Autor: Herbert Oré Belsuzarri.
La historia nos relata como vivía la humanidad en el año 999 y estaba profetizado que en el año 1000 terminaría el mundo. Dicen que los hombres y mujeres cambiaron de actitud, de pronto todos se hicieron más buenos para alcanzar el cielo, los templos e iglesias se llenaron de tal cantidad de fieles que no se daban abasto. Los usureros perdonaban las deudas, los ricos compartían con los pobres, todos se arrepentían de sus malas acciones y estaban dispuestos a cambiar, pero el mundo no acabó y todos volvieron a sus andanzas.
Sin embargo el miedo al fin del mundo sigue latente, así como el temor o la esperanza a las profecías más personales que se pueden obtener de los astrólogos y estudiosos de los signos zodiacales. Los hombres más poderosos en todos los tiempos y culturas esperaban que las estrellas les auguren un buen porvenir y si no la posibilidad de conocer, los hechos antes que ocurran, a fin de poder evitarlos. Toda esta “ciencia”, nació en las noches del tiempo, pero fue en sumeria donde se le dio la formalidad y los estudiosos de ella tuvieron un trato muy especial y se escribieron los tratados más antiguos sobre esta materia (1830-1530 a.C. el texto “Oración a los Dioses de los Noche” donde se mencionan 17 estrellas o signos zodiacales al igual que en la tablas de Mul-Apin). Esta ciencia también tuvo una gran importancia en Egipto, Grecia, Roma y todo el mundo accidental. Similar aspecto ocurrió en la India, China, Rusia, África, América, etc. Es decir es un arte universal y sin tiempo. Ya que en la antigüedad como ahora goza de un gran prestigio; ricos y pobres recurren a estos adivinos, astrólogos, magos, videntes o como quiera llamárseles. Hay quienes dicen que su suerte efectivamente cambio gracias a estas artes y otros dicen que es un fiasco, pero allí esta ahora, como en la antigüedad.
Edgar Cayse un profeta moderno ha esbozado un tiempo de inminente catástrofe para gran parte de la tierra, asi estima el deslizamiento del Japón en el Océano Pacifico, terremotos que destruirán California, inundaciones permanentes de ciudades costeras en todo el mundo y la reaparición de antiguos continentes y de nuevas tierras proyectados desde el fondo del océano.
Las profecías religiosas también siempre estuvieron presentes, asi los antiguos profetas judíos hablaban de una batalla final, Armagedón, que ocurriría, después que se restableciere el pueblo judío en su antigua patria. Esta guerra final de aniquilación total, seria ocasionado por pueblos residentes al norte y sur de Israel, con las que se enfrentara el pueblo judío y sus aliados.
Los profetas de los budistas tibetanos anunciaron que el budismo tibetano terminaría después que fuera destronado el decimotercer Dalai-lama. Y la profecía de todos los budistas es que el budismo duraría 2,500 años.
La profecía en el islam, anunciaba que esta duraría hasta que el hombre pusiera el pie en la luna, esto no se cumplió y el Islamismo se mantiene fuerte.
Por otra parte los estudiosos de la gran pirámide también anunciaron que las medidas de ella, encerraban fechas de eventos que afectarían a la humanidad, así ellos predijeron que el fin del mundo ocurriría en el 2001 de nuestra era.
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