Blancanieves, los siete enanitos... y los rosacruces
Las creencias rosacruces sobre la reencarnación están codificadas en la historia de Blancanieves y los siete enanitos. Al morir Blancanieves, la colocan en una caja de cristal, una legendaria costumbre de los rosacruces. Asimismo, en el Nuevo Testamento se habla de la misma: los primeros cristianos creían en ella y los cristianos de más alto rango han creído en ella en secreto desde entonces.
En realidad la historia trata de un solo personaje. Tanto la madre, (la idea primaria), como el padre, (el generador), la madrastra, (la mente), Blancanieves, (el alma pura), o los enanos, (los que fabrican este universo), el bosque, (el universo físico),son diferentes facetas y actitudes del mismo ser.
El rey, se vuelve a casar. La nueva reina, que es una hechicera poderosa, posee un espejo mágico. El espejo representa el principio de correspondencia, lo que es arriba es abajo. Si uno lo mira se da cuenta, especula. De ahí viene la palabra especular. La imagen está invertida pero es igual a la otra.
Por supuesto, el espejo responde a cualquier pregunta que a menudo le haga la mente. Pero cuando Blancanieves llega a la edad de siete años, el primer septenio donde se afirma el yo, por eso a esa edad se nos caen los dientes, llega a ser tan hermosa como el día. La niña va cambiando. Podría relacionarse con el principio de Vibración. Nada está inmóvil; todo se mueve. Aquí el símbolo del primer septenio de la niña es importante porque es cuando cambia los dientes y se afirma la personalidad. La mente no resiste que habiendo adquirido el conocimiento sobre “La Belleza”, compruebe que le falte todavía más. Las artimañas de la mente hacen que trate de destruir lo que no puede construir.
La reina se pone celosa, y da órdenes a un cazador, etc.En síntesis “La Belleza” tiene que luchar contra la mente. La envidia, los celos, la ira, la codicia, la trampa, el engaño, el poder, etc. Éstos no son más que diferentes nombres de la mente.
El alma bella e inocente cuando encarna en este plano de repente se encuentra en un letargo. Para encarnar le dan un cuerpo con ojos. Estos ojos sirven para ver lo externo. Con estos ojos, todo lo que ve aquí parecería que fuera lo único cierto. Sobre esas imágenes se dedica a especular y según la experiencia que va adquiriendo, juzga. El príncipe es el Maestro que pasa por ahí buscando esas almas adormecidas. Esta elección depende de que se encuentren aletargadas. Necesita que estén adormecidas, que hayan cerrado los ojos hacia lo externo. Al verlas en ese estado las rescata, las protege, “se enamora de ellas”, las inicia, entonces en el trayecto de vuelta a su morada les abre los ojos, les saca el bocado envenenado que les ha dado a comer la mente y las revive Veamos cómo coincide todo esto con la historia de Blancanieves
En la ilustración se pueden ver los siete metales en correspondencia con los siete planetas.
FUENTE: Atanor ediciones
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