ABRAHAM IV
Herbert Oré Belsuzarri
ABRAHAM Y LA GUERRA DE LOS DIOSES.
¿Quiénes eran los otros dioses o reyes que se estaban ganando la fidelidad de las ciudades cananeas? Pues no eran otros que Marduk, intrigando desde su cercano exilio, y su hijo Nabu, que recorría la zona oriental de Canaán buscando adeptos. Tal como indican los nombres de los lugares bíblicos, toda la tierra de Moab quedó bajo la influencia de Nabu: a esta tierra también se le conoció como Tierra de Nabu, y muchos de sus lugares recibieron su nombre en su honor; el pico más alto conservó su denominación -Monte Nebo- durante los milenios que siguieron.
¿Pero quién era Marduck? Era el Dios sumerio Enlil, al que Abram llamaba Yahveh.
Marduk
Éste es el marco histórico en el cual el Antiguo Testamento narra la invasión del este. Pero, aún desde el punto de vista bíblico, que es la narración de los relatos mesopotámicos de los dioses desde la óptica monoteísta, fue una guerra poco habitual: el propósito aparente –evitar una rebelión general- parece un aspecto secundario en la guerra; el verdadero objetivo, era el control de un cruce de caminos en un oasis del desierto, que nunca se alcanzó.
Tomando la ruta meridional de Mesopotamia a Canaán, los invasores se dirigieron hacia el sur por Trans Jordania, siguiendo la Calzada del Rey, atacando puestos avanzados de vigilancia de los puntos de cruce del Jordán: Ashterot-Carnáyim, en el norte; Cam, en el centro; y Shaveh-Quiryatáyim, en el sur.
Según el relato bíblico, el objetivo de los invasores era un lugar llamado El Paran, pero no consiguieron llegar a él. Bajando por Trans Jordania y circundando el Mar Muerto, los invasores pasaron junto al Monte Seír y avanzaron hacia El Paran, que está frente al desierto. Pero se vieron obligados a virar hacia En Mishpat, que es Kadesh. Nunca llegaron a El Paran (¿Lugar Glorificado de Dios?); de algún modo, los invasores se vieron obligados a retroceder hasta En Mishpat, también conocido como Kadesh o Kadesh-Barnea.
Sólo entonces, cuando volvían a Canaán, es cuando el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Admá, el rey de Seboyim y el rey de Belá, que es Soar, presentaron batalla en el Valle de Siddim.
La batalla con estos reyes cananeos se dio, en una fase tardía de la guerra, y no fue su primer objetivo. Hace casi un siglo, H. C. Trumbull en un minucioso estudio titulado Kadesh-Barnea, llegó a la conclusión de que el verdadero objetivo de los invasores era El Paran, que identificó correctamente como el oasis de Nakhl, en la llanura central del Sinaí. Pero ni él ni ningún otro ha podido explicar por qué una gran alianza iba a enviar un ejército hacia un objetivo situado a miles de kilómetros de distancia para alcanzar un aislado oasis en una inmensa y desolada llanura.
¿Para qué tenían que ir allí, y quién les bloqueó el camino hacia Kadesh-Barnea forzando a los invasores a dar la vuelta? No se han dado respuestas; y ninguna respuesta puede tener sentido excepto la que ofrece Zecharia Sitchin: lo único importante del destino era el Espaciopuerto, y el que bloqueó el camino hacia Kadesh-Barnea fue Abraham.
Desde la más remota antigüedad, Kadesh-Barnea fue el punto más cercano a la región del Espacio puerto al que podían llegar los seres humanos sin un permiso especial. Shulgi había ido allí a rezar y a realizar ofrendas al Dios Que Juzga y, casi mil años antes que él, el rey sumerio Gilgamesh se detuvo allí para obtener el adecuado permiso. Era el lugar al que los sumerios llamaban BAD.GAL.DINGIR y Sargón de Acad denominaba Dur-Mah-Ilani, que aparece claramente en las inscripciones como un lugar de Tilmun (la península del Sinaí).
Zecharia Sitchin, Sugiere que era el lugar que la Biblia llamó Kadesh-Barnea; y allí permaneció Abraham con sus tropas de élite, impidiendo el avance de los invasores hasta el mismo Espacio puerto de los anunnaki.
Las insinuaciones del Antiguo Testamento se convierten en información detallada en los Textos de Codorlaomor, que aclaran que la guerra pretendía evitar el regreso de Marduk, así como frustrar los esfuerzos de Nabu por alcanzar el Espacio puerto. Estos textos no sólo nombran a los mismos reyes que se mencionan en la Biblia, ¡sino que incluso repiten los detalles bíblicos del cambio de fidelidades “en el año décimo tercero”. Pero, antes de recurrir a los Textos de Codorlaomor para obtener detalles sobre el marco bíblico, deberíamos recordar que fueron escritos por un historiador babilonio que apoyaba el deseo de Marduk de convertir a Babilonia en “el ombligo celeste de las cuatro regiones”. Y para frustrar esto, los dioses que se oponían a Marduk, le ordenaron a Codorlaomor que invadiera Babilonia y la profanara:
Los dioses...
a Kudur-Laghamar, rey de la tierra de Elam,
ordenaron: «¡Invádeles!»
Llevó a cabo aquello que para la ciudad era malo;
en Babilonia, la preciosa ciudad de Marduk, '
se hizo con la soberanía;
en Babilonia, la ciudad del rey de los dioses, Marduk,
derrocó la realeza;
convirtió su templo en una guarida de perros;
los cuervos de sonoro graznido dejaron caer sus excrementos allí.
El saqueo de Babilonia no fue más que el comienzo. Tras las “malas acciones” que se cometieron allí, Utu/Shamash intentó enfrentarse a Nabu, que, según decía en su acusación, había subvertido la fidelidad de cierto rey a su padre, Nannar/Sin. Y esto sucedió, según los Textos de Codorlaomor, en el año décimo tercero:
Ante los dioses el hijo de su padre [vino];
aquel día, Shamash, el Brillante,
contra el señor de señores, Marduk [dijo]:
«La fidelidad de su corazón [del rey] traicionó,
en la epoca el año décimo tercero rompió las filas de mi padre;
el rey dejó de atender el cuidado de su fe; todo esto lo ha provocado Nabu».
Los dioses se reunieron, alertados por el papel que Nabu había desempeñado en la extensión de la rebelión. Reunieron una coalición de reyes leales y designaron al elamita Kudur-Laghamar como comandante en jefe. Para llevar a cabo la orden, Kudur-Laghamar, que tenía gran odio a Marduk, destruyó el santuario de Borsippa con fuego, y a sus hijos con la espada mató. Después, se ordenó la expedición militar contra los reyes rebeldes. Los textos babilónicos hacen una relación de los objetivos que tenían que ser atacados y de los nombres de los atacantes; fácil es reconocer los nombres bíblicos de: Eriaku (Aryok) fue a atacar Shebu (Beersheba) y Tud-Ghula (Tidal) fue a “golpear con la espada a los hijos de Gaza”.
Actuando según un oráculo de Ishtar, el ejército reunido por los Reyes del Este llegó a Trans Jordania. El primer ataque se hizo sobre una fortaleza en las tierras altas, después Rabattum. La ruta es la misma que se describe en la Biblia: desde las tierras altas en el norte, a través de la región de Rabat-Amón en el centro, hacia el sur, hasta las cercanías del Mar Muerto.
Después, sería capturada Dur-Mah-Ilani, y las ciudades cananeas (incluidas Gaza y Beersheba, en el Ne-gev) serían castigadas. Pero en Dur-Mah-Ilani, según el texto babilónico, el hijo del sacerdote, a quien los dioses en su veraz consejo habían ungido, se puso en el camino de los invasores y evitó el saqueo.
¿No se estará refiriendo a Abraham el texto babilónico, aquel hijo del sacerdote Téraj? ¿Y no nos estará hablando de su papel en hacer dar la vuelta a los invasores? Esta posibilidad es reforzada por el hecho de que los textos mesopotámicos y los textos bíblicos hablan del mismo acontecimiento, en la misma localidad y con el mismo resultado.
Zecharia Sitchin, nos habla también de una pista intrigante.
Se trata del hecho inadvertido de que en los anales del reinado de Amar-Sin se le llama al séptimo año –el crucial año de 2041 a.C, el año de la expedición militar- MU NE IB.RU.UM BA.HUL, Año (en el cual) la pastoril morada de IB.RU.UM fue atacada.
Nuevamente, ¿No se estará refiriendo, en el año crucial exacto, a Abraham y su pastoril morada?
También existe una posible conmemoración pictórica de la invasión. Es una escena grabada en un sello cilíndrico sumerio que se cree que representa el viaje de Etana, un antiguo rey de Kis, hasta la Puerta Alada, donde un Águila lo elevó a las alturas, hasta que la Tierra desapareció de la vista. Pero en el sello se ve a un héroe coronado a caballo -demasiado pronto para la época de Etana- situado entre el lugar de la Puerta Alada y dos grupos distintos. Uno de cuatro Hombres Poderosos armados cuyo líder, también a caballo, se mueve hacia una región cultivada de la península del Sinaí (indicada por el símbolo del creciente de Sin del cual crece trigo). El otro grupo es de cinco reyes, que van en dirección opuesta. Esta imagen contiene, así pues, todos los elementos de una antigua ilustración de la Guerra de los Reyes y del papel del Hijo del Sacerdote en ésta, más que del viaje de Etana al Espacio puerto. El héroe, que se representa en el centro, sobre el animal, sería Abraham y no Etana.
Tras cumplir su misión, que consistía en proteger el Espacio puerto, Abraham volvió a su base cerca de Hebrón. Estimulados por su hazaña, los reyes cananeos marcharon con sus fuerzas para interceptar al ejército del Este en retirada. Pero los invasores los vencieron y tomaron todas las posesiones de Sodoma y Gomorra, así como a un valioso rehén: Se llevaron a Lot, el sobrino de Abraham, que vivía en Sodoma.
Al enterarse de ello, Abraham llamó a sus mejores guerreros y persiguió a los invasores, alcanzándolos cerca de Damasco, donde consiguió liberar a Lot y recuperar todo el botín. A su regreso, fue recibido como un vencedor en el Valle de Shalem (Jerusalén):
Y Melquisedec, el rey de Shalem, presentó pan y vino,
pues era sacerdote del Dios Altísimo.
Y le bendijo, diciendo:
«Bendito sea Abram del Dios Altísimo,
poseedor del Cielo y la Tierra;
y bendito sea el Dios Altísimo
que entregó a tus enemigos en tus manos.» (Biblia, Génesis 14: 18-20)
Melquisedec, el rey de Shalem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo. Y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram.
Los reyes cananeos no tardaron en llegar para dar las gracias a Abraham y ofrecerle todas las posesiones recuperadas como recompensa. Pero Abraham, diciendo que sus aliados sí que debían tomar parte de ello, se negó a tomar siquiera la correa de un zapato para sí mismo o sus guerreros. No había actuado ni por amistad con los reyes cananeos ni por enemistad con la Alianza Oriental; en la guerra entre la Casa de Nannar y la Casa de Marduk. Fue por Yahveh, el Dios Altísimo, poseedor del Cielo y la Tierra, que he levantado mis manos, afirmó, que es lo mismo a decir por Marduk, el Dios Altísimo.
La fallida invasión no detuvo el torrente de trascendentales acontecimientos que estaban teniendo lugar en el mundo antiguo. Un año más tarde, en el 2040 a.C, Mentuhotep II, líder de los príncipes tebanos, derrotó a los faraones del norte y extendió los dominios de Tebas (y de su dios) hasta los límites occidentales de la península del Sinaí. Al año siguiente, Amar-Sin intentó alcanzar la península del Sinaí por mar, para terminar muriendo por una picadura venenosa.
Los ataques sobre el Espacio puerto se frustraban, pero el peligro no había pasado; y los esfuerzos de Marduk por conseguir la supremacía se intensificaron aún más. Quince años después, Sodoma y Gomorra saltarían en llamas, cuando Ninurta y Nergal liberaron las Armas del Día del Juicio Final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario