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sábado, 30 de marzo de 2013

“Masones Libres Iluminados”.


Numerosos representantes de la Masonería Libre y de la “ilustración” de la mayor prominencia se hicieron Illumninati, incluido, en 1763, el Duque Fernando de Brunswick, el principal líder de la Masonería Libre Europea y el principal representante del iluminismo de su época. 

Otros miembros famosos fueron Goethe, Herder, y Nicolai. La orden fue también propagada en Suecia, Rusia, Polonia, Dinamarca, Hungría, Austria, y Francia. Pero en 1783 se produjo un disenso entre Knigge y Weshaupt, que derivó finalmente en el retiro del primero el 1 de Julio de 1784. Knigge no pudo soportar más la pedante tiranía de Weishaupt, la que frecuentemente asumía formas ofensivas. Acusó a Weishaupt de “Jesuitismo” y sospechó que el era “un Jesuita encubierto” (Nachtr., I, 129). “¿Y sería yo quien”, agrega, “trabajara bajo sus banderas para la humanidad, condujera hombres a ponerse bajo el yugo de tan pedante tipo?—Nunca!” 


Mas aún, en 1783 las tendencias anarquistas de la orden provocaron denuncias públicas que llevaron a interferencias por parte del Gobierno Bávaro en 1784. Como la actividad de los Illuminati aún continuó, fueron emitidas cuatro proclamas sucesivas contra ellos (22 de Junio de 1784; 2 de Marzo y 16 Agosto de 1785; y 16 de Agosto de 1787), en la última de las cuales fue prohibido el reclutamiento para la orden bajo pena de muerte. 


Estas medidas pusieron fin a la existencia corporativa de la orden en Bavaria, y, como resultado de la publicación, en 1786, de su grados y de otros documentos que le concernían –en su mayor parte de una naturaleza bastante comprometedora – su posterior extensión fuera de Bavaria se tornó imposible. 


La propagación del espíritu de los Illuminati, que coincidía sustancialmente con las enseñanzas generales de la “ilustración”, especialmente de la de Francia, fue más bien acelerada que retardada por la persecución en Bavaria. En dos cartas dirigidas al Obispo de Freising (18 de Junio y 12 de Noviembre de 1785), Pío VI había también condenado a la orden. Pronto, el 16 de Febrero de 1785, Weishaupt había huido de Ingolstadt, y en 1787 se estableció en Gotha. 


Sus numerosos escritos apologéticos fracasaron en exonerar tanto a la orden como a si mismo. Siendo ahora cabeza de una numerosa familia, sus puntos de vista en materia religiosa y política se hicieron más sobrios. Después de 1787 renunció a toda conexión activa con sociedades secretas, y nuevamente se acercó a la Iglesia, desplegando un celo destacable en la construcción de la iglesia Católica en Gotha y murió el 18 de Noviembre de 1830, “reconciliado con la Iglesia Católica, a la cual, como joven profesor, había condenado a la muerte y destrucción” – tal como relata la crónica de la parroquia de Gotha


Vicente Alcoseri.


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