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domingo, 13 de mayo de 2012

MARIO LOPEZ: ALGUNOS PRINCIPIOS HERMETICOS


Queridos lectores, en una entrada anterior les descubrí a algunos la existencia de un libro titulado “El Kybalión” donde podían ver los siete principios herméticos. Vamos a profundizar un poco más en alguno de ellos, y comenzaremos por el Principio de Vibración, para ver como podemos luego pasar a otros de ellos y ver como interrelacionarlos.
No me planteo darles una clase de ciencia hermética, entre otros motivos por falta de formación para creerme un maestro en dicho tema. Se trata de darles unas ideas, unos puntos de partida a partir de los cuales se despierte su ansia de conocimiento e investigación. Comencemos entonces.
El Kybalion, en su tercer principio o principio de Vibración,dice  ”Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra“. El tercer Gran Principio Hermético —el Principio de la Vibración— encierra la verdad de que el movimiento se manifiesta en todo el Universo. Nada está en reposo, todo se mueve vibra y circula. Este principio hermético fue reconocido por algunos de los primitivos filósofos griegos, quienes lo expusieron en sus sistemas. Pero después, durante siglos enteros, quedó olvidado, salvo por los perseguidores de las doctrinas herméticas.
La doctrina hermética no afirma solamente que todo está en movimiento constante, sino que las diferencias entre las diversas manifestaciones del poder universal se deben por completo al diferente modo e intensidad vibratoria. Así, los místicos Rosacruces, por ejemplo, afirman que todo vibra y que la diferencia entre los diferentes objetos se debe justamente al valor de la frecuencia de la vibración.
La cosa es algo más compleja pues ellos afirman que existe una energía de la cual se compone absolutamente todo y la frecuencia de dicha vibración es la que da lugar a toda la variedad conocida. La regla básica general es:
  • Las cosas materiales poseen la vibración más baja
  • Las espirituales la vibración más alta.
Esta regla es muy importante ya que las vibraciones muy bajas pueden parecernos como estáticas y las muy altas no pueden ser medidas por nuestros aparatos materiales. Así, por ejemplo, un piedra vibra a muy baja frecuencia, tan baja que no lo apreciamos; pero vibra. El espíritu, el alma, también vibra, pero a una frecuencia tan alta que no podemos ni verla ni medirla.
Pero sigamos investigando otro poco. Las frecuencias son duales, con ello llegamos a otro principio del Kybalion, el número cuatro o de polaridad, que nos dice:
Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse
¿como podemos ver esto?. Pues haciendo uso de lo que los Pitagóricos llaman reducción al nueve o, más modernamente, se ha denominado suma teosófica. Así pues, cojamos dos frecuencias de ejemplo:
  • Frecuencia de valor 1456, podemos reducirla a 1+4+5+6 = 16 = 1+6 = 7.
  • Frecuencia de valor 856, podemos reducirla a  8+4+3 = 15 = 1+5 = 6.
Con lo cual llegamos a la conclusión de que la primera de ellas es una frecuencia IMPAR o negativa y la segunda es una frecuencia  PAR o positiva.
Debemos aclarar que en misticismo el concepto de positivo y negativo no tiene nada que ver con bueno y malo, sino con manifestaciones opuestas de un mismo efecto y no necesariamente de algo malo. Dado que todo es dual, es necesaria la existencia de los dos polos, ninguno es mejor que el otro, ambos son necesarios.
Para terminar, una pregunta que se estarán ustedes haciendo. ¿y si la suma teosófica da nueve?
Pues sencillo, no sería IMPAR como la lógica nos dice, sino que sería un estado especial denominado neutro por algunos místicos. El nueve es el número que nos permite traspasar las fronteras de los diferentes estados de la materia. Las frecuencias del mundo material donde vivimos ( luz, sonido, calor….) poseen unos valores que interactúan con las frecuencias más elevadas del espíritu.
Sería largo de explicarlo en esta breve entrada, pero el paso de un nivel a otro se hace sincronizando o haciendo resonar las frecuencias adecuadas y aquellas cuya suma teosófica es nueve son las más adecuadas para ello según algunas escuelas.
En teoría rompemos la idea de que todo es dual pues tendríamos frecuencias pares, impares y neutras. Es decir, TRES. Este aparente fallo es solucionado por algunas escuelas afirmando que el nueve ( TRES veces TRES) es el principio de generación, es decir, el séptimo principio del Kybalion o principio de generación, que nos dice:
«La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos
Este principio encierra la verdad de que la generación se manifiesta en todo, estando siempre en acción los principios masculino y femenino. Esto es verdad, no solamente en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual. En el mundo físico este principio se manifiesta como «sexo», y en los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio subsiste siempre el mismo.
Resumiendo, y aplicando el Kybalion o ciencia Hermética. El TODO ha generado la dualidad y esta se perpetúa por medio del principio de generación dando lugar al TRES. Por lo tanto, el nueve es vital en el Universo pues afirma este principio de generación
Esto es todo por hoy y como siempre: Investiguen y aprendan, no den nada por definitivo, es la única manera de alcanzar la Luz.

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