Publicado por: Jorge Ramos
[...] tecnología alienígena fue utilizada en muchas de las estructuras de las grandes culturas de la antigüedad, [...]
Hace unos meses, el descubrimiento de una red de canales subterráneos en la ciudadela del templo de Chavín de Huantar dio la vuelta al mundo y causó revuelo entre los entendidos. Losmás de veinte canales subterráneos descubiertos en el área que ocupan los restos arqueológicos de la cultura Chavín, considerada por la historia tradicional como la más influyente civilización del Perú pre-incaico, o el primer gran Horizonte cultural peruano, pueden enrumbar la historia del Perú antiguo hacia parajes insospechados.
Para Los Divulgadores, el descubrimiento de los canales de Chavín es un importante indicio que apoya las teorías de Zecharia Sitchin sobre la relación entre los extraterrestres Anunnaki y las antiguas culturas del planeta, específicamente, las culturas que poblaban el Perú antiguo.
Luego del descubrimiento, la posición oficial de los arqueólogos peruanos es que los canales habrían sido utilizados para aumentar el efecto de los rituales mágico-religiosos que se llevaban a cabo en el templo de Chavín y para reforzar el poder de la élite sacerdotal que estaba a la cabeza de esta cultura.
Algunos arqueólogos sostienen que existen más de cincuenta canales subterráneos
en el complejo arqueológico de Chavín.
Lo curioso es que ahora la arqueología oficial ha tomado como suyo un argumento que fue desdeñado por excéntrico durante mucho tiempo, quizás porque originalmente había sido esbozado por investigadores que proponían una visión alternativa de la cultura Chavín.
LOS ANUNNAKI EN CHAVÍN
Según Zecharia Sitchin, alrededor del 15,000 AC, los Anunnaki cruzaron el Perú desde los Andes hacia la costa en búsqueda de oro. Este viaje llevó a los Anunnaki desde Tiahuanaco, en el altiplano boliviano, hasta la pampa de Nazca pasando por Chavín de Huantar.
En la teoría de Sitchin, los canales de Chavín no habrían servido solo para rituales mágico-religiosos sino que fundamentalmente habrían sido utilizados para el tratamiento de metales como el estaño y el oro. Chavín, habría sido una planta de procesamiento de metales creada por los Anunnaki.
Si bien Tiahuanaco siempre ha sido el lugar relacionado a los Anunnaki de Zecharia Sitchin,
Chavín parece haber sido otro punto crucial en su recorrido por el territorio peruano-boliviano.
En la planta de Chavín, se habría procesado no solo el oro que los Anunnaki pudieron haber encontrado en las ricas montañas de la región que albergaban además otros minerales como plata y cobre sino que también se habría procesado el oro que llegaba desde otras zonas del Perú en las que se encontraban los Anunnaki.
Si tomamos en cuenta la teoría que propone a Chavín como un centro ceremonial en el que se depositaban ofrendas venidas de la Costa, la Sierra y la Selva, el oro del templo de Chavín debió ser un tesoro de considerable cuantía y variedad que bien podría haber sido tomado por los Anunnaki.
Evidencias de este tesoro, son las piezas de oro encontradas en Chavín de Huantar. Específicamente, el collar de Kunturhuasi y el llamado Tesoro de Chongoyape, con su pieza maestra el pectoral de Cupisnique.
Los canales de Chavín habrían sido construidos por los Anunnaki y serían evidencia de que en Chavín funcionó una planta de refinamiento de metales similar a la que los Anunnaki construyeron antes en Tiahuanaco.
Tres piezas de orfebrería atribuidas a la cultura Chavín en las que se puede apreciar
las refinadas técnicas de esta cultura para trabajar el metal.
La planta de procesamiento Anunnaki de Tiahuanaco
Las teorías de Zecharia Sitchin sobre la posibilidad de que Tiahuanaco haya sido una planta Anunnaki de procesamiento de metales se basan en las observaciones del arqueólogo austríaco Arthur Posnanki (1873-1946) quien dio cuenta hace más de cincuenta años de la existencia de una red de canales subterráneos que cruzaban la ciudad de Tiahuanaco.
Aunque Arthur Posnanski es considerado por la comunidad arqueológica como un aventurero excéntrico sin método científico, sus afirmaciones vienen siendo confirmadas con el paso de los años.
Según el arqueólogo Oswaldo Rivera Shunt, encargado del Museo de Sitio Lítico Monumental de Tiahuanaco y Jefe del Centro de Investigaciones Arqueológicas del Lago Titicaca, no existe duda alguna sobre la existencia de canales subterráneos en Tiahuanaco. Estos recorren kilómetros y están clasificados en dos grupos. Si bien esto no es evidencia del contacto entre los Anunnaki y los habitantes de la cultura Tiahuanaco, sí es un indicio importante que apoya las teorías de Sitchin.
El primer grupo de canales se encuentra a varios metros de profundidad y ha sido denominado “cloacas máximas” pues, según la arqueología tradicional, servían para drenar las aguas de la lluvia. El segundo grupo de canales subterráneos fue construido en piedra y es el más numeroso ya que ya que su recorrido total se cuenta en miles de metros.
Uno de los túneles de Tiahuanaco explorados en el 2008 por la
Akakor Geographical Exploring Society durante su expedición “Akapana 2008″.
¿Fueron los Anunnaki quienes construyeron estos túneles?
(Foto cortesía de Akakor Geographical Exploring Society.)
Si bien la posición oficial de la comunidad arqueológica es que los canales de Tiahuanaco servían para drenar agua y generar agua potable, existen muchos canales a los que aún no se les encuentra una función determinada.
No solo eso, Rivera Shunt confirma los hallazgos de Posnanki quien afirmaba que muchas partes de la ciudad de Tiahuanaco estaban recubiertas con placas de oro. Esto refuerza las teorías de Zecharia Sitchin que afirman que en la planta Anunnaki de refinamiento de metales de Tiahuanaco se conocían avanzadas técnicas metalúrgicas de fundición:
“Tiahuanaco fue una ciudad sumamente hermosa. Hemos encontrado que gran cantidad de puertas, dinteles, etc, no sólo están finamente esculpidos, como el de la Puerta del Sol, que es el más conocido, sino que también se les rodeaba con una placa de oro. Además hay una serie de perforaciones para colocar clavos del mismo material y en las excavaciones los hemos encontrado; en cambio, las placas no las hemos encontrado, porque se las llevaron no sabemos si los incas, los españoles o quienes vinieron después a excavar. Así pues, tenemos que Tiahuanaco es un monumento a la piedra, por la excelencia de trabajo que tiene este material; en segundo lugar, estamos viendo grandes bloques unidos a otros grandes bloques a través de grapas metálicas de hasta 23 kilos de peso, que han sido fundidas in situ, para que estas piedras puedan apretarse unas con otras.” (Entrevista de Oswaldo Rivera Shunt en mundosophia.com)
Uno de los túneles de la pirámide de Akapana en Tiahuanaco fotografiados por la
Akakor Geographical Exploring Society durante su expedición “Akapana 2008″.
(Foto cortesía de Akakor Geographical Exploring Society)
La teoría oficial sobre los canales de Chavín
La posición de la comunidad arqueológica sobre los canales de Chavín es radicalmente opuesta a la teoría de Sitchin y la planta Anunnaki de refinamiento de metales. Para la arqueología tradicional peruana, los canales de Chavín eran utilizados para producir efectos especiales de sonido que reforzaban la experiencia del recorrido iniciático de aquellos que consultaban al oráculo o los que eran iniciados como nuevos sacerdotes de Chavín.
El rugido que producía el agua al ser liberada de su cautiverio y recorrer los canales servía para inculcar miedo y dar un aura de misterio a los rituales realizados.
Uno de los hallazgos que podría reforzar la teoría oficial sobre los canales de Chavín es que en los mismos se han encontrado ofrendas de cerámicas y animales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que similares ofrendas se han encontrado en varias líneas de Nazca y nadie ha avanzado la idea de un oráculo para explicar el significado de los gigantescos dibujos de la pampa. Es decir, las ofrendas encontradas en los canales de Chavín no tienen porque necesariamente implicar que estos se usaron exclusivamente con fines rituales.
La teoría del rugido del agua podría funcionar, como en otras culturas, si se tratase de una pequeña red de canales subterráneos cuyo objetivo era el almacenamiento del líquido en épocas de sequía para que el caudal de agua que siempre fuese suficiente para generar el misterioso estruendo que aturdía a los visitantes del templo.
El arqueólogo John Ricks, señalando uno de los canales subterráneos de Chavín.
Pero tratándose de una red de más de veinte canales, algunos arqueólogos hablan hasta de setenta, el sentido de este trabajo hidráulico cobra otro matiz.
Tratemos de dilucidar si existen otros indicios que apoyen la teoría de la planta Anunnaki de refinamiento de metales.
Chavín de Huantar se encuentra en la confluencia de los ríos Mosna y Huahuesca, así como la capital de Tiahuanaco se sitúa sobre la confluencia de los ríos Tiahuanaco y Katari. Ambas culturas son consideradas los dos grandes horizontes culturales del Perú pre-inca y asombran, entre otras razones, por su avanzada ingeniería hidráulica.
Por otro lado, según las teorías de Zecharia Sitchin, ambas culturas estuvieron en contacto con los Anunnaki y ambas alojaron plantas Anunnaki de procesamiento de metales.
¿Simple coincidencia o simplemente son las huellas que dejaron los Anunnaki en su búsqueda de oro en tierras peruano-bolivianas?
Dos de los canales subterráneos de Chavín en pleno proceso de restauración.
Estos podrían haber sido construidos por los Anunnaki o por sus seguidores.
(Foto cortesía del Global Heritage Fund.)
Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú, el río Mosna, sobre el que se asienta el complejo arquitectónico de Chavín, se caracteriza por presentar un caudal turbulento capaz de formar remolinos peligrosos y correntadas en épocas de lluvia. Su caudal es tan grande que algunos pobladores de la zona recurren a sus aguas para el funcionamiento de sus molinos.
Entonces, si el río Mosna es capaz de mover molinos no es descabellado suponer que una correcta canalización de sus aguas pudo servir para el refinamiento de metales tal y como sucede en la minería andina tradicional. Podríamos especular que este refinamiento dependía de una tecnología que la ciencia actual aún no ha llegado a descifrar o descubrir.
Zecharia Sitchin sostiene que los Anunnaki pasaron de Tiahuanaco a Chavín, para luego terminar su recorrido en la pampa de Nazca, que habría sido el último lugar del planeta Tierra en el que se asentaron estos seres extraterrestres antes de partir hacia su planeta de origen, Nibiru.
El canal de Chavín denominado “Rocas Altas” durante su restauración en el 2011.
(Foto cortesía de Global Heritage Fund.)
La explanada de Nazca habría servido como el centro de operaciones en el que los Anunnaki cargaron el oro recogido y despegaron en sus naves hacia el espacio.
En las próximas entregas revisaremos una interpretación alternativa de la cultura Nazca a partir de su relación con estos seres extraterrestres. Nos ocuparemos, en detalle, de los indicios que se encuentran en las enigmáticas líneas del desierto, en la iconografía de la cerámica Nazca y en los templos de esta cultura.
La ruta Annunaki del Perú
En general, los rituales mágico-religiosos en el Perú pre-colombino se realizaban en huacas especialmente acondicionadas para que el sacerdote tuviese una presencia sobrenatural sorprendiendo a los peregrinos al sobredimensionar el sonido de su voz a través de túneles que magnificaban el eco de sus palabras.
La teoría que sostiene que los canales de Chavín solo servían para generar el rugido del agua
es demasiado simplista para explicar una red de setenta canales subterráneos.
Como se prueba en Pachacamac y en otras huacas de la Costa como la Huaca Pucllana de Lima,para esto no se necesitaban setenta canales subterráneos ni complicados prodigios arquitectónicos. Bastaba con un adecuado uso de la huaca que era justamente construida para cumplir con el rol de magnificar la figura de la autoridad religiosa.
Si bien la geografía de la Sierra no facilita el uso de la tierra para este tipo de construcciones, esto no impide que la idea de la huaca costeña haya sido utilizada para construir las huacas del ande peruano. Después de todo, la historia tradicional nos enseña que la cultura y la religión pasaron de la Sierra a las tierras costeñas.
Los Divulgadores creemos que estamos en los albores de una serie de descubrimientos que abrirán nuevas interrogantes sobre la formación y la identidad de la cultura en el Perú. Todo parece indicar que en la zona del actual departamento de Ancash encontraremos respuestas sorprendentes que nos harán cambiar nuestra percepción de la historia de esta parte del mundo. Los canales subterráneos de Chavín son solo la punta del iceberg, queda todavía mucho por descubrir.
Dos cráneos alargados pertenecientes a habitantes de las culturas del antiguo Perú que
Brien Foerster ha fotografiado durante sus investigaciones.
(Fotos cortesía de Brien Foerster)
Los Divulgadores estamos convencidos que tecnología alienígena fue utilizada en muchas de las estructuras de las grandes culturas de la antigüedad, especialmente en las que se desarrollaron en América Latina. Estos avances tecnológicos habrían sido aplicados por los Anunnaki en la Tierra pero no replicados por los humanos, quienes probablemente nunca entendieron las leyes científicas que permitían su funcionamiento. Por esto, cuando estos seres regresaron a su planeta, los antiguos pobladores de esta parte del mundo quedaron huérfanos de tal tecnología.
Evidencia tangible de esta presencia extraterrestre en las tierras del antiguo Perú podrían ser las cabezas deformes que encontramos, curiosamente, en las culturas que conforman la hemos decidido denominar como “la ruta Anunnaki del oro del Perú” y que también será motivo de una próxima entrega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario