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domingo, 24 de septiembre de 2017

¿Es GADU un Demiurgo?

¿Es GADU un Demiurgo?
 Alcoseri

El Demiurgo es una entidad que, sin ser precisamente Dios, impulsa al universo dándole vitalidad y movimiento, pero está bien podría no ser tan benigna, pero tampoco tan maligna. Hay unos cuantos problemas que constantemente han preocupado a los filósofos, a los teólogos y porque no también a nosotros los masones, que se presenta generalmente como una dificultad para resolver, lo que sucede en el mundo, y es el origen del Mal, nadie precisa de hecho una respuesta contundente al fenómeno del Mal, es de hecho un obstáculo para las filosofías todas, la mayoría de los filósofos y sobre todo los teólogos expresan, ¿Cuál es el origen del mal en el universo? Sobre todo aquellos que consideran a la Creación del Universo como la obra y sustento directa del Dios Único y Verdadero, y que, en consecuencia, estarían obligados a responsabilizarle a Dios el bien y el mal que sucede aquí en este mundo. Dios no puede, sin dejar de ser bueno, querer que el orden, que la armonía general, sean reemplazados por el mal: y el imaginar un mundo mejor, que algún día debe reemplazar al nuestro, es acusar a Dios de haber faltado a la bondad hacia el orden actual de las cosas. A tenor de ese sistema, la generación de los seres o necesariamente: tampoco pude continuar así, pues, una vez comenzada la creación, Dios no puede destruirlo para formar otro. Además, Dios no es la causa inmanente de todos los seres ni el custodio de cada mente a obrar bien o mal, ni su causa creadora directa en el sentido que, tan sólo es un gran soberano arquitecto, el Demiurgos, y tal es el efecto del término del cual Filón de Alejandría se sirve habitualmente “Dios no está bajo la influencia de las leyes del Cosmos, y no solamente por encima sino completamente aparte de toda la creación” Dios para la masonería sería sólo el Arquitecto de Universo, más no su creador y sostenedor, algún otro u otros serán los responsables de la obra, contándonos entre ellos a nosotros los masones. 

El hombre de todos los tiempos sospecha de la existencia de una inteligencia no humana, que dirige y controla ciertos designios de la creación, una inteligencia elevada sí, pero que no necesariamente buena ni mala, ni divina, pero tampoco bestial. Podríamos caer en el error de llamara un Egregor, pero no, ese Demiurgo esta antes de la misma formación de los Egrégores mentales humanos. Tampoco el Demiurgo es perfecto, ni infalible, pero sus poderes trascienden en mucho a los pertenecientes a los hombres más sabios. Podemos decir que es la inteligencia de la naturaleza, decimos que la naturaleza es sabia, algunos le llaman Demiurgo, madre Naturaleza. Estudiaremos la palabra Demiurgo, proviene de la palabra usada en Atenas para designar a un Trabajador para la gente, el artesano u orfebre que proveía a los Demos, o ciudadanos atenienses, con los instrumentos de bienestar y cultura. La palabra fue tomada mucho más tarde por Aristóteles para quedar en lugar del Gran Artífice, el poder que crea y mantiene la vida en el planeta Tierra. “de ahí pudiera porvenir el mote masónico de Gran Arquitecto”. En los días de Aristóteles la tierra era el componente central del mismo Universo. El Sol, la Luna y las estrellas eran luminarias que giraban alrededor del planeta Tierra. Incluso los mismos Dioses vivían cerca de la Tierra.

Era natural pensar que el Gran Artífice era el principal motor inteligente y la fuente trascendental de la cual fluía toda la existencia. Ahora la idea geocéntrica ya no tiene sustento científico alguno. Estamos obligados a pensar muy diferente acerca de una inteligencia no humana, si es que la hay, y no pensar que es hecha a nuestra imagen sino más bien en otro orden- PERO AL FIN UN SER QUE FUE DELAGADO A LLEBAR A CABO LA OBRA UNIVERSAL, al menos aquí en este planeta Tierra. La ciencia de los profanos, ya comienza a sospechar de una inteligencia que ha venido modificando ciertos patrones del ADN, a esta la comienzan a llamar, El Diseño Inteligente, que da cuenta de un diseñador inteligente, muy al estilo de Nuestro Gran Arquitecto del Universo.

Hoy gracias a la luz que nos llega a los telescopios vemos orden en el mismo Universo tiene un orden inteligente, los grupos de galaxias, grupos de estrellas, por espectros sabemos que hay moléculas incluso orgánicas por el aire y en la tierra. También sabemos que las galaxias se alejan unas de otras y que todo esto estuvo una vez todo en un punto formando algo indiferenciado Bueno en los primeros instantes del Universo, aparece el orden, aparecen los fotones, otras partículas, mas tarde protones y más adelante se formarán hidrógenos. Todo esto se ordenará aún mas formado estrellas galaxias y otros cuerpos. ¿Qué es lo que hizo que este Universo sea así de ordenado y no un caos enorme? En alguna cosmogonía aparece Uno que separa la luz de las tinieblas (aparecen los fotones) en fin, ordena las cosas.(que intuición maravillosa la de estos antiguos "pensadores")¿Qué ser movió esa partícula trazando una espiral aurea y ordenó el Universo? El tema de Demiurgos o también llamados dioses bajos. Me llama la atención la concepción que tenían los antiguos Cataros, exterminados en su gran numero en la Cruzada Albigense (Francia) 1209. 

Ellos concebían este mundo gobernado por un Demiurgo, llámese Jehovah (antiguo Testamento) o también el Dios de la Iglesia Católica. Este Demiurgo habría creado este mundo de dualidad- paradójicamente mal y a la vez bien hecho, - cargado de bondad y maldad, por lo tanto es un Dios ciego y malévolo por haber creado este mundo de materia. Tampoco los Cataros creían en la crucifixión de Jesús, al igual que los primeros Gnósticos y la tradición de los Nazarenos. Tenían también la concepción de que el Verdadero Dios esta mas allá de este mundo, por lo tanto, lo que hagamos o no en este mundo no tiene la mas mínima importancia para Dios. Solamente debemos tener la concepción de que debemos prepararnos para el encuentro con el GADU a su debido tiempo. Tampoco ellos reconocían Sacerdocio, pero si distinguían entre los "Creyentes" y el circulo mas hermético que encerraban las enseñanzas iniciáticas. Qué bien que se plantee la existencia de un ser supremo, mas sin embargo al tratar de relacionar a ello , el conocimiento existencial energético del cosmos , creo que a veces es mejor tratar de diferenciarle. Es como si al principio, hubo una gran explosión de gran energía, que se diseminó por todo el universo, mas sin embargo tarde o temprano se tendrá que volver a juntar, y todo lo bueno y malo que existió en ella, se volverán a mezclar en ese magma de status quo.

La humanidad de hoy en día representa una etapa primitiva en el logro de esta tarea. La inteligencia tan elevada que estoy postulando no es ni humana, ni divina. Tampoco es omnipotente, ni infalible, pero su visión y sus poderes trascienden en mucho al de la humanidad. Era natural que se pensara en el Gran Artífice como el principal motor, la fuente trascendental de la cual fluía toda la existencia. 

En dos mil trescientos años ha habido cambios muy grandes en nuestra imagen del mundo. Einstein, Copérnico y Galileo nos hicieron ver a la Tierra como un complejo y energético planeta más en la creación. La Astronomía moderna nos dice que miremos al Sol como una estrella entre cien mil millones que forman nuestra galaxia, y a nuestra galaxia como una entre incontables millones de galaxias extendiéndose más allá de lo que nuestra imaginación puede alcanzar. Estamos obligados a pensar muy diferente acerca de una inteligencia, si es que hay una, que gobierna nuestra Tierra, y de una que gobierna el Universo. Manteniendo la palabra Demiurgo para el espíritu de la Tierra postulado, podemos hacer a un lado, como algo que está más allá de nuestra comprensión, la idea de una deidad que creó y gobierna el Universo Al hacer esto, deberíamos dar un suspiro de alivio y gratitud. 

La Tierra es nuestro hogar y su destino debería ser nuestro mayor interés. Debemos recordar que la concepción de un dios absoluto fue extraña a todos los pueblos antiguos. Jehová fue el dios más grande, pero limitado tanto en sus poderes como en sus asuntos. Lo mismo era Ahura Mazda. El Buda aceptó la existencia de dioses pero los contemplaba como limitados y por ninguna razón omnipotente. Los primeros cristianos mantuvieron el concepto judío de un dios limitado. 

La influencia del pensamiento Griego fue lo único que igualó a dios con el Absoluto. Si podemos aceptar la noción de un dios cortado, estamos obligados a admitir la noción de una fuente imitada "más allá de Dios".: "Dios es amoroso pero no omnipotente, u omnipotente pero no amoroso. Él no puede ser ambos". 

La verdad es que la omnipotencia de Dios es una idea absurda pensada por hombres con mentes lógicas estrechas. Debe ser obvio para cualquiera cuyos sentimientos no se han atrofiado, que el amor y la omnipotencia nunca pueden estar unidos. Cuando me convencí de que existe una inteligencia, grande y benevolente pero limitada, trabajando detrás de la escena de este mundo, y cuando también vi que el hombre no puede existir sólo para su propio beneficio, sino que debe haber sido oreado para servir a algún propósito superior, experimenté un enorme alivio. La vida podría estar llena de sentido y yo podría desempeñar en ella un papel útil e incluso necesario debido a que no está controlada por el poder abrumaste de un dios todopoderoso. La imagen que se nos enseñó a través de la historia de la Tierra es la de una transformación lenta pero acelerada, desde la carencia de vida a la vida, de la sensación primitiva a la conciencia desarrollada. 

La transformación ha avanzado de manera incierta y aún precaria, pero el resultado constituye una maravilla. Vemos la adaptación sorprendente de la vida a la naturaleza del planeta, de una forma de vida a otra. Contemplamos el ingenio máximo en la construcción, vemos belleza y podemos ver el plan de un espíritu cósmico. Si todo esto llegó a existir a ciegas, por el trabajo de leyes mecánicas y combinaciones accidentales, constituye una maravilla doble. Si lo vemos como el logro de una gran inteligencia, debemos estar listos para inclinamos ante ella y reconocer que es incomparablemente más grande que nosotros. Cuando miramos el sistema solar, vemos una familia enlazada muy estrechamente, formada por el Sol, los planetas, satélites, asteroides, cometas y campos de fuerza. Sabemos que la vida en. Ya Tierra depende del calor, la luz y otras radiaciones que recibe del Sol. Los científicos están de acuerdo en que la luz del Sol debe tener un papel decisivo en la primera aparición de la vida en este planeta. 

Quisiera ir más lejos y pedirles que piensen en términos del Sol como una inteligencia superior, como el poder creativo que actúa en todo el sistema solar. Podemos contemplarlo como el creador y el padre de toda la vida, incluyendo la propia. Comparado con el Sol, el Demiurgo ocupa una posición subordinada. En sí mismo no crea la vida, pero ha emprendido la tarea de cuidarla y guiarla hasta el momento en que pueda volverse responsable por sí misma. No hay porque asombrarse de la idea de una inteligencia detrás de la naturaleza. Los biólogos, quienes rechazarían cualquier sugerencia acerca de un creador divino, se encuentran hablando y escribiendo sobre la naturaleza como si fuera un ser inteligente. Es difícil que uno abra un libro o lea un escrito sobre la evolución de la vida sin encontrarse pasajes en los que el autor personifica a la naturaleza. Si se le pregunta, nos asegurará que es sólo una figura del lenguaje y que no debe tomarse literalmente. Sin embargo, algunas veces nuestro lenguaje nos traiciona; decimos cosas más verdaderas de lo que intentamos. 

Conforme sepamos más y más acerca de la vida, llegaremos con toda seguridad a la conclusión de que hay una inteligencia detrás misma, y por consiguiente, deberíamos separar la naturaleza del Demiurgo. El Sol fue el creador del patrón eterno de la vida. A través de la vida, el alma pudo aparecer y la Tierra misma se transformó en un ser divino, volviéndose la desposada del Sol. La Tierra como una inteligencia pura sin mente y sin un cuerpo viviente, pudo aceptar la intención del Sol, pero no pudo realizarla en el mundo existente. Por consiguiente, la tarea fue asignada al Demiurgo, a quien uno puede percibir en los mitos de la creación de muchas culturas. Le pido al lector mirar esto como historia. El mito y la historia son hermanos gemelos; representan el rostro ideal y el verdadero de la misma realidad. No obstante, la diferencia es importante, porque la historia nos conecta con el pasado y el futuro, mientras que el mito pertenece al presente eterno. En este capítulo estoy resumiendo una presentación de ideas que se puede encontrar en detalle en mi libro Dramático, por consiguiente, no estoy escribiendo todo esto para convencer al lector, sino para dejar establecido un lenguaje con el que pueda hablar con libertad sobre la forma en que miro el mundo. 

Tenemos cuatro conceptos. El primero es el de una Fuente Insondable absoluta de la que procede todo el Universo existente. Debemos postular esa fuente debido a que hemos separado el sistema solar, como nuestro propio tema de estudio, del Universo, en el cual es tan diminuto y en apariencia insignificante. Al hacer esta separación, tenemos que ver al sistema solar como una unidad completa en sí misma, con su propia inteligencia presidiendo, el Sol, en quien podemos pensar como un dios, creador y padre de la vida en la Tierra, y como un gobernante del sistema solar. Si reflexionamos a profundidad, veremos que es posible que nos formemos la concepción de un ser supremo, de quien depende toda criatura viviente mientras permanezca dentro de los límites del sistema solar. 

Cuando llegamos a esta Tierra, tenemos a la naturaleza, a veces mencionada como la Gran Naturaleza. Vernadsky llamó a la capa de vida que cubre la Tierra "biósfera", y él y muchos otros científicos están listos a contemplar la biósfera como una unidad que es un ser. La cuarta concepción es la de la inteligencia Demiúrgica, de la naturaleza en el planeta.* Debo, antes de continuar adelante, ubicar la imagen del Demiurgo dentro de un mejor En este punto llegamos a enfrentarnos a un problema inesperado: Demiurgo en singular pero encontraremos necesario pensar también en inteligencias el pensamiento lógico ortodoxo es atómico y tendemos a considerar un número como teniendo una cualidad absoluta, hallamos irrazonable suponer que alguna cosa puede ser una y muchas al mismo tiempo. Por ejemplo, podemos admitir que el cuerpo humano es un todo pero también que es una multiplicidad, consistente de extremidades, órganos, sistemas, y partes grandes y pequeñas. 

Esta relación de todo y de uno y muchos, sin que los muchos estén subordinados al uno, o el uno se contemple como la suma de sus partes. Se podría encontrar una mejor analogía con el color: Existe un color al que llamamos "azul", y cada superficie que tiene un color azul es tan azul como cualquier otra. Donde está presente el "azul", está presente por completo; tamaño y número no tienen nada que ver con ser azul. Tenemos que efectuar un salto mental y pensar acerca de la. El Amor viene de más allá de los límites de la creatividad del Sol. El amor es inherente a la vida, y es desde adentro de la vida que el amor puede actuar.



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