Bueno, hasta dónde recuerdo (aunque debo confirmar que no estoy seguro), sí se llegó a entronizar al Perú al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo nombre lleva de antiguo una de las cuadras de la calle Apurimac -exactamente la que da para el Jirón Lampa-. Lo curioso, más bien, resulta ser que uno de los principales discípulos de Haya de la Torre, Alan García, durante su segundo gobierno presidencial, haya entronizado al Perú a otra figura religiosa, me refiero al Señor de los Milagros. El concepto de entronización, por lo menos desde el punto de vista político, significa reconocerle mayor trascendencia social a la institución o personaje religioso que se coloca en un lugar especial dentro del calendario cívico nacional. El cuestionamiento recae, más bien, en la poca o nula importancia que se le da a fechas y personajes de otras religiones o cultos, pudiendo ser considerado esto como una violación a la libertad de pensamiento y de credo.
No se llego a entronizar. El Arzobispo de Lima y el Presidente Leguía, frente a la protesta de estudiantes y trabajadores desistieron de su propósito. El valor de esta gesta radica en que estos actores lucharon por la libertad de culto, en una época en que eso era "impensable".
Bueno, hasta dónde recuerdo (aunque debo confirmar que no estoy seguro), sí se llegó a entronizar al Perú al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo nombre lleva de antiguo una de las cuadras de la calle Apurimac -exactamente la que da para el Jirón Lampa-. Lo curioso, más bien, resulta ser que uno de los principales discípulos de Haya de la Torre, Alan García, durante su segundo gobierno presidencial, haya entronizado al Perú a otra figura religiosa, me refiero al Señor de los Milagros. El concepto de entronización, por lo menos desde el punto de vista político, significa reconocerle mayor trascendencia social a la institución o personaje religioso que se coloca en un lugar especial dentro del calendario cívico nacional. El cuestionamiento recae, más bien, en la poca o nula importancia que se le da a fechas y personajes de otras religiones o cultos, pudiendo ser considerado esto como una violación a la libertad de pensamiento y de credo.
ResponderEliminarNo se llego a entronizar. El Arzobispo de Lima y el Presidente Leguía, frente a la protesta de estudiantes y trabajadores desistieron de su propósito. El valor de esta gesta radica en que estos actores lucharon por la libertad de culto, en una época en que eso era "impensable".
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