumeria, distante millares de kilómetros de Mesoamérica? 

Por lo tanto, ¿qué habría en común entre los sumerios y los aztecas? ¿La Atlántida? 

La leyenda todavía cuenta que Quetzalcóatl se estableció en Teotihuacán, la monumental ciudad religiosa que hoy se encuentra en territorio mexicano. Y “Teo-Ti-Hua-Khan”, en el antiguo Egipto, significaba “la cabeza de la ciudad de dios, la capital consagrada al Sol”. 

O bien podemos notar que antes del Gran Imperio Inca, los tiahuanacos, a orillas del Lago Titicaca (Perú) conocieron a un símil de Quetzalcoátl: Viracocha, otro “dios instructor”. Las similitudes entre las historias de ambos es más que evidente.


Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: ETs antes de nuestra Era – América http://www.mysteryplanet.com.ar/site/?p=1487&page=2

No hay comentarios:

Publicar un comentario