AMIGOS DEL BLOG

jueves, 17 de septiembre de 2015

La Cámara de Reflexión

La Cámara de Reflexión



A L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.

Venerable Maestro, Estimados hermanos,

El Q.·. H.·. Segundo Vigilante en su labor de instrucción a los Aprendices me encomendó trazar una plancha dedicada a la Cámara de Reflexión. Partiendo del precepto que la Masonería no es un dogma, su numerosa bibliografía nos permite encontrar una definición que se adapte a la capacidad de interpretación personal y nos permita descifrar parte de su significado simbólico, ritual y alegórico. De entre todas las definiciones partiré de la siguiente:

El Cuarto de Reflexión es el espacio confinado dedicado a la meditación en donde el candidato reflexiona sobre si mismo antes de la muerte profana. En él se despoja de “los metales”, es decir del apego a las cosas materiales que pueden convertirle esclavo de ellas. El Cuarto de Reflexión también simboliza el útero materno que nos ofrece una segunda oportunidad. Un nuevo nacimiento donde los valores espirituales y morales serán los que guiaran nuestro camino hacia la Verdad. El Cuarto de Reflexión representa el aislamiento necesario que se precisa para meditar y encontrar la Verdad por medio del pensamiento independiente. Es el mundo interior que debemos explorar para conocernos a nosotros mismos y poder descubrir el Gran Misterio. Su simbolismo y el color negro nos lleva a la mente la antigua fórmula alquímica y hermética del V.I.T.R.I.O.L. (Visita el interior de la Tierra y rectificando encontrarás la Piedra Oculta). Es decir, penetra en el interior de la apariencia exterior o superficie de las cosas porqué allí se encuentra la realidad interior. Rectificando tu percepción con la escuadra de la razón y el discernimiento espiritual encontrarás aquella piedra oculta o filosofal.

La interpretación de la Cámara de Reflexión con toda su simbología enmarcada en la Ceremonia de Iniciación induce a la muerte simbólica del profano y a su transformación en hombre nuevo antes de su entrada en el Templo. Para ello es necesario visitar el centro de la Tierra, que significa visitar su propio interior, rectificar la conducta errónea y renacer simbólicamente en una segunda oportunidad. Es obvio que tal proceso no puede realizarse en el breve espacio de tiempo que dura la ceremonia de iniciación del profano. Debe entenderse como una alegoría a través de la cual, el profano que ha decidido iniciar una nueva vida más espiritual recibe de la Masonería su tradición, su método y sus conocimientos, como serán las dos primeras herramientas que recibirá el Aprendiz para empezar a pulir su piedra: el mallete (la voluntad), el cincel (la inteligencia).

Reflexionando sobre los misterios de la Cámara de Reflexión y la segunda oportunidad que nos brinda, las tres referencias bibliográficas que asocié a ellas fueron, El Mito de la Caverna de Platón, las citas bíblicas sobre la muerte del hombre Viejo y el nacimiento del hombre Nuevo y la Divina Comedia de Dante Alighieri. Me permitiré sintetizar las impresiones sobre las dos primeras y profundizar un poco más en la obra del poeta florentino.

Platón en su narración describe la vida de unos hombres que siempre han estado atados en una caverna, viendo las sombras que circulan delante de ellos proyectadas por un fuego que se encuentra a sus espaldas. Para ellos no existe otro mundo que el de las sombras, para ellos es el mundo real. Uno de ellos sale de la cueva y tras un proceso de adaptación consigue ver la luz y descubrir el mundo verdadero. Platón compara el fuego de la caverna con luz del sol y la misma cueva con la vida en la tierra. Platón nos sugiere salir de la caverna en que vivimos para encontrar el verdadero conocimiento. Esta apreciación también se manifiesta en la Cámara de Reflexión cuando se invita al neófito a visitar el Interior de la Tierra y rectificar.

En la Segunda Parte de la Epístola a les Efesios, San Pablo cita la transformación del hombre viejo en hombre nuevo a través del cambio de conducta. En los evangelios de San Juan (3. 3-8) Jesús responde: “En verdad te digo que quien no naciere de arriba no podrá entrar en los reinos de Dios”. Dijo Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar de nuevo en el seno de su madre y volver a nacer? Respondió Jesús, en verdad te digo que quien no naciere del agua y del Espíritu, no podrá entrar en el reino de los cielos. Lo que nace de la carne, carne es; pero lo que nace del espíritu es espíritu. No te maravilles de que te he dicho: Es preciso nacer de arriba. En estas referencias bíblicas se puede observar la rectificación individual y el segundo nacimiento al que invita la Cámara de Reflexión, es el seno materno que desconoce Nicodemo. La expresión “nacer de arriba” anuncia esa elección personal a través de la purificación y la espiritualidad.

La Divina Comedia de Dante narra el viaje del poeta al infierno. Guiado por Virgilio, descenderá hacia el centro de la Tierra, atravesando los nueve círculos del infierno. Al llegar a la caverna de Lucifer, saldrá de sus dominios e iniciará la ascensión por las nueve terrazas de la montaña del Purgatorio. El viaje continuará después hacia el cielo, pero ahora Dante será acompañado por Beatriz (la Teología) quien lo guiará por los nueve cielos hasta llegar a la Ciudad de Dios. La obra empieza situando el protagonista en medio de un bosque espeso y oscuro, sin luz, inmerso en la selva del pecado y el error. Dante intenta salir de la oscuridad y busca el camino del conocimiento y la virtud, pero se lo impiden tres alimañas, la pantera (la lujuria) el león (la soberbia) y la loba (la envidia). En ese instante de derrota se le aparece Virgilio, que es el guía de la razón humana, la inteligencia. En el mundo profano podemos encontrar la misma similitud cuando al futuro aprendiz se le aparece nuestra institución para acompañarlo y guiarlo en un viaje, que al igual que a Dante, al principio, le invitará a viajar, desde la Cámara de Reflexión, al Centro de la Tierra o lo que es lo mismo al infierno, a la morada de Lucifer.

Los tres mundos de Dante: el infierno, el purgatorio y el cielo se han definido como los estados humanos del vicio, el pasaje del vicio a la virtud y la condición de hombres perfectos. El infierno que nos describe Dante tiene forma de embudo, de cono invertido y se extiende desde la superficie boreal hasta el centro de la Tierra, que es su punto mas estrecho. En el descenso atraviesa los diferentes círculos del infierno, cada uno corresponde a un nivel de pecados y cuanto más grave es el pecado más sumergido está en la tierra y más terrible es el castigo que recibe el pecador. Dante y Virgilio llegan al centro de la Tierra, donde se encuentra el mismo Lucifer, el anverso de Dios, incrustado en el mismo centro de la caverna, devorando con cada una de sus tres bocas a Judas, Brutus y Casio.

Para el poeta la traición es el mayor pecado del hombre, Judas representa la traición al poder espiritual, y Brutus y Casio al poder civil. El primero traicionó a Cristo y los otros dos a Cesar.

Dante y Virgilio descienden por el cuerpo de Lucifer y al traspasar su cintura ya no bajan más, sino que empieza la ascensión, el camino hacia el Purgatorio y de allí al Cielo. Dante comenta“El conductor y yo por ese camino escondido, entramos a retornar al claro mundo”.

Identificar el significado de la visita al centro de la Tierra como un descenso al infierno es habitual cuando se habla de experiencias iniciaticas. René Guénon asocia el viaje subterráneo y la caverna a una preparación para la iniciación del profano, situando "el descenso a los infiernos" inmediatamente después de la muerte al mundo profano. En la caverna o centro de la Tierra tiene lugar "el segundo nacimiento", el paso de las tinieblas a la luz. René Guenón añade que el segundo nacimiento que tiene lugar en la caverna puede realizarse de manera simbólica o real. Recordemos que la definición de le Cámara de Reflexión nos decía que el cuarto simboliza el útero materno, que nos ofrece un segundo nacimiento. Recordemos que Dante cuando sale del infierno abandona las tinieblas para regresar al mundo de la luz

René Guénon añade que la caverna donde se produce la muerte iniciatica y el segundo nacimiento debe ser considerada al mismo tiempo espacio de acceso a los dominios subterráneos o "infernales" y también de accesos a los dominios supraterrestres. Recordemos que Dante encuentra el paso que conducirá al cielo en la caverna de Lucifer. Guénon también nos describe que la Caverna" Cósmica" tiene dos puertas zodiacales que corresponden respectivamente a los puntos sostisciales, una de entrada y otra de salida. La puerta de entrada se designa "puerta de los hombres", quienes la sobrepasan pueden ser iniciados en los "pequeños misterios" como profanos, puesto que no han sobrepasado aún el estado humano. La otra puerta la denomina "puerta de los dioses" y solo la pasan los que tienen acceso a estados superiores. Gúenon asegura que la denominada "puerta de los hombres" es accesible durante el solsticio de verano y es al mismo tiempo puerta de entrada y salida. La puerta de los dioses corresponde al solsticio de invierno, y es la salida definitiva de quien ha alcanzado la meta.

Del estudio de los textos citados, de la reflexión y de la experiencia podemos considerar que con la iniciación masónica tiene lugar la muerte simbólica en el mundo profano para iniciar un segundo nacimiento en busca del conocimiento y la virtud que tendrá lugar en el centro de la Tierra al cual invita a visitar la "Cámara de Reflexión", con la inscripción VITRIOL. Este viaje puede ser simbólico o real. Se trata del "nacer de arriba" que antes hemos citado, porqué al igual que Dante, desde la superficie de la Tierra se viaja al centro de la Tierra para nacer de nuevo. La comparación del centro de la tierra con el infierno tiene su sentido con la voluntad del recipendiario de rectificar su conducta para convertirse en hombre nuevo. Pero para rectificar es imprescindible conocerse así mismo y descubrir los errores de nuestro comportamiento. El viaje a la caverna de Lucifer nos permite vernos a nosotros mismos en nuestro mayor pecado y nos da la oportunidad de "rectificar y encontrar la piedra oculta", es decir encontrar nuestro verdadero ser.

Dante es transportado a la puerta del Purgatorio a través de un sueño. En esa montaña tendrán lugar todas las purificaciones del poeta y el arrepentimiento de su mayor pecado, la traición al amor de Beatriz: Dante cae entonces vencido para renacer en disposición de subir a las estrellas.

Recordemos que el mayor pecado del infierno de la Divina Comedia es la traición, que es el mismo gran pecado personal de su autor. Podríamos interpretar que Dante muere simbólicamente al entrar al infierno. En la Cámara de Reflexión, Morada de Lucifer o Caverna Cósmica, el poeta, al ver su mayor pecado, con la rectificación, puede y renace en hombre nuevo. En sueños es conducido a la Puerta de los Hombres que es la puerta del purgatorio y de la purificación, que una vez conseguida le brindará la oportunidad de volver a morir y resucitar para poder acceder a la puerta de los Dioses.

Venerable Maestro, Queridos Hemanos me permitirán que termine esta plancha leyendo los primeros versos del canto XXVII del Purgatorio, en los cuales Dante describe el instante previo a su purificación por el fuego, que es el último obstáculo antes de entrar en el paraíso.

Igual com quan llança els seus primers raigs

allà on el seu creador vessà la sang,

quan l'Ebre cau sota el signe de Lliura

i al Ganges l'hora nona calfa l'aigua,

així era el sol; i el dia se n'anava

quan es mostrà, alegre, l'àngel de Déu.

He dit Venerable Mestre.

Treball realitzat per Memfis

http://treballsgj.blogspot.pe/2010/06/la-camara-de-reflexion.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario