EL
SEPULCRO DE HIRAM
Aquí llega la
necesidad de ingresar en el sepulcro del Gran Desaparecido, para buscar aquella
Luz Orientadora que es la única que puede guiarnos en las tinieblas de la
ignorancia en que nos encontramos, por falta del discernimiento que solo se
halla en la Cámara del medio o centro de nuestro ser.
El Sepulcro de
Hiram es, en ese grado, una duplicación de la Cámara del Medio del anterior,
asi como esta, a su vez, repite el símbolo del Cuarto de Reflexión que admite
al profano en el Templo para que llegue al estado de Aprendiz por medio de los
tres viajes alegóricos. Una vez alcanzados los siete anos de la Perfección, hay
que buscar en el centro de esta edad la perfecta realización del Ternario
Ideológico en un Cuaternario Operativo, según lo muestran los primeros siete
arcanos del Tarot1.
La búsqueda en
el centro del ser, como de la edad, es pues, el símbolo fundamental que se nos presenta
en esta cíclica repetición del Cuarto de Reflexión, de la Camara del Medio y
del Sepulcro de Hiram.
Una vez mas el
candidato para un estado o condición superior de progreso, sobre el Camino Filosófico
de la Iniciación, se encuentra frente a los emblemas y a la apariencia de la muerte,
para que sepa buscar, encontrar y manifestar la Realidad de la Vida; en la
oscuridad y en las tinieblas exteriores, que vienen a ser la oportunidad para
la expresión de la Luz interior.
Pero, cuando el maestro
perdido cesa de ser victima de lo aparente, y dirige toda su atención a lo interior,
al centro del lugar (o condición) en que se encuentra, he aquí la Luz, debil al
principio, pero cuya intensidad va creciendo con el poder del discernimiento,
que empieza a manifestarse: es la urna de oro en la que se encuentran las
cenizas de Hiram y su corazón embalsamado.
Este corazón tan
noble y elevado, lleno de Amor, de Benevolencia y de Sabiduría .ha muerto realmente?
.Puede haber cesado de existir? Este astro radiante de Luz, este Obrero
Perfecto que era para los demás un guía y un ejemplo, este Maestro tan hábil en
expresar y traducir los planes del G.・.
A.・., o sea, las
Leyes de la Creación, este Filosofo discreto y solitario, profundo conocedor de
todos los misterios, igualmente amigo y compañero de los reyes como de los mas
humildes obreros, cuyo silencio era no menos elocuente que sus palabras, .puede
haber cesado de existir?. Aquel Ideal Luminoso que nos guiaba y dirigía en
nuestras mas elevadas aspiraciones, en nuestros pensamientos mas nobles, en
nuestros deseos mas profundos, .ha desaparecido realmente para siempre del horizonte
de nuestra conciencia, en el sepulcro de las circunstancias, necesidades y
consideraciones materiales?
He aquí la
silenciosa y solitaria meditación a la cual ha de entregarse el maestro
simbólico perdido en la ilusión de las consideraciones profanas, delante de la
mística urna de oro, la Realidad Inmortal de cuyo contenido todavía ignora y
desconoce. Y en este sepulcro ha de permanecer hasta que una Luz deslumbrante,
que emana de aquel centro de Infinitas Posibilidades, lo aparte para siempre
del dominio de la duda y de la ilusión. En las tinieblas ha de manifestarse la
Luz que debe guiarlo.
En el Reino de
la Muerte y de las sombras ha de aparecer la Vida que todo lo anima hacia una Meta que no es menos real, aunque
desconocida.
Tomado de:
Manual de
Maestro Secreto de Aldo Lavagnini.
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