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lunes, 29 de septiembre de 2014

Bruselas, "hija" de la masonería

Bruselas, "hija" de la masonería

En pocas capitales europeas la masonería ha dejado una impronta tan perenne y visible como en Bruselas. No sólo la capital belga debe a la masonería su prestigiosa Universidad Libre de Bruselas (ULB), sino que la vasta red actual de escuelas municipales laicas tampoco existiría sin la tenacidad y el empuje de las logias masónicas a lo largo del siglo XIX y su influencia decisiva en el ayuntamiento de la capital.


La remodelacion del centro de la ciudad en el siglo XIX fue diseñada por dirigentes políticos y arquitectos masones. Muchos de los edificios emblemáticos son obra de aquitectos masones, como Victor Horta y Paul Hankar. Hasta la restauración de la Grand Place, que le devolvió todo su esplendor barroco perdido, fue el resultado de la perseverancia del alcalde Charles Buls y de un grupo de arquitectos y escultores masones, como Adolphe Samyn y Victor Rousseau.

Numerosos edificios de la ciudad, viviendas y monumentos aún conservan visibles símbolos masónicos. Incluso el diseño del parque central de Bruselas reproduce con sus avenidas, jardines y estanques los principales símbolos masónicos. El compás, la plomada y el cincel son inmediatamente perceptibles con una simple mirada a un mapa o una foto aérea del parque, mientras que las demás herramientas (mazo, escuadra, paleta, martillo) aparecen dibujadas en el diseño de los jardines. No en vano, Charles de Lorraine, gobernador general austriaco de Bélgica cuando se construyó el parque en la segunda mitad del siglo XVIII, era un miembro destacado de la logia Saint-Charles.

Posteriormente, en el extremo hundido del parque próximo al Palacio Real, se inscribieron en el muro las siglas invertidas del acrónimo VITRIOL, la famosa fórmula latina asociada al proceso de iniciación masónica: “Visita InterioraTrerrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem”. Es decir, “visita el interior de la Tierra y rectificando descubrirás la piedra escondida”, en referencia a la reflexión sobre uno mismo para crecer y desarrollarse. Esta inscripción se encuentra en el decorado del gabinete de reflexión, por el que pasa el futuro iniciado antes de ser conducido al interior del templo con los ojos vendados para la ceremonia de iniciación.

Tras la independencia de Bélgica y a lo largo del siglo XIX, la masonería desempeñó un papel fundamental en el desarrollo político del país y muy especialmente en su capital. Todos los alcaldes de Bruselas de ese siglo hasta 1909 fueron masones, con la excepción de Adolphe Max, Posteriormente, numerosos alcaldes han sido también masones e incluso se asegura que el actual, el socialista Freddy Thielemans, comparte esa filosofía, pero las logias guardan su tradicional reserva y secreto sobre sus miembros vivos.

Ante el monopolio católico de la enseñanza universitaria en Bélgica, el jurista Pierre Théodore Verhaegen, gran maestro de la logia Los Amigos Filantrópicos, impulsó en 1834 la creación de una universidad laica, totalmente independiente del Estado y de la Iglesia y regida por el principio de la libertad de pensamiento. Con el respaldo del alcalde de Bruselas, Nicolas Rouppe, también miembro de la misma logia, la nueva universidad nació el 20 de noviembre de 1834.

Durante numerosas décadas la Universidad Libre de Bruselas sólo consiguió sobrevivir a la hostilidad de la Iglesia y del Estado durante los gobiernos conservadores gracias a las ingentes contribuciones financieras de las logias masónicas y al apoyo del ayuntamiento de la capital.

La creación de la ULB y el creciente prestigio de los masones en el naciente país desencadenaron una ofensiva clerical frontal, que culminó con la condena pública de la masonería por el episcopado en 1837, que se fue leída en todos los púlpitos de Bélgica. La condena eclesial condujo al abandono de las logias por parte de los católicos y a la afiliación en masa de los anticlericales, lo que dio un ímpetu decisivo a la politización de la masonería en Bélgica.

Las logias masonas belgas del siglo XIX, a diferencia de las británicas y norteamericanas, decidieron implicarse activamente en la política e impulsaron la creación del Partido Liberal belga para contrarrestar el omnipresente diktat católico en todas las esferas de la vida pública y privada de los ciudadanos.

Las elites intelectuales del país pensaban que las libertades de la Constitución de 1830 sólo servían a los intereses católicos: multiplicación de las escuelas primarias dirigidas por el clero, duplicación en pocos años de la población de las órdenes religiosas e intervenciones reiteradas del episcopado en las elecciones.

Bajo el impulso de Verhaegen y de las logias masónicas se organizaron las asociaciones liberales, que condujeron el 14 de junio de 1846 a la creación de Partido Liberal en la sala gótica del Ayuntamiento de Bruselas. Al año siguiente obtuvo una gran victoria en las elecciones que permitió la constitución del primer gobierno liberal de Bélgica. “La masonería se ha convertido en la cabeza y la vanguardia del Partido Liberal”, proclamó en esa época con entusiasmo el editor Albert Lacroix.

Las logias masónicas concentraron sus esfuerzos políticos en lograr la laicidad del Estado, en promover una enseñanza pública laica, obligatoria y de calidad, en instaurar la educación femenina, en la reglamentación del trabajo de las mujeres y los niños, el matrimonio civil y en establecer el sufragio universal. La desaparición del sufragio censitario, por el que tanto habían luchado, al ampliar enormemente el electorado, privaría a los masones en los albores del siglo XX de su antiguo papel político determinante. Pero durante la segunda mitad del siglo XIX casi la totalidad de la elite liberal bruselense estaba afiliada a alguna logia masónica.

Una de las batallas más duras que tuvo que librar la masonería en el siglo XIX fue arrebatar a la autoridad clerical la enseñanza municipal para transformarla en un modelo de escuelas públicas laicas, con métodos pedagógicos avanzados y profesorado con formación especializada.

La red de escuelas primarias se completó con cursos nocturnos para adultos, gimnasios populares, guarderías, escuelas maternales, bibliotecas y centros de enseñanza media y profesional. Esa red de escuelas municipales, orgullo de la capital belga, sirvió de modelo para la reorganización de la enseñanza primaria en el país y fue imitada en el extranjero.

Otra de las grandes batallas de la masonería fue el combate para secularizar los cementerios, que la Iglesia consideraba como propiedad suya, y poner fin a la práctica eclesial de condenar a los librepensadores a ser enterrados en el rincón de los criminales.


A pesar de haber logrado el Ayuntamiento de Bruselas imponer la propiedad municipal a los cementerios para que estuvieran abiertos a todos sin ningún control de la Iglesia, la estrategia de intimidación de los medios eclesiásticos era tan grande sobre las familias y las personas que se negaban a someterse al ritual católico, que las logias tuvieron que organizar ceremonias civiles para amparar a sus miembros. Numerosas personas dejaban asimismo redactados testamentos masónicos para rechazar por escrito cualquier ritual religioso en su entierro.

El fallecimiento de Pierre Theódore Verhaegen, fundador de la ULB, dio pie en diciembre de 1862 a un gran funeral masónico y un cortejo fúnebre en el que los miembros de las logias desafiaron al clérigo portando ostentosamente por la calle sus insignias y hábitos masónicos.

Verhaegen, pese a las presiones de su familia, se negó a recibir los últimos sacramentos y dejó por escrito su rechazo a cualquier presencia eclesial o funeral religioso en su testamento, lo que convirtió su entierro en uno de los grandes momentos históricos de las luchas confesionales de Bélgica.

Casi 16 años después, el entierro de Enerst Allard, otro político liberal masón, en 1878 movilizó de nuevo masivamente a todas las logias de Bruselas para defender la libertad de pensamiento frente a la presión católica.

Allard, varios años antes de su muerte, dejó también un testamento escrito con instrucciones precisas para evitar cualquier interferencia religiosa en su funeral e incluso pidió a los miembros de su logia que le protegieran si era necesario del acoso religioso en sus horas postreras.

De esa titánica lucha decimonónica ha quedado la práctica frecuente actual de las esquelas masónicas que aparecen en el diario Le Soir, donde se destaca bajo el símbolo tradicional del compás y la escuadra que la persona falleció "fiel a sus convicciones filosóficas".

(Una versión más corta se publicó en El Periódico el 12 de julio de 2008)

http://www.altairblog.com/usuario/eOliveras/blog/16/Bruselas_hija_de_la_masoner%C3%AD

2 comentarios:

  1. MAÇONARIA NA ARTE DO PENSAR COMENTA a segunda frase do oportuno enfoque do Ir.: Vicente Alcoseri do fechado grupo Masoneria.

    ¿Debe la Masonería Permanecer así tal cual fue? – Deve a Maçonaria permanecer assim, bem como foi?

    O problema não consiste em alterar, e sim esclarecer as suas verdades de partes obscuras. As atuantes Instruções Maçônicas foram e continuam sendo de formação do Companheiro de pouca gente, por questões de dar formação de civilidade primária, na prontidão do comportamento que é ainda mutante de sentimentais impulsos instintivos de vaidades, orgulhos, paixões, etc. O que limita o homem no pouco pensar individual, contraditório e muito conflitante na atualidade.

    Cabe se atentar nesta atualidade de muita gente em superlotação, para o fato que ela é de natureza esclarecedora, explicada pela verdade ser a LUZ QUE EMANA DO HOMEM e que também a superlotação é naturalmente de desenfreada globalização, no muito esparramar desumanamente o homem, da antiga cidade horizontal de pouca gente. Reúne-se o homem é na cidade vertical dos altos prédios que reúne muita gente.

    Tanto as Instruções Maçônicas como as Rosacruzes e as demais místicas e religiosas estão fundamentadas em verdades de partes obscuras, a que cabem as crenças em fé.

    O homem neste estado de crença em fé é de pouca LUZ, na causa da desigualdade dos modos de pensar, que, além de gerar insegurança provoca a desigualdade social e partidária.
    De pouca LUZ se é dependente e sujeito a desgovernar-se, desencaminhar-se, etc. Justifica a necessidade de um presidente governante, mas, ocorre que tal PRESIDENTE, é também um homem de pouca LUZ.

    Nesta cultura primária de pouco pensar individual se é incapaz de ensinar o outro homem a PENSAR. Fato, pelo qual o GOVERNANTE tenta manter a ordem, utilizando da força da LEI e da polícia. Ainda de conhecimentos muito superficiais nem percebe que a sua ação, gera uma reação.

    A cidade horizontal de pouca gente muito se esparramou na atualidade de muita gente, perdendo o seu racional urbanismo de pouca gente. Nisso o homem DESGOVERNOU-SE da civilização e socialização nas oficinas de estudos e trabalhos no mais viver desumanamente engarrafado e em competições, como si vive nos campos de batalhas. TFA.

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  2. ¿Cree usted la Masonería deba Cambiar? - Você acha que a Maçonaria deveria mudar?

    A Maçonaria não deve mudar, sua constituição cultural é graduada para a época de pouca gente. Explico que as nossas atuantes instruções Maçônicas correspondem ao Grau 1 em primeira escola e do Grau 2 em segunda e terceira escola, correspondem à cultura primária, que é instrução comportamental de base individual, no formar o Companheiro partidário de pouco pensar individual de pouca gente.


    Nesta era de muita gente em superlotação de tendência esclarecedora e globalizante as antigas e ainda atuantes instruções Maçônicas, Rosacruzes e demais místicas e religiosas por serem fundamentadas em verdades de partes obscuras, a que cabem as crenças em fé, estão a formar o cidadão de primário comportamento de BASE INDIVIDUAL, permissivo do pensar em cobertura de proteção e beleza em esquadro de baixa coluna pensante, construtor da casa térrea de muito pouca gente, no muito esparramar desumanamente a antiga cidade horizontal de pouca gente.

    Portanto, as verdades de partes obscuras devem ser esclarecidas, a adequarem-se atualizadas na formação do futuro cidadão de comportamento de BASE COLETIVA, que é permissivo de elevar a capacidade a pensar coletivo, no esquadro de alta coluna social pensante de nivelado comportamento de base coletiva.

    Afinal, a verdade é a LUZ que emana do Homem, assim, se ela é de parte obscura, o homem é de FRACA LUZ a transmitir dúvidas, inseguranças. Assim, além de transmitir a insegurança, proporciona a desigualdade dos modos de pensar em consequência da desigualdade social e partidária do pouco pensar individual.

    Isso é muito contraditório na atualidade de muita gente em superlotação, que é de tendência esclarecedora e globalizante. Ou esclarece a verdade globalmente, ou se viverá em futuro próximo, o CAOS! As constantes catástrofes são sinais de alertas!

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