NUNCA ES SIEMPRE ASÍ
“Nunca es siempre así” es la máxima del budismo, aunque cualquier religión haría bien en interpretarse así. El desapego, el no estar arraigados a algo que consideramos permanente en nuestra vida, sin serlo en realidad. No hay personas, ni momentos ni lugares permanentes e inalterables! Ni tan siquiera las emociones que utilizamos para vivirlas y experimentarlas como tales lo son
Todo cambia, nada permanece! Cuanto más tiempo intentemos contradecir esta ley universal y cierta, más nos costará aceptar la realidad. Y, sin realidad cierta, no es posible algo tan necesario para cada uno de nosotros como la paz, el amor y, como consecuencia de ello, la felicidad. Sobre una falsa -e inmutable- realidad solo puede haber miedo y éste solo creará simples emulaciones de paz y amor…o de felicidad! Por ello, cualquier situación que vivas por fuera intentando buscar lo eterno e imperecedero solo producirá frustración, aunque tal vez disfrazada de autocomplacencia, de confort y seguridad!
Así, confiar en la vida es amarla y eso no significa más que creer que todo tiene su momento en nuestra vida y que, lo entendamos o no, siempre hay un sentido oculto, interno y verdadero, en todo lo que en ella pasa…
O, simplemente, si no confiamos en la vida, ¿como le podemos pedir que ella confíe también en nosotros y nos regale la oportunidad de vivir lo que realmente merecemos?
http://contigomismo.com/2014/nunca-es-siempre-asi-y-ii/
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