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lunes, 27 de julio de 2020

SALUDO POR EL NOVENO ANIVERSARIO DEL DIA DE LA MASONERIA EN EL PERU



SALUDO POR EL NOVENO ANIVERSARIO DEL DIA DE LA MASONERIA EN EL PERU. 

Hombres y mujeres de mi generación, algunos obligados y otros motivados por la curiosidad escolar, en los colegios y universidad, leíamos Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, de José Carlos Mariátegui, que decía: “Procedían nuestros liberales, en su mayor parte, de las logias masónicas, que tan activa función tuvieron en la preparación de la independencia, de modo que profesaban casi todos el deísmo que hizo de la masonería, en los países latinos, algo así como un sucedáneo espiritual y político de la reforma. Y claro como es natural eso nos conllevo a una siguiente inquietud ¿Quiénes eran los masones? 

La verdad, ninguno de mis profesores me dio respuesta a esta inquietud, pasado los años me enteré que el Director del Colegio en que termine mis estudios secundarios, era masón y algunos familiares también lo eran. Con el tiempo conocí a otros masones, quienes me invitaron a las tres tenidas blancas habituales, que rigurosamente se cumplía, antes que tramiten la solicitud de admisión a la orden. 

Situación parecida deben haber vivido muchos HH:. “Vivimos en una sociedad, donde los masones han hecho y hacen mucho, por nuestra patria”. 

Recuerdo ahora, el trajinar afanoso de nuestro Gran Maestro de entonces el I:.P:H:. Julio Carlos Pacheco Giron 33°, puliendo un documento, que se transformaría con el tiempo, en la piedra angular de unión de todas las potencias masónicas del Perú. 

El 16-06-2011 la Gran Logia Constitucional del Perú, ingresa la Solicitud N° 11-007967 a las 11:00 horas en la mesa de partes del Despacho Presidencial, solicitando por “Decreto Supremo se declare el 27 de julio de todos los años como el Día de la Masonería Peruana”, cuya sustentación dice: La masonería se funda en los principios y valores universales de la libertad, igualdad y fraternidad. 

Pero a los masones peruanos nos ha inquietado siempre, el origen de nuestra masonería, así muchos son los masones que estamos convencidos, que los antiguos peruanos, desde Sechín Bajo 3,500 a.C. y Caral 3,000 a.C. fueron los más antiguos constructores de pirámides en América, afirmación corroborada por diversos especialistas en la materia, que han concluido que el Perú es el tercer foco civilizatorio de la humanidad después de Sumería y Egipto respectivamente, de un total de siete focos ubicados en diferentes partes del mundo, cuya antigüedad es la siguiente: Mesopotamia (3,700 a.C) en el Cercano Oriente, Egipto (3,500 a.C) en el África, Caral (3,000 a.C) en Sudamérica, India (2,500 a.C) en el Lejano Oriente, China (1,900 a.C) en el Asia, Los Olmeca (1,200 a.C) en Centro América y Creta (1,000 a.C) en Europa. Las excavaciones arqueológicas en el Cercano Oriente, revelan que los sumerios llegaron a Mesopotamia 5,500 a.C. Posteriormente, y casi de manera simultánea se desarrollaron Egipto y luego surge Caral en el Perú, como la cultura más antigua de América con 3,000 a.C. “Todos los mencionados fueron, grandes constructores de pirámides”. 

De donde llegaron a Sechín y Caral estos constructores de pirámides, todavía no está adecuadamente esclarecida, sin embargo prestigiosos estudios de la cultura mesopotámica, dicen que llegaron a América del Sur dos oleadas de antiguos habitantes sumerios: El primero a la Costa norte del Perú, que posiblemente son quienes luego formaran la Cran Cultura Chavín y una segunda posterior, a la meseta del Collao que formará la Cultura Tiahuanaco. 

Existe abundante testimonio arqueológico, que evidencian el desarrollo de las técnicas constructivas y el manejo de la piedra desde Sechín Bajo hasta el Imperio Incaico, que es la expresión más depurada de la habilidad del hombre americano, cuyo prestigio hace que el mundo, hable del Perú, como una de las más sublimes expresiones culturales del mundo. Machu Picchu fue reconocido el 7 de julio del 2007, como una de las Siete Maravilla del Mundo Moderno. Este solo hecho, me excusaría de mayor abundamiento sobre los orígenes antiguos de la masonería operativa del Perú y América. Sin embargo es mi obligación de masón, por haber nacido en un bello país andino, recordar que el Qhapaq Ñan, también conocido como Camino Inca, que une a varios países andinos en sus 6,000 kms de longitud, fue declarado Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Esto sin duda, es la expresión de admiración del mundo, al masón operativo andino, que dejo el patrimonio inmaterial de su cultura en este lado del Océano Pacifico. 

La masonería operativa europea llego a nuestra patria junto a los conquistadores españoles, quienes edificaron diversas iglesias en los antiguos territorios del Imperio del Tahuantinsuyo, así cuando Pizarro funda la Capital de Gobernación de Nueva Castilla en Jauja, en octubre de 1,533, luego de la captura del Inca en Cajamarca, ordena la construcción de la iglesia de la Hidalga y Bizarra Villa de Santiago León de Chongos, el 25 de julio de 1,534 según la documentación existente en la iglesia de Chongo Bajo, en cuyo frontis colocaron una cruz tallada en mármol, con un significativo símbolo lapidario: la escuadra y el compás, tal como hoy conocemos, el símbolo masónico más difundido en todo el orbe. 

La masonería especulativa que practicamos, llegó al Perú, durante el virreinato. A través de militares, viajeros e intelectuales, y en el año 1738, el Papa Clemente XII da la Encíclica IN EMINENTE, que dice: “hemos resuelto condenar y prohibir, como de hecho condenamos y prohibimos, los susodichos centros, reuniones, agrupaciones, agregaciones o conventículos de Liberi Muratori o Franc-Massons o cualquiera que fuese el nombre con que se designen, por esta nuestra presente Constitución, valedera a perpetuidad”. Y como consecuencia de ello, se inició la persecución de los masones por la iglesia cristiana. 

En el caso de España “el Consejo de Regencia de España e Indias, autorizado interinamente por las Cortes Generales y Extraordinarias”, dispuso perseguir a los masones sin tener en cuenta rango ni privilegio de ninguna naturaleza en sus colonias. La Orden fue expedida el 19-01-1812, suscrita por Pedro de Agar y Silvestre Collar. 

El rey Fernando VII, cuando desconoce La Constitución de Cádiz (4-05-1814), expresando: “la Constitución soy yo”, da un golpe, muy duro para los liberales y masones españoles, quienes, de inmediato, fueron perseguidos y encarcelados. Muchos murieron en las mazmorras o en las cárceles del restablecido Tribunal de la Santa Inquisición (Decreto de 24-05-1814). 

Los herederos del Imperio Incaico, denominados “los últimos incas de Vilcabamba” habían manifestado su rebeldía y deseo de expulsar a los españoles de sus tierras. Y a través de un movimiento mesiánico llamado el “Taqui Occoy” habían expresado su deseo de retornar a sus antiguas creencias religiosas. Esa misma rebeldía, luego sería expresada por Juan Santos Atahualpa influenciado por masones, Túpac Amaru I y Túpac Amaru II, este último dicen fue masón. 

El Santo Oficio, persiguió en España y sus colonias, a quienes leían a Rousseau, Montesquieu y los Enciclopedistas Franceses, por el temor a las ideas de Libertad, Fraternidad e Igualdad que enarbolo en su momento el pueblo de los EE.UU en su lucha por su independencia y la Revolución Francesa cuando derroco a su monarquía. 

Manuel González Prada en su obra “Presbiterianas” refiriéndose a estas conductas dijo: “Cuando una luz de libertad asoma, corre a apagarla un sacristán de roma”. Sin embargo a fines del siglo XVI, estos principios universales se afincan en los corazones de los naturales, criollos y mestizos, convirtiéndolos en precursores o próceres de la independencia, así tenemos a Pablo de Olavide, Francisco de Zela, Toribio Rodríguez de Mendoza, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, José Faustino Sánchez Carrión, José Baquijano y otros. 

La independencia de los países andinos de la Corona Española, logra consolidarse con los Libertadores San Martin, Bolívar, Antonio José de Sucre, Hipólito Unanue, Javier de Luna Pizarro, José de la Riva Agüero, Manuel Lorenzo de Vidaurre, Francisco Mariátegui y muchos guerreros anónimos, cuyos mandiles de trabajo, sujetados con su juramento masónico de hombres libres, regaron con su sangre los campos de batalla, luego de haber sufrido el destierro y la cárcel por sus ideales. 

La Republica calmo el espíritu libertario y predispuso al hombre a la búsqueda de nuevos propósitos, pero cuando la patria se vio amenazada, en buques y cuarteles, estuvieron nuevamente los masones: Miguel Grau, José Gálvez Egúsquiza, Lizardo Montero, Francisco Bolognesi, Andrés Avelino Cáceres, Leoncio Prado y otros ilustres masones. 

En la política nacional aportaron, hermanos como Presidentes del Perú: José de San Martín, José de La Mar, José de la Riva Agüero, Simón Bolívar, Andrés de Santa Cruz, Luís José de Orbegoso, Felipe Santiago Salaverry, Justo Figuerola, Ramón Castilla, José Rufino Echenique, Miguel de San Román, Juan Antonio Pezet, Mariano Ignacio Prado, Nicolas de Pierola, Lizardo Montero, Antonio Arenas Merino, Augusto B. Leguia, Oscar R. Benavides, Manuel Odría, entre otros. 

La Asamblea Constituyente de 1978, presidida por el masón Víctor Raúl Haya de la Torre tuvo como miembros de ella a varios masones: Ramiro Priale, Fernando León de Vivero, Luis Heysen, Luis Alberto Sánchez, y otros. Muchos intelectuales también son masones, por ejemplo: Ricardo Palma, Federico Villarreal, Jorge Basadre y una larga lista. 

Todos estos y muchos otros masones, trabajaron y trabajan por el bienestar de nuestra patria. El Presidente de la República, Alan García, ante cuyo despacho se tramitaba la dación del “Día de la Masonería Peruana”, años antes en Colombia había dicho: "El Partido del Pueblo que Haya de la Torre fundó, fue en realidad una gran logia masónica", donde "Compartieron sus sendas los hermanos apristas, ricos y pobres, blancos y negros, indios, mulatos, ocuparon la misma celda, durmieron en las mismas camas, se sintieron hermanados por un mandato, por una ilusión, que estaban cumpliendo todos, en su inmensa mayoría hermanos y otros masones sin mandil, cumplían estas grandes consignas de la fraternidad..." 

Como se podrá percibir, todo lo expuesto, era razón por demás suficiente, para que nuestra patria, reconozca a los masones peruanos su legado histórico. Por estas consideraciones y otros aspectos masónicos más, el M:.R:.H:. Julio Carlos Pacheco Girón de la Gran Logia Constitucional del Perú, sabía que los HH.: Carlos García Ronceros y Carlos García Pérez que moran en O.·.E.·. eran padre y hermano del Presidente de entonces, y también gozaba de una cercana amistad con el mandatario. Con estos antecedentes no podía fallar la gestión, que otra potencia ya había intentado infructuosamente. Ellos habían solicitado el “Proyecto de Ley que declara el 25 de marzo como el Día de la Fundación de la Gran Logia del Perú” a través del Congresista Wilder Calderón Castro en el año 2009. 

El M:.R:.H:. Julio Carlos Pacheco, inicio los contactos a nivel de gobierno y presento la solitud respectiva el 16 de junio de 2011 con el Expediente 11-007967, “Solicitando el Día 27 de Julio de cada año como el Día de la Masonería en el Perú”. Soy testigo de cómo se redactó la solicitud y que se puso entre las consideraciones, así mismo de la dedicación para realizar un seguimiento minucioso, que acelero algunos dictámenes. Nuestro enemigo era el tiempo, estábamos en el mes de junio y el mandato del Presidente García concluía en julio. El documento presentado escribía su propia historia, de la Casa de Gobierno fue enviado al Ministerio de Justicia, que aprobó los considerandos y retorno a la Presidencia del Concejo de Ministros, para la redacción del borrador y posterior firma del Presidente de la República. 

El Presidente Constitucional del Perú Dr. Alan García Pérez, firmó en la mañana del día 25 de julio el Decreto Supremo N° 064-2011-PCM, que es inmediatamente enviado al Diario Oficial “El Peruano” para ser publicado el día 26 de julio del 2011. 

Una copia del citado Decreto Supremo, fue enviada a la Gran Logia del Perú por intermedio del Presidente del Congreso de la República, el Dr. Zumaeta, en la noche del 25 de Julio, y otra, se entregó en el Despacho de la Casa de Gobierno, al Gran Maestro de la Gran Logia Constitucional del Perú, el M:.R:.H:. Julio Carlos Pacheco, atendiendo la solicitud que había presentado. 

El Decreto Supremo publicado, reconoce: “Que, a lo largo de nuestra historia, la participación de los masones también ha sido destacada tanto en el ámbito político, así como en las artes y en las letras; Que, en tal sentido, resulta conveniente resaltar tal contribución a nuestro país declarando el día 27 de julio de cada año como el «Día de la Masonería en el Perú»”. 

Este histórico documento llevó alegría y felicidad a todos los masones peruanos, de 11 Grandes Orientes que existían por entonces en nuestra patria. Y cada una de ellas, festeja este día como el suyo. Por esta razón: “El Día de la Masonería en el Perú” es la piedra angular sobre el que descansa la unidad de los masones peruanos, más allá de quien lo tramito, y el ser masón es razón suficiente para festejar todos los años el día 27 de Julio. 

Como V:.M:. de la R:.L:.S:. Fénix 137-1 de la Gran Logia Constitucional del Perú, saludo a nombre de mis RR.·.HH.·. y QQ.·.HH.·., a todos los masones del Perú de todos los Grandes Orientes, en esta singular ocasión del Día de la Masonería en el Perú, signada por una pandemia que afecta al mundo entero, pero a la vez nos une, en un abrazo fraterno y el esfuerzo común de combatir este flagelo, para preservar la salud de nuestras familias y de la raza humana en general. 



IPH Herbert Oré Belsuzarri 33° 
V.·.M.·. de la R.·.L.·.S.·. FENIX 137-1 
GRAN LOGIA CONSTITUCIONAL DEL PERU. 



Templo La Luz de la Gran Logia Constitucional del Perú, Dist. La Molina, Prov. Lima


DOCUMENTOS QUE MUESTRAN COMO SE TRAMITO EL DIA DE LA MASONERIA EN EL PERU.






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