Herbert Oré Belsuzarri.
Luego de la caída del imperio Romano, en el norte de la península itálica se establece en el siglo IV el pueblo germánico de los Lombardos, ocupando la región de las actuales provincias italianas de Bérgamo, Brescia, Como, Cremona, Mantua, Milán, Pavía, Sondrio y Varese, en donde fundó un reino que sobrevivió hasta el siglo VIII. A esta zona aún se le conoce con el nombre de Lombardía.
Los Lombardos, invadieron y conquistaron el norte de Italia y durante tres siglos constituyeron un pueblo, que se convirtió al cristianismo y adoptó el latín como lengua diaria, siendo finalmente derrotado por Carlomagno en el año 774 y asimilado por los habitantes de los territorios ocupados.
En Lombardía, cerca del borde sur de los Alpes y antes de llegar al piedemonte, se encuentra en la provincia de Como un lago del mismo nombre en forma de Y. Es el más profundo de los lagos alpinos, y sus límites están definidos por profundos valles de fallas que se produjeron durante la formación de los Alpes. Dado que sus lechos fueron comprimidos y erosionados por glaciaciones posteriores, su elevación es de 198 metros sobre el mar y cuenta con partes de ese lecho a 200 metros bajo el nivel del Mediterráneo.
Hoy en día, en el lago nada material recuerda que en el siglo VI, un grupo de inmigrantes constructores originarios de diferentes partes de Europa radicaron en una de sus islas, que a la sazón se hallaba fortificada. Estos constructores adquirieron fama y pasaron a la historia como los Magistri Comacini, y a ellos se atribuye la difusión de un estilo italiano prerrománico ampliamente difundido en Alemania, Francia, Inglaterra y España.
La importancia de los maestros lombardos resulta de su pericia para abovedar los templos. Es sabido el interés simbólico y práctico durante la Edad Media de que los templos sean abovedados. Como Casa de Dios, la iglesia ha de ser el más perfecto de los edificios y ello sólo se consigue con el abovedamiento pétreo. Además, un edificio con techumbre de madera, repleto de fuegos de antorchas y velas, era un peligro potencial por los incendios.
La Basílica de San Fedele, de Como, es la expresión del arte románico de los Magistri Comacini
TOMADO DE: MASONERIA: ORIGEN Y DESARROLLO
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