LA MASONERÍA.
Se entiende por Masonería el estudio de la Filosofía Moral para conocer las prácticas de las Virtudes. Deberíamos decir Franc-Masonería, que es su verdadero nombre; pero el uso ha hecho que sólo le llamemos Masonería.
Es una Orden, o Sociedad secreta, filantrópica, filosófica y progresiva, que está esparcida por todo todas partes del globo, y cuyos miembros se reconocen entre sí por medio de ciertos signos, palabras, tocamientos, etc.
La Masonería es la institución orgánica de la moralidad, considerada como uno de los elementos necesarios para alcanzar el ideal de la Humanidad, con la Moral Universal, practica la Ley Natural, cuyos principios son dictados por la Razón y definidos por la Ciencia. Nuestra Orden constituye una escuela de enseñanza mutua y no admite más diferencia en los hombres que el mérito o el demérito de cada uno. Como principio fundamental, la Masonería practica la tolerancia de los distintos credos, opiniones y sistemas filosóficos, pues su acción, en la vida práctica, se dirige precisamente contra la intolerancia en todas sus formas.
Los masones se consideran hermanos y se dan mutuamente ese trato. Se ayudan unos a otros en cualquier lugar donde se encuentren, en cualquier nación, sin importar la clase social a la que pertenezcan; pues la Masonería no tiene fronteras: su campo de acción es el Universo.
Se es admitido en la Orden previa ceremonia de iniciación y con los solemnes juramentos de honor que señalan los rituales de cada Rito, pues hay varias.
Masónicamente se entiende por liturgia el orden y la forma adoptadas y establecidos para celebrar tenidas (sesiones), tanto en lo referente a los trabajos administrativos, como a los ceremoniales. Cada rito, cada sistema y aun cada grado masónico, tiene su liturgia especial. No deben confundirse las palabras liturgia y ritual, como tampoco ritual y rito, que son distintas. La Ceremonia es un acto litúrgico.
Entendemos por ritual (del latín ritualis) al libro o cuaderno que enseña y conduce el orden del trabajo litúrgico. Rito (del latín ritus o mejor aún, del sánscrito ritu, orden, costumbre), es el sistema y la regla establecido por la Masonería y dividido en grados en lo que se refiere al símbolo, filosofía, ceremonias, usos, costumbres, estilo, prácticas y fórmulas de las doctrinas esotéricas, según determinado método de instrucción e iniciación.
A pesar de los diversos ritos masónicos, que hacen parecer la Masonería como dividida, su moral, su dogma, su simbolismo y sus leyes fundamentales, en nuestra orden son uniformes y universales.
La Masonería, cualquiera que sea el rito que practique, se divide en dos grandes grupos autónomos, pero estrechamente enlazados, como partes de una organización: la Masonería Simbólica y la Filosófica. De sus denominaciones no se desprende que la primera no haga estudios filosóficos y la segunda simbólicos. Por el contrario, en la Simbólica se abarca toda la enseñanza masónica, pero de manera condensada, de tal manera, que los símbolos principales pueden aun estar, obscuros y hasta incomprensibles para el masón. En el desarrollo explicativo y metódico que hace de la Masonería Filosófica, el comentario y la clave de la Simbólica se enriquece más y puede ser entendido a cabalidad.
La independencia de la Masonería Simbolica respecto a la Filosófica, es reconocida en todos los países en que se practica la Masonería, y se establece que la Masonería Simbólica se divide únicamente en tres grados: Aprendiz, Compañero y Maestro, cuya enseñanza masónica se da por una serie de iniciaciones sucesivas que se llaman grados.
Es indebido y presuntuoso, ostentar grados filosóficos, o las insignias que a ellos corresponden, en el seno de las Logias Simbólicas, donde todos los Masones Filosóficos, por más elevado que sea su grado son sencillamente Maestros Masones, con iguales obligaciones y derechos que los masones del 3er grado. Nadie debe, pues, usar en las actas, planchas, cuadros logiales y demás documentos simbólicos otros grados que los de A:.M:., C:.M:. y M:.M:.
En los escritos masónicos, no unir a los tratamientos litúrgicos, los títulos profanos, tales como Doctor, Licenciado, Ingeniero, etc., sin dejar de reconocer por esto lo honroso de estos títulos.
La Masonería Simbólica se denomina también Universal o Azul, porque sirve de base a todos los ritos conocidos, sin ser parte integrante de estos mismos ritos.
La Masonería es muy antigua. La historia de nuestro mundo renovado (porque hay certidumbre física de que lo que los pueblos occidentales llaman principio del mundo, no es más que una renovación luego del diluvio), esta historia, que no data de ayer, nos muestra que las iniciaciones existían en Sumeria hace 4,000 a. C., en Egipto hace 3,500 a. C. Pero es evidente que el Egipto, alto o bajo, no fue habitado sino largo tiempo después que en otras partes del globo se desarrollaron culturas, y por consiguiente, han habido pueblos anteriores a los egipcios como muestra la arqueología, y ese pueblo es el sumerio; en estos pueblos se establecieron doctrinas secretas, purificadas, que no querían o no se podían comunicar a una multitud supersticiosa, ignorante y corrompida, y que para la conservación de estas doctrinas, por su carácter misterioso, tenían símbolos, signos, rituales de iniciaciones, en las que no admitían más que a los hombres severamente escogidos y rigurosamente probados. Así, la iniciación es de la más alta antigüedad, y no podernos conocer su cuna. Se encuentran trazas en algunos pueblos muy antiguos conocidos: Los Sumerios, Los Caldeos, Los Caralinos, Los Indues y Los Etíopes, que la ciencia actual los llama como los 7 centros civilizatorios más antiguos del mundo: Mesopotamia (3700 a.C) en el Cercano Oriente, Egipto (3500 a.C) en el África, Caral (3000 a.C) en Sudamérica, India (2500 a.C) en el Lejano Oriente, China (1900 a.C) en el Asia, Los Olmeca (1200 a.C) en Centro América y Creta (1000 a.C) en Europa.
Herbert Oré Belsuzarri.
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